JunA
JunA dejó la cámara fotográfica que colgaba de su cuello en una zona segura de la barra que MinSook atendía. La idea de las chicas de hacer un café temático para recaudar dinero para la campaña y más popularidad había sido todo un éxito. Todas las alumnas de COEX y otros institutos cercanos se habían pasado por allí y habían disfrutado de las bonitas vistas y el rico café de Sookie.
Ella, como siempre, era la silenciosa encargada de tomar fotos y la guardaespaldas más eficiente del lugar. Ya había tenido que sacar a un par de tipos que se tomaron muchas confianzas y a alguna secuaz de Sunny que había venido con ganas de pleito, nada que no pudiera manejar.
— ¿Café? —Sookie preguntó, ya no había rastro de su vestido de conejita y ella sabía muy bien que la razón de aquello era la revoltosa TaoZi—. Parece como si tu hubieras servido todas las mesas con ese incomodo vestido.
— Sí, gracias, las ojeras de tu novia también son muy bonitas.
— ¡Eh! —JunA sonrió victoriosa, encogiéndose de hombros. Iba a decir algo más, pero KaiLi se acercó a ellas con una sonrisa cansada y Sookie preparó rápidamente otra bebida caliente para la futura presidenta—. Todo va muy bien, ¿verdad?
— Kristy dice que los números son estratosféricos. —La muchacha morena agradeció a la camarera con una sonrisa y bebió lentamente—. Estamos a punto de cerrar.
— A Kristy le encanta decir eso sobre los números. —JunA rodó los ojos, pero estaba sonriendo también —. ¿Cómo te encuentras?
— ¿A parte de exhausta?
La mayor le frunció el ceño y KaiLi bajó la vista, no acostumbraba a ser insolente con sus mayores. Y menos con Kim JunA, porque ella podría ser dulce, pero definitivamente tenía un fuerte carácter guardado en su interior.
— He visto que YuRen y tu parecen más tranquilas.
— Sí... Todo esto nos está distrayendo del verdadero problema, supongo.
— Deben dejar de verlo como un problema, niñas. —JunA dejó suaves caricias en la espalda de su pequeña amiga, sonriendo con ternura —. Esto es más bien como una oportunidad. Tú podrás desarrollar un futuro prometedor, su relación se fortalecerá y ambas tendrán excusas para viajar todo el tiempo. ¿No suena bien?
KaiLi rió entre dientes. Desde esa perspectiva sonaba mucho mejor que la catastrófica manera en que ella lo había estado viendo, pero aun así se encogió de hombros, insegura.
— Espero que tengas razón, unnie.
— Por el momento vamos a concentrarnos en tu campaña, ¿mh? Solo quedan un par de semanas, y por muy sucio que Sunny quiera jugar, esto ya lo tenemos ganado. —La mayor le guiñó un ojo a la morena, levantándose de la silla y tomando su cámara fotográfica—. Así que trata de divertirte, KaiLi.
JunA se paseó por el lugar durante un rato, tomando las ultimas fotos del día a la vez que ayudaba a las chicas a recoger las mesas y a desalojar a los pocos clientes que quedaban. Las conejitas estaban exhaustas y tanto Hannah como MinSook prometieron encargarse de llevarlas a todas sanas y salvas a sus casas. La bajita no tenía tan claro que TaoZi y XingLian llegasen sanas y salvas, pero prefirió no decir nada. Solo ella, YuRen, KaiLi y su princesa se quedaron para terminar de recoger todo aquel desastre.
— ¿Están seguras de que no quieren que las lleve con el coche? —JunA preguntó mientras Kristy cerraba el local, aún no era tarde, pero la noche ya se había cernido sobre ellas y la mayor no estaba segura sobre dejarlas ir sin más.
— Preferimos caminar, JunA, estaremos bien. —YuRen aseguró, y ella no tuvo más remedio que rendirse y caminar hacia el coche mientras la alta se despedía de ellas.
— Necesito un buen baño caliente. —Soltó Kristy mientras se subía al asiento del copiloto, suspirando cansadamente —.
— Sí, eso suena bien... —Murmuró ella con una sonrisa, arrancando el motor para volver al campus de la universidad. Kristy reposó una de sus manos sobre la rodilla ajena, sonriendo de lado.
Ellas tampoco estaban atravesando por su mejor momento. JunA realmente había creído que la universidad les sentaría genial, pero no pareció ser así. Aún tenían demasiado que hacer en COEX y seguía habiendo pequeñas barreras entre ellas que hacían doler sus corazones por ser incapaces de hablar con claridad.
— Así que, no me has contado nada sobre la visita a tus padres...
Kristy no estaba segura de si debía mencionarlo, a fin de cuentas ella había sido la grosera que había rechazado ir a conocer a los padres de su novia. Pero JunA ni siquiera volvió al dormitorio de la universidad la noche anterior, apareció directamente en el café de las conejitas y eso preocupó bastante a la mayor.
— Creía que no te interesaba, Kris.
— JunA...
— De todos modos fue mejor que no vinieras. —La muchacha se encogió de hombros levemente, sin despegar la vista de la carretera. El comentario cayó como un ladrillo sobre el corazón de la castaña, aplastándolo—. No sería agradable conocer a unos suegros homofóbicos, ¿no es cierto?
JunA trataba de sonar bromista, pero no se sentía así en lo absoluto. Kristy presionó su mano sobre la rodilla de su novia, una pequeña mueca en sus finos labios. De todas las cosas que la mayor había imaginado, aquella ni siquiera aparecía en su lista. Con todas esas llamadas y la actitud sospechosa de su novia, había imaginado que JunA le estaba poniendo los cuernos o que sus padres querían llevársela a otro país tal y como iban a hacer con KaiLi... Pero unos padres homofóbicos, después de saber cuan revolucionaria podía llegar a ser su chica, era lo único que no había imaginado.
— ¿Por qué no me dijiste nada, Jun?
— No he sabido nada de ellos por años, princesa. Sabes que vivía con mi abuela, a ellos nunca les interesó nada de lo que hiciese. —JunA rodó los ojos, dirigiendo la mirada a su chica aprovechando el semáforo en rojo—. Pero mi hermano se enteró de que tengo una bonita y muy rubia novia, y fue directo a decirle a nuestros retrogrados padres. —La chica se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa, acariciando el cabello de la mayor.
— Ya no soy rubia, Kim JunA. Estúpida enana endiablada. —Replicó la otra, pero llevo sus labios hasta el dorso de la mano que jugaba con su cabello. La muchacha sonrió y volvió la vista a la carretera para conducir.
— Lo siento mucho, Kristy. He intentado por todos los medios que nos dejen en paz, pero insistían en conocerte para saber qué tan en serio iba todo esto.
— ¿Y que dijeron cuando no me presenté?
— Que no debías quererme demasiado.
— ¡Pero yo te quiero!
JunA rió, dándole un breve vistazo de reojo mientras aparcaba el coche en el estacionamiento de la universidad. Kristy la miraba con un pequeño mohín en sus labios y ella decidió molestarla solo un poco.
— ¿Solo me quieres?
— ¡JunA!
— Lo sé, princesa. Y yo a ti. —La bajita se removió en su asiento para dejar un casto beso en la mejilla contraria—. Lamento haberme comportado como una tonta, pero estaba un poco asustada.
— Eso no es propio de ti, pequeño demonio. —Kristy se quitó el cinturón y se giró para mirarla, su ceño ligeramente fruncido con preocupación—. ¿Por qué no me hablaste de eso?
— Porque no quería que te hicieran daño.
— Pensaba que me estabas engañando, ¿sabes?
JunA rió entre dientes y salió del coche seguida por la castaña, emprendiendo el camino hasta su habitación.
— Nunca, cerebrito. —La bajita enlazó sus manos, dando un suave apretón—. Sabes que estoy totalmente loca por ti.
Kristy puso los ojos en blanco, pero había una pequeña sonrisa y una ligera sombra rosa adornando sus bonitas mejillas.
— ¿Y qué les dijiste a tus padres cuando te dijeron que yo no te quería?
— Que sabía que sí me querías, pero si no era así... Eso no iba a cambiar que me gustase morder preciosas piernas con faldas.
La mayor se sonrojó hasta la raíz del cabello, empujando a la bajita dentro de la habitación cuando esta estalló en una escandalosa carcajada.
— ¡Enana pervertida! ¡Voy a lavarte en agua bendita!
JunA seguía riendo cuando su novia cerró la puerta de un manotazo y se acercó a ella para envolverla por sorpresa en un apretado abrazo que acalló su risa de golpe. La morena suspiró, enterrando su rostro en el hombro ajeno con una suave sonrisa antes de corresponder a su abrazo.
— De verdad, de verdad siento haberte preocupado, Kristy.
— Y yo siento haberte dejado sola en esto, pequeña. —La castaña llevo su mano al inicio de la alta coleta que su novia llevaba y tiró de la goma negra para soltar el cabello ajeno y acariciarlo suavemente. JunA le gustaba así, con el cabello desecho, suelto y salvaje, tal y como ella era.
— Alguien tenía que ocuparse de esas revoltosas, ¿no es así, Presidenta? —JunA levantó la vista, mirándola con esos ojos oscuros y brillantes que hacían que el corazón de Wu se detuviese por momentos, y le dedicó una de sus arrebatadoras sonrisas.
— ¿Y qué voy a hacer contigo, mh? También formas parte de ese grupo de revoltosas, Kim. —Replicó, acariciando con ambas manos el cabello negro de la chica. Casi nunca hacía eso, más bien era JunA la que tenía un problema con su cabello y le encantaba rizarlo alrededor de sus dedos, pero a la chica no parecía molestarle.
— ¿Conmigo? —La muchacha sonrió aún más, aunque la mayor conocía muy bien esa provocadora sonrisa y cuantos problemas podía traerle—. Conmigo puedes hacer lo que quieras, Kristy.
🔥
La mañana siguiente, JunA ignoró con total intención su teléfono durante dos veces. No sabía si serían sus padres o sus amigas, pero se encontraba demasiado cómoda enredada en el abrazo que la dormilona de su novia le proporcionaba y no estaba dispuesta a moverse. Pero cuando el teléfono de Kristy empezó a sonar, la muchacha estiró su brazo a tientas y alcanzó el aparato, emitiendo pequeños lamentos de molestia.
— No respondas. —Susurró, dejando suaves y húmedos besos por el cuello de Kristy, que se removió con una risa ligeria.
— Yah, Junnie... —La muchacha abrió un solo ojo para ver el nombre de la pantalla y la música se detuvo un segundo después—. Era KaiLi. ¿Estará bien?
— Querrá dar las gracias. O las fotos. O hacernos salir de la cama. —JunA se removió, sentándose sobre su novia con la melena alborotada y la fina camisa de dormir cayendo por su hombro izquierdo—. Y no me apetece en absoluto salir de la cama.
Kristy sonrió. Se encontraba más despierta ahora, acariciando con sus manos los pálidos muslos de su novia, que estaban adornados con pequeñas marcas rojizas de la noche anterior. Dejo que la bajita crease un camino de besos desde su cuello hasta sus pechos, cerrando los ojos entre suspiros y dispuesta a abandonarse al placer cuando el teléfono volvió a sonar, sobresaltándolas a ambas.
— Oh, ¡maldita sea, voy a matar a esas mocosas! —Gruñó JunA, mirando con odio el teléfono de la mayor, donde brillaba ahora con intensidad el nombre de KyungRi. Kristy emitió un suspiro resignado y respondió la llamada.
— ¿Kristy? —La agradable y preocupada voz de KyungRi casi hizo sentir mal a JunA por su sed de sangre, pero no lo suficiente como para que su ceño se suavizase—. ¿Va todo bien? Hemos llamado a JunA, pero no respondía. Y tú tampoco...
— Se debe a que estábamos a punto de tener sexo, malditas entrometidas. —Replicó JunA al teléfono de su novia, haciéndola gritar y sonrojarse.
— ¡Enana maldita! ¡No digas eso!
— ¿Qué? ¿Acaso es mentira? —Preguntó resueltamente, aún sentada sobre el regazo de la mayor, que tosía para cubrir su vergüenza y las palabras de la contraria. Las risas al otro lado del teléfono no se hicieron esperar, atormentándola.
— ¿Se puede saber que quieren? —Preguntó la castaña, incapaz de esconder su tormento.
— ¡KyungRi ha tenido una idea excelente! —Gritó YuRen desde la otra línea. Al parecer las chicas estaban reunidas y tenían el altavoz puesto, así que Kristy hizo lo mismo.
— En realidad, fue una idea de ChanMi y MoonHyun. —Confesó la nombrada, pero ninguna de las dos entendía nada.
— ¿Y qué idea es esa, si puede saberse? —Preguntó nuevamente Kristy.
— Si viene de MoonHyun, solo puede significar problemas. —Murmuró JunA, haciéndolas reír.
— ¡Vamos a hacer un concierto, unnie! ¡Y necesitamos buenas pancartas de promoción! —HunAh chilló, haciendo que la mayor apartase el teléfono de ellas para no quedarse sordas.
— ¿Así que no solo me despiertan, sino que me interrumpen un encantador y satisfactorio encuentro sexual matutino solo para hacerme trabajar?
— ¡¡¡JunA!!!
El escándalo en la otra línea hizo reír a la morena, mientras que Kristy seguía atormentada por los atrevimientos de su novia.
— ¿Puedes ayudarnos, por favor, JunA? –KaiLi pidió, haciéndola suspirar y rodar los ojos.
— Sí, claro que sí.
— ¡Genial! ¡Estamos en el garaje de KyungRi! —Informó YuRen—. ¡Las esperamos! ¡Utilicen protección!
🔥
Cuando Kristy y JunA llegaron al garaje de su amiga, el resto de las diez chicas ya estaban allí, esparcidas por los viejos sillones que los padres de la chica habían relegado allí para que ellas estuvieran más cómodas. KyungRi, ChanMi, YuRen, MoonHyun y KaiLi se encontraban rodeando una mesa llena de papeles, hablando con entusiasmo mientras escribían y tachaban sin parar. HunAh estaba recostada en un sillón, también tenía un papel entre las manos y mordisqueaba un bolígrafo, mientras en el sillón de su lado, Hannah, con XingLian en su regazo, hablaban también animadamente con MinSook. A JunA le sorprendió ver a TaoZi quieta y silenciosa a unos pasos de su prima KaiLi, en lugar de estar cerca de Sookie, molestándose habitualmente como ya era habitual entre ellas.
Cuando MoonHyun las vio, ambas fueron arrastradas a la mesa de operaciones, siendo atacadas por todos los lados con todas las ideas que las chicas habían tenido.
— Será un concierto al aire libre, Hannah dice que conoce un lugar y que solo necesitamos un permiso de las autoridades. –ChanMi decía, moviendo las manos con entusiasmo.
— ¡Hannah y HunAh van a ser las presentadoras del concierto! –MoonHyun gritó, aplaudiendo con efusión-. ¡Y nosotras cinco seremos el grupo! —La pequeña movió su dedo, señalando a las dos integrantes del club de música, KyungRi y ChanMi, y a YuRen y a KaiLi.
— ¿De verdad? —JunA preguntó con sorpresa, mirando a la futura presidenta y a su novia.
— YuRen canta bien. —Se defendió KaiLi, haciendo que la chica se sonrojase.
— La verdad es que es una gran idea. —Murmuró Kristy, que repasaba atentamente los papeles de las chicas.
— Sookie, XingLian y TaoZi nos ayudaran con las personas y la venta de entradas. —KaiLi dijo, mirando por encima del hombro de la mayor los papeles—. JunA nos hará las promociones y esperaba que tu pudieses encargarte de la sección económica otra vez, unnie. Aunque como les hemos dicho a las chicas, también pueden cantar.
— No, gracias. —Respondieron ambas a la vez, haciendo reír a sus amigas.
— Este será tu último acto antes de la campaña, ¿verdad? —Preguntó JunA, sonriendo cuando KaiLi asintió nerviosamente—. No te preocupes, Sunny no tendrá nada que hacer contra esto.
Y JunA estaba totalmente convencida de ello, porque las doce juntas, siendo las EXOtics de COEX o siendo unas locas amigas con un montón de problemas, podían con todo ellos, con pequeñas brujas como Sunny y con mucho más.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top