-Una bruja en el mundo humano-
Allí agachada en la orilla de un gran edificio de la base enemiga se encontraba Luz Noceda, una bruja joven quien prestaba su servicios como espía para su pueblo. Observaba con repudio a todos aquellos que dañaron a tres de los cuatro clanes originales (Canis, Reptilis y Felinis) por sus ideales egoístas del emperador Belos. El se proclamó un día el elegido por el Titán, quien era el último de su especie guerrera de tiempos remotos, que nos brindó una tierra donde coexistir en base de su cuerpo putrefacto, se le debe respeto y admiración. Para ella era algo impensable que alguien egoista como ese tirano fuera nuestro salvador.
El tiene la tonta idea de que cada brujo adquiera una sola magia limitando a las otras, lo logra usando unos guantes con magia incomprensible, que al usarlo deja un sello al azar de los 9 distintos tipos de magia (Bardos, cuidado de bestias demoníacas, invocacion de abominables, curación, plantas, construcción, oráculo, ilusiones y pociones) y los obligan a estar en aquelarres de su tipo.
Su Clan Avis odiaba esa idea, creen que la magia debe usarse con libertad, que para eso el titán difunto se los otorgó. Por tener ese pensamiento los llaman brujas salvajes y son cazados para ser adiestrados o morir en el intento.
De reojo vió como una inmensa bola de fuego iba directo a su dirección y usando a owlbert, su confiable palisman se montó rápidamente esquivando el ataque.
-Si creen que eso me va a detener están muy equivocados-al instante invocó lianas con pinchos atando a todos los que encontró.
Cuando se retiraba del lugar sintió como una liana similar a la suya la detuvo. Al mirar detrás se encontró con el guardia dorado montado en un palisman de aspecto extraño.
-Me dijeron que eras hábil y lo eres, lo reconozco pero no pensé que fueras tan cobarde bruja-comentó algo decepcionado-no te dejaré escapar tan fácilmente.
La enredadera comenzó a subir más en su pierna derecha, Luz intentó incendiar aquella malévola planta pero se regeneraba al instante. Desesperada guardó a Owlbert antes de que fuera tarde y no pudiera moverse. Temía que le hicieran algo malo. Oía cada historia que cada compañero suyo relataba acerca de Palismanes deshechos para experimentos en aquel castillo tenebroso y detestaba la idea de que ese fuera el final de su fiel amigo.
-Jeje veo que ya te rendiste, una lastima quería jugar contigo un rato más. Pero bueno iré directo al grano, ¿en donde se oculta tu clan?.
-¿Para que terminen como los otros clanes?, antes muerta que revelarte algo importante para mi.
Ante la negativa le propinó un fuerte golpe a la castaña en una mejilla y esta soltó un quejido de dolor.
-Te lo diré una vez más que ya me estas hartando niña, ¿donde están?-gruñó con desesperación.
Nuevamente no dijo nada, eso lo enfureció y comenzó a molerla a golpes en su rostro y varias partes descubiertas de su cuerpo. Hubiera estado así más tiempo pero fue interrumpido por un cuervofono diciendo una noticia que lo alegró.
-Je, creo que ya te llegó la hora. De todas formas mis muchachos los encontrarán y lograremos nuestro cometido. Pensé que serías de ayuda pero mejor nos harás el favor de ser un sacrificio por el bien del plan de nuestro Emperador Belos.
Dicho esto emprendieron un viaje hasta llegar a unas viejas ruinas. Luz reconoció rápidamente el lugar, era el centro de comercios del Clan Canis, ella había venido en múltiples ocasiones junto a sus padres antes del incidente del aquelarre del emperador que ocurrió hace 2 años. Se sentía devastada al ver como un lugar tan vivo ahora era un sitio de lujubre. A lo lejos se escuchaban gritos de desesperación y angustia, algo que deprimió aún más a la joven.
-Bienvenida al laboratorio 003 bruja. Aquí hacemos cositas divertidas por el bien del aquelarre, claro que otros sufren pero es el precio que deben pagar por no seguirnos-chasqueó sus dedos y aquella maleza desapareció, algo que sorprendió a Luz.
-¡No te saldrás con la tuya idiota!-exclamó con dificultad. Quería huir pero su cuerpo no respondía, se sentía muy adolorida y cansada por el maltrato que le ocasionó ese tirano quien estaba frente suyo.
-Oh claro que si chica tonta, ya has perdido-chasqueó los dedos una vez mas desconcertandola-¡hazlo ahora!.
Una luz cegó a la joven bruja al mismo tiempo que una siniestra risa retumbaba en sus oídos. Sintió como algo la succionaba, en segundos fue teletransportada dejando una explosión que se vió en el cielo tanto de su mundo como en donde ella se encontraría minutos después.
Mientras tanto una señora algo mayor regresaba de un largo viaje cuando vió algo luminoso en el cielo.
-Vaya, no pronosticaron una lluvia de meteoritos-decía mientras miraba el cielo fascinada por el resplandor que se mostraba en el cielo cuando algo golpeó abruptamente en el parabrisas de su auto.
-¡Que demonios!-frenó de golpe lanzandolo lejos-no te muevas King, ahora iré a revisar-le dijo a su fiel gato quien después de ver lo sucedido se recostó en el asiento delantero derecho como si no hubiese pasado nada.
Detuvo el auto y con cautela se acercó y vio un cuerpo en el suelo.
-Pero si se trata de una pequeña chica con un extraño ropaje, revisaré si no tiene heridas y si encuentro algun botin-sonrió al pensar encontrar joyas o alguna reliquia extraña pero no tuvo suerte lo que le causó decepción. Solo estaba un bastón algo viejo con un simpático búho en la punta. Pensó que sería una buena adquisición para su colección ya que ama a a esas aves.
Escuchó como soltó un quejido la pobre chica, eso la espabiló ya que se había olvidado de ella por pensar en otras cosas. Se sorprendió que aún siguiera con vida después de caer varios metros impactando con su auto que iba a 60 k/m. Le dió pena dejar la chica tirada así que checó si no tuviera heridas graves hasta que llegó a su cabeza, notó que se encontraba mal herida pero lo que vió después la sorprendió.
-Esas orejas puntiagudas, no es de este mundo-habló para si misma -¿y si es una bruja que vino a conquistar el mundo?, podria reportarla al gobierno y tener mucho dinero por ello pero algo me dice que no es lo correcto.
Después de un rato creyó mejor llevarla a su casa, quizás podría aprovecharse de su magia cuando despertara. Con cautela miró por los alrededores por si algún curioso estuviese cerca del lugar pero la suerte le sonrió.
La llevó a su auto con dificultad colocándola en el asiento trasero, subió a su auto y condujo a hogar lo más rápido que pudo. Al llegar a casa metió su vehiculo al garaje. Buscó las llaves que se encontraban en el auto y abrió la puerta de su casa. Vió como su singular ropa había cambiado a una más común pero no le dio tanta importancia así que la bajó del auto con cuidado y la llevó hasta su sofá que tenía en su sala ya que no tenía otro lugar donde tenerla.
-Descansa pequeña bruja, aquí estarás a salvo por ahora--le limpió la cara con un paño húmedo que fue a buscar en la cocina minutos atrás, se veía tan vulnerable en ese estado así que trajo que su querido gato para que le hiciese compañía mientras ella iba a cerrar todo para irse a dormir.
....
...
..
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-Vamos bruja yo se que eres capaz de derrotarme o ¿acaso tienes miedo?...-una voz grave hablaba a lo lejos quien se notaba confiada hablaba tranquilamente mientras se encontraba en una oscuridad eterna.
-¡No te tengo miedo, me criaron para vencerte!-usaba hechizos variados pero eran ineficaces para su contrincante quien solo se limitaba a burlarse de ella.
-Que lástima al parecer ya perdiste...¡Toma!-le lanzó un conjuro directamente hacia ella quien no pudo esquivar al estar sometida por un hechizo de su adversario-adios y espero que el titan se apiade de tu alma-soltó unas carcajadas de satisfacción.
-Nooooooo-fue lo único que pudo hacer, sentía su cuerpo incendiarse ante ese hechizo abrasador.
Se tiñó de blanco todo el lugar incluyendola, eso fue suficiente para terminar con su sufrimiento. Despertó abruptamente jadeando y sudando demasiado. Había tenido una horrible pesadilla de lo que le había ocurrido con anterioridad.
-¿D-donde estoy?-dijo confundida y asustada. Lentamente se levantó y miró a su alrededor pero se detuvo porque todo le daba vueltas. Su cabeza estallaba del dolor. Chilló del asombro al percatarse una criatura desconocida que le miraba fijamente estando a unos centímetros se distancia. El gato se acercó aún más y comenzó a olisquearla. Quería defenderse pero estaba agotada.
-King déjala ya, que no vez que está asustada-dijo la mayor quien se encontraba cerca de donde estaba con una taza de té-además durmió por días ¿como te sientes niña?.
Luz volteó a ver de quien se trataba. Una mujer de aspecto algo descuidado con una gran melena grisácea y tez blanca la miraba con sus ojos dorados fijamente cerca de su cómodo sofá y se sentó tranquilamente. El animal por su parte maulló y se fue al regazo de su dueña con rapidez.
-¿Q-quien eres tú y en donde me encuentro?-dijo confundida mirando la mayor disfrutaba de su bebida y acarició a su gato. A ella no le parecía una mala persona pero debía de permanecer alerta aún con ese infernal dolor de cabeza.
-Yo soy Edalyn Clawthorne y ese pequeño es mi compañero King, un gato bobo al que rescaté cuando era un indefenso cachorro-sonrió-y te encuentras a salvo en mi casa niña, le digo casa búho de cariño por que me gusta coleccionar cosas de ese animal como tu interesante bastón que tenias hace un rato.
A Luz le pareció fascinante la habitación. Muy hogareña pero con objetos tan antiguos como ella. De pronto sus ojos se posaron en su anatomía y notó algo singular que al principio creyó que era un sueño o consecuencias de sus dolores.
-Espera...esas orejas son diferentes a las mías...¿que eres tu?-comentó alterada al ver aquellas orejas redondas.
-Ah si, brujita yo soy una humana y estás en la tierra.
-¡¿En la tierra?! pero ¿como llegué aquí?-dijo asustada llevándose sus manos a sus orejas-esto debe ser un error.
-Eso mismo te iba a preguntar niña. ¿No me digas que no lo recuerdas?-vió como negó con la cabeza-bueno te contaré como te conocí. Ayer cuando estaba yendo a mi casa despues de una larga jornada en el trabajo entonces hubo una explosión en el cielo, al principio pensé que era una lluvia de meteoritos pero minutos después caíste del cielo rompiendo el parabrisas de mi auto. Por suerte no moriste a caído a gran velocidad desde el cielo, pero si te vi mal herida y te curé con mis propias manos. Creí que estarías mejor conmigo porque si se entera el gobierno de mi mundo quien sabe que cosas podrían hacerte.
Luz soltó un chillido al recordar lo vivido antes de ser enviada allí pero se tranquilizó después de pensar en que estaba a salvo.
-Se que es algo grosero de mi parte pero ¿Podría quedarme aquí señora Edalyn?-suplicó con fuerza soltando pequeños quejidos al moverse- prometo ayudarle en lo que sea que esté en mi alcance y así averiguar como volver a mi mundo.
A Eda le pareció triste que hiciera eso y la tranquilizó acercándose a ella con todo y su bebida.
-Dime Eda niña no quiero que sea muy formal nuestro trato-dejó su tacita en una pequeña mesa que tenía a un lado-y claro que puedes quedarte todo el tiempo que necesites, usualmente no suelo tener visitas por lo que no cuento con una cama extra, pero ya me las arreglaré para acomodarte en este sitio. A todo esto no me has dicho tu nombre.
-Perdón por no presentarme aun sigo aturdida luego de mi ultima batalla y despues de llegar a este sitio, ¿en donde están mis modales?-se rascó la cabeza por vergüenza y notó los vendas que le había puesto Eda. Después de eso continuó-mi nombre es Luz, Luz Noceda, soy parte del clan de los brujos más poderosos de las Islas Hirvientes y estoy en una contienda para derrotar a uno brujo terrible llamado Belos quien según era el mesias enviado por el gran titán quien ahora es parte de las Islas. El es el que gobierna a todos con puño de hierro y según lo hace por el bien de todos pero el solo desea poder.
-¡Oh!-exclamó sorprendida-así que viven en un cadáver de un titán, interesante, continúa-sacó un paquete de papitas que tenía escondido detrás del cojín, las abrió para poder disfrutar mejor el relato de la joven.
-Mucha de mi gente ha tratado de detenerlo pero desaparecen sin motivo, creo que los mandan a lugares como éste o son usados en experimentos, debo regresar sino...-mira el alimento de la contraria y se detiene ya que le pareció curioso-¿qué es eso que está comiendo? Se ve delicioso-en segundos su estómago hizo un sonido estruendoso avergonzandola.
-Esto querida Luz son papas y están muy deliciosas ¿quieres?-le dió un paquete que tenía consigo, con mucha dificultad las abre. Saca una y la miró con extrañeza. Con precaución la metió a si boca esperando lo peor.
-¡Están deliciosas!-dijo muy sorprendida y feliz al momento de probar una por lo que comió más.
-Que bueno que te gustaron, son mis favoritas. Pero ahora vamos a lo que nos interesa. Necesitas camuflarte niña para eso deberás de aprender cosas de la tierra y quien mejor que alguien perfecta como yo te pueda enseñar todo-se alabó a si misma-deberás de ocultar tus orejas y no usarás tus poderes de bruja por ningún motivo. La gente no suele aceptar las cosas inusuales con facilidad-dijo deprimida ya que recordó algo pero luego volvió a su humor de siempre-pero vamos, primero tienes que desayunar, hay cereal en la repisa.
-¿Qué es cereal?-dijo confundida.
-Esto será un largo trayecto para que te acoples en la vida en la tierra pero estoy segura que lo harás Luz-se acercó más y le revolvió el cabello con todo y beanie.
-Estoy segura que lo lograré señora Edalyn-dijo entre risas.
-Ya te dije que me digas Eda, es más corto y fácil de usar ademas de que no me hace sentir vieja-sonrió-ahora ven que te voy a mostrar el cereal y muchas otras cosas. Ah se me olvidaba cuando conozcas lo básico te enviaré a la escuela si sabes lo que es ¿no?.
-Eso sí lo conozco, en mi mundo los brujos desde una temprana edad íbamos a lugares especializados para aprender magia bueno eso era antes de que se arruinara todo-comentó decaída.
-Veo que ese tal Pelos es alguien sumamente horrible. Por ahora preocúpate por adaptarte en este sitio. Yo quisiera ayudarte en lo que necesites, se ve que eres una buena chica-vió como su expresión cambio a una más alegre, eso la hacía sentir mejor-por ahora vamos comer un poco que hay muchas cosas por hacer.
Así empezó una interesante amistad entre la humana Edalyn Clawthorne y la bruja Luz Noceda. Ella le enseñó muchas cosas que estaban en su alcance a la pequeña bruja que pronto se relacionará con humanos jóvenes y debe de aparentar que es uno mientras descubre como volver a su hogar. Una aventura para una joven bruja le aguarda.
Esta historia continuará...
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