Dernière Danse

" oh ma douce souffrance,
Pourquol s'acharner tu r'commence

(oh mi dulce tormento,
No tiene sentido en la lucha, comienza de nuevo)























La pelirroja deambulaba por la cabaña, urgaba, husmeaba y tocaba todo lo que había a su alcance, tenía curiosidad.
Sus delgados dedos pasaron suave por los títulos de aquellos libros acomodados en la repisa, sin encontrar nada que le llamara verdaderamente la atención.
Suspiro con pesadez y se alejo un poco, observando la habitación dónde se encontraba, sus ojos se movian curiosos e impacientes, hasta que algo capto toda su atención, se acerco a paso lento, sus zapatos apenas y hacían ruido, su pelo se balanceaba muy levemente y su mirada bicolor no se despega del lugar.
Era una especie de cajón oculto, en un fino mueble de madera de pino tallado, el cual se hacía pasar por una parte más del escritorio, pero que para ella fue fácil captarlo.
Lo tomo e intento abrirlo, no funcionó, estaba sellado.
Volteo hacia atrás, cerciorándose de que nadie le viese y le atrapara en mitad de una, posible invasión de privacidad. Regreso su vista a su objetivo, aquel misterioso cajón, cerro los ojos y tomo un poco de aire, en su mano derecha, con la cual estaba tomando el cajón, una luz blanca y radiante se hizo presente, duro así un rato, después se desvaneció, tal y como apareció.
Volteo fugaz y abrió lentamente el cajón, adentro había una pequeña caja. Era aterciopelada, de un color azul marino hermoso, y con un tallado dorado con cuatro nombres:












Stanford Pines.        Dipper Pines.

Stanley Pines.          Mabel Pines.














Eso removió más su insana curiosidad, acaricio la cajita, el tacto contra su piel era suave, suspiro. Un ruido se escucho en una habitación, algo cayendo. Calló unos momentos y decidió hacer oídos sordos, entonces lenta y delicadamente abrió aquella cajita misteriosa.

Era un collar dorado en forma de corazón, era de oro, y tenía un tallado pequeño y borroso, lo saco con cuidado y lo puso al frente de ella, tomo el final de éste y apretó un pequeño botón que había en el corazón de oro, y solo había la mitad de una foto en una de las dos partes, al parecer de una mujer castaña y brillante sonrisa, se veía borrosa y parecía haber sido rescatada de un incendio.

- Luna Blanca....-susurro mientras observaba atenta la foto.


Dirigió su mirada a la otra foto, la cual era de dos gemelos, uno con lentes y algo delgado, con seis dedos, el otro con pelo corto y bastante musculo, ella pensó que lo más probable es que fueran Stanford y Stanley, tendría que averiguar que tenían que ver ellos con Dipper y Mabel. Cerro el corazón y con bastante cuidado lo regreso a su lugar inicial, cerro la cajita y la puso en su lugar y después cerro el cajón, tal y como estaba al principio, suspirando levemente al ya haberlo hecho.























Je ne suis qu'un ètre sans importance
Sans lui je suis un peu "paro"
Je déambule seule dans le metro



(Soy más que un ser sin sentido
sin él, estoy un poco preocupado
Pasear sola en el metro)













- Basta .- apenas pudo hablar el castaño entre besos.

El rubio paro y pego su frente contra la de el menor.

- Perdón .- susurro, sin dejar de ver a esos hermosos ojos castaños que tanto empezo a adorar en algún punto perdido.

Tal vez se habían pasado un poco, inclusive un jarrón había caído, ambos estaban despeinados, un buen rato habían pasado de esa manera, ni pensar que todo comenzó con una simple charla.

Un pequeño rato paso, mientras intentaban regular un poco sus respiraciones, dónde sus ojos eran incapaces de despegarse el uno del otro.

- Mabel .- murmuró el castaño después de haber pensado un rato, no debió dejarle salir.

Los momentos eran muy peligrosos ahora, y de igual manera, ella no tardaría demasiado, estaba empezando a preocuparse.

- tu hermana...¿dónde esta?.- preguntó Bill.

- fue...no lo sé, a pasear, no le pregunte con quién o cuánto tiempo.- respondió frustrado y con algo de culpa el menor de los Pines.

- ¿y si la buscamos? .- propuso el rubio.

El castaño apretó leve los labios y le dio de respuesta un asentimiento de cabeza.



















Une Derniére Danse

Pour oblier ma peine immense

(Un Último Baile

Olvidar mi gran miseria)
















La mayor de los Pines se encontraba tirada entre las hojas secas del otoño de los árboles, un brazo de cada lado, sus piernas juntas, sus ojos castaños cerrados y un poco de sangre en su nuca por el reciente golpe, su cabello se camuflaba tan perfectamente entre las hojas que te quedarías observándole un buen rato.

¿Saben que era lo peor de todo?.

Que aún así, a pesar de su cabello revuelto, ese moretón en su pómulo derecho, su ropa desaliñada y la sangre en su nuca, se veía igual de hermosa que siempre.


O al menos eso era lo que pensaba la rubia, mientras, casi sentada en aquella tierra, le observaba, con envidia, odio y ¿admiración?. Gruño leve y cerro sus ojos unos segundos.














Je veux m'enfuir, que tout recommence

Oh ma douce souffrance

(Quiero escapar, todo para empezar de nuevo

Oh mi dulce tormento)
















Unos pasos se escucharon avanzar, firmes, decididos, acercándose cada vez más a dónde ella yacía, se escuchaba el crujir de las hojas más cercano.
Abrió sus azules ojos y con apacible calma volteo hacia atrás, para toparse con aquella bruja peli-plata observando fijamente a la castaña inconsciente.


-Peculiar escencia.- hablo después de unos momentos de silencio.- podría servirme.-terminó.


La rubia le miro un rato más y bufo mientras regresaba su mirada hacía la castaña. Un suspiro escapo de sus labios.

- buen trabajo .- Dryna le felicitó con frialdad.

Pacífica rodo los ojos y se levanto.

- Gracias .- respondio en el mismo tono.

Se acerco un poco a la plateada sin dejar de ver a la mayor de los Pines.



- debemos movernos ya, esperó no se hayan dado cuenta aún de su ausencia.-comentó Pacífica.

- tienes razón. Dicen ser los mejores pero son tontos, e ingenuos .- dijo refiriéndose a los gemelos y a quienes les ayudaban.- como sus tíos abuelos .- rió sin pisca alguna de buenos sentimientos y empezó a caminar.

Pacífica solo se limito a hacer una pequeña mueca.


















Je remue le ciel, le jour, la nuit

Je danse avec le vent, la pluie

(Remueve el cielo, el día y la noche

Bailar con el viento, la lluvia)

















Bill, Dipper y Akra buscaban por algunas zonas del bosque, habían pasado ya horas y aún no encontraron ningún rastro de Mabel, todos estaban muy preocupados, el castaño más que todos los demás presentes, pues parecía que estaba a punto de tener un inremediable ataque de pánico.

- Tranquilizate Pino .- intentó calmar el rubio, también algo preocupado por su estado.


- ¿¡como pides que me tranquilize!? .- replico alterado.- ¡es mi hermana de quien estamos hablando!. Fui un tonto, no debí dejarle ir .- comentó culpable y suspiro con pesadez.

- es la décima vez que lo dices, para, no ganarás nada con eso.- dijo ya algo frustrada Akra.

Hubo unos momentos de silenció, dónde solo se escuchaban las pisadas y sus respiraciones.



















Un peu d'amour, un brin de miel

Et je danse, danse, danse, danse, danse, danse

(Un poco de amor, un filamento de la miel

Y bailar, bailar, bailar, bailar, bailar, bailar)






















- ¿que me dicen de ustedes? .- rompió el silencio el menor de los Pines.

- ¿nosotros? .- cuestiono el rubio.

- sí, ustedes.....¡por favor, estoy con un demonio y una bruja y no pueden encontrar a mi hermana.- se quejó.

- no, no la puedo encontrar, algo me bloquea .- habló la pelirroja en respuesta a su queja mirándole a los ojos.

- yo estoy deteriorado .- respondió el rubio con una mueca y un encogimiento de hombros.

Dipper suspiro y se tomo del puente de la nariz, frustrado y preocupado a sobre manera.

- será mejor volver a casa, ya ha caído la noche y es peligroso.- sugirió, casi ordeno Akra.

- esta bien.- se resigno el castaño.

-si estas cansado puedo cargarte como princesa .- propuso y sonrió coqueto el rubio.

- ni si te ocurra.

La pelirroja rió.

- oh....¿y de costalito? .- insistió Bill.

El castaño le fulminó con la mirada y solo eso bastó.

Ahora sus pasos se dirigían de vuelta a la cabaña.



















Et dans le bruit, je cours et j'air peur

Est-ce mon tour?

Vient la douleur...

(y en el ruido, corro y me da miedo

¿este es mi turno?

Aquí viene el dolor...)



























Akra fue en busca de un vaso de agua a la cocina, ya tenían un rato de haber llegado a la cabaña, debían admitir que les había cansado deambular por el bosque en busca de la mayor de los Pines, y no se habían dado cuenta de ello hasta ahora, por que, el castaño estaba ocupado con su preocupación y miedo, la pelirroja se concentraba solo en poder percibir algo de la castaña, y el rubio se ocupaba de mantener a su castaño a raya con su preocupación para que no llegase a atacarle, un posible ataque de pánico inminente.

El menor de los Pines estaba sentado junto a el rubio en el sillón, con su cabeza recargada en una de sus manos.


















Dans tout París, je m'abandonne

Et je m'envole, vole, vole, vole, vole

(En el París entero, yo abandono

Y lejos vuela, vuela, vuela, vuela)






















- No te preocupes Pino, estoy seguro de que ella esta bien.- le hablo el rubio.

El castaño se volteo a verlo, abrió leve su boca, pues iba a hablar, pero un golpe en sordo en el techo le detuvo de aquella acción.

Su mirada se dirigió hacia arriba, unos pasos se escucharon y el ruido de algo cayendo cerca de la puerta de entrada de la cabaña.

Se levanto precavido, de igual manera lo hizo el rubio, unos pequeños golpes en la puerta se dejaron escuchar. Dipper empezó a caminar, acercándose hacia la puerta, y con tortuosa lentitud fue abriendo la puerta mientras un pequeño rechinido se dejaba escuchar en el lugar.



















Que d'espérance...

Sur ce chemin en ton absence

(Nada más que esperanza...

En este camino en tu ausencia)




















Al momento de que la puerta se encontraba enteramente abierta, sus ojos castaños se toparon con unos morados brillantes.

Le extraño su visita, y por mera inercia volteo a ver a el rubio, el cual se acercó.






















J'ai beau trimer, sans toi ma vie n'est

Qu'un décor qui brille, vide de sens

(Intenta como puede ser, sin ti mi vida no es nada más
Que una decoración brillante sin sentido)


























-la tienen .- hablo Venus.

- ¿que? .- cuestiono el castaño con cierto temor.

-Dryna...la tiene....tiene a tu hermana.

Dipper trago un poco de saliva nervioso y con el temor y algo de rabia recorriendo todo su sistema circulatorio. No podía ser posible, no.

El rubio le abrazo por los hombros, dándole a entender que tenía su apoyo, mientras que Akra se asomaba por la cocina, pues había oído eso, lo cual explicaba muchas cosas desconcertantes.

El castaño apretó sus labios.


- tenemos que hacer algo.- dijo preocupado el menor de los Pines.

La de ojos morados asintió con su cabeza en acuerdo.


- claro que lo haremos.- sentenció la pelirroja saliendo de la cocina.

- sí .- término de afirmar el rubio.



- no les sera fácil .- les advirtió la peli-negra ya cruzada de brazos.






























Je remue le ciel, le jour, la nuit

Je danse avec le vent, la pluie

(Revuelve el cielo, el día, la noche

Bailar con el viento, la lluvia)"

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