04.
El bosque de la muerte, lugar dónde se llevaría a cabo el segundo examen. El lugar se veía aterrador por dónde quieras que mirabas y nos dio más terror cuando la encargada del segundo examen, Mitarashi Anko, nos ha dicho que estaba permitido matar.
Teníamos que sobrevivir en aquel bosque y encontrar los pergaminos de tierra o cielo, según el que nos hiciera falta. Nosotros como equipo teníamos una ventaja debido a que la supervivencia era nuestro fuerte.
—Bien comenzaremos con lo planeado. —decía Kiba formando una sonrisa para luego ver a Hinata. —Hinata. ¿Puedes vigilar el lugar?
—Sí.
—Bien. Shino se encargará de encontrar esas sanguijuelas de las que nos habló. —Kiba se acercó a mí. —____ y yo nos encargaremos de armar la trampa.
Mientras Hinata vigilaba el lugar y Shino se encargaba de encontrar esas sanguijuelas, con Kiba hemos ido a una parte para armar la trampa que se había planeado para atrapar a nuestro oponente.
—¿Aquí? —pregunté al ver a Kiba detenerse en una parte. Él se giró a verme para luego asentir y entonces me subí a la rama de aquel árbol comenzando a colocar la trampa. —Sabes, no es necesario que coloquemos una red. Puedo encerrarlos con mi Jutsu.
—Lo sé, pero para eso tendrías que acercarte y no podemos arriesgarnos a que te suceda algo. —me dijo con una sonrisa. —Si algo te sucediera en mi presencia no me lo perdonaría nunca.
—Agradezco tu preocupación, Kiba. —le dije formando una sonrisa causando que él sonriera aún más, pero su sonrisa se borró en el momento en que Akamaru ladró. —¿Sucedió algo?
—Akamaru está sintiendo que alguien se acerca.
Antes de que pudiera seguir hablando, Hinata se hizo presente junto a Shino.
—Se está acercando un equipo. —anunció Hinata algo nerviosa. —¿Qué debemos hacer?
—Ya encontré lo que buscábamos. —decía Shino para luego dirigir su mirada hasta dónde me encontraba. —¿Está la trampa lista?
—Sí. Todo listo.
Me bajé de aquella rama intentando no activar la trampa y entonces me acerqué a mis compañeros para así comenzar con el plan de Kiba. Akamaru ladró bajo anunciándole a Kiba que los enemigos ya se encontraban aquí por lo que Kiba tosió un poco.
—Todos se dirigen a la torre, ¿verdad? —comenzó hablando Kiba lo suficientemente alto para que pudieran oírlo. —Lo que significa que estaría bien poner trampas a su alrededor.
—Esa es una buena estrategia. —hablé. —De seguro los otros equipos ni se los esperarían.
En el momento en que oímos unos gritos hemos sonreído al saber que habían caído en nuestra trampa. Todos nos hemos acercado a aquel lugar encontrándonos con un equipo que intentaba escapar de aquella red repleta de sanguijuelas.
—Las sanguijuelas en Konoha son capaces de detectar el sudor y la temperatura corporal, y saltan sobre sus objetivos en grupos. —les explicó Kiba de manera orgullosa. —Si te chupan la sangre durante cinco minutos...mueres.
—Maldición...
—Ese es el pergamino. —dije con emoción al ver el pergamino tirado en el suelo. Me acerqué a recogerlo para luego entregárselo a Kiba. —Con esto podemos ir directamente a la torre.
—Al parecer es nuestro día de suerte. —sonreía con orgullo Kiba para luego tocar mi hombro. —Nuestra trampa fue todo un éxito.
Hemos conseguido el pergamino que nos hacía falta por lo que ahora simplemente faltaba ir a la torre y así terminar el segundo examen.
✴✴✴
Nos encontrábamos de camino a la torre cuando de la nada Kiba nos hace detener en mitad del camino.
—Debemos de estar alerta para no encontrar enemigos, ¿verdad? —preguntó Kiba a lo cual todos hemos asentido. —Entonces, Hinata. ¿Puedes explorar a 1 km en esa dirección?
Kiba le indicó a Hinata por dónde observar a lo cual ella activó su Byakugan para ver que había en la dirección que le indicó Kiba.
—Hay alguien allí.
—Suena como... —decía Shino mientras posaba su oído en la rama de dónde nos encontrábamos. —Seis personas.
—¡Muy bien! —exclamó Kiba con emoción. —En ese caso vayamos a observar.
Ante la repentina propuesta de Kiba todos nos hemos sorprendido y lo hemos mirado como si estuviera loco.
—¿Has perdido la cabeza? —le preguntó Shino. —No podemos hacer eso.
—Es peligroso que vayamos a ese lugar. Incluso si es solo para observar. —comenté teniendo la aprobación de Shino y Hinata. —No sabemos si esas personas son peligrosas.
—Es por eso que simplemente vamos a observar. —me decía con una sonrisa de orgullo. —Además, si obtenemos más pergaminos podríamos eliminar a más equipos y eso nos vendría de maravilla.
—Sigo diciendo que esto no es una buena idea. —le dije mientras me cruzaba de brazos. —Simplemente nos pondrás en peligro.
—¿Cuándo los he colocado en peligro? —me preguntó a lo cual no supe que responder. —¿ves? Nunca los he colocado en peligro.
—Kiba-kun... —le llamó asustada Hinata. —Yo pienso igual que ____-chan...
—Miren. Primero observaremos y si parecen buenos, no lucharemos. —nos decía con seguridad mientras comenzaba a irse. —¡Andando!
—Es testarudo. —comentó Shino a lo cual lo he mirado. —No entiendo cómo te gusta alguien así.
Me avergoncé bastante cuando Shino reveló mis sentimientos frente a Hinata, yo he mirado rápidamente a mi compañera de equipo notando su sorpresa, pero no tardó en sonreírme y entonces miré nuevamente a Shino, pero él ya se había ido detrás de Kiba.
—Supongo que deberemos de ir. —solté un suspiro para comenzar a seguir a mis compañeros. —Hinata. Te pido por favor que guardes en secreto lo que Shino ha dicho.
—No te preocupes. Yo lo mantendré en secreto. —me decía de manera alegre y tímida. —Espero que puedas estar con Kiba-kun.
Con Hinata hemos ido detrás de los chicos y en el momento en que llegamos hasta dónde Kiba nos había mencionado que solo observaríamos hemos notado que Akamaru había comenzado a temblar.
—¿Qué sucede, Akamaru? —le preguntó Kiba a su compañero el cual simplemente temblaba y se iba a esconder entre su ropa. —Akamaru se ha asustado bastante...
—¿Por qué?
—Akamaru es capaz de olfatear el chakra de un enemigo y descubrir cuan fuerte es, pero esta es la primera vez que lo veo tan asustado. —nos explicaba Kiba mientras comenzaba a ver detrás de los arbustos a las personas que observaríamos. —Esos tipos que están luchando no son normales.
Cuando he mirado a las personas a las cuales se refería Kiba me entró un gran miedo al ver a aquel chico pelirrojo. Seguía observando aquella pelea por un buen rato hasta que vi la peor escena que haya presenciado nunca, aquel chico pelirrojo había matado sin piedad a sus oponentes de una forma cruel.
La sangre de aquellos tipos comenzaba a caer como si se tratara de lluvia.
He tenido que darme media vuelta para ya no ver aquella escena, no podía creer que aquel chico había matado a esas personas sin tener la mínima pizca de piedad. Ese chico era peligroso y si nos descubría quizá nos hiciera lo mismo.
—Kiba. Debemos de irnos. —dije mirando con terror a lo cual él estuvo rápidamente de acuerdo. —No quiero experimentar lo mismo.
—Huyamos.
Íbamos a huir, pero en el momento en que oímos como aquel chico decía que aún no tenía suficiente nos hemos quedado inmóviles al pensar que nos había descubierto.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top