11
La música estaba a máximo volumen, los gritos y las risas de las personas se escuchaban en todo el lugar. Reconoció a varios ex compañeros de su secundaria y uno que otro lo saludaba.
—Kookie, espera aquí, iré a buscar a alguien.— habló SeokJin y después desapareció entre la gente.
Observó como todos bailaban, algunos con pareja (deprimiéndolo un poco) y otros entre amigos, se veía que se divertían. Pero a JungKook nunca le atraían ese tipo de cosas, prefería quedarse en casa y ver algo entretenido mientras comía frituras. Eso siempre lo hacía con TaeHyung.
Su corazón dolió al recordarlo y se negó a seguir pensando en ello. Se dirigió a la barra, sentándose y esperando a su hyung.
—¿JungKook?—una voz llamó su atención delante de él.
—¿Eh?
Detrás de la barra estaba un chico de cabellos rosas, tenía un piercing en el labio y otro en su ceja, varios tatuajes adornaban la clara piel de sus brazos. Vestía unos jeans rasgados y una camisa rosa oscuro que se amoldaba a su delgado cuerpo.
—JungKook, cuanto tiempo.—el chico le sonrió.
—JiMin...
El pelirosa se acercó a él sin desvanecer su sonrisa. JiMin era uno de sus ex compañeros de la secundaria, aunque ahora se veía diferente, cuando iban a la escuela tenía un estilo diferente, vestía más formal, y escuchó por ahí una vez que había dejado de estudiar.
—Jeon JungKookie~—pronunció con voz melosa mientras se recargaba en la barra.
—JiMin, hola, ¿Qué tal?—saludó con amabilidad.
—Pues no me va nada mal, ¿Y a ti?
—Mmm... pues bien, sólo falta un año para graduarme y creo que me va bastante bien—soltó una pequeña risa al final.
—Ah, la escuela...—suspiró— aún recuerdo cuando solía pedirte las tareas ya que yo no las hacía—ambos soltaron una carcajada.
—Sí, lo recuerdo...
—E igual recuerdo como el estúpido de TaeHyung no le gustaba que me acercara a ti porque "te miraba raro", era un celoso, ¿recuerdas?—chasqueó con la lengua
JungKook sólo asintió mientras bajaba la mirada, por supuesto que lo recordaba...
El rubio siempre fue celoso, pero no a tal punto de volverse tóxico. A JungKook siempre le parecía tierno ver como su mayor lo celaba cuando le coqueteaban en la calle o lo miraban demás o extrañamente, TaeHyung solía abrazarlo contra su pecho y se ponía alerta.
Le causaba gracia y ternura, y claro, el menor igual era celoso.
Aunque un par de veces discutían a causa de ello terminaban por disculparse, no tolerando estar enojados.
—Es un idiota, JungKookie...— el nombrado levantó la mirada al pelirosa borrando la melancólica sonrisa que se formó en su rostro al recordarlo.
—¿Eh?
—Casi todo mundo se enteró, está en todas partes, pensé que habían terminado ustedes dos pero viéndote entendí que no, sé lo que te hizo y es un imbécil— escupió JiMin con enojo.
El azabache volvió a dirigir su mirada al suelo en cuanto sintió sus ojos picar con intenciones de llorar de nuevo.
—¿Me das un trago, por favor?—pidió dejando algo sorprendido al contrario.
—C-Claro—apesar de su sorpresa obedeció y le sirvió lo que quería.
JungKook nunca fue de los chicos que tomaban, no le gustaba, detestaba el sabor del alcohol, pero sentía que ahora lo necesitaba. Aunque sea sólo una copa.
—Gracias—tomó un trago haciendo una mueca de disgusto ante el amargo sabor.
—Bueno, ¿qué te trae por aquí? Que yo sepa, no te gustan estas fiestas
—SeokJin Hyung me trajo, necesitaba distraerme...—tomó otro trago.
—Ah, SeokJin, hace mucho que no lo veo—rio haciendo sus ojos desaparecer.
—¡JungKook!—aquel llamado llamó su atención.
SeokJin se dirigía hacia ellos con dos personas más a su lado.
—Mira a quien me encontré—señaló a los otros dos chicos que venían con él.
—Oh, hola Nam Hyung, hola Yugyeom...—saludó y los nombrados le sonrieron en respuesta.
Evitó reír al ver como NamJoon sonreía como bobo y estaba muy cerca de SeokJin, mientras que el mayor sonreía incómodo.
—¡Vamos a bailar—gritó Yugyeom y JungKook suspiró.
Sería una larga noche.
...
—Gracias por traerme, Hyung—agradeció una vez salió del auto.
No bebió más, sólo aquella copa que pidió a JiMin. No quería ahogarse en el alcohol mientras lloraba y maldecía. Ni siquiera bailó porque de inmediato pidió a Jin que se fueran ya que su ánimo volvió a decaer.
—No es nada, Kookie y por favor—SeokJin miró suplicante—llámame si necesitas algo, ¿Sí? No importa que sea, yo vendré...
—Lo sé, hyung, gracias de verdad...
SeokJin se fue poco seguro.
Dio la vuelta con su maleta en mano para volver a ver su antiguo hogar.
Era un pequeño departamento que estaba en uno de los barrios bajos de la ciudad, no era una casa y mucho menos estaba en un edificio. Sólo era un cuarto entre un local de tatuajes y arriba de uno de belleza.
Comenzó a caminar mientras suspiraba y subió las escaleras que daban a la puerta. Había pasado un tiempo desde que entró a ese lugar por lo que se quedó examinando la puerta de madera y la reja de metal que la protegía.
Sin más rodeos, sacó las llaves de su bolsillo para abrir primero la reja y luego la puerta. Miles de recuerdos lo azotaron llenándole los ojos de lágrimas una vez abrió, todo seguía en su lugar, la cama matrimonial cubierta con sabanas púrpuras y un cobertor grueso del mismo color, el escritorio en la esquina a lado de una ventana que daba vista a un callejón, la televisión que estaba sobre un mueble pequeño. La mini estufa que estaba en un buró a lado de la cama junto con la pequeña nevera en el suelo, el cuarto de baño y el mini sofá que estaba a lado de la ventana.
El cuarto era algo pequeño, la cama abarcaba la mayoría del espacio y tal vez era una basura.
Pero fue la basura que compró junto a TaeHyung cuando ambos fueron echados de casa y habían decidido vivir juntos.
El menor lloraba amargamente contra el pecho de su novio, este último acariciando su espalda y su cabello.
—Tae, ya no puedo más, no quiero volver a mi casa—hipó mirando a los ojos al rubio.
TaeHyung observó con dolor el rostro de JungKook llorando y golpeado, sintiendo punzadas de dolor en su pecho y una impotencia al no poder ayudarlo.
El padre del azabache lo había golpeado por estar tan cerca del rubio, empezaba a sospechar que tenían algo y el señor Jeon prefería ver muerto a su hijo antes que verlo revolcándose con otro hombre.
No hizo nada más que acariciar el labio roto y el ojo morado de su pequeño novio para luego besarlo con delicadeza, como si fuera a romperse, calmando su llanto.
—Lo sé, bebé, sé que no quieres pero... tienes que volver y-
—Pero no quiero, Hyung, ellos sólo quieren que me aleje de ti y yo no quiero...—sollozó—si vuelvo ellos de nuevo me dirán cosas hirientes de mí y de ti, y me duele, Hyung... no quiero...
TaeHyung sintió sus propias lágrimas acumularse en sus orbes al ver a su menor tan vulnerable y triste.
—Está bien, JungKookie, pero necesito que me ayudes ¿Si?—pidió y el nombrado sólo frunció el ceño al no entender las palabras del rubio.
—¿Qué?
—Ven a vivir conmigo—soltó tomando su mano y dejando atónito al menor.
¿Vivir con TaeHyung? Oh, por supuesto que quería, era una de sus más grandes fantasías. Aunque veía muy lejano el que eso ocurriera.
Los padres de TaeHyung, eran iguales a los de JungKook, y cabe decir que eran incluso peores.
—Pero, Tae, tus padres...
—Nunca dije que a mi casa—soltó una risa amarga mientras acariciaba el moretón que estaba en el pómulo de JungKook.
—¿Entonces?—el mayor relamió sus labios nervioso.
Y es que había encontrado un lugar donde vivir pero la colonia no era segura ni rica, sabía que el azabache merecía más.
—Hace unos días vi un pequeño departamento en venta a unas calles de aquí... no es my grande pero es perfecto para dos personas—suspiró— sé que el barrio es muy pobre y peligroso pero fue lo mejor que pude encontrar y que está a mi alcance...
—Tae...
—No he podido pagar ni la mitad pero te prometo que lo haré, y trabajaré para que tú y yo-
El mayor no pudo seguir, JungKook se lanzó a sus brazos escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello.
—Te amo, Tae...—juntó sus narices en un beso esquimal— yo igual puedo ayudar...
—Bebé, pero-
—No es un problema para mí. Estoy seguro que me echaran de casa cuando se enteren oficialmente y eso pasará muy pronto.—sorbió por la nariz y le sonrió a su mayor.
Luego de eso todo fue silencio, ambos abrazados y juntando sus frentes. No necesitaban nada más, y sabían que lograrían juntar el dinero para irse juntos.
Y así fue cuando lograron tener aquel departamento ya a su propiedad, ambos fueron echados por sus padres y a pesar de eso lloró de felicidad en cuanto ya estaban ahí.
JungKook aún lo recordaba.
No lo pensó más y entró, cerrando la puerta detrás de sí. No pudo evitar sorprenderse un poco al volver a comprobar que todo estaba tal y cómo lo dejó.
Dejó sus maletas a lado de la cama, se recortó en ella y quiso llorar cuando divisó en uno de los muebles otra foto de él y TaeHyung. Más estando ahí, dentro del lugar que solía ser su hogar y del hombre que amaba, recostado sobre la cama donde dormía y hacía el amor con el mayor, donde TaeHyung solía cantarle y mimarle antes de dormir.
De nuevo el dolor atravesó su corazón, y aunque sabía que estaba mal llorar, lo volvió a hacer contra la almohada que solía ser de su novio.
¿Me perd0nan? :((
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