🄵🄸🄽🄰🄻

Cuando Taehyung estaba pequeño, sus padres se enteraron que su vida dependía del destino.

El hermano del señor Kim, había muerto a la edad de 10 años por muerte súbita, no fue hasta después de la autopsia que se dieron cuenta que tenía un síndrome cardíaco. Los médicos le dijeron a la familia que este síndrome no se detectaba con facilidad, que había personas que lo tenían, sin embargo, nunca se enteraban de dicho transtorno. Pero había algo peor, el síndrome era hereditario y cualquier otro miembro de su familia podría tenerlo. Habían pasado muchísimos años después de eso y la familia Kim, no se esperaba que su hijo naciera con el mismo síndrome.

Generalmente esta enfermedad no genera síntomas notorios. Sin embargo, debido al historial familiar, la señora Kim sintió que se le iba la vida cuando su pequeño comenzaba a sufrir mareos, cuando por las noches jadeaba con mucha fuerza estando dormido. Y entonces un día no pudo negarse más, cuando su hijo se desmayo en sus brazos. Para cualquier otra mamá hubieran sido síntomas de algún malestar común. Para los Kim, no. Porque ya habían sido advertidos por la familia paterna. Entonces se vieron obligados a hacerle un electrocardiograma, el único estudio que les diría la verdad.

Su pequeño hijo, tenía aquel síndrome. Se vieron tan superados al saber esto, al ver en su pasado al hermano del señor Kim que murió siendo un niño, que se olvidaron de muchas cosas. Ellos solo podían pensar en que su hijo en cualquier momento podría morir. Era un chaquear de dedos para que eso pasara. Se olvidaron de que con solo unos cuidados él podría llevar una vida normal, se cegaron en su pena, tanto que su hijo vivía con el miedo de morir. Tanto que por el miedo de sus padres, a su hijo le generó un trauma aún más grande. Se alejó de sus amigos, él no quería morirse y que ellos sufrieran su partida. Y entonces el único que estuvo siempre con él, fue Kim Seokjin.

Pero Kim Seokjin también creció con el miedo de que su mejor amigo en cualquier momento se iría. Lo único que conocían era el miedo compartido de aquellos dos padres. Se centraron tanto en cuidar a Taehyung que no se daban cuenta de lo miserable que lo pasaban todos cada día. Sí, ese chico podría morir. Pero había personas con ese síndrome que duraban toda una vida. Y sí, los padres seguían las medidas que les indicaban los médicos, pero aún así siempre vivieron en la incertidumbre. Hasta que por fin, hubo un donador después de tantos años. Había un corazón disponible para su hijo. Un corazón sano. La espera había sido muy larga pero su hijo aún seguía con vida y en cuanto se enteraron supieron que tenían que viajar. Por eso tanta desesperación en Taehyung. Por eso no le importó que fuera su mejor amigo quien cumpliera su último deseo.

°°°

Después de la partida de los Kim, Jin había caminado hasta el parque. A esa hora del día estaba muy solo, por lo tanto, no se preocupo de si alguien lo veía, estaba muy jodido. Se tiró en el pasto bajo el árbol que de pequeños escalaban todos, mirando hacia arriba, las hojas meciendose con el aire. Estando ahí, sin Taehyung, se daba cuenta de que siempre habían estado juntos. Todos los días, no había vacaciones, no había fines de semana con la familia de Seokjin, no había fiestas. Jamás hubo eso para él, siempre fue estar en la casa de Taehyung, comiendo con sus padres, durmiendo en el cuarto del menor o en el de él. Pero siempre juntos y no le molestaba. De verdad que no le molestaba que su vida girara en torno a aquel chiquillo. Pero ahora, que en su campo no estaba Taehyung, podía fijarse en si mismo. Y entonces había muchas preguntas en su cabeza.

¿Cuál es tu deporte favorito?
No sé.

¿Te gusta cocinar?
No sé.

¿Cuántas veces trabajaste?
No sé.

¿Cuando fue la última vez que fuiste de compras?
No sé.

¿Cuando fue la última vez que viste a tus amigos?
No sé.

Pero todas esas preguntas si tenían respuesta.

No práctico ningún deporte porque Taehyung no puede hacerlo.

Aprendí a cocinar para alimentar bien a Taehyung.

Nunca tuve trabajo, no tendría tiempo para estar con Taehyung.

La última vez que fuí de compras fue con Taehyung. Nunca solo.

Y la última vez que ví a mis amigos fue cuando Taehyung les dijo que ya no podía juntarse con ellos. Yo tampoco volví a hablarles.

¿Pero en qué se había convertido? No tenía metas, no tenía planes. ¿Quién era Kim Seokjin? Se desconocía completamente. Su vida era Kim Taehyung y lo amaba muchísimo. Estaba acostumbrado a estar siempre a su lado. No sabía hacer otra cosa.

Amo a Kim Taehyung. Amo a Taehyung. Amo... ¿Lo amo?

¿Lo que sentía era amor? Llevó sus manos a su rostro con frustración. No quería pensar eso, no ahora. Solo quería descansar. Dejar su mente en blanco. Esperaría a que Taehyung regresara sano y salvo de la operación y entonces se dedicaría a buscar respuestas genuinas.

—Hombre, no creí que serías al primero que vería cuando regresara.

— ¿Jungkook?

Seokjin se levantó de golpe limpiándose los restos de pasto de los pantalones. Tenía años sin ver a ese chico, pero era imposible no reconocerlo. Tenía esa sonrisa tan característica, pero ahora estaba grande, con grande se refería a realmente grande y proporcionado. Podía notar los músculos bajo esa playera negra. Su cabello se veía tan brilloso y el color de su piel saludable.

—Jin Hyung ¿Tú estás bien?

El mayor hizo una mueca mirando a otro lado, quizás se veía todo lo contrario a Jungkook.

»Wow, estas muy delgado. Pero doble wow, siempre serás increíblemente guapo.

Rió el menor haciendo a Seokjin reírse levemente. Echó un vistazo al parque y volvió a mirar a Jeon, el mayor se rió mucho más.

—Tu niño enamorado, dime qué no has venido a ver a Namjoon.

¿Qué? No, no. Solo estaba de paso por aquí recordando nuestras aventuras de pequeños.

—Dios, es que no cambias nada. Tantos años y lo primero que vienes a buscar es a tu Crush, increíble.

—Quería verlos, jamás volví a saber de nadie. Y tengo... Curiosidad de saber cómo están todos.

—Buenísimos, de hecho. ¿Has visto a alguno?

El menor se limitó negar y sonreír pasando su vista también por el parque, su abuelo le había dicho que Kim Namjoon siempre estaba ahí, pero no lo veía por ningún lado.

—Mis abuelos me dijeron que ya no se hablan, pero yo quería que comieramos todos juntos.

—Creo que nos hace falta, ven conmigo que te voy a llevar dónde están cada uno para invitarlos. Empecemos por Jimin, seguro va terminando su turno de trabajo.

—Oh dios, dime qué no creció más que yo.

Seokjin entonces no podía dejar de reírse mientras caminaban fuera del parque, sabía que en cualquier momento el menor preguntaría por Taehyung. Y entonces él le diría que no se fuera pronto para contactarse con Hoseok que ya no vivía ahí, para cuando Taehyung regresara estarían todos y volverían a ser felices, como antes de saber de aquella enfermedad.

La tarde con cinco de ellos fue increíble, al principio había sido incómodo, pero minutos después hablaban como los mejores amigos que habían sido en el pasado. Todos estaban de acuerdo con la idea de Seokjin, incluso Yoongi ya estaba tratando de contactarse con Hoseok.

Pero sus planes no se realizaron, porque Taehyung no regreso a los tres días, ni a la semana, ni al mes. Lo único que piso esa casa fue el camión de mudanza, llevándose todas las pertenencias de los Kim. No hubo un adiós, no se despidió de él, no regreso y el único deseo que tenía Seokjin no se cumplió.







••••••

El último será el epílogo que tiene que ver con la descripción de la historia y entonces ésto llegará a su fin 🤧

Perdí la mayoría de la información de la enfermedad que tenía Taehyung, pero me había basado en el síndrome de Burgada.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top