#12 Grises.


Afuera seguía nublado, tanto que no distinguirías el alba de un cielo invernal del norte Europeo. Una armonía delicada surge al impacto de cada gota gélida sobre el exterior. La atmósfera fue densa de cualquier manera, aún cuando el sol brillaba. Pero hoy es diferente... él nunca se cansaría de la presencia cálida que despide Mutsuki sin saberlo, tampoco de su tarareo dulce, o esos movimientos sueltos y esporádicos que se encriptan en un arte cotidiano, barriendo y mofándose de la postura eternamente formal que sabía conservar el peli morado como un recuerdo de antaño. 

Su postura no es tan inmaculada como imagina y su rostro no conserva la neutralidad que le es conferida con frecuencia; por eso eligió encubrir esa sonrisa torcida tras el periódico de papel amarillo y el brillo de sus ojos entre los delgados espacios que guardan los párrafos del mismo. No tendría que tomarse la molestia de estar solo~. Su cuello conserva, ocultos bajo la tela holgada de una camisa oscura, borrosos recuerdos de la noche anterior...

~Guarda mis secretos y yo guardaré los tuyos para siempre~. 

Él no se habría tomado la libertad de sentarse al comedor principal y aguardar el desayuno como si de una costumbre cotidiana se tratase de no ser por Mutsuki, ella fue tan insistente al respecto que no tuvo mas opción que ceder frente a la idea de un desayuno con el resto de la escuadra, fuera de su propio mundo (o eso quería, pero es inevitable que Urie se pierda en sí mismo) para... ¿para tener que escuchar los problemas de Saiko?... siempre está terriblemente tentado a cubrir el ruido agrio de los alrededores con sus audífonos a tono. 

(A oído rumores de una especie de ceremonia del CCG;

  ~Trata de no pensar mucho al respecto, habría dicho ella).

(...)

> ¡Eres un idiota Shiragin!. ¿Esto es lo que ella hubiese querido?.

> ¡Me esfuerzo lo suficiente para mantenerla en coma y no como cadáver; creo que me merezco un tiempo libre, gorda!.

Las mejillas de la peli azul arden en ira y, en una fracción de segundo su mano dominante se estrella en la cara del  chico. Desde que Shirazu llegó a casa (forzando la entrada) fue el centro de atención...

> Bien, ve con tus zorras si eso te vasta. Fui una idiota al preocuparme -sus ojos se nublan mientras huye a su fortaleza de almohadas-.

> Ya lo superará, siempre forma un drama por algo...

> Creo que esta vez tiene razón Shirazu, últimamente has estado fuera de los límites -dice con una sonrisa el mentor mientras sujeta la parte de atrás de su cuello-. Deberías disculparte con ella -apoya su mano en el hombro de este- ...y luego arregla la puerta.

> Lo que digas, Sassan..


[CCG]

Urie lentamente iba reemplazando esa expresión monótona y blanca con una sonrisa acentuada difícil de ocultar, a pesar de presentarse como un hombre de cabeza fría. Matsuri Washuu finalizaba su discurso, uno que no perdió oportunidad para resaltar los logros del escuadrón quinx y, en especial los de Urie Kuki en la eliminación de Rosewald y algunos ghouls del Aogiri implicados en el ataque a los mismos semanas atrás. Las palabras que retumban en sus oídos son precisamente las que quiere escuchar. ¿Kuki le debía un favor?... que él mismo lo diga. Después de todo, ya corrían rumores que cierto peli morado tomaría lugar como primera clase en algunos días, una vez terminadas los formalidades y el papeleo.

> Supongo que estos son los méritos de los que tanto hablaban en las oficinas centrales -Urie fija su mirada en él- aunque la verdad no importa, lo que en realidad cuenta es el pago, ¿no es así Urie?

> Mientras más arriba, mayor es el pago -Shirazu asiente- ~idiota~... 

Las conversaciones vacías y discursos monótonos terminaron por familiarizar la ceremonia con un comité de burócratas.

 Ahí estaba él, aguardando como una hiena carroñera frente a un cadáver tibio.

Urie aprieta la mandíbula, desea evitar acercarse como si nada y negociar con gestos sutiles un trato mas cercano, desea ser tan franco como siempre lo ha sido, tan fuerte como aparenta, no puede sostener su arma ahora; Su estómago se revuelve con especial desprecio frente a esa sonrisa desgraciada en el rostro de quien se caracteriza por reflejar una personalidad extremadamente lógica y fría ~tal como la suya~. Pensar que Matsuri Washuu era lo suficientemente estúpido como no percatarse de las miradas gélidas y acciones evasivas que solía mostrar hacia su persona frecuentemente sería una equivocación, también es un zorro astuto, y se hizo pasar por ciego al ignorar toda palabra muda, justo como lo hace ahora.

Aún no ha encontrado el valor para ponerle un alto a lo que sea que esté pasando. Si quiere conseguir un ascenso rápido debe ser el perro ideal. ~Es un cobarde~.

> Creo que te giñó el ojo, pequeño Urie...

> Cállate

Sus músculos se tensan tanto como los cables de acero en un puente colgante, un ligero dolor se aloja su cuelo a medida que desaparece entre la multitud frente a Shirazu.

(...)

¿Pero qué ve?, si es la tímida Mutsuki vagando como un fantasma... últimamente se ha tornado lejana la amistad. 

> Sassan ha estado hablando con la señorita Mado desde hace un tiempo... ella parece triste.

> Shirazu kun, tal vez te iría mejor en tu conquista con Mado san si no la vigilaras constantemente.

> ¿Que crees que signifique?

> Shirazu kun... el sensei... viene hacia acá -su rostro se sonroja y sus manos ahora arrugan el borde de su traje- te dije que dejaras de observarlos, eres un tonto -quisiera parecer absorta en una conversación, pero es inútil-

> Tooru, Ginshi san, me alegra que estén disfrutando el evento.

> N... nosotros, si, podría decirse -todos sonríen en un aire tan denso como la niebla-.

> Está bien, yo tengo algunos asuntos que atender, así que me adelantaré. Los veré luego.

Ambos asienten frente al de cabellera bicolor, quien comienza a alejarse en dirección contraria. Antes de que alguien pueda siquiera decir una palabra, la tensión se rompe como una copa de vidrio cuando la chillona voz de Saiko irrumpe en la pequeña burbuja.

> Chicos, esto es aburrido... ¿cuanto tiempo estaremos aquí? -dice Saiko recostándose del dientes de tiburón, casi formando un puchero-

> Umhg, la verdad es que no tengo idea gorda, Sassan acaba de marcharse y esto parece eterno.

> Saiko chan, podemos irnos cuando quieras -dice la peli verde mientras revuelve la cabellera azul de la pequeña-

>¿Pero que hay de Uri?, no se ve muy entretenido hablando con el raro de Matsuri -el peli naranja le cubre la boca de golpe-

> Cuida lo que dices, ese "raro" puede hacer que nos maten o algo así.

> No te preocupes Saiko chan, estará bien, puede volver a casa solo -sonríe-.

Ella niega con la cabeza y una sonrisa enmarcada en su rostro. Siempre que Mutsuki puede sentir esa aura entusiasta emanar de Saiko sabe que de una u otra forma estará implicada. Puede que Saiko no fuera muy hábil para el combate, sin embargo, nadie podría negar su excelente don para equilibrar la cosas o, de ser necesario, sacar a flote la verdad desde lo más profundo... algunos desaprueban sus métodos, entre ellos Mutsuki, quién no necesariamente se siente cómoda al escupir por ahí lo que piensa.

> Saiko, espera... -ella se esfuerza por utilizar sus delgadas piernas como frenos, pero de nada sirven contra los caballos de fuerza que genera la pequeña; a decir verdad, no anticipó que ella tuviera el coraje suficiente para halarla de la muñeca... avanzando conforme sus pequeños pasos se lo permiten, en curso de colisión con Urie Kuki y Matsuri san. Shirazu soltó un resoplido, no sería parte de esto. 

> Anda, dile -susurró a su oído justo antes de aventarla hacia el peli morado-

> Matsuri san, disculpe la intromisión -hace una reverencia formal- pero el nivel 1 Urie tiene que regresar al Chateau con el resto de la escuadra -Kuki actúa con naturalidad, como si de un hecho programado por él mismo se tratara-.

>> -Él asiente con seriedad- tiene razón. Hasta pronto Kuki san -se despide con un ademán odioso, a la vista de Urie-.

~Vete el diablo~


(...)


Las suelas ásperas rozan con el asfalto oscuro y gastado de la acera, resultando en pasos sincronizados que se renuevan al ritmo de un mantra insonoro. Urie desearía evitar su mirada por esta vez, está avergonzado, por alguna razón... el tarareo incesante te Saiko comienza a perderse entre las ráfagas del viento, y el aura calma de Mutsuki se torna tan turbia como las aguas negras bajo el concreto de la ciudad. Ahí está ese seño fruncido que tanto detesta Urie, justo en esa dirección... puede ver en sus pupilas que ella odia ese lugar y sentir en su piel las punzadas que arremeten en su pecho. Ella niega con la cabeza, un gesto sutil que pasa bajo el radar de sus compañeros.

~Quiero seguir adelante, solo mirar al frente... pero... ¡es tan difícil!~ 

Traer el auto hubiera sido mejor que caminar hasta la parada de autobús. Así no tendría que haber visto de nuevo ese molesto café, tampoco a su mentor esperando en la mesa de la izquierda (con esa sonrisa genuina) aguardando su pedido como de costumbre, y mucho menos a la camarera de cabellos púrpura, ella es la peor. 

Por un momento perdió la conexión con el mundo exterior, estaba asqueada por alguna razón y una mueca mutaba sutilmente en su rostro; no tiene tiempo para Saiko.

> Entonces, ¿vendrás?

> Eh...? -ella lleva su mano derecha detrás de su cuello- lo siento, yo...

> No importa, supongo que solo iremos Shiragin y yo -al parecer, Urie ya se había negado, algo que definitivamente no sorprendió a la de coletas-.

Puede que ambos eligieran pasar por alto el café, o al sensei, o a esa chica... después de todo, ellos no miden a detalle la escala de las cosas, nunca lo hicieron. Saiko desde hacía tiempo quería visitar el centro para comprar algunos dulces y vídeo juegos, y esta era una oportunidad de oro que no dejaría pasar. Claro que hubiera preferido que Mutchan y Uri los hubieran acompañado, ¿pero que se le puede hacer?... el autobús está casi lleno y esperar otro no es una opción... 

> Adiós, los veremos en el Chateau al rato.

(Urie no recuerda ver correr a esos tontos tan rápido en el campo de batalla). Ambos asienten, Mutsuki con una sonrisa especialmente hipócrita. Los sentidos de Urie son por demás agudos. Él puede oler la ansiedad, la ha causado y experimentado incontables veces.

¿Siempre estuvo tan inmerso en las actitudes y comportamientos, costumbres y gustos, sonrisas y seños fruncidos de Mutsuki?...

(...)


"El tiempo vuela cuando te diviertes"~ dijo alguien, alguna vez...

Urie niega con la cabeza antes de tomar la mano de Mutsuki, ella no lo esperaría, no algo como esto en medio de la calle solitaria. Kuki decidiría mantener el silencio, pero no la distancia. Ella sentiría un escalofrío repentino subir desde su mano antes de aclarar su garganta.

> Urie kun, el Chateau está del otro lado...

La monotonía del living era algo que repentinamente se había vuelto estresante para Urie, es por eso que se tomaría la molestia de arrastrar a Mutsuki hasta la entrada trasera, ahí es mucho más interesante... casi parece una zona inexplorada, un lugar que no correspondía a la imagen figurativa del Chateau, con sus hierbas silvestres invadiendo el césped y la desgastada cerca de madera, en la cual el tiempo ha causado grietas.

> Sé que puedes ver a través de mí con facilidad, pero por favor, no lo hagas -ella toma asiento en el jardín, un rayo cálido se refleja en su rostro vacío antes de que este se esconda en el pequeño espacio que queda entre sus piernas y su torso, sus brazos delgados le envuelven las rodillas. No tiene ganas de entrar a casa-.

El peli morado también deja caer su cuerpo en medio del jardín; él alzó la vista hasta encontrarse con ocaso naranja... otro suspiro. Espera no decir una estupidez, así que es mejor prolongar el silencio. Tooru no objetó por esto, pero...

> Esa mujer... el primera clase Sasaki parece muy cómodo con ella.

> Si... -ella sonríe. Sus manos se aferran con fuerza sobre el césped formando un puño, solo para expandirse y deslizarse hacia delante para dejar caer el resto de su cuerpo sobre la misma. Ahora su rostro también apunta al cielo y su corazón inquieto toma velocidad conforme su cuerpo acota la distancia con el de Urie.

> Quédate, aún cuando oscurezca...

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Hola, querid@ lector(@).

Lamento mucho la demora T^T, no tengo excusa, tampoco mucho que decir, aparte de GRACIAS POR DEDICARLE ALGO DE TIEMPO A ESTA OXIDADA OBRA <3.

L@s quiero y les deseo lo mejor... el final está cerca UwU. Sin mas que decir, me despido... ¡Hasta la próxima!

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