"Reconozco que me equivoque, no dejaría que me abandones, porque es cierto porque te gusto tanto, y tú a mí."

-(You Like Me Too Much)

La vida con sus padres había sido difícil, más difícil de lo que él podía llegar a imaginar, en su infancia perdió a su padre omega, y se tuvo que quedar con su padre alfa, algo que definitivamente había sido una mala idea desde el principio, su padre podía llegar a emborracharse y comenzar a decir incoherencias que llegaban a veces a ser las palabras perfectas que Yoongi llegaba a necesitar de vez en cuando.

Pero hubo unas que le marcaron de por vida para su adolescencia, todavía el recuerdo estaba tan fresco que le asustaba mucho, su padre era un hombre de pocas palabras, pero cuando te las decía, parecía que estabas hablando con una persona que ha vivido lo suficiente como para que sus palabras pudieran tener un verdadero significado en tu vida diaria, y así era su padre, algunas veces una persona digna de admirar y otras alguien a quien podías aborrecer y maldecir en cualquier momento. Pero aquella tarde, cuando su cumpleaños número diecisiete había pasado, Yoongi estaba seguro de que aquel día se presentaría, estaba más que claro que ser un alfa ya no estaba en sus genes, y ahora estaba el hecho de ver si se trataba de un omega, pero para su mala fortuna, aquel día transcurrió con normalidad, y cuando la noche había caído, no pudo evitar enfurecerse, no sólo estaba enojado y sumamente encolerizado con su cuerpo, sino que también lo estaba con la diosa luna que no había sido capaz de darle una presentación de omega.

Aquella noche en que los grillos hacían sonar aquella canción tan fastidiosa para Yoongi a la hora de dormir, aquella noche parecía más un consuelo que un fastidio para él, su padre no estaba en casa, y él decidió pasar el rato fuera de casa, sentado en la acera y sin pensar más que en su padre para esperar su llegada, sin contar los minutos, sin prestar atención a los vecinos, sólo estaba allí, sentado, esperando y esperando. Cuando su padre arribo, soltó un suspiro al verlo allí, por lo que podía percibir su hijo no se encontraba de maravilla, y sin siquiera permitirse llegar a casa, se sentó a su lado, Yoongi pudo percibir el aroma del alcohol cuando su padre se sentó a su lado, a Yoongi le hubiese gustado mejor percibir el aroma de alfa de su padre, pero parecía haberse perdido con la bebida.

Su padre le miro a los ojos por breves momentos, y antes de que siquiera Yoongi dijera alguna pregunta, o un saludo, su padre dirigió su mano derecha al bolsillo de su saco y saco una cajetilla de cigarrillos, abriéndola ante Yoongi, y él percatándose que solamente quedaban tres cigarros allí mismo, Yoongi parpadeo un par de veces ante aquello, y no comprendiendo a lo que su padre quería llegar, quizás podía decirle alguna reflexión, fumar está mal, pero en cambio, recibió algo que ni siquiera él esperaba.

"Toma un cigarrillo, enciéndelo y acabalo" —dijo el hombre haciendo que Yoongi entreabriera los labios, pero ni siquiera un silbido logro escapar por ellos, así que su padre continuo—, "verás que todos tus problemas se solucionarán por sólo unos segundos." Y para Yoongi, aquellas palabras no eran equivocas, jamás lo fueron, esa noche fumo junto a su padre, y logro sentirse mejor.

Y ahora mismo tenía unas tremendas ganas de fumar, que inclusive se atrevería a consumir una droga mucho más fuerte para poder olvidar lo que el médico acababa de decirle.

—E-eso debe ser una maldita broma —dijo Yoongi, sus dedos temblaban sobre su regazo mientras su mirada buscaba rastros de mentira sobre los ojos del médico, pero no había nada, sus palabras le habían caído como balde de agua fría sobre su cuerpo y eso era lo peor.

—Me temo que no es una broma, joven Min —Yoongi llevo su mano izquierda a su boca, cubriéndola con sus dos primeros dedos y dejando caer los demás—, usted es parte de los pocos casos de presentación tardía que ocurren en el mundo.

Jimin tenía razón, aunque no quisiera creerle del todo, Yoongi había ido al hospital en cuanto Jimin le había dicho que parecía percibir un olor tenue sobre él, con miedo Yoongi había asistido para saber si acaso podría tener una presentación tardía, y se había hecho unos chequeos que consistieron en revisar su sangre, por supuesto Yoongi respondió que había sido hijo de padres alfa y omega, por esa razón no podía un beta salir de aquellos genes, y efectivamente, ahora mismo Yoongi estaba descubriendo que las palabras de Jimin eran ciertas.

—P-pero, ¿cómo es que...?

—Es raro que esto llegue a pasar —comento el doctor—, usualmente esto pasa cuando el lobo no es lo suficientemente fuerte como para presentarse, se queda en un estado de sueño profundo del que no despierta fácilmente, eso fue lo que paso contigo.

Yoongi soltó un resoplido, era una completa estupidez lo que le estaba pasando, algo que definitivamente consideraría como un imposible.

—Pero dígame, ¿cómo es que le dio curiosidad por saberlo? —la pregunta del médico hizo que a Yoongi se le erizaran los vellos de la piel.

—Se lo diré, pero primero quiero preguntarle algo y me gustaría que me contestase de forma correcta, porque esto me está volviendo loco.

—Entonces dime —el médico espero la pregunta.

Yoongi relamió sus labios antes de decirla.

—¿Todavía existen las parejas destinadas?

El médico levanto ambas cejas al escuchar eso, y después comenzó a negar con la cabeza.

—No es un hecho que hayan desaparecido por completo, pero son sumamente escasas, se han llegado a saber casos de parejas destinadas, pero son muy pocos, ¿por qué lo preguntas?

—Porque esa es la razón por la cual estoy aquí —trago grueso—, mi mejor amigo ha dicho que tengo aroma, no le creí, pero luego él se comenzó a acercar más a mí, pensé que era por el motivo de que su novia le había dejado, pero no, él quería estar conmigo, y cuando intente escapar para tener un momento de soledad, él agarro mi mano y... —relamió sus labios—, lo sentí, sentí esa electricidad que tanto mencionan en los cuentos de hadas, esa corriente de anhelo y felicidad que sienten alfa y omega al encontrarse... mi amigo es alfa.

—Entonces tu lobo aquí es el omega —Yoongi asintió—, son destinados.

Y Yoongi, ya no supo que hacer.