KaiLi

☀️XiaoKailu


Son las seis treinta de la mañana, cuando KaiLi al fin sale de la oficina del director, con permiso firmado en mano y la sonrisa aflorando en gran parte de su rostro. Como siempre, lleva el uniforme perfectamente arreglado; la corbata ajustada en su lugar, la falda bien planchada, sus calcetas y camisa blancas y relucientes, y unas zapatillas deportivas cómodas.

De camino a su casillero, parece que va flotando en su nube de felicidad, saludando a todo el que pasa delante de ella, deteniéndose de vez en cuando, a charlar con las chicas del club, o con jovencitas de grados inferiores que parecen ser sus admiradoras.

Todo resulta tan bonito y perfecto esa mañana, que cuando llega a su taquilla y se topa con Suni, otra de las candidatas a la presidencia, su gesto se deforma en una mueca de desagrado que no puede ni quiere disimular, porque Kim Suni es lo peor que se ha podido cruzar en su camino desde que ingresó al instituto.

—¿Qué quieres Kim? —La mirada de ambas choca, y parecen querer destrozarse. KaiLi tiene sus manos tomadas por detrás de la espalda, encajándose las uñas con fiereza en las palmas, porque ganas no le faltan de golpear a la tipa frente a ella.

—Uy, como siempre sin modales, señorita KaiLi. Bueno, en realidad no esperaba mucho de una pseudo china-coreana. —Y la hija de puta tenía que meterse con ella de la manera más estúpida que se le pudo pasar por la cabeza. En ese punto, la joven de orbes esmeralda, suelta una risita sin poder evitarlo, porque vamos, mínimo si la van a molestar, que sea por algo mucho más inteligente. —¿De qué te ríes, inútil?

La figura de Suni se torna defensiva, con los brazos cruzados y la mirada altanera que pretende hacerla sentir pequeña, pero sin lograrlo.

—¿La verdad? Obviamente de ti, y tu manera estúpida de intentar hacerme sentir mal. Aunque bueno, debo darte crédito, al menos esta vez no me saliste con que soy una hipócrita y solitaria nerd. —La mofa se cuela en su tono de voz de una manera tan natural que la hace sentir orgullosa. —Pero ya, enserio, ¿qué quieres?

—Al menos tienes en claro tus defectos. Solo venía a decirte que cuidaras tu espalda y la de las demás exotics. Soy capaz de cualquier cosa con tal de ganar estas elecciones. No me vas a robar esto también, KaiLi. —El tono rencoroso y bajo con el que recita la última frase, le causa un escalofrío incómodo, pero no permite que eso la amedrente.

—¿Es una amenaza? —La ira haciendo ebullición dentro de ella, porque no, nadie se mete con ella, mucho menos con sus chicas. Así que, acercándose lentamente a Suni, la morena estampa con fuerza su dedo, empujándola poco a poco. —Te atreves a tocarles un pelo, y créeme, que lo primero que haré, será desfigurarte tú ya de por sí horrible rostro. No juegues con fuego, niña estúpida.

—Solo venía a prevenirte, para que después no comiences a llorar. La guerra comienza a partir de ahora, Jin. —La jovencita de cabello largo y oscuro, se da la media vuelta, con el atisbo de una sonrisa estampada en sus labios.

KaiLi quiere detenerla, y ponerla en su lugar, pero cuando ve su reloj, y logra ver que tan solo faltan unos minutos para que den el timbre para ingresar a la primera clase, lo olvida, y se dice que lo primero en su lista de cosas por hacer, es poner en su lugar a Suni.

Gira la combinación en su taquilla, y la abre rápidamente.

Todo pasa en un centellear. Una explosión de tinta llena su rostro, cabello, y gran parte de su uniforme. Sus puños se cierran a ambos lados de su cuerpo, conjurando una paciencia que no siente. Las burlas se dejan escuchar tras ella; muchos se lo merece por creída, qué patética, y demás insultos que no le pueden importar menos, se cuelan entre sus oídos.

No necesitaba ser un genio para darse cuenta de quién es la culpa. Puede ver al final del pasillo, como Suni se suelta a carcajadas con su séquito de cabezas de aire. Joder, tiene unas ganas enormes de ir directo hacia ella, y dejarle un ojo morado, ponerle una patada y... Mejor se controla, porque no quiere ser suspendida, y mucho menos ser retirada de las elecciones, porque por muy y que sea una de las mejores alumnas de su curso, una pelea es una pelea, y si KaiLi comienza algo, lo lleva hasta el final.

Unas pocas chicas que la conocen, se le acercan preocupadas, acallando las habladurías de las demás. Preguntándole en voces bajas si está bien y si hay algo que puedan hacer por ella.

—No es nada, chicas. —La sonrisa que les obsequia es suave, dejándolas pasmadas. —Anden, vayan a clases, no quieren ser regañadas, ¿o sí? —Cierra su taquilla, y con un gesto de su mano, se despide de ellas, yéndose en dirección hacia los vestidores. Ella no piensa asistir a clase con esas pintas, Control Queen necesita una ducha y un cambio de ropa.

Y, mientras camina por los desolados pasillos, se dice que síp, la guerra apenas comienza.

[✧]

Después de haber verificado su casillero en el área del club de arquería, se da cuenta que efectivamente, ahí tiene un uniforme extra. El alivio la recorre, y con agilidad toma la muda de ropa, para dirigirse a las duchas

Se despoja con tranquilidad el uniforme, sabiendo que tiene una hora entera antes de la siguiente clase, y se mete bajo el agua tibia de la regadera, limpiando con espero su cabello y rostro, procurando retirar adecuadamente la tinta de su cabello corto.

Las gotitas de agua, se van llevando en ligeras oleadas el enojo, y solo dejan a una tranquila y calculadora KaiLi, que lo único que cruza su mente, es la organización de un plan de venganza, uno mucho más inteligente y más silencioso que el de Kim.

KaiLi no quiere ridiculizar a Suni, no, por supuesto que no. O bueno, puede que sí, pero la aspirante a presidenta va más a lo grande, no con simples niñerías.

—Oye, KaiLi, ¿no piensas salir pronto? —La voz seductora de YuRen le eriza los bellos de la nuca, haciéndola gritar tan agudamente que no sol lastima los tímpanos de su novia, sino los suyos propios. —Tranquila, Xiao Li. No es nada que no haya visto antes. —La cara de YuRen continúa asomándose por entre la cortina de plástico.

—¡Xiao Yu, voltéate ahora mismo! —KaiLi intenta sin mucho éxito, ocultarse de la mirada profunda que le regala la otra. El color se le sube hasta las orejas y no puede evitar empujar a YuRen lejos. —Dios mío, casi m-me da un paro cardíaco, b-boba.

—Ya, ya. Pero en serio, ¿vas a salir pronto o tengo que sacarte? —La voz se escucha amortiguada por la cortina, ladina y divertida.

—Casi salgo, solo enjuago mi cabello. ¿Tú qué haces aquí que no estás en clase?

—Uhm, nada... Solo se me hizo como realmente tarde. Ya sabes, uhm, tarde tarde como para no lograr entrar a la clase de ecología. —Una risita nerviosa abandona sus labios. Es evidente que YuRen no quiso entrar a la aburrida clase de la señorita Kim, y aunque le gustaba la materia, la maestra era realmente mala dando clase.

La morena sale con una toalla rodeando su cuerpo, el flequillo húmedo cayendo descuidado contra su frente, y su cabello corto enmarcando el óvalo de su rostro, haciéndole lucir un poco tentadora. Logrando así que, una avergonzada YuRen, le de privacidad para cambiarse.

—Tarde como para no hacer el esfuerzo por pedalear más rápido ¿eh? —KaiLi va colocando su uniforme poco a poco, hasta que solo quedan las calcetas largas. —Ya puedes voltear, Yu. —Cuando YuRen vira hacia ella, trae en las manos el uniforme repleto de tinta, cargando un gesto de molestia. La morena solo puede darse un golpe mental por no haberlo ocultado antes.

—¿Qué pasó aquí, KaiLi?

—Nada, solo me cayó un bote de pintura del salón de teatro, que aparentemente estaba abierto. Ya sabes, las chicas con un poco descuidadas. —La mentira le ha quedado de perlas. Lo que menos quiere es involucrar a las exotics, ella puede manejarlo. No iba a dejar que nadie más se ensuciase las manos con algo que era su culpa.

YuRen alza una ceja, incrédula, porque no le cree ni pio, conoce a KaiLi más que nadie, y pudo notar su labio temblar al final de la oración. Accidente mi trasero, piensa.

—Sí, ajá. Bueno, ¿y qué pasó con el permiso para la lunada del viernes?

Eso sí era un buen tema de conversación.

Aquel día en que todas terminaron comiendo pizza por montones, patrocinada por Kristy, habían estado planeando cómo ganar más votos, y cómo hacer más llamativa la campaña de la bonita morena de ojos dormilones.

Primero que nada, Kristy prácticamente la obligó a ir a cada club y presentarse; con lo mala que era para hablar en público, casi vomita de los nervios, pero la mano cálida de YuRen, siempre le traía una confianza enorme. Así que, inflando su pecho con todo el aire que podían acaparar, entraba y salía con la frente en alto y algunos aplausos debido a las propuestas tan inteligentes que todas habían ayudado a enlistar.

Kristy también le dijo que debía hacer una que otra actividad para unir lazos con personas que ella creyese que tenían un gran número de seguidores, en especial con sus enemigos. Con ello no se refería a las demás candidatas, sino a las personas que no tenían en un buen concepto a las exotics, y solo por ello, no querían votar a su favor.

Como toda buena líder, su jiejie, repartió el trabajo entre todas, dividiéndolas en equipos para promocionar y difundir la información, también para la creación de la publicidad y por supuesto, para investigar a la competencia; de eso último estaban encargadas las diablillas de MoonHyun y HunAh, quienes de vez en cuando, en meras e inocentes travesuras, dibujaban cosas graciosas en los banners de las otras candidatas.

Estaba más que agradecida con cada una de las chicas, pero más que nada con Kristy. No solo le había ayudado en lo que respectaba a la presidencia, sino que había logrado lo que ella no podía, y era reunir a todas, hacerlas convivir de nuevo como una familia, como uno. Lo que más anhelaba era tener de vuelta a todas causando desastres en los pasillos, llenando de orgullo al grupo con algún premio en sus respectivas áreas, y sobre todo, compartiendo momentos inolvidables antes de la graduación, porque la graduación era su fecha límite para tener repleto su álbum de memorias.

Y por ello, se le había ocurrido organizar una lunada en uno de los jardines de COEX. La idea la tenía bien planeada en su cabeza; habría películas, comida deliciosa hecha por YuRen y ella, y hasta una fogata, donde todas podrían compartir historias alrededor de ella, con las estrellas de confidentes y la calidez de mantas sobre sus hombros.

Esa misma mañana, logró obtener el permiso del director para organizarla, incluso le había permitido la entrada a personas externas al plantel, con tal y que solo fueran chicas. No podía importarle menos esa condición, lo único que le interesaba, era que podría compartir toda una tarde y madrugada con todas.

Estaba más que ansiosa porque fuera viernes por la tarde.

[✧]

—Cuándo piensas comentarles que cuando termines el instituto, tendrás que volver a vivir a China. —La mirada de KaiLi luce casi lastimera, intentando evadir el tema. —No me mires así, KaiLi. No puedes esperar decirles hasta el día de la graduación solo, así como "Hey, chicas, no las volveré a ver. Las quiero" —TaoZi está en su habitación, viéndola empacar algunas de sus objetos poco importantes en cajas, listos para ser enviados de a poco; cosas como juguetes antiguos o peluches.

—No es que no quiera decirles, TaoZi, pero aún falta mucho tiempo para la graduación. Se los diré cuando considere el momento adecuado, además, recién el grupo se ha unido de nuevo, y no quiero arruinar eso con una noticia como esa. —KaiLi habla de manera defensiva; no es necesario que TaoZi se lo recuerde, es más que consciente de ello, pero aún no se siente lo suficientemente preparada para no llorar como una magdalena al decirles.

—No te quiero molestar, jiejie. Solo quiero que no prolongues esto más de lo que deberías. Sé cuán difícil puede ser para ti, entiendo que ellas son más que mejores amigas, son tu familia, y por eso mismo, te presiono para que lo hagas cuanto antes. ¿Ella lo sabe? —Lo último lo pronuncia quedito, palmeando los hombros de su prima, sobando la espalda que se remueve en ligeros espasmos.

—N-no. Para mi, decírselo a YuRen, es lo más difícil. No quiero alejarme de e-ella, pero ya no sé qué más hacer para convencer a mis padres.

En un abrazo suave, TaoZi envuelve el cuerpo de KaiLi, esperando que la acción hable más que sus palabras. Ella la poya, y será su soporte, hasta que todo aquello termine por explotar.

[✧]

Es viernes, y toda la escuela parece entusiastas ante la organización de la lunada. KaiLi ha recibido buenos cumplidos debido a la idea, y eso solo puede lograr, que trabaje con mayor ímpetu para que todo salga a la perfección, no se podía permitir un fallo.

Ese día, a petición de la morena, el director ha decidido finaliza las clases con antelación, para que las emocionadas jovencitas, vayan a sus casas, y si apuro, puedan preparase para la tarde.

Las doce jovencitas que conforman las exotics, están en el taller de cocina, preparando la comida que se supone van a dar como merienda y cena, aunque parece más un salón de juegos, entre harina por el suelo, y platos sucios.

Kristy y JunA están encargadas de los bollos al vapor, KyungRi y ChanMi de las bebidas, que no requiere una gran realización, y no lo dice por la bajita de ojos saltones, lo dice porque ChanMi es un desastre a la hora de cocinar, y teme que llegue a quemar el salón. Hannah y XingLian se supone que deberían estar ahí, preparando emparedados, pero resulta que se han perdido desde hace una media hora y nadie tiene ni la menor idea de dónde se encuentran, y algo le dice a KaiLi, que puede estén en algún cubículo de los baños, haciendo guarradas o algo así.

Mientras KaiLi supervisa la producción en masa de comida, puede ver como TaoZi y MinSook pelean entre ellas, intentando quitarse un cucharón para hacer quién sabe qué cosa, y se parte de la risa, porque justo al medio de ellas, y al borde de la desesperación, se encuentra la bonita de su novia, intentando hacerlas entrar en razón, sin lograrlo.

Ella abandona la sala en silencio, y se dirige a paso seguro al patio principal de la institución, y verifica que las personas de intendencia, coloquen de forma segura, la pantalla que se utiliza para las asambleas, el sonido y demás cosas que son necesarias para la lunada.

Algunos profesores que se topan con ella, le saludan, preguntándole cuál será el área que deben vigilar para que nadie entre o salga después de las diez de la noche, por orden estricta del director.

Las cosas parecen bastante perfectas, y no falta mucho para que las primeras personas comiencen a llegar.

[✧]

Cuando KaiLi abandona el aula de teatro, sigilosa como un ninja, se topa de frente con la cara de YuRen, que mantiene un gesto dubitativo, y sus cejas alzadas.

—¿Qué estás haciendo, KaiLi?

—Nada, solo venía por las cosas JunA, Kristy, Min y Hannah. Recuerda que no tiene casilleros, y es un poco peligroso dejarlas por ahí con sus billeteras y demás.

YuRen le toma de la mano, nerviosa. La soba con delicadeza y la mira profundamente a los ojos, hablándole con ellos, pidiéndole algo.

—Necesitamos hablar. Ven. —La más alta, la lleva a rastras por los pasillos, hasta dejarla dentro del aula que comparten todos los días. Y la toma por la cintura en un abrazo suave pero fuerte. Su rosto ocultándose en la curvatura de su hombro y cuello, aspirando la fragancia. —Sabes que te quiero muchísimo, ¿verdad?

En ese punto, iluminadas por los últimos vestigios del atardecer, todo parece tan irreal para KaiLi, y la atmósfera le grita que debe hablar con YuRen ahora. Pero no quiere, solo quiere atesorar en su cabeza, cada momento dulce que le ha obsequiado su novia. Cada sonrisa boba, pelea, roce de manos y besos infinitos que se han dado desde que son algo más que simples conocidas por error.

—Lo sé, YuRen. Y yo te quiero como a nadie.

—¿Más que a tus padres?

—No seas boba, ese es amor de familia. Lo que siento por ti, es algo más que fraternal. —Las cejas de la morena se lazan con coquetería, haciendo sonreír a la otra. —Pero ya, en serio, tienes que saber que eres la persona más especial de mi mundo, la estrella más brillante en mi cielo.

—Cursi. —Aunque YuRen quiera lucir desinteresada, no puede, porque sus mejillas enrojecidas la delatan, y mucho más esa enorme curvatura de labios sincera y felina, que KaiLi tanto atesora.¿Juntas hasta el final?

Y algo dentro de KaiLi se quiebra, retumbando directo en sus oídos y en su pecho. Un nudo se le atora en la garganta, dificultándole contestar.

—Hasta el final, siempre. —Esa frase le ha dolido hasta lo más profundo, y siente como se desgarra. Pero está bien, las cosas estarán bien.

YuRen la besa, la besa como tanto le gusta; con paciencia, dándose el tiempo de explorar cada recoveco dentro de su cavidad, mordiendo sus labios, e incitándola a hacer lo mismo. Juguetean y se retan, y separan sus bocas buscando el aliento, pero de nuevo colisionan sus belfos.

—Lamento interrumpir, señoritas besuconas, pero necesito a KaiLi ahora mismo en el patio, para dar por inaugurada la lunada. —Kristy irrumpe como si nada, y jala por los hombros a KaiLi, separándola sin aviso, de los brazos cálidos de su nadadora preferida. —Vamos, baobei, mueve ese trasero tuyo rápido.

[✧]

En algún punto de la noche, todo es un caos de risas y gritos. De cantantes desafinadas en el karaoke, y chicas apostando frituras mientras participan en juegos de mesa. Las jovencitas prometedoras, parecen disfrutar, y eso a KaiLi la llena de un orgullo enorme.

Su grupo está jugando twister, o algo así, porque puede notar como todas hacen trampa y se empujan unas a las otras para encontrar la bolita de color más cercana a la extremidad que les dicta la ruletita. Ella ha decidido no participar, prefiere mirar el panorama, y sacar evidencia de la torpeza de Minnie y XingLian, con su videocámara.

Una chica de último año que conoce poco, le toca el hombro y le dice algo al oído algo que le hace enfurecer y levantarse como un resorte de su lugar. Excusándose con las chicas, sigue a la jovencita que le ha entregado el recado.

La guía hasta uno de los jardines cercanos al patio, para dejarla justo de frente con la imbécil de Suni.

—Parece que estás disfrutando demasiado ¿no, Jin? Te noto demasiado relajada. No olvides lo que te dije, prometí que todas tus exotics saldrían heridas. —La mocosa está sentada sobre un escalón, las piernas cruzadas con supuesta elegancia-

—Y yo te dije que ni se te ocurra tocarlas, estúpida. Puedes hacerme lo que quieras, pero con ellas no te metas. —La paciencia de KaiLi está al tope, su mano se empuña con fuerza, decidida a dejarse ir contra la pobre de Suni. —¿Te gusta el color púrpura? Yo creo que le quedaría genial a tu rostro.

La morena, se acerca poco a poco, amenazante, lista para atacar.

—Yo no haría eso si fuera tú. Sabes que soy sobrina de uno de los directivos, a quién le creería más, ¿a mi o a una simple alumna como tú?

—Realmente piensas que me importa, vaya, qué ingenua has resultado. —La contraria se exaspera, molesta por no lograr intimidar a la morena., la toma por el cuello de la camisa que lleva puesta, y le da una fuerte bofetada. KaiLi está perpleja, de verdad que lo está. —Oh no. No debiste haber hecho eso, Suni.

KaiLi se va contra ella, su puño estampándose fuertemente contra el ojo izquierdo de la otra. Suni se intenta defender, y propina un par de golpes tambaleantes pero duros, contra el labio y pómulo de la morena.

Error grave. Ahora sí, no había vuelta atrás. KaiLi le da un gancho directo al estómago sacándole el aire, y otro más contundente en la quijada, dejándola tirada en el suelo. Camina hacia ella, y la obliga a levantar la barbilla.

—Si quieres jugar a quién es más perra, voy a ganar. Perder no es una opción. —Y su mano derecha coge impulso para rematar, pero es cogida por la cintura y el brazo, alejándola de su objetivo.

Las manos son de Kristy y TaoZi; la última riendo a carcajadas, no esperando menos de su peligrosa jiejie, y la mayor, simplemente choqueada, porque jamás había visto esa faceta tan ruda de KaiLi.

—Ojalá ni siquiera logres terminar el año aquí. ¿Recuerdas que tu madre y la mía son amigas? Pues le ha dicho que planean irse antes a China. Espero que tu vida sea tan solitaria y mierda como te lo mereces. —Suni apenas puede hablar, su cara se ve deformada e hinchada debido a la paliza que acaba de recibir.

KaiLi no cae en cuenta de lo que ha salido de su boca, hasta que escucha las voces tras de ella.

—¿Es verdad?

—¿Cómo que te vas? —Esa de al final, ha sido YuRen.

Suni iba a pagar muy caro, esa boca floja suya.

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