OO5
CAPÍTULO CINCO
JiMin estaba convencido que a la extranjera le sería una ardua tarea poder adaptarse al mundo humano con sus reglas éticas. Le había prohibido el uso de magia, trato de enseñarle cuestiones básicas para no parecer una tonta e intentó mostrarle cómo hacer un amigo sin causar un escándalo, aunque aceptaba el hecho de que le resultaría difícil, después de todo a él también le parecía complicado hacer amistades, no era muy bueno socializando, apenas tenía un par de amigos en la escuela. Pero, como un golpe a su enorme ego, hizo todo lo contrario a lo que pensaba. El primer día de clases, Bora Lee ya era una celebridad entre los alumnos, todos la conocían como la chica nueva genial que era colorida y podía maquillar fácilmente en un abrir y cerrar de ojos a cualquier chica -o chico, sin juzgar-. Fue inútil que se preocupara por ella, podía sola con su creciente popularidad.
Pasada una semana, al sentarse en su pupitre apenas llegaban, las cartas caían de la mesa por su gran cantidad, eran más de cien confesiones de amor junto a chocolates o fotos. ¡Ella es realmente popular!
Compartir pupitre nunca fue tan malo.
—No lo entiendo. —sentándose a su lado, dejó caer la cabeza entre todas esas tarjetas— ¿Cómo lo hiciste?
—Supongo que soy encantadora. —alzó los hombros— ¿A ti nunca te pasó?
—¡Claro que no! Nunca he tenido novia, creo que no le gusto a nadie...
—Pero a ti si te gusta alguien, ¿No? —con una velocidad nunca antes vista, el castaño subió la cabeza, estaba rojo porque descubrió su secreto más obvio— No eres muy discreto, te puedo leer como un libro abierto.
—Puff, a mi no me gusta nadie... —sus ojos se deslizaron por el salón aún vacío— ¿Crees que a ella le gustó? —e igual a un gato con sus pupilas dilatadas la observó en busca de una respuesta que lo haga sentir mejor.
—No. —negó, tal vez busco confort en la persona equivocada— Pero yo puedo ayudarte a que eso cambie.
—¿Cómo?
Bora Lee sonrió, y con un chasquido, habían aparecido tres frascos con líquidos extraños en su interior y uno vacío en el centro. Llevaba una enorme sonrisa en sus labios a medida que tomaba cada botella y vertía un poco del interior adentro, aunque el castaño hacía preguntas extenuantes en su creciente curiosidad, ella se limitaba a hacer su tarea. Era un truco que aprendió con su molesta profesora de 'pociones' era una mujer entre cuarenta o cien años, la cual era... un poco bastante amargada en sus clases personales. La maestra Yin Han le había dado un libro que pasó de generaciones en generaciones en la familia real, su madre obtuvo trucos de allí, y escribió algunos otros en sus interminables páginas. Ella como heredera, debía hacer lo mismo. Y capaz hoy sea el día.
Con un suspiro, vertió lo último antes que el frasco ahora lleno largaba una pequeña erupción de humo en forma de corazón.
JiMin boquiabierto no lo podía creer. ¡Un corazón en el aire!
—¿Qué es eso?
—Una pócima del amor.
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