#9 Espejismo
"Lieber Meister Shuu...
En cuanto vi su rostro por primera vez entre las rozas, desde el momento en que plasmé esa sonrisa resplandeciente en mi cabeza supe que... sería un problema. Quise servirle desde el anonimato, estar ahí para usted y solo para usted. Pero, ya estoy harta de conformarme siquiera con gestos cercanos. Sin embargo, perder la cabeza o darme por vencida frente a un muro de espejismos y fantasías que por desgracia yo misma creé(eres mío) no fue una opción... hasta hoy.
Ten en cuenta, mi amado Shuu que sacrificaré todo lo que tengo y haré todo a mi alcance para protegerlo(incluso de usted mismo), ¡porque usted lo es todo para mí!.
Habría querido que supieras lo que en realidad siento con mis propias palabras, pero sé que no hubieses dejado ir a ninguna parte (incluso si es por el bien de ambos) .
La desgracia de mi vida fue no vivir como realmente soy, como realmente quise... tenerlo entre mis brazos y darle lo mejor de mí o tal vez, acariciar su pasible semblante mientras durmiera.
Perdóneme, maestro Shuu, perdóneme por enamorarme de usted; por amarlo en secreto todo este tiempo.
Firma: Karren von Rosewald".
__________________________________________________
El suelo y las inclinadas paredes repavimentadas de concreto eran adornadas con un rastro de puntos carmesí, que a lo menos le recordaría al clásico de Hansel y Gretel, desgastados de narraciones en su hogar, en la chimenea decembrina.
Esa oscuridad especialmente callada resaltaba el arrastre de sus zapatos azabaches... ~(al igual que los gritos de su conciencia)~.
Se encuentra exhausto, desgastado por un combate que hubiese preferido ganar, y lo único que tiene para apoyarse es ese cartel fluorescente con letras enormes:
"Peligro, zona en construcción".
Tiene la garganta reseca en demasía, mientras que su interior saturado de sangre le es suficiente como sacarlo de equilibrio con cualquier paso en falso... Si tiene suerte, podrá conseguir un taxi en las afueras del distrito que lo lleve hasta la mansión Tsukiyama.
~Sabe, que no es buena señal ese dolor agudo que recorre su tórax sin compasión...~
> Estoy cansado y... tengo mucha hambre -habla para sí mientras su estómago ruge desconsiderado; pide lo imposible- debo seguir, no importa lo que pase, debo continuar -su visión se nubla entre la penumbra, no obstante, puede avistar una figura familiar que se acerca rápidamente-
~Ni lo es su blanquecina tez, que a pesar de los esfuerzos no cicatriza...~
Siente lo inerte del cuerpo fracturado y cae.
No responden articulaciones ni músculos y un suspiro cargado que abandona sus pulmones le arrebata el poco calor que acumula en el pecho, mientras que a la distancia puede escuchar como esa silueta delgada grita ahogado en pena.
> ¡Kanae, Kanae! -los pasos del joven Shuu se aceleran hasta alcanzarlo- ¿que diablos te ocurrió, 'cher pétale'?
> Señorito Shuu, ¿usted...
> Descuida -su vista se horroriza, y le es difícil pasar saliva- todo estará bien -susurra en los oídos contrarios con una sonrisa- no tenía idea de que... tú... -lágrimas estancadas se liberan mientras mantiene en su puño el sobre blanco firmado con un beso- lamento haberte metido en esto, lamento no haber hecho más -sus muslos brindan un cálido soporte para ella- Kanae, quédate... no importa a que precio.
> Maestro Shuu, ¿podría solo por esta vez, concederme un deseo egoísta? -esconde de él su mirada púrpura - llámame por mi nombre, mi verdadero nombre...
> Kanae... no me hables de esa forma. ¡No me hables como si éste fuera el fin! -sus cálidas manos toman el rostro de ella, acercándolo hasta intercambiar el aire- ¿En realidad, me... amas?
El delirio intenso que cubría su cuerpo pronto parece desaparecer, al tiempo que recupera el control de algunos nervios y un brote de adrenalina parece obsequiarle fuerzas (¿se regeneraba o...?).
~No eran buena señal, los espejismos que seguían apareciendo en su cabeza conforme la sangre escapaba de sí, haciendo fallar sus neuronas...~
Descansa, Karen -plasma con ternura un beso amargo en su mejilla-.
> Yo... lo amo maestro Shuu, siempre lo hice -susurró después de cerrar sus ojos con una sonrisa-
Las cálidas lágrimas del joven Tsukiyama se convierten en gélida lluvia que golpea su cuerpo tendido.
Esas delicadas palmas y sus delgados muslos son ahora una pila de acero restantes de la construcción. Su nariz recordaba por última vez el espectro de ese aroma francés apegado a un pañuelo blanco él solía llevar consigo. Se puede imaginar robándole un beso desprevenido o una caricia pasajera; su corazón se ralentiza, y... deja de respirar conforme el alba nublada despunta.
_____________________________________
[...]
>> ¿Señor Kuki... Urie Kuki?
> Si.
>> De acuerdo, todo parece estar en orden; solo firme aquí y espere a que su reporte sea verificado.
>> Eso no será necesario, yo me encargaré de todo -dice (tras una intromisión) a la joven secretaria, mientras esta intenta no perderse en el papeleo creciente-
>> Pero...
>> Iwao Kuroiwa, investigador clase especial -corta el anciano tras mostrar su identificación, mientras toma la carpeta de manos de la joven para luego guíar al peli morado hasta la salida- debo admitirlo, tienes talento con los reportes -sus párpados se comprimen con una risa ronca- ve a casa y descansa un poco, debes estar agotado... ~si, necesito tiempo con esto~.
> Lo estoy -éste realiza una reverencia formal acompañado de un agradecimiento poco referido de a él- ~¿siempre fue tan amable Kuroiwa?~
(...)
Los pasillos estrechos, complementados con enormes cristales polarizados daban la impresión de un ambiente hermético a medida que se esparcía por estos el eco de sus zapatos.
"Nivel #3. Cuidados especiales/salida"
Inhala hondo y sigue adelante, ignorando el aroma a quirófano y el número creciente de facultivos médicos que tanto le recordarían a Shiba, con quién había tenido una cita hace unas horas, cuando su ropa y quinques se encontraban echas trizas.
Arquea involuntariamente una ceja cuando de soslayo se encuentra con la mirada recelosa del chico de cabellera amarillenta; su voz no suena estúpida como de costumbre y tiene los parpados húmedos de lagrimas disipadas. Shirazu.
> Creo que me atrapaste, Uridiota. ¿No estarás aquí para darme el pésame, o si?.
> Tú y tus asuntos no me importan, solo busco la salida.
> Ya veo... bueno, almenos mis asuntos no están tres metros bajo tierra -sonríe-.
Un ardor rodea el pecho de Urie y tras unos segundos su puño impacta en el rostro contrario, quitándose un peso de encima.
> Vuelves a meterte con "mis asuntos" y terminarás igual que ellos -una mirada aguda se desprende de sí-
> Lo siento... -escupe algo de sangre antes de levantarse con una mirada ensombrecida- fui muy brusco, ¿verdad? -dice con el seño fruncido mientras se dirige a la salida, empujando al de puntos con su hombro en el instante en que se encuentran-.
> Yo... entiendo -su cuerpo se torna pesado al ver como Ginshi se aleja-
> Vallamos por un trago, ¿está bien? -le arroja su casco reforzado al contrario, indicando que él invita el transporte-
Urie solo oculta una sonrisa discreta, sabiendo que el alcohol le hace daño.
[.....]
>> Señorita Mutsuki Tooru, es la siguiente. -murmura la enfermera entre la mascarilla y un expediente médico, al salir del consultorio principal-
> Si, es ese deprimido montoncito marrón -dice la peli azul con una sonrisa- aunque la verdad, se ve algo pálida. ¿No lo crees?
>> El doctor se encargará de lo que sea que tenga, no te preocupes por eso... -Saiko asiente mientras pierde de vista a "su quinx favorita"-.
>> Tu amiga tal vez no salga en un rato, podrías ir a casa...
> Esperaré -toma lugar en la sala de espera-.
(Respuesta equivocada)...
Ella suspira. De echo, en ese momento quisiera dar el último aliento. Siente como asciende por su garganta aquel impulso hostil, apunto de quebrarle los dientes en el intento por controlarla. No obstante (y dejándola atrás), sonríe con el semblante oscurecido por largas ojeras, que exponen un sadismo abstracto brotando de sí. Aquellos lánguidos brazos descuelgan de un traje rasgado mientras aún lucha por mantenerse en pie.
Hay una voz en su cabeza diciéndole que hacer desde hace unas horas... y años atrás. El delgado y tímido Mutsuki Tooru no quiere dañar a nadie, sin embargo, sabe que no tiene el control, no después de rozar el poder de nuevo.
~(¿Ella mueve los hilos ahora?)~. Y se adentra en el consultorio
(...)
>> Escucha, no voy a mentirte... pareces un, ¿como les dicen los jóvenes?... un zombie -Shiba no se anima a sonreír, porque sabe lo que ese tono pálido en su cabellera y aquella sonrisa grotesca significan- ~sé quién eres, incluso con lo poco que te conozco~.
> ~jeje~ Lo sé Shiba kun, lo sé. -Deja ver su cicatrizada tez al quitarse esa chaqueta que tanto apesta a ghoul- Sabes Shiba kun, eres una de las pocas personas en las que puedo confiar y... me preguntaba si tendrías de casualidad esas píldoras oscuras, ya sabes... las que callan a las voces en momentos como este -giña mientras un escalofrío se denota en sus brazos-
>> No, lo único que tengo para ti son malas noticias... -la contraria detiene sus movimientos juguetones, para inclinar el oído hasta un experimentado médico- tus padres están muertos. Tú los volviste añicos esa noche, ¿recuerdas?... Y tu pequeño hermano, ellos eran toda una ternura -él sonríe, mientras da a su emparedado un mordisco satisfactorio-
> Sa... sangre -sus pupilas se dilatan a recordar como manos extrañas y gritos contrarios surcaban su cuerpo... el sonido férrico de un hacha atravesando hueso e incrustándose sobre madera estremece sus tímpanos, haciéndolos vibrar a baja frecuencia- ¡tú... -no tarda en ponerse a la defensiva sobre el frío consultorio. Como desearía destriparlo con su kagune pero... el líquido RC ya hizo efecto-.
>> Vamos, has lo que quieras... las paredes están aisladas; esto solo quedará entre nosotros -murmura, con la boca aun llena de comida- ¿acaso recuerdas quién es Mutsuki Tooru? ¿sabes que ocurrió con esa pequeña niña?.
Ahora...
su cabeza está igual de turbia como aquel entonces. Y justo como ese día, no para de llorar, de gruñir disculpas desgastadas y de anhelar que todo termine pronto. Siempre quiso tener el valor para acabar consigo misma en un parpadeo; arrastrarse hasta el infierno con el resto de ellos... pero ella,
siempre quiso vivir...
> Urie -susurra, cubriéndose el rostro con ambas manos; intentando ponerse en pie y frenar la corriente de lagrimas ensangrentadas al mismo tiempo, tiempo que la a hecho fuerte - ~él ya no está, solo nosotras~ déjame, por favor... -y solo hay ruido blanco-
>> Tooru -suspira tras ponerse a su nivel, mostrando un semblante reseco - toma... -una pequeña botella de agua y algunas toallitas húmedas no son suficiente para limpiar su desastre- él está bien, pero tú necesitarás varias de estas por un tiempo, solo hasta que las cosas se calmen -envuelve entre sus palmas canela un envase lleno de píldoras que indican en mayúscula 'use con precaución'. Sin embargo sonríe, pues sabe a que Mutsuki se dirige esta vez- ve a casa, seguro están preocupados por ti.
+
-
+
-
Buen día/noche amad@ lector (a)...
Sinceramente me disculpo de antemano por la demora y por las fallas que este capitulo pueda tener, sin embargo, quiero que sepa que es para mí todo un placer actualizar (pese a que pensé, por un momento, dejar esto tal y como la ultima vez). Sé que incorporé nada menos que 3 escenarios distintos, pero quiero que sepa que esto no será problema para la continuación ;)
Me apena mucho expresar públicamente la razón de mi ausencia y mas en un nuevo capitulo, así que solo he de limitarme a decir que ~Tuve algunos inconvenientes~. Aun no podré volver con la misma frecuencia, sin embargo, no piensen que he desaparecido.
Es bien recibido su voto (si es que fue de su agrado) y comentarios (todos los que tenga). Deseándole lo mejor desde siempre, Nox_16 UwU.
HASTA LA PRÓXIMA!!!!!! <3.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top