Capítulo 22.
—¿Vamos por comida italiana? —Seojoon propuso, mientras caminaban hacia la salida de la universidad. Ese día, ninguno de los dos había ido en sus respectivos autos— Hay un local buenísimo por aquí cerca.
Taehyung respondió con un descuidado movimiento de cabeza, sin poder dejar de observar a Seokjin. Y es que el beta parecía seguir con su vida, sin importarle en lo más mínimo como acabaron las cosas entre ellos.
Maldita sea.
Sin poder contener por más tiempo el deseo de ir a buscarlo, Taehyung movió sus pies con decisión hacia Seokjin.
—¿Tae? —Seojoon le llamó extrañado, pero el alfa solo lo ignoró— ¡Tae!
Taehyung lo miró por sobre su hombro y soltó un gruñido bajo.
—Solo espérame un momento —ordenó, sonando para nada amable.
Seojoon se detuvo, observando con visible curiosidad la escena que le estaba regalando su amigo.
Taehyung caminó a paso firme hasta quedar frente a Seokjin, quien abrió sus ojos y dio un pequeño brinco del susto.
—¿Qué...? —balbuceó el beta.
—Tú y yo vamos a hablar —gruñó Taehyung, interrumpiéndolo, a la vez que cerraba su mano alrededor del brazo del beta.
Seokjin frunció el ceño cuando comenzó a ser arrastrado lejos de su nuevo grupo de amigos. Irene le regaló una extraña mirada, sin saber realmente qué hacer para ayudarle.
—Oh, no... —Seokjin forcejeó, tratando de liberarse del agarre— Tú y yo no tenemos nada de qué hablar. ¡Suéltame!
—Oye, amigo, te dijo que lo sueltes. Suéltalo —exigió alguien, su voz ronca y masculina provenía de entre el grupo, pero Taehyung simplemente lo ignoró, arrastrando consigo a Seokjin.
—Tae, me duele —se quejó el beta, cuando los dedos de Taehyung se clavaron con fuerza en su brazo.
Taehyung también lo ignoró.
Cuando estuvieron un poco más lejos de todos, seguro de que nadie le escucharía, Taehyung se detuvo y se paró frente a Seokjin, observándole directamente a los ojos. Seokjin se sonrojó furiosamente, pero no desvió su mirada.
Respirando profundo, Taehyung decidió comenzar a hablar. Necesitaba aclarar todo de una vez.
—Escuchar, yo... —su corazón golpeaba con fuerza el interior de su pecho, mientras su estómago se hundía ante el miedo y los nervios— Quiero empezar diciendo que todo lo que pasó esa noche, fue un malentendido.
Seokjin rodó los ojos, acompañado de un sonoro resoplido. A Taehyung le hirió profundamente esa reacción.
—Sinceramente, Tae, no quiero escucharte.
Aun con su mano cerrada alrededor del brazo del beta, Taehyung decidió aflojar solo un poco el agarre, pero se negó a soltarlo. Simplemente temía que Seokjin se alejara, sin dejarle explicar una mierda.
—Solo escuchame. Por favor, escuchame —rogó, con su ceño angustiosamente fruncido.
¿Acaso Seokjin no era capaz de ver a través de él? Porque, mierda, estaba pasándola mal. Lo necesitaba tanto, así como sus pulmones necesitaba del aire para seguir viviendo.
Joder, queria malditamente llorar como un niño pequeño. Tal vez su padre tenía razón cuando la noche anterior le gritó que era un alfa mediocre.
Tal vez realmente no valía nada.
—Jinnie... lo que pasó esa noche fue una mierda. Lamento mucho haberte dejado ahí, solo y creyendo lo peor. No me la follé como tú crees, pero si me comporté así, fue porque mi padre sugirió que le rociaran un jodido perfume que aceleró todo y me nubló el juicio —Seokjin lo miró sin decir una sola palabra, logrando que el pánico abrazara aun más a Taehyung— Jinnie, es estúpido que no me creas. Tú y yo sabemos muy bien que ambos tenemos los mismos sentimientos por el otro. Sé que te gusto tanto como tú me gustas a mí... —Seokjin siguió sin decir nada— Mierda, Jinnie, dime algo. Yo... sé que me amas, maldición. Tendría que ser un maldito idilta para no notarlo.
Con su ceño fruncido, Seokjin finalmente habló.
—No quiero seguir escuchándote.
Taehyung negó con su cabeza, clavando nuevamente sus dedos en el brazo del beta.
—Es que vas a tener que hacerlo. Por favor...
—No quiero.
Taehyung boqueó, sin saber qué más decir para convencerlo. Convencerlo, joder. ¿Por qué simplemente no le creía? Finalmente y a regañadientes, lo soltó para descubrir su brazo, dejando a la vista la horrible marca que le había quedado luego de morderse a sí mismo aquella noche.
Los ojos de Seokjin se abrieron como platos al ver la cicatriz. Taehyung sintió un pequeño alivio al notar la preocupación plasmada en el rostro de Seokjin, incluso cuando no dijo nada.
—El perfume era fuerte, tanto así que tuve que morderme a mí mismo para no morderla a ella. Jin, no te estoy mintiendo. Jamás te mentiría y menos con algo así, maldición.
Seokjin se mordió el labio inferior y sus ojos comenzaron a brillar de forma sospechosa.
Y, para ser completamente sincero, Seokjin jamás dudó de Taehyung. Jamás. Pero se sentía demasiado herido. Humillado. Inseguro. Era perfectamente consciente de que él nunca le haría sentir de esa forma, porque no era un jodido omega. Él era un simple beta, sin feromonas enloquecedoras y sin un celo.
—Está bien... —murmuró, con el corazón a punto de salir por su boca.
Taehyung contuvo el aire por un momento, sin poder creer lo que acababa de oír.
—¿Está bien? —repitió casi sonando impaciente.
—Sí, está bien. Mira, esto es una mierda. Todo es una mierda. Tu padre incluido.
Taehyung parpadeó un par de veces, intentando procesar todo.
Seokjin le creía.
Alivio puro recorrió su espina dorsal, tanto así que incluso quiso soltar una sonora carcajada, pero se contuvo. Algo no andaba bien, podía presentirlo.
—¿Me crees, entonces ? —prefirió preguntar.
—Sí.
Entonces Taehyung se permitió finalmente sonreír aliviado, sin poder creerlo aun. Se movió un poco más cerca de Seokjin, con el único deseo de poder abrazarlo y enterrar su nariz en el cuello, porque vamos, lo echaba malditamente de menos. Pero el repentino movimiento del beta, quien retrocedió, lo detuvo en seco.
—Sin embargo —Seokjin continuó— No quiero seguir así, Tae. Yo no quiero...
—¿No quieres qué? —preguntó el alfa, volviendo a verse tan preocupado como hace unos pocos minutos atrás.
—Yo solo quiero que seamos como antes.
—¿Antes?
—Sí, como antes, pero antes de enredarnos —suspiró frustrado. Mierda, era tan malditamente difícil decir las palabras que había memorizado desde que decidió que su enamoramiento tenía que llegar a su fin.
Taehyung le regaló una pequeña sonrisa. Se veía nervioso, preocupado. Seokjin se relamió los labios, mientras mentalmente se daba ánimos para continuar.
Este era el momento, ya no había marcha atrás.
—No estoy entendiendo... —la voz de Taehyung salió suave y temblorosa, haciendo que el estómago de Seokjin se contrajera en dolor.
Necesitó una gran bocanada de aire antes de hablar.
—Lo que quiero decir es que, quisiera volver a como éramos en un inicio, antes de enredar todo —apretó los labios cuando vio el dolor reflejado en el rostro de Taehyung, pero no se detuvo— Simplemente, volver a ser amigos, Tae. No quiero más enredos de sábanas. Nunca más.
El corazón de Taehyung se hundió en dolor. Amigos. Seokjin aun sabiendo todo, simplemente quería seguir siendo su amigo.
Ninguno de los dos dijo una sola palabra en los siguientes diez segundos.
—¿Es eso realmente lo que quieres? —Taehyung fue quien finalmente rompió el silencio.
No, no lo es. Te amo, maldita sea, pero no soy suficiente para ti. Nunca lo seré.
Negándose a decir lo que realmente sentía, Seokjin asintió con su cabeza.
Taehyung le sonrió de la manera más sincera que pudo, aun cuando se sentía como la mierda.
—Bien —fue todo lo que pudo decir.
Todo estaba terminando entre ellos, incluso antes de empezar.
Seokjin soltó un suspiro tembloroso, parpadeando con rapidez para eliminar las lágrimas que inundaban rápidamente sus ojos.
—Sé que esto es repentino... —intentó desesperadamente justificarse, creyendo de manera estúpida que era necesario, aun cuando Taehyung no había preguntado el motivo de su decisión— Lo siento por si esperabas algo más, pero es que, creo que es lo mejor...
—No —Taehyung lo interrumpió—No sigas. Sé lo que estás intentando hacer, pero no quiero escuchar tus razones. Si sientes que esto es lo que realmente quieres, está bien, pero no quiero escucharte justificar tus propias decisiones.
—Tae..
—Simplemente no me lo digas, por favor... —murmuró y frotó su rostro con ambas manos. Dios, esto era tan doloroso.
—Pero, no quiero que esto se vuelva incómodo entre nosotros
—Lo será, Jin. ¿Qué esperabas? Maldición, sabes mis sentimientos y yo se los tuyos, pero aún así prefieres ignorarlo y que seamos solo amigos.
—Creo que es lo mejor para los dos.
—No. Quizás es lo mejor para ti, pero yo no quiero ser solo tu jodido mejor amigo, porque no volverá a ser como antes.
—Claro que puede funcionar...
Taehyung levantó una mano, haciendo un gesto para que no continuara hablando.
—Por favor, no sigas. Realmente no quiero escucharte decirme que funcionara, porque solo lo estás haciendo más difícil. Me duele, Jinnie.
—Lo siento —Seokjin murmuró, conteniendo el llano.
Taehyung avanzó un paso más cerca de él, y Seokjin se negó a moverse.
—Está bien —Taehyung elevó su mano y deslizó su pulgar por la mejilla de Seokjin, eliminando la humedad en ella— Seremos amigos. Prometo no hacerte sentir incómodo, pero antes, quiero que sepas que te amo. Malditamente te amo, Seokjin. Quizás debí aclararlo hace mucho tiempo, pero me confié y me sentí cómodo como llevábamos las cosas. Ahora veo el error.
Seokjin cubrió su rostro sonrojado y húmedo, soltando débiles sollozos. Odia llorar en público. Taehyung se acercó más y lo envolvió en sus brazos.
—Amigos... —repitió el alfa, permitiéndose una última vez enterrar su nariz en la piel descubierta del cuello. Reprimió un ronroneo al sentir las sutiles notas de yogur y trigo. Solo la luna sabía cuánto lo había extrañado.
***
Creo que este es el capítulo más corto que han leído en esta historia, pero es que necesitaba algo de drama, ya que los capítulos kookmin han estado bastante calientes. Pero en fin, queria dejar claro de una vez por todas el rumbo que esta pareja tomó, y si les soy sincera, me ha gustado mucho escribir algo taejin ♡.
El siguiente capítulo será enfocado solo en el kookmin y la familia de Jungkook :3
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