Estábamos sorprendidos al ver en el estado que se encontraba Konoha, nuestro hogar se encontraba completamente destruido y si no hubiera sido por la ayuda de la Hokage, la cual nos salvó con su Babosas curativas, posiblemente hubiéramos muerto con todo este desastre.

—Lo siento. —se disculpó Katsuyu con nosotros. —Me tomó tiempo envolver a todos.

—No te disculpes, Katsuyu-san. —dijo con una sonrisa. —Agradecemos tu ayuda.

—Sí. Sin ti hubiéramos estado en peores condiciones. —dije mientras miraba a mi alrededor y entonces he visto como mi madre se subía al lomo de su compañero. —¿Dónde irás, madre?

—Iré a ver si tu hermana se encuentra bien. —me dijo con seriedad. —Quédate aquí, Kiba.

En el momento en que asentí, ella comenzó a irse hasta el lugar dónde podría encontrarse mi hermana; esperaba que ella se encontrara bien junto a los cachorros de nuestro clan.

—¿Qué haremos ahora, ____ nee-chan? —preguntó preocupada Moegi mientras se acercaba a su hermana mayor para así abrazarla. —Tengo miedo.

—No tengas miedo, Moegi. —le decía su dulce hermana mientras acariciaba su cabeza. —Te protegeré de lo que sea.

—Mientras yo esté aquí nada les sucederá. —dije con seguridad causando que ambas me mirasen. —Si alguien intenta hacerles daño tendrá que vérselas conmigo.

—No lo dejes ir, ____ nee-chan.

—Moegi. —soltó un suspiro a lo cual su pequeña hermana soltó una risa y entonces mi novia me miró con una sonrisa. —Gracias, Kiba.

Yo también le he sonreído para luego acercarme más a ella y así quedarme a su lado mientras esperábamos a ver qué sucedía de aquí en adelante.

❀❀❀

Gracias a Naruto la aldea estaba a salvo, los Akatsuki que habían irrumpido en nuestro hogar fueron derrotados por él y todos los habitantes de Konoha estaban agradecidos con él.

—Trabaja, Kiba. —me dijo mi novia mientras me daba un pequeño golpe en mi cabeza para que reaccionara. —Ya queda poco para terminar con esto.

—Ya quiero terminar estos trabajos y descansar un poco. —dije soltando un suspiro agotados para luego ver en una dirección dónde había escuchado que me llamaban. —¿Hanami?

—Finalmente te encuentro, Inuzuka. —decía mientras intentaba recobrar el aíre. —Debemos hablar.

—¿Hablar? ¿Sobre qué debemos hablar? —pregunté intrigado y entonces en ese mismo momento sentí un escalofrío en mi espalda. —¿Qué tal si hablamos después?

Sabía que el escalofrío que sentí era por el hecho de que mi novia me estaba mirando fijamente de manera disgustada.

—Como siempre queriendo dejar las cosas para después, Inuzuka. —bufó mientras se acercaba quedando muy cerca de mi rostro a lo cual inmediatamente me alejé. —Tch. ¿Ahora huyes?

—Estabas muy cerca.

—No dijiste lo mismo en la bienvenida de Naruto. —tragué en seco al oír eso y miré a mi novia de reojo notando que se encontraba con los ojos cerrados. —No me digas que te has enamorado de mí por ese beso porque de ya te digo que yo no saldría con un Inuzuka.

—¡No! ¡No me enamoré de ti! —exclamé en pánico. —Además, ese beso que me has dado fue completamente sin mi aprobación. Yo nunca hubiera aceptado besarte.

—El tener que besar a un chico que siempre huele a perro fue simplemente asqueroso. —decía cruzándose de brazos y al oír sus palabras me he ofendido. —Como sea. He venido para informarte la situación de Uchiha Sasuke.

—¿Sasuke? ¿Qué hizo ahora?

—Uchiha Sasuke es oficialmente un ninja renegado por lo que se nos autorizó a matarlo si llegáramos a encontrárnoslo. —decía seriamente causando mi sorpresa. —Informales a los otros idiotas de tu grupo. Yo ya hice mi trabajo en darte la información.

Dicho eso último ella se fue dejándome inquieto, sabía que cuando Naruto y Sakura se enteraran de esto no estarían para nada de acuerdo e intentarían algo para ayudar al Uchiha.

—Supongo que deberemos de avisarle a Naruto y Sakura. —solté un suspiro para luego ver a mi novia, la cual se encontraba viéndome fijamente sin algún tipo de expresión. —Vayamos a avisarles, ____.

—Encárgate tú mismo de avisarles. —me habló secamente causando que tragara en seco. —Yo debo de ir a ver a mi hermana.

—Estas enfadada, ¿verdad? —pregunté a lo cual ella simplemente me miró con desprecio para comenzar a irse y entonces he mirado a mí mejor amigo. —Ella está enojada, Akamaru.

Mi mejor amigo me dijo que debería de hacer un gran intento para que ella dejara de estar enfadada conmigo.

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Ingresé a la carpa donde se suponía que debía de encontrarse mi novia, ella se encontraba cepillando su cabello y al verme no ha tardado en verme enfadada.

—¿Ya le has contado a los demás? —preguntó a lo cual he respondido con un "sí". —¿Tomaron una decisión?

—Nos encargaremos personalmente de Sasuke. —dije seriamente provocando que ella me mirara por unos segundos para luego soltar un suspiro. —Shikamaru se encargará de informarle de la situación a Naruto y Sakura.

—Me pregunto cómo tomarán esta situación...de seguro estarán devastados. —por unos segundos miró el suelo para luego verme y extenderme su mano. Sin algún tipo de duda la he sostenido para luego acercarme a ella y sentarme a su lado. —Dime... ¿De verdad no sentiste nada cuando la besaste?

—Absolutamente nada. —dije con seguridad causando que ella me mostrara una pequeña sonrisa. —Para mí solo existe una chica y esa eres tú.

—Kiba... —me llamó mientras me miraba fijamente con una expresión de dulzura. —¿Me quieres?

—Yo te amo, ____. —mi confesión causó su sorpresa a lo cual he colocado mis manos en su rostro para luego juntar nuestras frentes. —Por siempre y para siempre te amaré. Eso no lo dudes.

Ella me sonrió avergonzada para luego posicionar sus labios sobre los míos a lo cual al sentir su contacto no he dudado en corresponderle y así ambos hemos comenzado a besarnos con amor.

Nos hemos besado por un rato hasta que el aíre hizo falta, pero eso no nos detuvo, ya que la he colocado sobre mis piernas para así seguir besándola, pero no solo en sus labios; comencé a dejar secuencias de besos desde su cuello hasta llegar a su pecho e iba a seguir, pero el olor de Sai llegó a mis fosas nasales advirtiéndome de que se estaba acercando.

Solté un suspiro mientras miraba a mi novia, la cual se había dado cuenta de lo que sucedía.

—Supongo que nuevamente deberemos de esperar. —soltó una pequeña risa mientras se levantaba de mis piernas para así ayudarme a colocarme de pie. —¿Quién se acerca?

—Sai. —bufé mientras alborotaba mis cabellos con frustración al ser nuevamente interrumpidos. —Me pregunto si ya se enteró.

Unos segundos después de decir aquello; Sai había ingresado a la carpa.

—Necesito que vengan conmigo. —habló de manera seria a lo cual lo hemos mirado confundidos esperando a que continuara hablando. —Sakura irá personalmente a avisarle a Naruto sobre la situación de Sasuke por lo que necesito de la ayuda de ambos.

—Así que Sakura ya tomó una decisión. —dije soltando un suspiro. —Supongo que no se lo tomó muy bien.

—¿Y dónde hay que ir exactamente?

—Naruto se encuentra en el país del hierro. —nos dijo seriamente. —Él fue personalmente a hablar con el Raikage para que quitaran aquella orden contra Sasuke.

—Así que quieres que lo rastreé. —dije estirando mis brazos a lo cual Sai asintió. —Bien. Eso no será problema para mí.

Sai nos ha dicho que lo acompañáramos para así encontrarnos con Sakura y así poder partir a buscar al Uzumaki.