FELIX

Changbin era una persona demasiado agradable y lo mejor de todo, era que aprendía rápido y eso me hacía muy feliz.

—¿Quieres comer conmigo y mis amigos? —pregunté a mi nuevo amigo que yo mismo había designando así.

—Por supuesto —sonrió.

Le devolví la sonrisa y saqué mi lonchera, esperamos a Jisung y los tres salimos hasta la cafetería del colegio.

—Cuéntanos de ti Binnie —propuso Jisung—. ¿Por qué veniste a este infierno? —todos soltamos una risa.

—Mis padres fueron transferidos de sus trabajos y nos tuvimos que venir acá a Seúl.

—¿Y te ha gustado la ciudad? —pregunté.

—Aún no he ido a explorar, mis padres no confían en dejarme ir solo, y tienen razón, no conozco del todo el lugar.

—Nosotros podemos enseñarte la ciudad, o al menos nuestros lugares favoritos  —ofrecí—. Claro, si te parece.

—Primero le preguntaré a mamá.

Jisung y yo asentimos. Ya en la cafetería tomamos asiento y justo llegó Jeongin, Yuri había faltado hoy porque se había enfermado del estómago.

—Hola otra vez chicos —habló Jeongin mientras se sentaba a nuestro lado junto con su lonchera.

—Hola —respondimos todos al unísono.

—Tengo que admitir que cada día me disgusta más ciencias —habló el menor mientras masticaba un pedazo de sándwich.

—Esa señora está demasiado loca —soltó Jisung—. Cree que su materia es absoluta.

—No es que esté loca, solo tiene problemas —hablé.

—¿Por qué lo dicen? —preguntó Changbin.

—De todos los maestros, es quien más deja tareas y absolutamente todo le causa conflicto, por eso no me gusta participar en clase —respondió Jeongin.

—Ya cuando tengamos clase con ella lo comprobarás —hablé.

Seguimos hablando sobre Changbin y otras cosas, mientras nos reíamos de todo lo que decíamos. Fue un recreo agradable.

BANGCHAN

—No me agrada el nuevo —hablé miraba hacia la mesa de Felix.

—Ni siquiera haz tratado con él —interrumpió Minho—. Escuché decir que es muy inteligente.

—Se ha hecho muy unido a los chicos rápido —se unió Yena.

—Todo es culpa de la coordinadora, ella le dijo a Felix que ayudará a ese idiota.

—¿Estás celoso? —soltó una risa Hyunjin.

—Yo jamás y escúchame bien... JAMÁS estaré celoso de Seo Changbin —solté.

—No hables antes de tiempo Channie —susurró Minho con una clara sonrisa de burla.

—A veces realmente los odio —solté.

CHANGBIN

—Hyung —susurró Lixie mientras me entregaba un papelito, lo tomé con intriga—. Ahí va mi número de celular para que me agregues y pueda unirte al grupo de Kakao del salón.

—Oh claro Lixie... pero... ¿también puedo escribirte?

—Por supuesto hyung, somos amigos —sonrió el menor.

—Entonces te escribo al llegar a mi casa, adiós Lixie —hablé por última vez antes de salir del colegio y subir al auto de mamá.