Kristy

YuiHeenim

El reloj marca tres menos cuarto en lo alto de la pizarra y le da un respiro hondo para tranquilizarse, la verdad es que falta poco para acabar la clase y con eso decirle hola a la merienda que por la mañana no pudo tomar. Kristy mira a su alrededor cómo cada uno de sus pocos compañeros viven en un mundo paralelo a ese, a nadie le agrada la clase, salvo ella y otra chica quienes por tener adelantado casi todo el bimestre, lo único que ocupan es salir.

Kristy se encoge en sus hombros, apoya los codos en la mesa y mira hacia su celular, la pantalla brilla con un fondo gracioso de my little pony, con un dedo desliza el protector, saliendo ante sus ojos una foto muy mona de JunA durmiendo. Su chica no la persona más bonita cuando duerme, pero ella cree que sí la demasiado tierna para tomarle mil fotos de esa forma.

Para cuando el sonido de un raro timbre les anuncia el final de la clase, todos dejan al profesor como una mesa más, puesto que salen sin despedirse y a prisa por largarse o entrar a su siguiente clase. Para Kristy la merienda le da un espacio de una hora antes de entrar al siguiente módulo.

Ha pasado tanto tiempo mirando su fondo de pantalla, que no se había dado cuenta que el salón poco a poco se estaba vaciando. La castaña toma sus cosas con cuidado, al par que arregla su ropa y se decide a caminar fuera. Es interceptada con un golpe de hombro, que de inmediato le hace mirar mal a la dueña de su dolor, ésta acomoda su largo y rubio cabello, colocándose una gorra roja sobre la cabeza.

—Wu ¿cómo repartimos el trabajo?

—¿Cuál trabajo?

—El que acaba de dejar el profesor. Si quieres vamos a mi piso, yo ya no tengo clases.

Kristy alza una de sus cejas, observando a detalle el rostro de perdida que tiene la mujer a su lado. Luego sólo camina unos pasos para que su cuello sea rodeado por la otra.

—Jackie ¿te han dicho que eres algo extraña?

—Bambam gege siempre me lo dice.

—Bambam gege es sabio.

Kristy empuja un poco a la chica, quien no tarda en soltar una risa mientras ambas se dirigen a la cafetería.

—No estoy jugando, quiero invitarte a salir.

—¿Eso quiere decir que el trabajo del profe es falso? Qué bajo haz caído —explica Kristy dándole un golpe de palma abierta en el estómago—. Tú sabes que ten...

—Tienes pareja, lo sé ¿pero qué de malo está salir?

—Dos razones; uno saldría contigo. Y dos, probablemente con los geges esos con lo que simpre andas.

—Entonces invita a tu chica.

—Mi chica tiene mejores cosas en qué pensar  —ambas llegan al lugar, que si bien tiene algo de gente en las mesas, aun hay lugares libres. Jackie toma asiento junto a Kristy—. Además estoy segura que no es el hecho de gustarte, es el de que necesitas la nota buena para la clase de administración pública.

—Eres tan bella...

—Tampoco me voy a acostar contigo.

—¡Y muy inteligente!

—Basta Jackie Wang, necesitas con urgencia un hombre —muestra Kristy con sus manos—, que la tenga así y te quite lo guarra.

—Al menos sabes lo que necesito —la rubia mira al celular de Kristy, tomándolo para ver la galería. Entre las fotos encuentra un montón de la chica, donde se ve con un grupo más—. ¿quiénes son?

—¿Uh? Oh, son mis amigas del instituto.

—Todas son tan guapas ¿me presentas alguna? —ante la mirada de la castaña, Jackie ríe bajito—. Claro que estoy jugando, no te emociones. Así que tus amigas ¿Eh? Son chulas, parecen felices.

—Esa foto es del día de graduación, y ésta otra el del día de cumpleaños de KaiLi y KyungRi. Había olvidado el pastel y le hicimos unos improvisado con pastelitos de bolsa.

—¿Quienes son ellas?

Kristy mira la foto de dos personas, sonriendo con alegría.

—Ellas son YuRen y MoonHyun, encontraron mi celular desbloqueado y se hicieron demasiadas fotos, las guardo para reírme luego de sus caras.

—¿Quién es ella? —señala Jackie la foto de una chica solitaria.

—Zhang —sonríe Kristy con mucha tranqulidad— hablamos hace poco y le hice esa foto, quería recordar el día en que empezamos a hablar mejor.

—Tienes amigas adorables.

—¿Lo crees? Siento que son mis hermanas.

Jackie deja el aparato a un lado, al igual que deja su lugar y va a abrazar a Kristy por la espalda. De esa forma silenciosa se despide, Kristy sabe que ella tiene una clase pronto.

Una vez sola Kristy lo reflexiona, realmente tiene amigas que, si bien no son perfectas, su amistad lo es. Pasa las imágenes de la galería, encontrando fotos individuales, pesando en esos momentos en que las tomó. Extrañaba horrores a todas y se odiaba un poco por crecer, ella no hubiera querido crecer tan rápido.

Desde su salida de casa muchas cosas habían cambiado. Ya no podía meterse a la cama de su hermana los fines de semana, ni podía meterse entre las pláticas de sus padres para exponer su opinión sobre esto o aquello. Vivir con JunA era excelente, un experiencia muy buena, pero si era sincera, extrañaba tanto su hogar.

La nostalgia ataca a la castaña, logrando que en su camino de regreso a los dormitorios tenga un rostro muy feo. Kristy no llora como la gente normal, ella primero hace algunos gestos antes de que aparezcan esas lágrimas, pero ni una cosa ni otra, sólo un rostro tan melancólico que dan ganas de llorar a cualquiera. Al llegar al edificio pasa por algunos pisos, gastando tiempo para que sus ojos no se vean tan rojos y JunA no llame de inmediato por una ambulancia, camina sin rumbo, pero terminando en un pasillo que conoce por culpa de su novia. Ignorando la aclaración que le hace su cerebro, se pasa de largo, pero chocando con un cuerpo casi de su tamaño.

Kristy mira el uniforme de COEX, sube entre curvas bonitas y un cabellos negros que decora los hombros de una chica. Sus mirada viaja hasta el rostro de ella, perdiéndose en las bolsas negras que están debajo de los ojos y le hacen lucir adorable.

—Lo siento.

Es lo único que logra pronunciar Kristy, antes de ver como la otra se mete a una de las habitaciones. La castaña mira al nombre que se ve en corrector, leyendo MinSook. Con ganas tremendas de tocar la puerta y hablarle a la dulce niña se ojeras, Kristy se aventura como nunca, pero es interrumpida por el tono feo de su teléfono móvil.

—¿Qué? —gruñe con molestia, pero carraspea al escuchar la voz de su novia al otro lado.

—¿Dónde estás? Es tarde ya, no hay más clases.

—Uh, lo siento. Estoy en el edificio pero un poco perdida.

—Ven, tenemos que hablar.

Kristy no tiene que decir algo de vuelta, por ello sólo se dedica un tiempo para colgar sin que sea una grosería. Con la mente en otro lado, la chica se decide a dejar de lado su gusto momentáneo para ir donde JunA, esa frase no le agrada en lo absoluto.

Llegando a su piso lo primero que encuentra es todo en orden como siempre, luego a JunA sentada a la orilla de la cama con un rostro extraño. Se toman un tiempo antes de hablar, pero la bomba sólo es lanzada sin aviso alguno.

—Iré a ver a mis padres por el fin de semana y quiero presentártelos.

Kristy frunce el entrecejo suspirando aliviada de que no sea algo malo, pero intenta mantenerse con esa cara de enojo, porque exponer su tristeza no es algo que le agrade más.

—¿Y quién te ha dicho que yo quiero ser presentada? —JunA se muestra sorprendida, pero con una molestia creciente.

—Esto es importante, Wu ¿Por qué de repente estás así?

—Y a ti qué te importa si lo único que haces en todo el día es hablar con estúpidos alzados posmodernos, hipsters y demás desperdicio de la sociedad ¿podrías pensar que es el mundo real? No todo es manchas de colores en bastidores.

JunA cruza los brazos, mata con la mirada a Kristy y le lanza una de las almohadas.

—Pues ésta posmoderna hipster desperdicio de la sociedad podría dejarte desfigurada la cara de lady si quisiera. Ni quien necesite de ti, maldita jirafa con falda.

—Cállate JunA.

—¿Y qué me dices de ti? Tantos números te atrofiaron los sesos ¿no quieres de pura casualidad tomar un café amargo mientras hablamos del precio del dólar?

—¡Yo no tomo café amargo!

—¡Ahh! ¿te lastimé? ¡Perdón señorita perfecta! ¡No sabía que tenías sentimientos! Ahora lárgate a donde te reciban, no quiero verte la cara toda la noche.

Y pasa que Kristy es muy orgullosa, así que sin despedirse sale de la pieza echando humo por las orejas. Era mejor alejarse antes de decirle algo a JunA, para luego arrepentirse como en ese momento.

Kristy sólo tiene un lugar al cual ir.

—¿Y yo que culpa tengo en todas sus mierdas maritales?

Hannah se burla del rostro de Kristy que no es exactamente el mejor. No había querido ir a otro lado y ahí estuvo sentada fuera de la habitación por un rato, luego Hannah la encontró y se movieron a recorrer el campus.

Kristy le cuenta sobre todo el lío con JunA, pero la otra china no es del todo torpe, porque entiende que detrás de toda esa fachada Kris esconde algo, como sentimientos, lo cual siempre es lo mismo.

—Hazla de mi abogada —opina Kristy— en el divorcio ella se llevará todo.

—Tú no estás así por una discusión con Kim, es otra cosa y me la dirás ahora.

—¿Y tú eres?

—La persona que no te dejará dormir en la calle hoy. Bueno, depende.

—Sh.

Kristy gime con enojo, tiene que decir todo porque bajo la mirada de Hannah, donde parece saber todos sus pecados, no puede sólo ignorar.
Piensa bien y termina ahí, sacándolo todo.

—Estoy triste. Siento que no estoy siendo esa persona de la que hablan. Papá y mamá me tienen en un concepto alto porque así les mostré que podía llegar. Sé que JunA está mal por algo, pero ni a preguntar me atrevo porque no sabría cómo manejarlo y sé también que es cosa con sus padres ¿yo qué
puedo hacer ahí? Extraño a las chicas, extraño no tener que hacerla de muchas responsabilidades. Me han hablado y contado sus problemas y ahí estoy torpe yo. No sé qué decirles para hacerles saber que me importan.

—Aww tremendo animalón se nos puso sentimental.

—Hija de...

—No sé a qué le temes. Sabes lo que debes hacer y las palabras que tienes que usar pero te detiene... ¿qué te detiene? ¿Parecer débil? Estás jodida Kristy, no siempre podemos tener esa imagen de yo puedo con todo. Está bien ser débil a veces.

—¿Tú diciendo eso?

—Yo diciendo eso. Me ha servido últimamente.

Las dos se miran por un corto instante, como si con ello hubieran dicho más que todo ese rato afuera. Kristy lo piensa y deja un pequeño beso en la mejilla de Hannah. Sin palabras, ni una palabra escupida con humor negro, Kristy se aleja a paso tranquilo de vuelta a los dormitorios, Lu Hannah niega con una risa mirando al gran campus.

A pesar de todo lo sucedido la noche anterior, Kristy se ve fuera de las instalaciones de COEX, esperando a que suene el timbre que anuncia el inicio de clubes. Con la justificación de ver a su hermana, Kristy es invitada a pasar, ella extrañaba mucho estar ahí.

Los nuevos rostros que decoran las paredes de los pasillos le saludan, los pósters de las candidatas para la presidencia estudiantil son ingeniosos, pero no tanto como los suyos hace poco más de un año antes.

Kristy mira de aquí por allá, pensando que el Instituto se ve diferente, quizá porque los pasillos tienen otro color o porque no hay luces encendidas en algunas partes. Aunque si lo piensa mejor, es porque no hay chispa sin las revoltosas exotics armando escándalos a su pasar.

Kristy camina a la pizarra de anuncios, encontrándose con un montón de noticias donde destacan sus queridas amigas, incluso una lista de las tres candidatas a presidente. Ella sigue la lista, sonriendo amplio cuando el nombre de Jin KaiLi figura.

Se dirige a prisa a los patios traseros, yendo al club de natación donde probablemente esté su hermana. Una vez detectada con dos chicas más, Kristy se acerca para hablar.

—Hunnie ¿Podemos hablar?

La mencionada sonríe con mucha emoción, dejando un poco a las otras estudiantes para reunirse con su hermana.

—¿Qué haces aquí? Te hacía en la escuela... te extraño mucho.

—Y yo a ti Hun —juntas comparten un abrazo y más tarde la mayor se aleja—. Necesito reunir a todas las chicas ¿me ayudas?

—Claro, empecemos por... ah verdad, chicas ella es mi hermana mayor, Kristy.

Hun presenta, siendo que el par de chicas se acerquen emocionadas a saludar a la universitaria. Sabían quien era, así como recordaban a todo lo que era exotics. Retuvieron a Kristy con un bombardeo de preguntas, quitándole un poco de tiempo para su plan, a pesar de ello nada fue malo, le habían hecho recordar buenos momentos. Además de darle una pequeña idea que ya estaba tramando.

—Supe que KaiLi estaba en campaña, pero por culpa de las competencias no he estado mucho tiempo con las chicas. Quizá Lu, Jun jie y tú hacen falta aquí.

HunAh había sido directa con eso, era la verdad porque sentía como si aquello que era exotics de la nada se iba desintegrado. Kristy sabía que era porque de alguna forma ya todas tenían cosas que hacer por separado y por ello estaba ahí, queriendo unirlas a todas un poco más.

Las hermanas caminan por los pasillos de los clubes, hablando de muchas cosas a la vez, era como si cientos de años hubieran pasado entre ellas.

A la primera que encuentran es a MoonHyun, que se mueve por aquí y allá mirando la publicidad de otras canditadas. Antes de ponerle más bigotes dibujados con marcador a la postulante del último grado, es interrumpida por Kristy que suelta una larga risa al ver que la menor no cambia ni un poco.

—Sabotear a las otras chicas no te hará mejor persona.

—¡Kristy! —Hyun corre a prisa donde las hermanas, abrazando fuerte a la más grande—. ¿qué haces aquí?

—Vine a invitarlas a comer.

—¡Si! Yo ya acabé mis clases. Bueno, me salté la última porque me aburro ¿Qué vamos a comer? ¿puedo pedir helado de galleta?

—Lo que quieras. Ahora ayúdame con las demás chicas.

Ya con MoonHyun y una sonrojada HunAh, Kristy dirige a las dos a la sección de artes. Paran en donde está presente la música, entrando a uno de los salones donde ven que la profesora sale.

ChanMin y KyungRi están ahí, componiendo quizá alguna canción o esperando ese momento a solas para quedarse juntas haciendo lo de siempre, Kristy se siente mal por interrumpir, pero las grandes sonrisas de ellas lo tranquilizan todo.

—Espero que estén haciendo una buena canción para la campaña de KaiLi.

ChanMi sonríe con todos sus dientes, como sólo ella podría hacerlo contagiando a todas a la velocidad de la luz. KyungRi también lo hace, pero se detiene mirando con curiosidad a Kristy.

—¿No tienes clases?

—Sí —confiesa la ex presidente—, pero me estaba sintiendo muy mal porque mis amigas me pidieron apoyo y no se los di cuando tuve que hacerlo.

—Uh, uh ¡siempre hay tiempo para todo!

Con el casi grito de felicidad de MoonHyun, a todas les regresa un poco de esa confianza, mirándose cómplices salen del club, buscando a las demás chicas.

Su siguiente parada es el teatro, donde seguramente esté YuRen. Aunque su instinto les falla, pues no encuentran a la chica en ese lugar. A KyungRi se le ocurre un sólo lugar donde encontrarla y es ahíexactamente donde está.

Se pueden escuchar las risas cómplices y algunos silencios extraños, el eco de los besos y la pequeña risa que MoonHyun no puede controlar. Están en los baños, todas pegadas a los lavamanos con una pose diferente, como si fuesen chicas rudas.

Kristy se aclara la garganta, alzando la voz lo suficiente para ser escuchada.

—¿Ya terminaron de hacer sus cochinadas o tenemos que empezar a grabarlas para venderlas en CD's?

Todo ruido se acaba y es exacto cuando KaiLi asoma su cabeza para ver del otro lado. Las chica están ahí y es cuestión suficiente para que los colores se le suban a la cara.

MoonHyun le comparte un pedacito de pizza en la boca a HunAh, KyungRi y ChanMi no dejan de reír y ver en dirección a YuRen y KaiLi que parecen un par de niñas regañadas por ser descubiertas en la travesura. Kristy sonríe a su lado recordándoles el bochornoso encuentro.

—Así que la primera dama usa palabras poquito obscenas en el baño porque sí.

—Ugh, cállate Wu —reclama YuRen— tú eres peor.

—En la comodidad de mi privacidad, claro, no en un baño público.

Todas estallan en risas, mientras una más se les une. XingLian empuja suave en la espalda de KaiLi que se sobresalta poquito.

—¿De qué nos reímos?

—¡De la calentura del YuKai! Toma pizza y búrlate con nosotras —expresa la chica galleta.

—¡MoonHyun!

—Sólo digo la verdad.

—Bueno ya dejemos el tema un rato —Kristy recalca con seriedad, haciendo que todas callen— más tarde nos burlamos.

Y probablemente las risas no acaben tan pronto, pero después de unos minutos todas saben que deben poner atención a lo que la universitaria tenga por decir.

—Este es el plan.

—¿Cómo? ¿Plan sin invitación?

La voz que interrumpe es la de JunA, que con brazos cruzados, esa gorra roja que llevaba a todos lados en COEX y su sonrisita de niña mala, mira a todas con anhelo, incluso a Kristy que le devuelve la sonrisa.

—Anda aquí Junnie —invita KyungRi dándole espacio y acercándole una rebanada de pizza— recién comenzó la secta.

—Junta.

—Sí, eso.

Kristy se aclara, toma aire y abre la boca para hablar, pero la interrupción debe ser karma por algo pasado. Todas miran a las tres chicas que están llegando y no precisamente porque sean adorables, sino porque parece que una pelea está por iniciar.

Kristy detecta a Hannah con la misma sonrisa de autosuficiencia de siempre, mientras que a su lado va MinSook, esa chica que se aparece en todas partes junto a JunA y que le causa algo de celos, pero su atención va a la chica de más a la izquierda, esa que había visto la noche anterior. Las tres se acercan a la mesa que ha sido agrandada y de repente todas empiezan a saludarse como si fuesen amigas de toda la vida. Kristy se siente un poco fuera de lugar, pero pronto comprende que KaiLi tiene mucho que ver.

—Jefa —hace Lu una seña con la mano como si estuviera en la Marina.

—¿Llegamos tarde? ¿Puedo comer pizza también? —esa es MinSook, que a pesar de haber preguntado toma una rebanada que le ofrece ChanMi.

—Si es una secta me apunto —la de ojeras le quita la pizza a MinSook antes de morderla— son exotics ¿no? ¿qué tipo de cosas son las que hacen ustedes?

Todas se quedan mirando entre sí y luego a Kristy que abre y cierra la boca como pez. Todas esperan a por eso por lo que estaban reunidas y ahora con ese valor renovado, la universitaria les habla con determinación marcado en su sonrisa.

—Hagamos que KaiLi gane las elecciones, y dejemos huella en COEX. Exotics somos todas nosotras ¿cierto? Lo dijimos chicas... somos uno.

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