Sangre
" Los niños lloraban sin control, ¿Quién no lo haría?. Apenas tenían entre 5 a 7 años de edad, alejados de sus padres y algunos muertos en el proceso de haber querido protegerlos, lloraban desconsolados, rogando por un abrazo de su madre, suplicando que no les hicieran daño, que les dejarán irse, pero no eran escuchados.
Estaban situados cerca del claro del centro del bosque, ocultos y resguardados. Distintas brujas iban y venían, preparándose para el ritual, alistando la piedra grande, no muy gruesa y lisa con cadenas que iría justo en el centro, dónde se llevaría a cabo el sacrificio de todos esos inocentes. Pulían y limpiaban bien aquella daga de color negro ceniza, maldita, con la que arrebatarían vidas.
- ¡¡SILENCIO!!.- Gritó Dryna, fuerte para que todos la escucharan.
Estaba harta de los lloriqueos incesantes de aquellos mocosos, que no dejaban de balbucear cosas sin sentido y carentes de importancia.
- ¡¡CÁLLENSE YA, MALDITOS BASTARDOS!!.- volvió a gritar, puesto que aún había niños pequeños que lloraban.
Los sollozos cesaron, más por miedo que por otra cosa. Alcanzó a notar que uno de esos pequeños se horinó en sus pantalones y temblaba del miedo, parecía ser que tenía apenas 5 años.
- Maldito miedoso....- murmuro con desagrado y una mueca de asco.
Aún se podían notar lágrimas que escurrían por su pequeño y regordete rostro.
- ¡Pacífica! .- llamó, y de inmediato la rubia se hizo presente.
- limpiale .- dijo, no, ordeno con algo de asco la peli-plata.
- ¿por qué debo ser yo?.- pregunto enojada la rubia.
- por qué yo lo ordeno, aparte, eres como mi mano izquierda.- hizo un ademán de restarle importancia al asunto.
Pacífica Noroeste, hija única de una de las más prestigiosas familias del pueblo. Empezó a interesarse y prácticar artes oscuras a los 12 años de edad, sus padres nunca se dieron cuenta, como era de esperarse. Se unió a ella cuándo la chica tenía apróximadamente unos 14 años de edad, desde entonces formo parte de todo en torno a ella.
Con notable desagrado, la rubia tomo al niño e hizo lo que se le pidió, mientras Dryna se retiraba del lugar, aún tenía cosas que hacer.
📜📜
La peli-negra tomaba de la mano a la pequeña Laura y emprendían viaje, veían como sus figuras se hacían cada vez más lejanas.
Mabel se mordía las uñas con nerviosismo, indicio claro de su preocupación, ya que se encariño con aquella niña pelirroja.
Todos entraron a la casa, Akra seguía sentada en el sofá, traía puesto un vestido blanco que le hubiera sentado bien, si no hubiese estado roto y lleno de algunas manchas de sangre, su pelo rojizo estaba revuelto y en sus brazos habían algunos rasguños y manchas de lodo, claro indicio de que estuvo siendo perseguida, y mientras trataba de huir resbalo o tropezo y cayó en alguna zona de lodo.
- ¿estas bien? .- hablo Mabel.
- sí...creo, no me duele mucho, pero igual.- dijo.
- ¿que fue lo que te paso, Akra?.- hablo Dipper, un poco preocupado.
- unas brujas de arte negra, me perseguían y linchaban, las brujas blancas y negras nunca se llevaron bien, a decir verdad....-respondió.
- ¿te las topaste y te lincharon?.- cuestiono Mabel.
- me las tope en medio de un ritual que desconozco, fue por error, y por alguna razón estaban muy agresivas y se lanzaron a atacarme, y no me quedo de otra más que huir.- aclaro.
El rubio solo asintió, no tenía ganas de hablar.
- ¿te arrojaron piedras? .- pregunto el castaño notando el golpe detrás de su nuca, aún sangrante.
Mabel se retiro y fue por vendajes para ayudar a curar a la pelirroja.
- no; ellas no....solo lanzaban hechizos.- rió levemente y se acomodo mejor en su asiento.- en mi camino hacía aquí, me tope con un pequeño grupo de personas, gente del pueblo, vieron la sangre y lo malinterpretaron todo, me atrevo a pensar, que habían pensado que había atacado a alguien, ya saben como son con estos temas....- finalizó.
Mabel llego con algunos vendajes, un pequeño trapo y algo de agua para poder curarle un poco.
-Gracias .- agradeció Akra por las buenas intenciones de la hermana mayor de los Pines.
Mabel solo le respondió con una ligera sonrisa.
Dipper solo suspiro, mirando de reojo a el rubio, que se mantenía con la cabeza baja.
- Estan algo callados, ¿paso algo interesante de lo que no me he enterado? .- preguntó Akra, pues le extrañaba no percibir esa alegría abundante que siempre había en los gemelos.
- muchas cosas....-murmuro Dipper.
- De hecho, esta vida se ha vuelto un poco loca .- rió la castaña seguido de haber dicho esas palabras.
- de cabeza.- se unió Dipper y rió después.
Bill sonrió leve, le encantaba la risa del castaño, pero no solo eso, no, le encantaba todo de él.
Akra rió igual.
- algo me dice que las cosas se pondrán un poco difíciles durante este tiempo .- mencionó, con un pequeño tono de preocupación.
- lo harán, créeme.- respondió el castaño algo desanimado, pero con esa peculiar vida en su voz que le caracterizaba tanto.
Después de un rato, la mayor de los Pines había terminado de poner un vendaje en la cabeza de Akra, a causa del golpe y hablaban animadamente, de cosas cualquiera, consiguiendo así, una agradable calidez. El rubio se encontraba afuera, perdido en sus pensamientos, y Dipper arreglaba un poco la alcoba dónde dormían su hermana y él.
- entonces....¿no te gusta nadie, nadie? .- le cuestionó Akra a Mabel.
- a ver, gustar para algo serio no. ¿Por qué?, ¿te me estas insinuando? .- dijo algo burlona la castaña para enseguida echarse a reir un poco.
- no .- Akra también rió.- yo solo preguntaba, mera curiosidad.
- tienes curiosidad de cosas raras, ¿qué me dices de ti? .- pregunto la mayor de los Pines.
- no, aún no hay nadie y dudo que lo haya, yo no nací para nadie, y nadie nació para mí .- respondió con algo de pesadez la pelirroja.
- eso debe ser...algo, abrumante .- comentó Mabel.
- lo es.- sonrió de medio lado.- ¿y qué hay de tu hermanito?
- ay, bueno, él ya es otra cosa, peor que una mujer.-rió un poco.- aún que aquí entre nos, siento que tiene algo, no, mucha química con Bill .- le susurró para después sonreir con satisfacción.
Akra se carcajeo.
- seguro, eso ya lo note, igual que note su increíble tensión sexual, me asfixian .- dijo algo dramática.
Mabel se echo a reir fuertemente, tanto que sus carcajadas resonaban en todo el lugar, después de un pequeño rato Akra se le unió, riendo las dos juntas, como amigas de toda la vida, como si no tuvieran diferencias y no tuvieran que lidiar con grandes problemas fuera de esa maravillosa burbuja de felicidad momentánea en la que estaban perdidamente sumidas, de dónde ninguna de los dos quería salir, queriendo que esos momentos durarán para toda la eternidad.
El menor de los Pines había terminado de arreglar un poco la habitación y recargar algunas armas, suspiro y vio por la ventana que estaba ahí, observo al rubio, ya llevaba como tres horas ahí afuera, y le preocupaba en verdad lo que pudiera estar pasando por su cabeza.
Negó levemente con su cabeza, ¿por qué le preocupaba tanto?, ¿por qué tenía que preocuparse por ese...ese....?, ¡ni si quiera le podía insultar con verdadero desagrado en su cabeza!. Suspiro frustrado y se sentó en su cama.
¿Qué sentía realmente?, ¿que sentía realmente al perderse en esos ojos, en esos labios, en esa sonrisa arrogante...?, ¿qué rayos estaba pensando?.
Se acostó en su cama, cubrió con un brazo sus ojos y el otro lo reposo en su estómago.
La Luna Roja estaba cerca, él lo sentía, tan abrumadoramente, que algo malo pasaría, pero aún sin saber exactamente el qué."
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Tarde mucho; lo siento u.ur.
Ahora tengo cosas que hacer, pero intentaré publicar el siguiente este mismo día(?.
Este capítulo va dedicado a: Luna_illuminati
Ahora no me vas a poder pegar con la chancla e.er.
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