CAPÍTULO CATORCE

Bora Lee acaba de descubrir un nuevo pasatiempo bastante entretenido, uno que en su universo es incapaz de hacer.

La actuación tiene sus complicaciones, aunque también es extremadamente gratificante, le fascina poder experimentar todo eso, en especial porque en su reino no hay una escuela donde anualmente pueda tener la oportunidad de pretender ser alguien más y recibir aplausos por ello. Como es una única oportunidad en su vida, decidió que debía esforzarse el doble para hacerlo bien. Pese a la actitud molesta de JiMin al principio, él se había vuelto sumiso ante sus insistentes ganas de actuar.

La sala de teatro se había llenado de jóvenes aficionados, todos tratando de practicar sus líneas antes del gran día.

En medio del caos, TaeHyung ríe estrepitosamente mientras observaba su amigo con un vestido lila y una peluca más larga que la cara de la Profesora Min.

— Silencio… —pidió la delegada SooJin— Silencio, por favor…

— ¡Callense todos! —Bora Lee exclamó, de pie sobre una mesa. De un segundo a otro, el salón quedó en completo silencio y todas las miradas estaban sobre ella, quien utiliza un traje de príncipe con su cabello amarrado en un moño alto— La delgada quiere hablar, dejen de comportarse como unos aficionados y sean profesionales. ¡En menos de una semana tenemos que actuar! Y por supuesto, quiero que todo sea perfecto, me esforcé mucho en mí disfraz. —se cruzó de brazos— Delgada, te escuchamos.

— Muchas gracias. Pero es ‘delegada’. —suspiró la chica— Decía, la próxima semana será la obra y como todos saben, la clase que de la mejor actividad recibirá un cupón para hacer un picnic todos juntos con carne incluida. Así que espero nos podamos esforzar…

— ¡Un picnic todos juntos que maravilloso! —la energética voz de la princesa retumbó por las cuatro paredes— Si ganamos, yo invito las bebidas.

— ¡Si! —cuando los aplausos comenzaron, JiMin y SooJin dieron un enorme suspiro.

( … )

En su vida de princesa, la aprendiz de bruja había leído muchos libros acerca de la vida de los humanos, donde se detalla su afición al entretenimiento. A diferencia de su reino, ellos no usan a duendes del bosque para verlos hacer payasadas, usan lo que se conoce como ‘televisión’ una caja donde los humanos deciden permanecer atrapados para reproducir información, o actuaciones. ¡Simplemente maravilloso! Desde su primer día en aquella dimensión, no ha parado de ver las mismas series románticas que su cuidadora, la madre de JiMin.

Gracias a eso conoció la película que debe interpretar en el escenario.

Rapunzel.

Y piensa en lo bien que lucirá JiMin en ese vestido violeta que ha estado preparando para él.

Sentadas en el sofá de la sala, escuchan unos pasos bajar de la escalera que da al segundo piso. El castaño baja con su libreto en la mano.

— Bora Lee, aún no hemos ensayado nuestras líneas. ¿Cuándo piensas hacerlo? —se posicionó frente a la televisión de brazos cruzados— Te la pasas viendo películas románticas con mí madre, no está bien.

— Tranquilo, tengo todo solucionado. —dijo, y chasqueó los dedos. Su libro de hechizos cayó entre sus manos como una aparente solución— Puedo memorizar cualquier texto en tan solo segundos con este hechizo, lo practique toda la noche.

JiMin niega.

— El tiempo que tardaste practicando ese hechizo podrías haberlo usado en aprender tus líneas, como alguien normal haría.

— Pero Bora Lee no es alguien normal, eso la vuelve tan extraordinaria. —su madre se levanta del sofá— ¿Deseas tomar té?

Vive en una casa con locos, de eso está seguro.