Caminar solo a casa era sencillo cuando estás acostumbrado a estar solo. La lluvia mojando tus zapatos, los autos pasando a tu lado, los pensamientos inundando tu mente, matandote por dentro.

Zemo no solo le había dado un paraguas a Bucky, le había dado luz y esperanza, la esperanza de que merecía ser amado por alguna razón. Lo que el chico no sabía era que el sentimiento era mutuo.

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-¿Se encuentra bien joven Zemo?- Pregunto Oeznik en el asiento del conductor.

-Un chico me ofreció caminar a casa con el, tuve que negarme.- Le comento con tristeza.

-Bueno, mañana podría hacerlo, puedo decirle a su padre que no podré recogerlo.

-¿Podrías hacer eso Oeznik?- Pregunto con emoción.

-Claro que si.

-Te lo agradezco tanto.

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El teléfono sonaba con fuerza, Bucky estiro su brazo y tomo la llamada aún medio dormido.

-¿Si?

-¿En donde estas? Las clases comienzan en veinte minutos.

-Voy para allá. Justo estoy saliendo de casa.

Colgó la llamada y salió de la cama, cambio su pijama por ropa más decente, tomo su mochila guardando nuevamente el paraguas que había ocupado el día anterior y salió para ir al colegio.

Camino por diez minutos hasta llegar y ver a Steve y Sam esperándolo frente a la puerta.

-¿Por qué no tomas el autobus?- Pregunto Sam mientras caminaban.

-Por que vivo demasiado cerca.

-Y aún así llegas tarde.

Bucky volteo los ojos y siguió avanzando, Steve lo alcanzó.

-¿Hablaras con Zemo?- Pregunto casi en un susurro para que Sam no lo escuchará.

-Sin duda, solo encontraré el momento.

-Bien, lo necesitas.

-Como sea, déjame tranquilo con ese tema.

La campana sonó y los tres chicos entraron a su primera clase.

-Hola James.- Saludo Helmut con todo dulce.

-H-hola Zemo.- Respondió tartamudeando el mayor.

El maestro comenzó a hablar, los estudiantes comenzaron a susurrar a su alrededor, los lápices deslizándose por las hojas de papel comenzaban a aparecer.

Las primeras horas de clase pasaron rápido para Bucky, quizá por qué no ponía atención y se dedicaba solamente a mirar a Zemo escribir.

-Si sigues así reprobaras.- Le reprochó Sam quien al instante se percató de que no le ponía ni la más mínima atención.

-Me da igual.- Contesto Bucky sin saber exactamente que era lo que le daba igual, estaba demasiado concentrado mirando a Zemo sentado en la mesa con su club de teatro, leyendo.

-¿Podrías al menos comer tu almuerzo?- Pregunto Steve acercándole el sándwich a la boca a Bucky.

-Si, gracias.

La campana volvió a sonar, está vez los chicos tenían clases separadas.

Clase de matemáticas, aburrida. Clase de literatura, hermosa (solo por qué Zemo paso al frente a leer en alemán), clase de química, un horror.

Las clases terminaron, el cielo estaba gris de nuevo, igual que el día anterior.

-Nos vemos mañana Buck.- Se despidieron Sam y Steve.

-Adios.

Bucky se detuvo en el mismo sitio que el día anterior, saco el paraguas de la mochila y lo abrió, dio el primer paso y sintió como una mano tomaba la de el.

-¿Puedo acompañarte?- Pregunto Zemo, quien lo miraba con ternura.

-¿Hoy no viene Oeznik?- Bucky estaba asombrado, Oeznik siempre recogía a Zemo.

-No, hoy no. Podemos caminar juntos, si es que la propuesta aún sigue en pie.

-Claro.- Bucky le tendio la mano.

Zemo enrollo su brazo en el brazo de Bucky, caminaron durante varios minutos hasta que Bucky decidio romper el silencio.

-Hay algo que te quiero decir.- Dijo con firmeza.- Estoy enamorado de ti, desde hace un buen tiempo, justo ahora, tengo el valor de decírtelo. Cuando me diste este paraguas, me hiciste sentir bien, creí que el sentimiento desaparecería, pero empecé a conocerte mejor y el sentimiento solo creció y se convirtió en amor. No espero que digas algo, solo quería que lo supieras.

Zemo tomo con más fuerza el brazo de Bucky y recargo su cabeza en el hombro del mayor provocando un leve sonrojo.

-Bueno James, el sentimiento es mutuo.- Dijo con tranquilidad.

Bucky se detuvo de golpe, bajando el paraguas dejando que la lluvia los empapara. Dejo el paraguas en el piso y tomo la cara de Zemo entre sus manos.

La respiración de Zemo se aceleró, ambos habían esperado este momento por mucho tiempo. Ambos se acercaron y juntaron sus labios en un cálido beso.

La lluvia cayendo sobre ellos, el calor que se extendía con aquel beso, el momento que tanto iba a significar de ahora en adelante.

Ambos se separaron, se miraron y sonrieron con ternura, por fin habían demostrado lo que sentían, ya no había que ocultarlo más.

-Vamos a llevarte a casa.- Dijo Bucky entrelazando sus dedos con los de Zemo, tomo el paraguas del piso y lo cerró.- Caminaremos bajo la lluvia.

Zemo asintió y comenzaron a andar.
Caminar solo es deprimente, caminar acompañado de la persona que quieres, eso es gracias a un paraguas.

Ok quiero aclarar algo, esto no es una historia conjunta, serán varias historias.
No es una sola, lo digo para que no haya confusiones.

Mar✨