16.

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“No llores por mí”
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Nico di Angelo Pov.

Tengo un sabor amargo en la boca mientras conduzco a mi Penthouse, no puedo dejar de ver los ojos jade de Chiara llenos de lágrimas, sus súplicas instaladas en el fondo de mis oídos y finalmente su retirada lamentable.

— Dioses, sí que lloró mucho.— Exhala Will con la vista fija en la carretera, apoyando en el marco de la ventanilla del auto. Mi estómago cae al suelo y necesito detener el auto.—¿Por qué detienes el auto? ¿Nico?

Me detengo aún lado de la carretera y salgo del auto de inmediato. Empiezo a caminar en círculos en el césped.

— ¿Nico?— Will baja del auto rápidamente —¿Estás bien?

— No creí que lloraría tanto— Me froto el rostro hasta que mi piel se pone roja— Tú dijiste que ella lo entendería.— Exclamó exaltado.

Los hombros de Will caen, me mira impaciente como si pensara que todas mis preocupaciones fueran tontas.

— Bueno, por cómo la describiste pensé que sería más comprensiva— Exclama Wil con calma, tratando de hacerme sentir mejor.— Quizás sea homofóbica, dijiste qué era católica ¿No? Puede que esté decepcionada consigo misma o algo por el estilo por no haberte «Curado» después verle las tetas.— Dice usando un tono burlón, tratando de bromear conmigo.

Pero no me río. No es divertido

Mis pasos se detienen y lo miro. Algo roe lo más profundo de mi corazón. Si no se tratara de Will, probablemente lo habría golpeado en la nariz.

Aún tengo esa fuerte sensación en el pecho que me obliga a defender de forma instintiva sobre todo cuando lo que dicen no es para nada cierto.

— Le rompí el corazón Will — Digo entre dientes —¿Acaso te cuesta tanto creer que alguien me amará aparte de ti?— Le cuestionó ofendido y molesto.

El rubio abre y cierra la boca tratando de articular una respuesta, nervioso.

— Yo no dije eso…— Alarga tratando de hacer control de daños y yo sigo caminando en círculos.— Sé que te sientes culpable, pero no deberías.— Me asegura con total confianza.

Niego con la cabeza y me llevo el cabello hacia atrás con las manos.

Me siento mal. Siento el pecho pesado.

Will se acerca y coloca sus manos en mis hombros, deteniendo mis pasos erráticos de golpe para que no sigue dando vuelta tras vuelta en círculos.

— Oye, puedes sentirte aliviado. Ya todo está resuelto, terminaste con ella y eso no es un crimen.— Me recuerda con serenidad—¿Te hubieras quedado con ella toda la vida por lástima?—Él me mira con sus suaves ojos azules.

El remordimiento me golpea.

— No quería lastimarla.— Susurro.

— Lo sé, eres una buena persona.—Dice Will con ternura y me da una pequeña sacudida juguetona—Ya todo terminó, así que podemos comenzar de nuevo.— Me asegura, sonriente.

Respiro profundo, tratando de calmar mi corazón agitado y doloroso.

— Sí, sí.— Asiento con la cabeza.

Volvemos al auto y el resto del camino Wil trata de levantarme el ánimo, aun así no puedo evitar sentirme culpable.

El viernes por la tarde cuando Chiara entro en la ducha para darse un baño y yo me quedé sentando en su cama empecé a recibir mensajes del grupo que compartimos los semidioses que participaron en la gran profecía.

Los siete semidioses, Reyna y yo.

Piper empezó a subir fotos en su mansión en los Ángeles junto a mi exnovio, ella me escribió un largo párrafo diciendo que el hijo de Apolo quería hablar conmigo y arreglas las cosas después de nuestra tormentosa ruptura que había tomado un vuelo de doce horas, cruzado un continente solo para verme y al menos debía de tomarme el tiempo de escucharlo.

Yo al principio estaba furioso, tanto con Piper como con Will, por lo que cuando Chiara salió del baño hice lo que suelo hacer usualmente y bloque el grupo entero, cómo cuando Leo se pone a documentar sus fiestas.

Pase el rato con Chiara y cene con su madre y hermanó menor.

A las 12 de la noche salí de la casa de Chiara y conduje hacia mí penthouse, cuando llegue me quite la chaqueta y los zapatos antes de acostarme en la cama para revisar mi teléfono.

Desbloqueo el grupo y todos mis amigos me habían enviado unos 20 mensajes cada uno para que no sea “rencoroso” y escuchará a Will.

Todos presionándome para que hable con él, para que lo escuche.

Después de leer el largo párrafo de Jason intentando convencerme de que fuera a los Ángeles California, no para qué lo perdonará, solo me pedía que lo escucharía y hablara con Will para “cerrar” ese capítulo de mi vida.

Después de todo había pasado toda mi adolescencia saliendo con Will.

Terminaron por convencerme.

Al final decidí que lo escucharía, le lanzaría un baso de agua en la cabeza y volvería a New York en la mañana.

Mientras conducía recibí una llamada de Hazel, y la contesté, colocándola en manos libres para no distraerme.

—¿En dónde estás?

— En la carretera — Respondí.

Hazel hizo un sonido de molestia.

—¿Enserio, iras a verlo?

— No pasará nada.— Le aseguro.

— ¿Hablaste con Chiara sobre esto? ¿Ella sabe que vas a conducir de 48 horas para ver a tu exnovio?— Me cuestionó con un tono sentencioso.

— Solo voy para escuchar disculpas, le contaré a Chiara cuando la vea— Digo con seguridad—Y es un viaje de 2 días y 16 horas, pero tomaré un “atajo” y llegaré en menos de 4 horas.—Bufo.

— Está mal. Es irrespetuoso con la relación que tienes actualmente.— Me advierte — Si le ocultas esto, ella tiene motivos para dejarte.— Exclama.

Resoplo.

— No te preocupes hermana, hablaré con Chiara.— Le aseguro firme.

Hazel se queda callada unos minutos.

— Eso espero.

Cuando llegue a la mansión de Piper en un barrio residencial donde viven las estrellas de Hollywood, Will estaba esperándome sentando en la acera. Él se acercó a mí y quiso abrazarme con cariño en cuanto baje del auto, pero lo detuve inmediato y no se lo permití.

Entramos en la mansión y hablamos en él airea de la piscina, por qué no quería entrar en la casa con él.

Al principio de la conversación estaba muy a la defensiva, pero dispuesto a escucharlo disculparse conmigo.

Los últimos meses de nuestra relación fueron una completa tortura.

No puedo culparlo por completo, por qué no soy una blanca paloma, pero el paso un año completo echándome la culpa de nuestros problemas por qué no quería mudarme con él a Europa.

Y al final me dio un ultimátum, me iba con él o terminábamos. Yo decidí quedarme y Will se molestó mucho.

Nuestra ruptura estuvo llena de gritos, insultos y algunos golpes.

Esa madrugada hablamos hasta el amanecer de las razones por las que terminamos de esta forma. Las veces en que peleamos y como las veces que fuimos felices eran muchas más. Will se disculpó conmigo y yo con él.

Entonces entre lágrimas me pidió otra oportunidad, por qué ya estaba a días de terminar la preparatoria, no había nada que me retuviera en este país.

— No puedo, estoy en una relación ahora.— Le respondo con solemnidad y Will me mira sorprendido.— Desde hace 5 meses con una buena chica.— Completo y la expresión del rubio se torna rápidamente a consternación.

—¿U-una chica? ¿Tú?— Jadea entre confundido y consternado.

Will siempre se identificó como alguien bisexual, así que era normal para mí escuchar que encontraba linda una que otra campista.

Pero yo nunca mostré interés alguno en las mujeres, así que entendía que estuviera tan sorprendido y confuso.

— Simplemente, sucedió.— Respondo.

Will niega con la cabeza.

— Pero si tú eres el más gay de los dos, nunca te interesaron las chicas. Nico lamentó que te haya afectado tanto la ruptura como para llevarte a esto.

Niego con la cabeza con la garganta cerrada por tal acusación.

— No es así, no estoy con ella por compromiso.— Murmuro.

— ¿Dices que no fue una relación de rebote? — Me cuestiona incrédulo y me toma de las manos, buscado mi mirada—¡Apenas terminamos tú te aferraste a la primera chica amable que se cruzó en tú caminó!—Brama.

— No, no, no— Niego rápidamente —Sucedió naturalmente…

— Tú no crees eso.— Dice Will en negación y sarcasmo.—Tú y yo nos prometimos estar juntos siempre— Me recuerda— ¿Crees que esa chica te conoce mejor que yo?—Me cuestiona exaltado—Estuvimos juntos durante años, no echemos todo eso la basura por un noviazgo de 5 meses.— Dice.

— Le juré que estaría con ell— Will me interrumpe de golpe.

— ¡Me juraste eso a mi primero!— Exclama exaltado.— Siete años, por siete años solo te gustaron los chicos, terminamos y solo ¡Y-y de pronto te empiezan a gustar las chicas!— Me explica con voz nerviosa.— ¡No me digas que no te parece extraño…!

Mi garganta se aprieta.

— No, no, no es así.— Balbuceó.

Will toma mi rostro y me obliga a mirarlo directamente a los ojos.

— ¿Crees ella que realmente podría amarte si te conociera de verdad? No te aceptaría como yo.— Exclama —Saldrá corriendo en cuanto las cosas se pongan feas.— Me asegura, serio.

Los rayos del sol bañaban cada parte de la casa cuando finalmente entendí que le debía esto a Wil. Pasamos años juntos, pasamos por cosas jodidas, él me apoyó en mis peores momentos y estuvo allí para mí en los felices.

Le debo otra oportunidad.

Nos debemos esto.

¿No?

Él quería que estuviéramos juntos y lo hiciéramos oficial de inmediato.

Cuando acepte darnos una segunda oportunidad intento besarme, pero le dije que no podía y que quería iniciar haciendo las cosas bien, y terminar lo que ya tenía con Chiara. No me sentía cómodo siéndole infiel, incluso ahora, prefería que todo acabase rápido por el bien de la hija de Hécate. Es buena y no se merecía que le fueran infiel.

Le dije que me dejara explicarle las cosas bien a Chiara y él aceptó con la condición de acompañarme, por qué él quería asegurarse de que no pasará “nada romántico” entre nosotros.

Piper nos recibió en la mansión con galletas y leche con chocolate, feliz por haber unido a una pareja.

Después me acompañó a la casa de Chiara y se quedó en el auto mientras yo hablaba con ella. Apenas me subí al auto después de terminar con ella, me arrepentí de inmediato por mostrarle esa parte vulnerable de Chiara.

Debí hablar con ella en privado y planear mejor lo que iba a decir para amortiguar el dolor del golpe.

Los primeros días juntos fueron fantásticos, como antes de que Will fuera aceptado en una prestigiosa universidad en Inglaterra. Sentí que había hecho lo correcto, después de todo la inocencia y desinterés del primer amor es algo que nunca vuelves a encontrar en la vida.

Mis amigos más cercanos y mi novio me acompañaron y a mi graduación y me hablaron de lo felices que estaban de que me hubiera podido arreglar la relación y vuelto a ser como antes.

Les pedí que no publicarán nada sobre la graduación y todos me aseguraron que no lo harían.

No quería que Chiara viera las fotos.

En realidad estaba planeando no ir al campamento este año con Will, pues no quería mortificarla aún más.

No importa la cantidad de veces que dijera que no quería ir, termine por ser arrastrado por mis amigos y mi novio. Ellos querían pasar un último gran verano antes de que me fuera y rememorar los buenos tiempos.

Y no tuve una excusa válida para negarme por qué… Ellos no sabían sobre Chiara ¿Para qué decirles? Ya habíamos terminado por completo.

La única que sabía era Hazel y aunque fue a mi graduación, no me dirijo la palabra, ni me miró.

(...)

Cuando llegue al campamento debo admitir que estaba un poco ansioso por encontrarme con Chiara. Estaba listo para qué me lanzará un peine o me echará una malteada encima en cuanto me viera. Sabía que no estaría para nada feliz cuando me apareciera con Will y no podría culparla si hacia un escándalo frente a todos, ella no es el tipo que hace esas cosas, pero debo admitir que la situación la justificaría.

Chiara es una bruja y recuerdo que una vez me contó entre risas que una de sus hermanas le había “quitado” con magia las bolas a su exnovio y las tenía en frasco en su habitación.

Paso una hora, luego dos, luego un día, pero no me encontré con Chiara ni una sola vez. Rápidamente, me di cuenta de que no había venido.

Eso me sentó como un golpe en el estómago. Quería pensar que tenía mejores cosas que hacer tratando de escoger universidad, pero sabía que probablemente aún estaba triste.

Ella no asistió, pero sus hermanos mestizos sí. Y ellos me miran como si quisieran arrancarme la cabeza.

Primero parecían sorprendidos y confundido al verme llegar con Will de la mano y al día siguiente tenía al aquelarre completo queriendo lanzar maldiciones en mi contra. Y quizás en otro momento los habría enfrentado, pero en esta ocasión me lo merecía.

— Hay que hacer canotaje todos juntos, será divertido.— Exclamó Jason y paso un brazo por encima de mis hombros mientras caminábamos hacia el comedor. Me miró burlón.—Y tú no puedes decir que no— Asegura—Sé que harás lo que Will quiera.

Ahogó una risa amarga

— El canotaje suena bien.— Will lo alienta, siguiéndole el juego.

— Perfecto.— Exclamó Piper.

— Yo seré tu motor Annabeth— Le Susurra Percy a su novia.— Obvio vamos a ganar.— Exclamó alegre.

Annabeth sonrió enternecida y lo abrazo por la espalda.

— Claro que ganaremos.— Afirma.

— Buuuh.— Leo nos abuchea.— Abajo las parejas acarameladas, wakala.

Cómo único soltero del grupo, Leo no estaba demasiado contento de volver a ser el único perro sin hueso.

Según él.

Hazel y Frank también caminan con nosotros, pero apenas hablan.

Nuestras voces se ven ahogadas por el sonido de una colmena zumbando, es un conjunto de cuchicheos y risitas. A unos metros de nosotros hay un gran grupo de semidioses viendo el tablero de actividades en dónde Quiron suele anunciar los juegos de guerra como si fuera un Televisor o un teléfono.

Eso llama la atención del grupo, así que nos acercamos para ver qué era eso tan interesante que veían.

Cuando nos abrimos paso entre el tumulto de mestizos supimos el porqué; Supongo que no puedo huir.

Se me cayó el alma a los pies.

De pronto las voces a mi alrededor se detuvieron y sentí que todos estaban mirándome. Y como carajos no. Debe haber tres docenas de fotos mías con Chiara pegadas por todos lados. Es tan escalofriante como perturbador, por qué apenas tenemos fotos juntos.

Yo le tomé fotos a Chiara, muchas, pero apenas unos cuatro juntos.

Estas fotos habían sido tomadas por alguien más, lo suficientemente lejos como para que ninguno de los dos no nos diéramos cuenta. Como si alguien nos hubiera estado espiando.

Desde el primer momento.

Básicamente, es un recorrido de la vergüenza de como persigue a Chiara durante meses. Esperándola fuera de su escuela con flores, yendo a trabajar sin sueldo a la florería solo para estar cerca de ella, acompañándola a llevar a su hermano al parque. Los abrazos, los besos, cuando tomaba su mano al caminar juntos, nuestras citas…

Mirándola como si fuera la única persona en el mundo para mí.

En todas se nota a leguas que la estoy persiguiendo, que soy yo quien tira de ella, quien la espera y la busca.

Todo estaba allí. Documentado.

Y en el centro y con la fecha de hace una semana está nuestra ruptura. En la foto Chiara me mira desde abajo, su rostro lleno de dolor, sonrojada y sus ojos cristalizados por las lágrimas. La forma en que se sostiene el pecho y se repliega sobre sí misma, más pequeña y llorosa es casi devastador. Y yo estoy allí, luciendo indiferente y frío.

¿Por qué me veo así? ¿Realmente fui tan frío con Chiara? Solo quería terminar todo lo más rápido posible para que ella pudiera superarlo.

Mi estómago se revuelve y siento el ácido subir a mi paladar. Empiezo a sudar frío, como si mi alma quisiera escaparse de mi cuerpo. Tembloroso.

— Ay, coño.— Alguien me empuja tan fuerte que casi me derriba.

Es Marie, la líder de la cabaña de Hécate. Ella quita todas las fotos rápidamente y las tira al suelo, al desparramarse arden en llamas.

—¿¡Que están viendo!? ¡Váyanse…!— Grito Marie totalmente furiosa.

Los mestizos empiezan a dispersarse rápidamente por qué nadie quiere meterse con la cabaña de Hécate.

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El desayuno se siente particularmente pesado el día de hoy, el aire se siente denso y pegado a nuestro alrededor.

Para este punto todo el campamento mestizo sabe exactamente lo que pasó o al menos tienen sus teorías sobre lo que sucedió entre nosotros. Creo que será el tema de debate por semanas.

La mesa de Hades está más callada que el resto, que cuchichean, se ríen y murmuran sobre nosotros. Nisiquiera estamos comiendo, sentados mirando la comida en completo silencio. Will es el único que no parece afectado.

Supongo que mis amigos esperan una explicación, pero tengo la lengua echa un nudo y ni siquiera puedo respirar.

— ¿Chiara? ¿Es broma? ¿Chiara la novia de James?— Me cuestiona Leo y noto que está molesto y exaltado.

Bueno, hace tiempo que no es novia de James, pero tengo un nudo en la garganta y no puedo responderle.

Creo que el moreno entiende todo con solo una mirada de mi parte.

— ¿Hiciste que terminarán?— Me cuestiona entre risas amargas.— No te atrevas a decir que fuiste el cuerno, sé que Chiara es una buena persona.

Esta conversación es unilateral, pero Leo parece meterse en los recovecos de mi alma y sacar la verdad.

— No fue así.— Gruñó por lo bajo.

— ¿Así? ¿Y como fue?— Me cuestiona con una voz llena de sarcasmo.

— ¿Por qué importa eso?— Pregunta Will interrumpiendo la conversación.

La mesa vuelve a quedar en silencio.

— Chiara y yo somos amigos— Le responde de forma pasiva agresiva y luego me mira fijamente—Y no sabía que te habías pegado a ella como un maldito vampiro. Si lo hubiera sabido, le hubiera dicho que se alejara de ti.

Algo hierve en mi pecho.

¿Y desde cuándo son tan amigos? Chiara nunca me lo menciono.

— Simplemente, salimos por unos meses, no fue nada serio— Le susurro agresivo, excusándome aunque sé que es mentira. Estoy mareado—¿Por qué haces tanto escándalo?— Gruñó.

— ¿Por qué no mejor nos tomamos un momento y nos calmamos? ¿Eh?— Pregunta el hijo de Júpiter.

— No, no, no— Leo me señala con su dedo acusador.— Si yo no le digo nada entonces nadie va a señalarlo. Tú eres su felpudo, así que no espero que seas parcial.— Arremete contra Jason.

Jason jadea ofendido.

— ¡Vete al diablo, a ti que te importa lo que haga…!— Le gritó molesto.

— ¿Por qué estás tan a la defensiva si no hiciste nada malo? ¿Por qué Chiara no está en el campamento mestizo? — Pregunta Leo receloso, inclinándose.

La conversación se interrumpe con el sonido de una silla siendo arrastrada.

Hazel se levantó y se fue.

Frank hizo lo mismo casi al instante, siguiendo rápidamente a su novia.

Eso acaba la discusión.

Por la noche encuentro a mi hermana menor empacando sus cosas. Durante todo el día estuvo ignorándome, pero ahora parece que está lista para irse.

—¿En serio estás molesta por esto?— Le cuestionó incrédulo—¿Te pones del lado de una extraña? ¿En lugar de mí?

Hazel se detiene.

— No hay lados aquí.

— ¿Si no estás molesta por qué me estás abandonando?— Pregunto y no puedo evitar sonar destrozado.

— Estoy decepcionada.— Hazel se gira y me mira, relamiendo sus labios para contener las lágrimas.— No sabía que podías ser tan cruel.— Dice y su voz ya aguda se quiebra aún más.

Se me escapa una risa llorosa por qué creo que me estoy volviendo loco.

— ¡No la engañé! ¡Termine con ella antes de estar con Will…!— Trato de defenderme, con voz ronca.

— ¡Entonces porque le dices a nuestros amigos que no era nada serio! — Me grita enojada.— ¡Me hiciste sentarme a comer con ella!

— ¡No sabía que las cosas iban a terminar así!— Balbuceó.

— Si estabas interesado en ampliar tus horizontes, había miles de chicas allá fuera queriendo una relación sin compromiso.— Me regaña furiosa—¿Crees que no vi el anillo de promesa en su dedo? Te metiste con una chica religiosa, sabías perfectamente lo que eso significaba. Lo que significa para mí.— Su voz tiembla.— Viniste a mí y me la presentaste como tu prometida.— Hazel se frota el rostro —¡Cuando me llamo preguntando por ti tuve que mentirle! ¡Eso me hizo sentir sucia!

Hazel viene de otra época, igual que yo, pero ella aún conserva parte de su religión y sé que está esperando llegar al matrimonio siendo “pura”.

Mi respiración se agita y siento las lágrimas tibias caer por mis mejillas, trató de no llorar, pero no puedo.

— Estás siendo muy dura conmigo.

— Sí, yo también lo pensé.— Dice con voz temblorosa.— Pero luego vi que tienes ese maldito anillo de promesa en tu armario.— Sus ojos dorados se llenan de lágrimas y me mira como si no me reconociera — ¿Es tu trofeo? ¿Te sientes orgulloso?— Pregunta.

Niego con la cabeza, avergonzada.

Para este punto no puedo parar de sollozar sintiendo como la peor escoria de la humanidad.

—Si un chico me hubiera llevado a la cama con falsas promesas de amor y un futuro juntos ¿Cómo te sentirías?— Me cuestiona con voz entrecorta.

La culpa cae sobre mis hombros como una avalancha. Recordando las veces en las que Chiara me dijo que quería estar solo con el hombre con el que se casaría. Y yo le aseguré que era yo.

Hazel toma sus cosas y se va.

A la mañana siguiente los chicos preguntan por ella y Frank, no digo nada, pero llegan a la conclusión de que discutimos y ellos se fueron.

Holaaa chicas y chicos

Espero que les haya gustado el capítulo y la explicación desde el punto de vista de Nico. No tiene justificación, es tal cual paso, Pero recordemos que es un adolescente y no tenía un apego saludable por su anterior relación.

Simplemente creo que fue arrastrando por la situación.

Al menos no le fue infiel a Chiara, supongo.

El tipo de fotos que vio todo el campamento mestizo.

Ya yo sé los había advertido y ustedes me dieron luz verde:


Bye bye.

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