El fin de semana había pasado en un abrir y cerrar de ojos, al menos para Felix y lo que menos quería ahora era regresar al colegio para tener que ver a Bangchan junto a otra chica.

Siempre era así, una chica se le confesaba a Bangchan y al día siguiente ya andaban intentando algo. Felix siempre sufría por eso, pero no tenía con quién compartirlo, además no podía ponerse celoso, pero era algo inevitable.

—¿Me prestas 1000 wones? —preguntó Jisung, entonces Felix sacó su billetera y le entregó el billete—. Muchísimas gracias.

El mayor salió disparado a comprar quien sabe que. Felix regresó su vista triste hacia su cuaderno, lo cerró y se recostó sobre su pupitre; era temprano así que podía descansar un poco más antes de que iniciará su día de estudio. Pero ese descanso se vió truncado cuando escucho unos pasos, rápidamente levantó la vista y se encontró a Bangchan.

—Oh... buenos días Lix —saludó feliz el mayor mientras se acercaba hacia su compañero—. No esperaba verte tan temprano por aquí.

Se agachó a la altura del pecoso y depósito un beso en su frente. Felix juro que ahora estaba más rojo que un tomate y el aire comenzaba a abandonar sus pulmones. Era un gesto que Bangchan hacia desde hace mucho y el menor nunca se acostumbraba; parte de su enojo se había esfumado y entonces, como pudo habló.

—Mi mamá me vino... a dejar porque debía asistir a una reunión —susurró mientras se volvía a acomodar en su asiento.

Bangchan se sentó en un pupitre cercano al menor y antes de que pudiese hablar, entraron más personas al salón.

—¡Lixie Pixie! —exclamó emocionada su amiga Jo Yuri mientras corría hacia él. Bangchan miraba extrañado la escena y sintió una punzada en su pecho al ver como la chica abrazaba al pecoso—. ¡Lo logré!

Felix se levantó y abrazó aún más fuerte a la chica.

—Te dije que lo lograrias... estoy muy orgulloso de ti Yuri-ah.

La menor sonrió y volvió a abrazar al chico, luego Bangchan aclaró su garganta.

—Disculpen la interrupción... pero ¿Qué lograste Yuri?

—Fue admitida para el equipo nacional  de natación —respondió Felix.

—Wow... felicidades Yuri-ah.

—Gracias Bangchan —sonrió calidamente la menor.

—Solo debes dividir este polinomio Jisung —habló Felix ya frustrado.

—¡Pero si ya lo dividí! —exclamó el mayor, también ya frustrado.

—A ver, te explicaré una vez más —suspiró—. Primero...

Felix no terminó de hablar ya que la maestra llegó a su lado.

—La coordinadora te busca y también dijo que llevarás al presidente de la otra sección. No te preocupes, yo le termino de explicar a tu compañero.

—¡Gracias! —exclamó Felix para luego salir de su salón y dirigirse a la otra sección.

Solo debía ir al final del pasillo, y al ya estar frente a la puerta del otro salón, tocó la puerta y asomó su cabecita.

—Buenos días profesor Min, ¿podría por favor prestarme a Jeongin?... nos necesitan en coordinación.

—Por supuesto Felix —contestó amablemente el profesor e inmediatamente dejó salir al chico, pero antes de que ambos se fuesen, Felix se despidió de Bangchan.

Luego se dirigieron hacia la oficina de la coordinadora. Al llegar Jeongin tocó la puerta y al escuchar el "pase" ambos entraron felizmente a la oficina.

—Buenos días —saludaron ambos amablemente al unísono y tomaron asiento.

—Buenos días chicos —se apresuró a responder la señora—. No quiero quitarles mucho tiempo, así que seré rápida —ambos jóvenes asintieron—. Primero necesito que organicen el horario de los exámenes de trimestre y que luego decidan que harán para el convivio familiar.

—¿Ya no vendrán las ruedas? —preguntó Jeongin.

—Después del accidente que hubo en otro colegio... prohibieron el uso de ruedas en las instituciones. Y por eso ustedes buscarán otra atracción para generar dinero, pues al fin y al cabo es para el uso de los alumnos.

En el cerebro de Felix cruzó una idea.

—Podría preguntar si se puede hacer una casa embrujada... ¿por favor? —preguntó el menor—.

—Lo hablaré con el comité de padres y con la directora, pero mientras busquen otras opciones.

Ambos jóvenes asintieron, se despidieron de la señora y salieron de la oficina, luego acordaron armar el horario después del almuerzo y por último, cada uno regreso a su salón.