『 Capítulo uno 』
ANNOYING STRANGER
De niño, cuando la vida era simple y la mayoría de cosas que ignoraba el mundo todavía no se había encargado de frotarlas en su cara de forma desagradable, su padre le contó sobre la estrella del deseo. Max lo recordaba más a menudo últimamente.
Se encuentra recostado contra la pared a las afueras de un establo. La madera que carga el peso de su cuerpo seguramente tiene astillas que se le clavarían en la piel si no fuera por las cinco capas de ropa que viste, se ve desgastada como sinónimo de la mala racha por la que pasa este país. A Max no le importa la presentación de las cosas de todas formas, lo que no quita que un baño público en las tabernas llenas de borrachos se vea mejor que todo el lugar.
En general, el pueblo es desagradable, puede apostar a que el resto del país también lo es; sin embargo, tiene un arma ilegal que entregar y no es como que los forajidos tengan las vidas más glamurosas. En contraste, el cielo nocturno que se expande sobre su cabeza es hermoso y despejado, lleno de estrellas resplandecientes en el cielo, Max señala algunas pidiendo metalmente que sea la estrella del deseo de la que su padre hablaba.
Su versión de hace cinco años se estaría riendo de él en este momento por creer algo tan estupido. Tiempos desesperados hacen que la credulidad crezca, supone.
⎯⎯¿Tú eres Cole Kearney? ⎯⎯Max escucha una voz gruesa a pesar de que no ve a nadie alrededor, mira a todas las direcciones posibles buscando al emisor⎯⎯Aquí abajo idiota.
Agacha la mirada encontrándose con dos ratas blancas. ¿Estos reudores que no miden mas de diez centimentros habían sido quiénes compraron un arma ilegal carísima del mercado negro? Bueno, quién era él para juzgar, siempre que paguen, no le importa si es el mismísimo Drácula en bata de baño.
⎯⎯¿Entonces eres Cole Kearney o no? ⎯⎯la rata más baja y de cabeza grande pide nuevamente.
Eso le recuerda lo mucho que odia su nombre falso de pandilla, debería pedirle a su jefe que lo cambie, aunque ya es algo tarde para ello, de todas formas, la gente lo conoce más por otros apodos⎯⎯ ¿Eres Brain?
⎯⎯Así es. Este de aquí es mi ayudante Pinky. Entremos al granero para que recojas el resto del pago.
La otra rata larga y flaca, dice "Soy Pinky narf", justo cuando pensaba que este pueblo no podía ser más extraño. Entra siguiendo a sus aparentes clientes, hay cinco sacos pequeños llenos de monedas de oro en el centro de la habitación. Max deja caer el morral negro en sus hombros, dejando el arma a un lado y metiendo su parte de la paga en el morral.
⎯⎯¿Puedo preguntar para qué quieren esto?⎯⎯no puede evitar preguntar, la curiosidad se filtra en su piel.
Brain lo mira como si fuera una pérdida de tiempo hablarle, tiene las manos por detrás de la espalda y mueve la pata como indicio de que Max no es bienvenido por más tiempo.
Es Pinky quien responde alegremente⎯⎯ ¡Es para uno de los inventos de Brain! Con esto conquistaremos el mundo Zort.
Max admira la causa, aunque no ve a estas dos ratas como material de conquistadores o líderes mundiales, si quieren una oportunidad deberían considerar el hecho de que hay una banda de delincuentes que vende armas ilegales en todo el mundo, ellos apenas tiene menos de un uno porciento de lo que tienen el resto de naciones para defenderse.
Max asiente, termina de empacar sus cosas y se encamina hacia la salida, en el borde la puerta del establo se vuelve hacia ambos⎯⎯ ¿Alguna vez escucharon hablar de los tres mosqueteros?
El aire frío le roza las mejillas y le revuelve el cabello cuando se echa hacia atrás la capucha de su capa al salir del bosque. La parte más poblada de villacne no es tan desagradable como el establo de los roedores. Ha tenido un día productivo, piensa en ir al bar de la esquina y tomarse unos tragos antes de seguir con su viaje.
Quitándose la capa con el símbolo distintivo de la red de delincuentes para la que trabaja, se dispone a gastar su parte de la recompensa que ha ganado. Es consciente de que su jefe se queda al menos el setenta por ciento de cada entrega de armas que Max hace, el tipo no arriesga su vida o integridad como el resto de lacayos a los que manda a este tipo de misiones.
De entre las jerarquías en este trabajo, el repartidor es el último y el peor pagado; pero Max es un poco especial, de hecho, él rechazó muchos ascensos en la pirámide de poder, por lo que recibe un porcentaje de pago más alto que el repartidor promedio.
A pesar de todo, no es tan malo, su parte de la paga siempre se recibe al acto, es muchísimo más dinero del que haría en un trabajo honesto al año y muchísimo más del que necesita para mantenerse, aún si solo es el treinta por ciento restante. No es el trabajo de sus sueños; sin embargo, le permite ganar dinero mientras viaja por el mundo. Lo tiene desde que lo dejaron entrar a la pandilla a los diecisiete años.
Ahora tiene veinticinco y no tiene ni una sola pista de su padre. A veces se pregunta si apoyaría el camino que ha tomado para intentar volver con él, a pesar de que lo sabe mejor que nadie, no lo aprobaría. Su padre era un hombre honorario en todo lo amplio de la palabra, su padre trabajó duro para erradicar a tipos como para los que trabaja Max, a gente como Max.
Tal vez por eso desearía que la estrella del deseo fuera real. Esa era la forma en que su padre hubiera querido que Max lo encontrara. Si no fuera así, no hubieran sido las últimas palabras que le dijo. "Recuerda la estrella del deseo Max, con ella me encontrarás" eso había dicho hace diez años. Justo ahora en el presente, quería un trago, así que se lo pide a la camarera rubia, le sonríe y ella se va.
Es un camino solitario el que se ha creado. Una pandilla de vendedores ilegales de armas no es exactamente un lugar en donde florezca la confianza y las relaciones fraternales. Intenta no pensar en ello, un día tendrá a su familia real de vuelta, se llevaría a los pocos amigos confiables que hizo en este caótico camino, un día volvería a sentirse vivo. Un día de estos será libre. No importa cuantos años les tome, un día su vida será mucho más de lo que es ahora, de forma honorable como su padre lo hubiera querido.
⎯⎯Gracias linda, quédate el cambio ⎯⎯le guiña un ojo a la camarera dejando una moneda de oro sobre la barra. La chica le sonríe y toma la paga, dejándolo solo para atender a otros clientes.
Este lugar es lúgubre, a pesar de que hay una lámpara gigantesca a solo unos metros, se siente apagado y falto de vida. Emana un olor a madera vieja mezclado con alcohol barato y sudor rancio. Puede decir con certeza que el resto de clientes aquí deben tener un historial delictivo igual de largo -si no es que más- que el suyo.
Se queda hablando con varias chicas que se le acercan mientras bebe por unas horas, sabe que tiene el típico aspecto de lobo solitario con historias de asaltos, siempre saca el mayor provecho a ese conocimiento, presumiendo y dejando ver que tiene dinero para brindar todos los tragos que quieran.
⎯⎯Podrías ser un héroe si lo quisieras entonces ⎯⎯una chica castaña le sonríe de forma coqueta.
⎯⎯Ser el héroe no es divertido ⎯⎯le responde tomando la décima ronda de la noche. Siempre fue bueno para resistir el alcohol, así que en lugar de estar borracho hasta la médula, está en un estado agradable en donde es consciente de sí mismo pero al mismo tiempo no.
⎯⎯Pero lo es. Suenas como el nuevo Rey Salazar, derrotó a los anteriores reyes para tomar el mando. Promesas vacías y mucho dinero, suena como tu trabajo.
Ah sí, ha escuchado un poco sobre ese Salazar, la hija del rey estaba enferma por lo que terminó gastando mucho dinero para intentar sanarla, el país quedó en bancarrota y el tipo terminó por sacarlos del poder. Max siempre encontró tan banal cualquier traición real, prefiere ser un forajido con nombre falso a tener que vivir en un entorno como ese.
Lo siguiente que registra es un escándalo, la gente grita, los delincuentes corren, las mesas son volteadas por guardias y los vasos y platos que estuvieron sobre ellas caen al piso quebrándose en pedazos. Max se voltea para verificar el bienestar de la chica castaña con que había estado hablando, para su sorpresa, ya no está ahí, se encuentra corriendo detrás de la borra para protegerse.
Iba a seguirla cuando, de repente, tiene una esposa alrededor de su muñeca izquierda, sus ojos se abren de golpe, sigue el rastro de la cadena hasta una mano enguantada que le pertenece a un tarado de orejas largas. Max va a matarlo, ¿quién carajos es este imbécil? Le cortará las manos.
⎯⎯¡Ahí está! ¡Mátenlo! ⎯⎯un guardia grita apuntando hacía Max. Su reacción inmediata es dar un brinco casi imperceptible por la sorpresa. Mira con tanta furia al tipo que lo encadenó como si fuera a desarrollar telekinesis de la nada y aplastarle la cabeza.
⎯⎯Espero no te importe que te robe tu libertad por un momento ⎯⎯el tipo le sonríe con la sonrisa más mierda que ha visto en su vida. Tiene tantas ganas de usar la cadena que los une para ahorcarlo.
Sí, le importa mucho que le roben su libertad, más que nada en el mundo.
⎯⎯¡Eso es un secuestro! ⎯⎯le grita en cambio. Hay una docena de guardias corriendo hacia ellos.
⎯⎯Bueno. Pero ahora estamos encadenados, así que si quieres vivir ⎯⎯el tiempo se detiene por un segundo cuando el tipo se le acerca robandole su espacio personal, sus caras están apenas unos centímetros, puede sentir el calor que emana su cuerpo sudoroso, su voz baja una tonada y Max apenas logra seguir el movimiento de su otra mano libre que le ha sacado la daga que colgaba de sus pantalones⎯⎯ ¡Salta!
Lo hace. Entre los dos terminan enganchados de la lámpara gigantesca en el centro de la sala, se balancean un poco, el extraño usa la daga que le ha robado para encontrar el cable que une la lámpara del techo y cortarla, la cosa entera cae sobre la docena de guardias que iban a matarlos dejándolos inmóviles en el acto. La habitación se llena de polvo que le entra en la nariz, lo que es realmente molesto.
Max sabe que podría no haber seguido la orden del extraño y dejar que los guardias lo atraparan. Él es un ladrón entrenado en combate cuerpo a cuerpo, aún con su daga, Max le hubiera ganado una pelea.
Lo sigue porque si alguien va a matarlo, va a ser él mismo, no estos patéticos guardias.
⎯⎯Wow, salio mejor de lo que pensé ⎯⎯el otro dice echándose a correr fuera del lugar, jalando inevitablemente a Max consigo. Lleva una camisa blanca y pantalones color topacio desaliñados, tiene el cabello revuelto y parece que la vida ha jugado al boxeo recientemente con él. Max se sentiría mal si no lo odiara con cada fibra de su cuerpo, lo que tiene que ser un record, porque conoce al tipo desde hace cinco minutos y ya lo proclamó su enemigo mortal.
⎯⎯¿¡Qué diablos estás haciendo!? ⎯⎯Max le grita. Ambos corren por las estrechas calles intentando esquivar al resto de guardias que los persiguen.
⎯⎯Lo siento por lo de antes, de verdad ⎯⎯sus ojos son negros, apenas se diferencia de su pelaje. Max piensa que su voz es irritable, y por qué diablos le habla con tanta serenidad⎯⎯ Verás, ellos eran catorce guardias, si hubiera tumbado la lámpara yo solo, no los hubiera noqueado, además no tenía con qué cortar el cable. Entonces la luz del lugar te iluminó como la respuesta, tenías una daga, peso extra y yo unas esposas. ¡Y tenía razón! No se levantaron luego de que nos fuimos.
¿Por qué diablos habla tanto y así de rápido? Max lo mira con desprecio pero a él no parece importarle⎯⎯. ¡Estás jodidamente loco!
⎯⎯¡Gracias! ⎯⎯Lo odio, lo odio.
De verdad lo entregaría a la justicia; sin embargo, a Max no le conviene. Por más que siempre intente mantener su identidad real alejada en la mayor medida de su identidad falsa, sabe que no está en las mejores condiciones para hablar con la policía, así que ahora está encadenado a un idiota, mientras corre por las calles del pueblo más feo que ha visto en su vida, siendo perseguido por la justicia. No se supone que su noche iba a terminar así.
Este tipo es inteligente para algunas cosas; pero un completo ignorante para otras. Hacer zic-zac entre las calles no va a ser suficiente para despistar a la otra docena de guardias que los persiguen, menos cuando estás encadenado a otra persona tumbando puestos de civiles en la calle. Los objetos que caen deberían distraer a las personas, lo que es contraproducente para ellos mismos, hay gente gritando y tirándoles cosas.
Bueno, suficiente, si seguían así iban a atraparlos. Max jala la cadena doblando en dirección contraria a la que venía -como Max ha decido nombrarlo por el momento- el idiota.
⎯⎯¿¡Qué haces!? ⎯⎯es ahora él quien pregunta sorprendido.
⎯⎯Tú lo empezaste, te lo aguantas. Tenemos que ir al bosque.
⎯⎯El bosque en este lugar es un callejón sin salido, está dividido por un acantilado y es más seguro entregarme a la justicia que cruzar ese puente podrido para llegar al otro lado.
⎯⎯¡Al bosque dije!
⎯⎯¡Nos vas a matar!
⎯⎯¡La verdad no me importaría si mueres!
⎯⎯¡Imbécil! ⎯⎯intenta tirar hacia el otro lado del cruce, pero Max no se lo permite, y tampoco tiene la suficiente fuerza como para evitar ser jaloneado.
⎯⎯¡Debiste pensar eso antes de esposarte a un extraño!
⎯⎯¡Eres un maldito suicida!
Realmente se ve asustado, le grita que pare tirando de las esposas que los unen, Max desearía le dé un infarto. Después de esquivar guardias por un par de cruces, logran llegar a la entrada del bosque. Todavía no se detiene, lo insulta y patalea sin parar. Los guardias ahora tiran flechas en su dirección, Max las esquiva con ayuda de los árboles frondosos que se entrelazan, por un segundo teme que se queden enganchados en algún tallo. Luego de un rato, logran finalmente llegar al acantilado.
⎯⎯¡Los tenemos! ⎯⎯Grita quien supone es el comandante de la Policía.
Max quisiera reírse en su cara, de hecho, este es su boleto de salida.
⎯⎯No estás pensando en saltar ¿verdad?, ¿¡verdad!? ⎯⎯tenía que quedar encadenado al tipo más cobarde en existencia. Max para de correr cuando llega al borde del acantilado, las punta de sus botas ni siquiera están pisando tierra firme. El idiota sigue jalando las esposas detrás de él, pidiéndole lo piense bien y no salte.
Max se voltea a ver su rostro a punto de colapsar, le da una sonrisa y ahí, el chico ahora lo está mirando con el mismo odio intenso con que Max lo vio cuando lo encadenó en el bar. Toma tres pasos de impulso y finalmente corre con todo lo que tiene, tirándose por el borde.
⎯⎯¡ERES UN DESGRACIADO! ¡VAMOS A MORIR, NO PUEDO MORIR ASÍ!
Max no puede evitar reírse de él, luce tan mortificado porque justo ahora están cayendo en un vacío y parece que va morir de un infarto en vez de quedar aplastado en la tierra. Levanta la mirada, las antorchas de los guardias se distinguen en el borde de la masa de tierra sobre sus cabezas.
⎯⎯¿¡DE QUE TE RÍES DEGENERADO!?
Max se sigue riendo.
⎯⎯¡Dios mío estás demente! ¡Si el infierno es real te buscaré para vengarme, no tendrás ni un minuto de descanso de mí, te haré pasar el resto de la eternidad como un miserable!
Max deja que el extraño lo insulte por un rato mientras se sigue riendo porque, Dios, la venganza es tan buena y el tiempo cuando parece que vas a morir pasa tan lento, ha estado en esa posición un par de veces antes.
Llega el punto donde el idiota deja de insultarlo y se dedica únicamente a gritar⎯⎯AAAAAAAAH
Bien, ahora le duele la cabeza. Chequea que los guardias en el borde ya se hayan ido dandolos por muertos, decide que ha tenido suficientes gritos de niña para el resto de su vida. Hace un silbido característico y agradece que la neblina sea tan espesa, podrán salir de este lugar sin llamar la atención de nuevo, en menos de cinco de segundos, son atajados en el aire.
⎯⎯AAAAH ⎯⎯todavía sigue gritando el tipo de orejas largas.
⎯⎯¡Ya callate! ¡No vamos a morir!
⎯⎯¿Aah? ⎯⎯sacando las manos de su cara, finalmente procesa el lugar en dónde está, lo que no parece hacer mucho por su estado de ánimo cuando descubre que lo que es⎯⎯ AAAAH ¿ESTAMOS SOBRE UN DRAGÓN?
⎯⎯Sí, lo sé. No soy ciego ni nada ¿sabes? ⎯⎯Max le responde malhumorado, sujetándose lo mejor que puede. No se supone que Killian haría una aparición hoy, por lo que no lleva su silla. Le da unas palmadas amistosas sobre las ásperas escamas y en respuesta la criatura gruñe en aprobación⎯⎯. Gracias por rescatarnos a tiempo, amigo. Lamento el peso extra.
⎯⎯¿Tú mascota es un dragón?
⎯⎯No es una mascotas ⎯⎯realmente odia cuando le dicen así.
⎯⎯¿Pero es tuyo?
⎯⎯Sí.
⎯⎯Entonces es una mascota.
Max lo ahorcaría ahí mismo, así que se lo dice⎯⎯ Eres la cosa más molesta con la que me he topado en mi vida, si pudiera te ahorcaría ahora mismo.
⎯⎯Yo te dejaría hacerlo con mucho gusto ⎯⎯le responde en un tono lascivo. Max piensa por un segundo que lo está imaginando hasta que se vuelve para mirarlo, tiene una sonrisa sugestiva pintada en la cara⎯⎯ Eres un bastardo, pero un bastardo bastante guapo.
⎯⎯¿Huh? ⎯⎯¿de verdad le está coqueteando? ¿¡en un momento así!? ¿¡de dónde carajos salió este tipo!?⎯⎯ No puedes estar hablando en serio.
⎯⎯No. Lo digo muy en serio, bastante guapo.
Max hace cara de asco y vuelve su vista al frente nuevamente⎯⎯. Voy a fingir que no existes hasta que estemos en tierra.
⎯⎯¿Por qué no solo volvemos y usamos esta cosa para espantar a los guardias? ⎯⎯le pregunta señalando la criatura.
⎯⎯No.
La respuesta cortante consigue un ceño fruncido por parte del contrario, como si acabara de decirle algo carente de sentido⎯⎯ ¿Por qué no?
Max suspira abrumado y arrastra los dedos de su mano libre por su rostro con cansancio. Le acaba de decir de la forma más directa posible que su plan hasta que logre romper la cadena que los une es ignorar su existencia por completo; pero este sujeto le sigue hablando ignorando su única voluntad, lo que para ser sincero, encuentra de mala educación y molesto.
Voltea a mirarlo con la mayor cara de fastidio que ha tenido para mostrar en su vida⎯⎯. Mira, soy un tipo muy buscado por la ley y me vieron la cara. Ya eso es suficiente para mí, si me ven en Killian no será muy difícil hacer conexiones y eso sería todo. Puede que lo hayas adivinado o no; pero no estoy dispuesto a entregar mi vida por ti.
⎯⎯¿Killian? ¿Es el nombre del dragón? ⎯⎯es como si no le hubiera prestado atención a otra cosa sobre la explicación de Max que ese detalle⎯⎯ Es el nombre mas estúpido para un dragón que escuché en mi vida
⎯⎯¿Disculpa? ⎯⎯le devuelve ofendido. En realidad, se siente bastante ofendido, era el nombre que su padre había elegido y ahora un cretino lo estaba insultado en su cara⎯⎯. Estoy seguro que tú también debes tener un nombre de idiota que vaya a juego con tu cara.
De nuevo, ignora completamente lo que ha dicho, es como si quisiera llevar su propio flujo de conversación en donde Max no era más que un pez que debe adaptarse y seguir la corriente⎯⎯. ¿Tanto te costaba decir que tenías un plan de respaldo? Ya sabes, me hubieras ahorrado el susto
⎯⎯La verdad, sí. Lo más divertido desde que te conocí fue verte gritar como una niña.
Cree que empieza a entender, cada vez que lo insulta desvía el tema⎯⎯. Soy Yakko, por cierto.
⎯⎯¿Lo ves? Como dije, tienes nombre de idiota ⎯⎯Max sonríe como si acabará de ganar algo.
Yakko se cruza de brazos⎯⎯. Seguro que el tuyo es mejor.
Max se queda mudo por un minuto entero, preguntándose un par de veces si debe decirle su nombre real o falso.
⎯⎯Mi nombre es Cole ⎯⎯termina por decir el falso. Toda esta aventura duraría un día y fue durante una entrega. Lo que pase debe registrarse bajo una identidad inexistente, nada de esto es relevante para Max Goof.
Yakko entrecierra los ojos mirándolo como si estuviera juzgando algo⎯⎯. No tienes cara de Cole
La respuesta le saca un quejido de exasperación y pone los ojos en blanco⎯⎯. ¿Quién eres? El crítico de nombres.
⎯⎯Entonces, Cole ⎯⎯empieza nuevamente, no cree tener la capacidad de seguir aguantando hablar con Yakko sin sumar homicidio a su lista de delitos legales⎯⎯. ¿De verdad no sabes quién soy?
Max lo mira exactamente igual que cuando le es difícil conseguir una dirección en el mapa⎯⎯¿Tendría que saberlo? ¿Eres una celebridad local o algo así?
⎯⎯Bueno, eso me confirma que eres extranjero, ¿de donde vienes?
La pregunta lo toma por sorpresa, no sabe qué le hace pensar a este extraño que un delincuente buscado por la ley le daría información privada en primer lugar⎯⎯. No es tu problema.
⎯⎯Con esa actitud debes ser muy famoso entre las chicas ⎯⎯se ve ofendido de que no le comparta información privada.
⎯⎯Yo soy famoso entre las chicas.
⎯⎯Mmm ⎯⎯murmura pensativo. Al segundo siguiente, tiene esa mirada sugestiva nuevamente. Dios que no lo diga, que no lo diga⎯⎯ ¿y con los chicos?
Lo dijo. Max rezonga como por décima vez en los últimos quince minutos⎯⎯. Solo cuando no tienen cara o nombres estúpidos.
⎯⎯Mira no eres quién para hablar de nombres estúpidos porque tu nombre es bastante estúpido ⎯⎯si va a darle credito a este ser raro de orejas larga, es lo versátil que puede ser, porque en un segundo pone la vida de Max en peligro, al siguiente lo insulta, y luego le está coqueteando⎯⎯. Deberías agradecer que compensas eso con tu cara.
Max opta por volver al plan del principio, así que no le responde y dirige su mirada al frente, jala su mano para establecer la mayor distancia posible entre ellos, quiere evitar tocarlo como evitas tocar árboles o frutas venenosas en el bosque.
Yakko parece que por fin entiende el deseo de Max y mantiene la boca cerrada. Hay un silencio incómodo, sinceramente, prefiere el silencio interrumpido por el sonido de las alas de Killian cuando planea en el aire bañado por incomodidad, a seguir escuchando la voz irritante de Yakko y sus insultos o torpes coqueteos.
⎯⎯Como sea, cuando estemos sobre tierra romperé la cadena y espero no tener que verte nunca más ⎯⎯si Dios existe en alguna parte, espera que esas sean de las últimas palabras que le dirija en su vida a Yakko.
Miren quién publica otro fic a pesar de ya tiene uno pendiente que se tarda meses en actualizar :p
Pensé en esto como fix it de wakko's wish en donde estuviera Max y cambiará algunos detalles de la película que no me gustan, pero pasaron cosas + nuevas ideas y quede con esta versión fumadisima.
Anyway ¿quien no quiere ver a dos idotas que no se llevan bien obligados a trabajar juntos y enamorarse en medio de una aventura?
Nos vemos en un mes cuando me de por actualizar!!!
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