Durante toda la semana Zemo había estado evitando a Bucky, no podía mirarlo siquiera, no cuando estaba a punto de decirle que le gustaba, pero era imposible ya que estaba todo el tiempo cerca de el gracias a Sharon y Sam.

-Lo haré hoy, hoy le diré a James que me gusta- Sam volteo a ver al chico con expresión sorprendida, había estado posponiendo su declaración varios días y hoy era el momento.

-Wow es un gran paso Zemo- Dijo mientras le daba una mordida al muffin que tenía en la mano- Seguro que el siente lo mismo, pasan mucho tiempo juntos. Todos vemos que se aman. Eres su dulce chico.

-¿Tomamos en cuenta que lo eh estado evitando? Seguro me preguntará qué sucede ¿Y que le dire? "Oh James mira, te he evitado por qué no encontraba la manera de decirte que me gustas desde que te conozco, de hecho eh pensado en lo lindo que sería si tuviéramos una familia"- Comenzaba a alzar la voz, no era buena señal.

-Sabes mejor vamos a clase.- Le tocó el hombro para tratar de tranquilizarlo- Todo saldrá bien Zemo, ya verás.

El quería creerlo, por qué si no era así, James Barnes tendría todo el poder de destruirlo.

La clase había concluido y continuaron con literatura.

-Hoy trabajaremos en parejas, buscaremos un tema interesante en una revista o un libro y escribirán sobre eso.Las parejas serán de acuerdo a mi criterio.

-Sam Wilson y Steve Rogers, Sharon Carter y Bruce Banner, Tony Stark y Clint Barton…- Zemo había dejado de poner atención, podía trabajar muy bien solo.

-Helmut Zemo y James Barnes.- El chico despertó de su ensoñación.

Tomo aire profundamente, sentía la mirada de James penetrarlo desde el otro lado del salon. Se giro y lo vio, lo miraba con ojos tristes, como los de un cachorro, al instante el mayor se levantaba caminando en su dirección.

-Bien Zemo, iré por el libro, puedes elegir el autor.

-Escoje el libro que desees James.

-Gracias- Susurro tan bajo que creyo que solo el se había escuchado.

-No hay de que- Susurro Zemo de vuelta. Las miradas de ambos se cruzaron. La mirada de Bucky estaba vacia, no tenía ese brillo de antes.

Bucky volvió con el libro y pasaba de página hasta que rompió el silencio.

-¿Por qué has estado ignorandome toda la semana Zemo?- El mencionado alzó la mirada.

-Yo… Ammm… Es solo que…- Tenía que hacerlo tenía que decírcelo.

-Zemo, ¿Te hice algo?- Se escuchaba molesto, estaba molesto con Zemo y con el mismo y se notaba en su expresión, esa pequeña línea que se le marcaba en la nariz cuando estaba molesto. El creía que lo había lastimado de alguna forma.

-No, no eres tú James, soy yo- Tomo aire- Yo tengo que decirte algo.

-Bien, entonces hazlo, dime qué sucede Helmut- Su expresión no había cambiado, a menos que yo le dijera lo que debía decirle, dejaría de estar molesto. Bucky había comenzado a hojear las páginas del libro.

-Tu me gustas, James- Dijo mirándolo a los ojos, no quería mirarlo pero no podía doblegarse. Bucky noto como el calor inundaba las mejillas del menor, y supo que Sam estaba escuchando todo junto con Sharon, los escucho suspirar.- Es por eso que te había estado evitando, estaba tomando el valor de decírtelo yo… lo siento.

Dejo de escuchar las hojas de papel rozar con su sudadera. El se había detenido y lo miraba con sorpresa.

Las mejillas de Zemo ardian, sabía que Sharon y Sam lo notaban por qué habían soltado una leve risita al verlo.

-Zemo, yo no… yo no siento lo mismo- Su corazón se rompió, sentía como si el tiempo se hubiera congelado, como si solo quedaran ellos, pero distanciados por una enorme y fría pared- Lo siento.

Las risas de Sharon y Sam se desvanecieron en el aire. Se había hecho el silencio. Oia a Sharon llamarlo.

-Zemo- Era Bucky. Le hablo a sus espaldas. Su voz estaba cargada de angustia- Zemo lo siento- Lo ignoro y continúo con el trabajo.- Zemo no me ignores.

-Termine el trabajo- Dijo el menor intentando que no notará que su voz comenzaba a quebrarse. Estiro la mano para entregarle la libreta- Cópialo para que la maestra pueda calificarnos. Y date prisa.- Volvio a darle la espalda.

-Zemo, por favor… - Era lo único que no quería escuchar, una lágrima cayó sobre la mejilla de Zemo, por suerte Bucky no lo noto.