Bazar
Avanzaron por las calles en e el auto mirando cada lugar con real curiosidad, María observa a todo con mayor atención por costumbre buscando siempre posibles problemas, pero sabía que debía relajarse estaba en un lugar relativamente tranquilo, el auto se detuvo frente a lo que parecía una cafetería.
No se ustedes pero quiero tomar algo antes de seguirlas por cada tienda que entren
Dijo Wilson con una sonrisa de medio lado el sabia perfecto que Maria no era de ese tipo de mujeres que se paseaban por todo el lugar perdiendo tiempo, María puso los ojos en blanco y negó con la cabeza.
No te preocupes puedes quedarte Sam, yo tengo que comprar cosas básicas nada más.
Dicho eso bajo del auto y pregunto a okoye donde estaban los lugares que necesitaba, sabía que con las indicaciones eran suficientes para ella encontrar los sitios pero Barnes ofreció ayudarla en caso de que necesitará ayuda.
Sabe sargento no era necesario el que viniera conmigo.
Me parece que si, no conoce el lugar y mucho menos el lenguaje además de que yo también necesito algunas cosas...
Respondió con simpleza en su voz restando importancia al asunto, pero maría se detuvo y se acercó a una señora que tenía collares colocados sobre una manta en el suelo, aquello le causó curiosidad y se acercó para ver más de cerca, normalmente ella no se distraía de esa manera pero aquel collar con la cabeza de un lobo tallado en madera capto su atención por completo.
Intentó pedir el precio sin mucho éxito no lograban entenderse del todo y el uso de la mímica no ayudaba tampoco hasta que fue Barnes el que ayudó pagando el collar sin problema alguno y colocándolo en la mano de maría al poco tiempo.
Eso... Eso no era necesario sólo debía decirme cuanto cuesta yo podía pagarlo sin problemas.
Barnes negó con la cabeza mostrando una sonrisa entre divertida y ladina no respondió solo dio una media vuelta y comenzó a caminar en dirección de la primera tienda se quedó en la puerta esperando a maría que ya tenía el ceño fruncido por la acción tomada por el.
La farmacia está justo al frente y el supermacado aún lado, está es la tienda de ropa, yo debo ir a dos tiendas más adelante regresaré en poco tiempo...
Había dicho eso pero maría ya estaba entrando en silencio sin decir nada más comenzando a buscar las prendas que necesitaba para pasar los días en aquel país tan raro y avanzado para ella, Barnes se retiro y ella se quedó ahí entre molesta y extrañada necesitaba concentrarse en sus tareas para regresar con rapidez.
Afortunadamente esta vez la encargada habla su idioma y pudo comprar sin mayor problema las prendas además de que le enseñaría el valor de la moneda local y algunas francés que pudiera usar en sus compras, se despidió del lugar muy agradecida y miró la lista de compras distraída caminando hasta que choco con un cuerpo pequeño.
Dios estas bien pequeño? -
Preguntó preocupada el niño permaneció en el piso sin llorar y solo mira fola con susto mientras que ella intentaba decirle que le ayudaría, pero este al ver que Maria intentaba tomarlo del brazo se aparto, causando confusión en maría.
Que sucede?
Preguntó el sargento cuando regresó y se topo con la escena maría le explicó que fue su culpa pero que no ente día la reacción del pequeño, al escuchar eso Barnes comenso ha lar con el niño y este solo asentía o negaba con la cabeza, María está un tanto frustrada no le gustaba depender de otro, pero era verdad no conocía el lugar, su lenguaje, sus costumbres y aunque no lo quisiera necesitaba la ayuda de aquel hombre suspiro levemente cuando el chico se acercó finalmente a ella mostrándole que no estaba herido al girarse en su propio sitio dejando a maría más tranquila.
Solo se sorprendió de ver a una mujer bonita
James sonrió de medio lado mientras que Maria levantaba la ceja derecha al escucharlo y luego miró al niño se agachó para estar a su altura y le sonrió ligeramente, sacó un par de caramelos de su bolsillo y se los entregó junto con un beso en la mejilla y un guiño antes de volverse a levantar y marcharse del lugar dejando tanto al mayor como el niño en el medio de la confusión
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