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La vida no es perfecta pero...
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—¿Te sientes mejor?—cuestionó sereno terminando de preparar la cama.

Guarde silencio unos segundos, luego con indecisión acerque mi mano y la envolví en su muñeca haciéndole girar, recibiendo sólo una mirada confundida de su parte.
Inhale profundo armándome de valor para hablar.

—Sobre lo de esa tarde, yo...

—Olvídalo In Na, solo fue una tontería—interrumpió rápidamente—Mi manera de actuar fue muy infantil.

—No, entiendo todo—le respondí apresuradamente, solté su muñeca—Y por eso necesitaba decirte, que...eres bueno para mi Hoseok, de hecho, eres lo más agradable que me ha pasado en mucho tiempo. Yo...debí detenerte.

Una sonrisa serena se formó en su rostro.

—Tú también In Na, eres lo más bonito que me ha pasado en tanto tiempo...que no sabía cómo mantenerte a mi lado.

—No me iré Hobi—susurré jugando con los dedos de mis manos—No lo haré, a menos que tú lo quieras así.

La noche nos siguió envolviendo con lentitud.
Uno al lado del otro.
No podía dormir. Mi corazón no lograba permanecer quieto.

>Boom, boom, boom<

Lo oía una y otra vez palpitar. A punto de salirse del pecho, a veces llegando hasta mi garganta. Incluso al cerrar los ojos, lo podía sentir demasiado cerca de mi. Podía imaginarnos. Sólo siendo nosotros dos.
A toda hora, me gustaba verlo. Si estaba con el, cualquier parte del mundo, se sentía como él cielo.

—In Na..¿Qué demonios sucede contigo?—susurre golpeando mi pecho—Te ordenó que te calmes—dije colocando la mano sobre mi corazón.

Un largo suspiro me abandonó, y me giré dándole la espalda tratando de no despertarlo, sin embargo...

—¿No puedes dormir?—fue lo que se escuchó a mi lado.

Sin duda parecía incómodo, pero no lo era, con él nada era incómodo.

—Sigo pensando en muchas cosas, mi cabeza es un desastre—susurré abrazándome.

—In Na...—susurró—Los moretones en tu mejilla, ¿Tú pad...

—Si—le interrumpí antes de que terminase de formular su pregunta—Tiene una manera de educar muy estricta—me limite a decir y bien pude sentir lo tenso que se puso el cuerpo del chico a mi lado.

—Tú padre es un tonto—dijo de mala gana—Debería sentirse orgulloso y agradecido por tener una hija así.

Y la curiosidad invadió mi ser.

—¿Así como?—pregunté intrigada.

—Inevitable—susurró acomodándose mejor—Diferente en todos los sentidos.

Una lágrima no pudo evitar resbalarse por mi mejilla con lentitud. Lentamente giré mi cuerpo para quedar frente a frente. Acomode mi cabeza encima de mi mano.

—Creo que estoy sola en este mundo Hoseok...

—No—dijo negando con delicadeza—No hagas que mi existencia sea nula, me tienes, estoy justo aquí...existo.

—¿Porque no nos conocimos antes?—pregunté sonriéndole.

El mirándome con un brillo único contestó:

—Si nos hubiésemos conocido antes, no habría oportunidad de que te enamoraras de mi, ni yo de ti, todo llega en su momento—contestó con voz baja pero audible.

Mi corazón se detuvo por completo. Parecía que se abrían muchas puertas dentro mío, me dieron ganas de saltar, de gritar. Sentía que flotaba.
Ese chico estaba transformando mi vida por completo, me enseñaba a amar de está manera, a vivir como me guste, a sentir tantas cosas a la vez, él era la forma más cercana a la esperanza en especie humana. No, no había sido amor a primera vista. Todo se fue dando gradualmente, poco a poco todo se volvía más claro para mi.

—In Na...—susurró haciéndome aterrizar nuevamente en tierra, pues yo ya me había transformado en astronauta al pisar la luna y al mirar las estrellas—¿Puedo darte un beso?—preguntó de la nada.

Mi corazón se detuvo por segunda vez. Mire fijamente sus ojos, luego mire sus carnosos y rosados labios.

—Si—respondí así sin más.

Y sin decir nada más.
Me beso.

Y yo correspondí a ese beso.
Este era del tipo en el que primero sientes los nervios recorrer cada átomo de tu cuerpo, pocos segundos después, los nervios desaparecen para abrir paso a una mente en blanco. El corazón estalla, se siente en la garganta, las respiraciones se cruzan, pasa de ser un beso lento, torpe, cariñoso, a uno donde él posee dominio, todo se vuelve sumamente íntimo, las áreas se vuelven sensibles al tacto, podía sentirlo todo, su aliento, sus labios, su respiración, su corazón latiendo aceleradamente, los movimientos de su cuerpo acercándose ligeramente al mío.

Quería que esto, fuera más que solo un momento.
Comenzó a gustarme poco a poco, pero, supe que estaba enamorada, al momento en que nuestros labios tomaron posesión del contrario por segunda vez.
Sentí algo en el centro de mi cuerpo, no eran mariposas, era una explosión de energía que estallaba dentro de mí y recorría todo mi cuerpo.

Sensaciones brotaban en mi corazón, sensaciones implacables.
Si, mi vida no era perfecta...pero ahora tenía momentos maravillosos.