Capítulo 26.

La canción Big in Japan de Alphaville, un grupo alemán que fue muy popular en la década de los 80 's, retumbaba en cada rincón de aquel gran bar nocturno. El lugar estaba repleto de gente disfrutando de la música y del alcohol, que en su mayoría, solían ser alfas y betas.

—¡Salud! —Jimin brindó con emoción, alzando la voz para que sus amigos lo escucharan, así como también alzó su vaso para luego beber el contenido de golpe.

Taehyung, quien estaba sentado a su lado, sonrió, imitando la acción del omega.

El cumpleaños de Taehyung finalmente había llegado, y como era de esperarse, Seokjin no apareció. Tampoco lo llamó ni mensajeó durante el transcurso del día.

—Vamos, cambia esa cara de culo —Seojoon bromeó, estando ya al tanto de la situación.

Había sido difícil para Taehyung ocultárselo a su amigo por más tiempo, considerando que se había anunciado por todos los medios que se había comprometido con una preciosa omega de la que jamás les habló. Por supuesto, Seojoon no se sorprendió al enterarse del interés romántico que Taehyung mantenía por Seokjin, considerando que su relación ya era bastante extraña para asegurar que eran solo amigos. Desde entonces, Seojoon y Taehyung se habían acercado aún más, fortaleciendo su amistad.

Taehyung soltó un resoplido, sin poder evitar reír por las palabras de su amigo.

Habían llegado los tres juntos hace un par de horas al bar, viendo a Namjoon fugazmente, considerando que el alfa se mantenía demasiado ocupado administrando el lugar.

—¡Cumpleaños feliz, feliz cumpleaños! —Jimin canturrió, sin dejar de sonreír.

—No bebas tan rápido —Taehyung aconsejó, dando una mirada rápida a su alrededor. Era inevitable para él, pero ese instinto protector sobre su amigo le empujaba a estar en alerta, cuidando de que nadie se acercara con segundas intenciones.

Jimin resopló, agitando su mano para llamar la atención del barman. Kai le vio por el rabillo del ojo, reprimiendo una mueca de disgusto.

Acercándose de malas ganas, Kai se detuvo frente a Jimin y fingió una de sus encantadoras sonrisas.

—¿Qué más vas a querer, Jimin? —preguntó con saña.

Jimin le sonrió ampliamente, burlándose de él.

Kai gruñó, empuñando sus manos y parándose a su altura máxima. Le desagradaban los omegas como Jimin, que se creían más de la cuenta, además de ser rebeldes e irrespetuosos.

—Beber. ¿Qué más si no es eso? —Jimin le respondió con alegría, dejando su vaso vacío frente al alfa —Rellenalo de nuevo, pero esta vez no lo hagas tan suave.

Kai gruñó nuevamente, con sus ojos clavados en el precioso rostro de Jimin.

—Detente ahora mismo si no quieres mi puño en tu cara —la advertencia llegó desde atrás; fuerte y clara.

Jimin miró más allá de Kai, por sobre su hombro, viendo a Namjoon serio y con su ceño muy fruncido.

Kai se volteó para enfrentar a su jefe.

—Él me provocó —el joven alfa se excusó, pero Namjoon le gruñó. Era un alfa imponente, que emanaba autoridad cruda por cada uno de sus poros.

Y a Jimin le recordó cierto alfa arrogante, además de sexy y muy bueno en la cama.

Mmm...

—¡Namjoonie! —Jimin chilló con emoción cuando se golpeó mentalmenre para dejar de pensar en Jungkook, intentando de esa forma menguar la tensión que se había formado a su alrededor.

Namjoon apartó sus ojos furiosos de Kai para mirar a Jimin, ablandando sus duras facciones casi al instante.

—Tú también, Jimin. Deja de provocarlo, joder.

Jimin por supuesto, soltó una risita.

Taehyung y Seojoon habían estado atentos, preparados para saltar en defensa del omega. Por suerte, no fue necesario un enfrentamiento.

—Nadie lo provoca. Yo solo pedí un trago y él me gruñe como un perro rabioso porque bebo.

Kai molió sus dientes, dejando a la vista su tensa mandíbula. Namjoon lo notó, y le hizo un gesto con la cabeza para que se fuera al otro extremo de la barra.

—Basta, Mimi. Lo digo en serio —Jimin soltó un resoplido por el sutil regaño del alfa, viendo como este tomaba y le rellenaba con alcohol su vaso— Ten.

—Gracias —puchereó como si fuera un niño totalmente mimado.

Namjoon le sonrió, completamente cautivado. Le gustaba la forma en la que Jimin daba vuelta todo, luciendo regañado y herido, bonito y pequeñito.

—¿Mucho trabajo? —Seojoon preguntó, haciendo que Namjoon le mirara. El alfa asintió con la cabeza, soltando un largo suspiro.

—Sí, bastante la verdad. Esta noche estoy solo, como pueden ver.

Sí, todos sabían el motivo del porqué estaba solo. Seokjin no había aparecido para ayudar a su hermano, como solía hacerlo la mayor parte del tiempo.

—Podemos ayudarte, si quieres —Jimin ofreció rápidamente.

—Oh, no. Ustedes solo pasenlo bien.

—¿Seguro?

—Claro que sí. Además, tú empiezas a trabajar en tres días más, así que descansa y disfruta antes de que te explote.

Jimin le sonrió al alfa. Pero la verdad era que, no se sentía para nada emocionado por la razón por debía trabajar. Estaba demasiado agradecido de que Namjoon lo aceptara, por supuesto, considerando que ya contaba con la experiencia trabajando en el bar. Pero ahora, sus razones eran completamente diferentes a las de antes.

El peso de la responsabilidad absoluta de sí mismo, cayó como un gran balde de agua fría sobre sus hombros.

Justo el último día de clases, mientras se despedía de sus compañeros y profesores con cariñosos mensajes sobre verse el año siguiente, el director lo había mandado a buscar para notificarle que su beca había sido cancelada a causa de la nueva ley. No le dieron muchas opciones, porque el presidente considera que los omegas no deberían ser privilegiados. Y Jimin había querido llorar cuando el director le explicó de forma amable, que debía pagar o le cancelarían su matrícula.

Taehyung frunció el ceño, volteando su rostro para mirar a Jimin.

—¿Vas a trabajar durante las vacaciones? —preguntó, alzando un poco la voz para que Jimin lo escuchara.

Antes de responder, Jimin bebió un largo sorbo de su trago.

—Mhm, sí.

Había estado deprimido estos días, viendo como su esfuerzo durante todo un año; matándose estudiando y sin dormir, estaban a punto de no valer nada. Ni siquiera importaba que hubiera estado entre los seis mejores de su clase.

Taehyung separó los labios para preguntar algo más, pero pareció pensarlo mejor.

—Genial, Mimi —terminó por decir.

Jimin le agradeció mentalemnte, porque para ser sinceros, no tenía los ánimos necesarios para hablar sobre sus problemas.

—Entonces, ¿hoy conoceremos a la chica misteriosa? —Seojoon preguntó, luego de que le informaran fugazmente que la conquista de Namjoon llegaría esa noche.

Y a Namjoon se le iluminó el rostro. Sonrió tan ampliamente que sus preciosos hoyuelos hicieron su aparición.

—Claro que sí, pero llega más tarde.

Seojoon se rió, no cruelmente.

—Muy bien, hombre. Felicidades. ¿Cuándo se casan?

Namjoon soltó una risa nerviosa por la pregunta, mientras negaba con un movimiento de cabeza.

—Nada de eso. Vamos sin prisa.

—¿Es una omega o una beta? Oh, no. ¿Es una alfa? Dios, yo si te imagino con una alfa —Jimin preguntó con clara curiosidad, agarrando su vaso para darle un nuevo sorbo mientras esperaba atentamente una respuesta.

El alfa rodó los ojos.

—Nada de eso. Es una mujer maravillosa. Y no, no es omega ni alfa. Es solo ella. Preciosa e inteligente.

—Como te gustan —Taehyung soltó.

—Exacto.

—¿Cuánto llevan? —Seojoon preguntó ahora.

—Uhm... —Namjoon tarareó, intentando recordar y sacar sus cálculos mentalmente— Bueno, oficialmente como un mes. Y así de manera informal desde que empezamos a hablar, como un año.

—Waah. Que bonito —dijo Jimin, sintiéndose realmente feliz por su amigo.

Las mejillas del alfa se colorearon suavemente, así que prefirió canalizar toda la atención en alguien más.

—Y tu Seojoon, ¿tienes a alguien por ahí? —Namjoon preguntó, viendo como sus amigos miraban ahora al alfa mencionado.

Seojoon casi se atragantó con su bebida.

—Joder, no. Yo no sirvo para cosas serias —el alfa se rió— me gusta divertirme, sí, pero sin compromiso.

—Promiscuo —Taehyung murmuró bajito, pero Seojoon igualmente lo escuchó y le dio un suave golpe en el brazo.

—Yo solo disfruto de mi sexualidad y juventud al máximo.

—Muy bien, chico —dijo Namjoon, pareciendo estar de acuerdo con la forma de pensar de Seojoon— Pero siempre con responsabilidad, ¿verdad?

Seojoon asintió frenéticamente con su cabeza, sonriendo.

—Como debe ser.

Responsabilidad.

A Jimin le estaba dando vuelta esa palabra en la cabeza, considerando que él no estaba siendo responsable en lo absoluto. Joder, estaba follando sin parar con Jungkook desde que comenzaron a vivir juntos. Cada mañana al despertar y cada noche antes de caer dormido. Ya ni siquiera usaba su dormitorio, aún cuando Jungkook lo mandó a redecorar de acuerdo a sus gustos. Y siendo sinceros, Jimin prefería mil veces la cama de Jungkook. Le gustaba de manera vergonzosa dormir entre sus anchos brazos, completamente desnudos, envuelto en ese olor masculino del alfa, con la polla de este entre las nalgas de su culo. Era perfecto, maldita sea. Pero vamos, no estaba tomando pastillas, aunque su celo aun no estaba cerca.

Y mierda, debía sacar una hora con un doctor para que le receten un nuevo inhibidor y así reprimir su celo. Si ya follaba con Jungkook como si su vida dependiera de ello, no quería ni imaginarse cómo sería cuando entrara en celo. Y un inhibidor parecía lo más adecuado, considerando que no quería vivir esa experiencia aun. Un celo con su alfa podía ser demasiado para él.

Así que, apenas acaben las fiestas de fin de año, pediría una hora urgente, ya que de acuerdo a su calendario, su celo estaría llegando a mediados de febrero.

Tenía un mes y medio para drogarse con anticonceptivos e inhibidores.




Ω

La noche había avanzado tan alegre que no fueron conscientes de la hora. Los tragos seguían llegando y siendo bebidos sin problemas por ellos.

Habían bailado, cantado y gritado mientras estaban en la pista de baile. Jimin se había dado el lujo de ponerse coqueto con Taehyung y Seojoon, quienes se reían por las cosas que el omega les decía.

Lo estaban pasando muy bien, aun cuando en realidad parecía que estaban ahogando sus problemas con el alcohol.

Hubo momentos donde Taehyung miraba su teléfono, con la esperanza de ver un mensaje o llamada perdida de Seokjin. Pero no había nada, por más que mirara.

Jimin estaba igual, pero cada vez que la pantalla se iluminaba y veía que no tenía ninguna notificación, una furia se arremolinaba en su interior.

Pff, estúpido alfa.

Le molestaba saber que Jungkook no lo llamaba, pero luego le molestaba saber que estaba esperando a que Jungkook lo llamara.

Oh, dioses, lo odio.

Mentira.

Su lobo rugió, casi burlándose de él. Jimin simplemente lo ignoro, cómo estaba comenzando hacer desde hace un tiempo.

—¿Quieres que te llame, Mimi? —Taehyung comentó. Lo había atrapado, con su ceño muy fruncido y murmurando palabras sucias contra el alda.

Y es que era jodidamente divertido ver a Jimin así, tan enrollado con un alfa.

—¡Pero qué cosas dices, tae! —Jimin gruñó, sus mejillas coloreándose rápidamente— Como si quisiera hablar con él.

El alcohol ingerido ya corría por sus venas hacía rato, en gran cantidad, dejando sus sentidos fuera de combate. Su cerebro estaba tan borracho que las palabras salían arrastradas.

Taehyung y Seojoon no estaban mejor que Jimin, así que solo podían reírse de ellos mismos.

—Iré a mear, joder —Seojoon les gritó y sin esperar alguna espuesta, comenzó a caminar tambaleante en dirección del baño.

Se habían alejado de la barra hacía bastante rato, y ahora se encontraban justo al fondo del club, con sus espaldas pegadas en una de las paredes frías. La música se había calmado y los temas de los 80 's volvían a sonar.

—¿Te gusta? —Taehyung se había inclinado un poco, cerca de la oreja del omega para que le escuchara.

Jimin giró su rostro para mirar al alfa, tan rápido que sintió un pequeño crujido. Sus ojos marrones estaban muy abiertos y su ceño aún más fruncido. Taehyung no se contuvo y se rió con ganas.

—¿Qué dijiste?

—Te gusta —esta vez no fue pregunta.

Jimin arrugó su nariz.

—El alcohol te fundió el cerebro.

El alfa rodó los ojos. Esta actitud reacia solo le hacía pensar en alguien.

En Seokjin.

Basta.

Ya no iba a torturarse más por él. No más. Respetaría la decisión del beta y serían amigos. O quizás nada. Joder, ni siquiera podia decir que habian quedado realmente como amigos lejanos, considerando que ya no se hablaban para nada.

—Bueno, eso depende —Taehyung alzó sus cejas— ¿Te refieres a él como persona o a su polla?

El alfa parpadeó desconcertado.

—Jimin...

—Porqué si es a su polla, joder sí, me encanta.

—Oh por dios, no quiero escuchar esto —el alfa le dio un sorbo a su cerveza, directo de la botella.

Jimin soltó un bufido, sin poder contener la sonrisa que se estaba formando en sus labios.

—Oh no, claro que no quieres saber, porque es mía —con un movimiento lento y torpe, le quitó la botella al alfa para acercarla a su boca y beber el resto del contenido— Su polla es mía. De hecho debería marcarla, así como ponerle un nombre.

—Joder, cállate.

—¡Se llamará Willy! —Jimin chilló. Taehyung rodó los ojos —Oh por dios, soy un genio.

—¿Willy? —Taehyung realmente no quería saber, pero pecaba de curioso.

Jimin asintió con su cabeza, dejando la botella vacía sobre una mesa cercana.

—Uhum —Jimin tarareó, viendo como su amigo alzaba nuevamente las cejas en una clara señal para que le siguiera explicando— Pues porque le queda perfecto. Ya sabes que no andamos con la polla dura todo el tiempo, así que cuando esté tranquilo, simplemente la chuparé y podré liberar a Willy.

—Dios, no puedo creer que me estés diciendo esto. Mejor cierra ya esa boquita, Mimi.

—¡Llegué y traje más cerveza! —Seojoon apareció nuevamente, con sus mejillas ruborizadas y con dos cervezas en cada mano.

—Espero que te hayas lavado las manos en el baño —Taehyung le gritó, sonriendo, mientras le ayudaba con las cervezas.

—Las manos y la polla, sí.

Taehyung hizo una mueca, arrugando su nariz y torciendo sus labios.

—Dime que no tuviste sexo con un desconocido —pregutnó el alfa, entregandole una de las botellas a Jimin.

Sonriendo, Seojoon simplemente respondió:

—Entonces no te digo.

—¡No puedo creer que sí! —Jimin exclamó con emoción, luego le dio un gran sorbo a su cerveza.

Seojoon se encogió de hombros. Ahora se veía incluso más radiante, guapo y feliz.

—Era una chica preciosa, muy caliente en todos los sentidos. Esperaba fuera del baño cuando salí, y una cosa llevó a la otra... bueno, en resumen, tuvimos un rapidín muy bueno.

—Felicidad, supongo —Taehyung le dijo, palmeando el hombro del alfa.

—¿Y ustedes qué? ¿No han hecho nada desde que fui al baño?

—No, la verdad. Jimin me estaba torturando con nombres de pollas.

Jimin resopló, dejando que un poco de cerveza escapara del interior de su boca. Se rió luego, mientras se limpiaba con el dorso de su mano. Taehyung y Seojoon también reían.

—¿Saben qué? Iré a bailar con ese chico de ahí —Seojoon apuntó a un bonito chico rubio, quien bailaba de manera avergonzada junto a los que parecían ser sus amigos.

Jimin y Taehyung observaron rápidamente al chico. Era bonito, aun cuando las luces neón parecían distorsionar todo lo que miraban.

—¿Te lo vas a follar? —Jimin le preguntó.

Seojoon se volvió para mirar al omega, sonriéndole de una manera tan seductora que Jimin sintió como sus mejillas se calentaban. Bueno, eso claramente era un sí. Seojoon era jodidamente atractivo, y Jimin no dudaba de que era un excelente compañero en la cama.

—Eso solo depende de si él quiere —Seojoon respondió, dándose la vuelta para comenzar a caminar entre la multitud hacia el chico rubio.

Taehyung se frotó el rostro. Todo en él daba vueltas y se distorsionaba.

—¿Estás bien, Tae? —las palabras sonaban arrastradas y mal pronunciadas en Jimin, lo que provocó una risa ronca por parte del alfa. Aunque era muy consciente de que él se escuchaba igual.

—Mareado —respondió el alfa, con un pequeño encogimiento de hombros— Nada anormal, considerando que estamos más borrachos que sobrios.

Jimin asintió con su cabeza, totalmente de acuerdo con la respuesta tan sabia que su amigo le dio.

Siguieron bebiendo, observando desde la distancia como Seojoon se había acercado al chico rubio, quien se veía notoriamente avergonzado, pero aun así había aceptado el baile y coqueteo del alfa. El chico estaba con su grupo de amigos, quienes al parecer le animaban, dándole su espacio y sin dejar de vigilarlo. A Jimin se le hizo tierno ese gesto, recordando que él mismo pasó por eso; ser vigilado por Seokjin y Taehyung cada vez que intentaba aceptar los cortejos de algun idiota cuando salian a divertirse.

Luego de beber todo lo que tenían, Taehyung arrastró a Jimin hasta la pista de baile y bailaron, o eso pensaban. Estaban tan mareados y las luces parecían empeorar todo, pero no ya no les importaba nada. Cuando sintieron que necesitaban un descanso, se movieron torpemente hasta la barra para pedir más alcohol, cosa que Kai se negó a darle.

—¡Jódete! —Jimin gritó furioso, pero antes de armar un alboroto, Namjoon apareció.

—¿No creen que ya han bebido demasiado? —el alfa preguntó, mirando a ambos chicos.

Jimin por supuesto, soltó un bufido por sus palabras.

—¿No crees que por algo estamos aquí? —refunfuñó el omega— Nos estamos divirtiendo, celebrando el cumpleaños de Tae.

—Mimi...

—Oh vamos, no seas así.

Y resultaba tan difícil para Namjoon negarle algo a Jimin, quien usaba descaradamente sus pucheros para derretirlo. Pequeño omega astuto.

—Bien, pero cuando ya no puedan más con esta celebración, por favor no se vayan —les pidió a ambos, mirándolos muy seriamente— No pueden siquiera salir de este bar. Se quedarán arriba hasta mañana, cuando el alcohol se les haya evaporado por completo de sus cuerpos.

—¡Por supuesto que sí! —Jimin respondió fuerte y claro. Taehyung asintió con su cabeza, en silencio.

Namjoon suspiró mientras le dedicaba una mirada a su trabajador.

—Dales lo que te pidieron.

Kai simplemente apretó los labios para no decir nada, volteandose para sacar del gran refrigerador unas cervezas.

—¡Gracias, guapo! —dijo Jimin, casi arrebatando las cervezas de las manos de Kai.

Kai se ruborizó un poco por el cumplido de Jimin, aun cuando estaba acostumbrado a ello. Muchos de los clientes cuando se emborrachaban, soltaban sus lenguas y le coqueteaban sin pudor.

—Oye, ¿y ya llegó tu chica misteriosa? —Taehyung le preguntó a Namjoon. El alfa sonrió, asintiendo alegremente con su cabeza.

—¿Cuándo la conoceremos? —Jimin se adelantó a preguntar.

—Mañana, supongo. Ahora están tan borrachos que apenas les entiendo lo que dicen. Suban pronto y acuéstense a descansar. A dormir.

Taehyung y Jimin rodaron los ojos por la aclaración del alfa.

—Seguro. Bueno, entonces nos vemos luego —Taehyung agarró a Jimin y lo arrastró lejos de la barra.

Jimin se despidió del alfa, sonriendo y agitando su mano.

Volvieron a la pista de baile y Taehyung agarró a Jimin por la cintura para intentar bailar. No importaba si lo estaban haciendo fatal, porque estaban casi todos bailando uno cerca de otro. O besándose. O tocándose. Así que, si lo estaban haciendo de la mierda, no importaba.

—¡Necesito sentarme! —Jimin le gritó a Taehyung, quien inmediatamente se detuvo y miró a su alrededor.

—Allá hay asientos libres. Vamos —cogiéndolo de la mano, el alfa lo guió entre la multitud.

Se dejaron caer sin elegancia sobre los asientos de cuero, soltando suspiros y riendo.

Taehyung miró a la multitud que bailaba, buscando a Seojoon. Lo encontró casi de inmediato, pero no bailando. El alfa estaba apoyado contra una de las paredes, hablando y sonriendo junto al chico rubio, bastantes cerca el uno del otro.

—¿Por qué no me ha llamado? —Taehyung volteó su rostro cuando escuchó a Jimin quejarse.

—¿Qué?

—No me ha llamado.

—Quizás está durmiendo, Mimi.

—¡Ni siquiera es tan tarde! —Taehyung alzó las cejas, sin dejar de mirar a Jimin con diversión— Bueno, son casi las cuatro de la madrugada, así que técnicamente es temprano.

—Lo que tú digas, Mimi —respondió el alfa, sacando su teléfono para ver si le habían llegado algo.

Nada. Ninguna de las notificaciones pertenecían a Seokjin.

—¿Sabes qué? —Jimin gruñó, haciendo que Taehyung alzara la vista para mirarle— Lo llamaré, y le gritaré por no llamarme. ¿Qué se cree ese estúpido alfa arrogante y sexy? No puede no estar pendiente de mí. ¡Soy su omega y él es mi maldito alfa!

—Así que finalmente lo admites en voz alta —Taehyung dijo entre risas.

—Claro que sí, pero ya mañana se me olvida.

El alfa se rió nuevamente, levantándose del sillón.

—Iré por más cerveza. No te muevas de aquí.

Jimin resopló.

—Ve, ve.

Cuando quedó finalmente solo, buscó el número de Jungkook y lo miró por unos cortos segundos. Su estúpido corazón golpeaba con fuerza el interior de su pecho. Inhalando profundo, deslizó el dedo por la pantalla táctil, sobre el botón verde.

Lo estaba llamando.

Oh, joder.

¿Qué le iba a decir? Mierda.

Solo tres timbres se escucharon antes de que la voz varonil y ronca de Jungkook se escuchara al otro lado de la línea. Jimin se mojó ahí mismo.

—¿Por qué estás llamando a esta hora, Jimin?

Incluso con todo el ruido del bar, Jimin logró concentrarse en la voz de su alfa, sintiendo como el calor de la excitación se expandía por todo su interior hasta llegar a su polla.

—Te odio.

Bueno, gracias por tu sinceridad. Adiós —Jungkook cortó.

Apartando el teléfono de su oreja, Jimin miró la pantalla hasta que se apagó. Frunció su ceño y la ira volvió.

¿Que se creía Jungkook para colgarle así?

Taehyung y Seojoon aparecieron, sentándose uno a cada lado de Jimin. Ambos alfas reían y bromeaban con algo que Jimin ignoró.

—Toma, Mimi —Taehyung le ofreció una botella de cerveza a Jimin, quien la cogió de inmediato y bebió todo el líquido de golpe.

Taehyung y Seojoon se miraron entre sí.

—¿Ocurrió algo? —Seojoon preguntó con cautela.

—¡Me colgó! —Jimin se quejó, haciendo que ambos alfas fruncieran el ceño al no comprender. Jimin gimió frustrado y enojado— Ese estúpido alfa me colgó. Oh, pero esto no se quedará así. Claro que no.

Deslizando su dedo nuevamente sobre la pantalla para iniciar la llamada, Jimin acercó su teléfono a su oreja y esperó a que Jungkook respondiera. Esta vez no fue tan rápido como la primera, pero igualmente Jungkook respondió.

¿Ahora qué? —la voz del alfa ya no sonaba tan ronca por el sueño, pero seguía provocando excitación en Jimin.

—¡No puedes cortarme una llamada!

¿Eso es todo?

Ugh, te odio.

—Oh, no, claro que no.

Entonces di rápido lo que sea que quieras decirme. No tengo tiempo para perderlo en estas llamadas sin sentido, Jimin.

—Eres tan engreído. Yo tampoco tengo tiempo para ti, pero quería que supieras cuanto te odio.

No tienes tiempo, pero sin embargo, me estás llamando a las... ¿cinco de la mañana?

—Oh dios, cállate.

¿Tan mal lo estás pasando qué debes llamarme, cariño?

Las mejillas de Jimin se colorearon de un intenso rojo antes de cortar abruptamente la llamada.

Ambos alfas a su lado sonreían.

—¿Y ahora qué? —Taehyung preguntó, reprimiendo un pequeño bostezo. Estaba cansado.

—¿Y tu conquista? —Jimin preguntó, intentando calmar su corazón al centrarse en otra cosa que no fuera Jungkook.

Seojoon sonrió ladino, dando un sorbo a su cerveza.

—Era un pequeño omega conociendo recién el mundo. Estuvo custodiado por amigos todo el rato, pero eso ayudó a que no saltara sobre él.

—Se libró de que le rompieras el corazón.

—Supongo. Era muy bonito, la verdad.

Se quedaron charlando un rato, hasta que Jimin se levantó y dijo que iba al baño. Se movió de manera torpe, pero cuando llegó a uno de los baños más cercanos, se alegró de que estuviera vacío. Cuando terminó de orinar, lavó sus manos y volvió a marcar nuevamente a Jungkook.

—Te odio, pero creo que amo a tu bonita polla —fue lo primero que soltó cuando Jungkook contestó, sin darle tiempo de decir nada— Y ahora mismo estoy tan mojado, deseando tenerte entre mis piernas, dentro de mí.

Jungkook gruñó al otro lado de la línea, provocando que la polla dura de Jimin palpitara bajo sus ropas.

¿Dónde estás, Jimin? —Jungkook exigió saber, sonando molesto.

—En el baño.

Ya, pero el bar. Mandame la dirección.

—¿Vendrás por mí?

Iré por ti, pequeño mocoso. Te traeré de vuelta a casa y te azotaré ese culo redondo por llamarme e interrumpir mi sueño. Te follaré hasta que me pidas que me detenga, pero incluso así no me detendré.

Jimin gimió descaradamente, asintiendo con su cabeza.

—Oh dioses, ¿eso es un premio o un castigo?

Mocoso.

—Bueno, pero antes de colgar, ¿no quieres tener sexo telefónico? Estoy tan caliente ahora mismo, que solo necesito escucharte decirme palabras sucias mientras me follo con mis dedos para correrme.

Otro gruñido, ronco y furioso.

No. Aguantate hasta que llegue, cariño. Ahora, manda la dirección.

Jimin gimió frustrado, comenzando a bajar la cremallera de su pantalón para liberar su polla y acariciarla lentamente.

—Pues busca en internet la dirección del bar de Kim Namjoon, abuelo. Si es que sabes como usar internet —claramente se estaba burlando, pero antes de recibir un gruñido y un pequeño sermón por parte del alfa, Jimin colgó la llamada.

Metió rápidamente su teléfono en el bolsillo trasero de su pantalón y comenzó a aumentar los movimientos de su mano, sintiendo como el lubricante escapaba de su agujero. No fue necesario esperar mucho, porque el orgasmo llegó casi de inmediato. Gimió fuerte y agudo, sin vergüenza de que alguien le escuchara. La música fuera del baño estaba lo suficientemente alta para amortiguar sus gemidos. 

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