"Comenzaremos en uno...dos...y". Antes de decir el tres Jihyo la señaló.

"Hola, mucho gusto mi nombre es Myoui Mina, yo me sometí a este maravilloso...". Odiaba mentir, para ella no era maravilloso. "Experimento". Suspiró y miró sus manos. "Vivia una vida bastante triste, solitaria, no me importaba, sinceramente creía que así debía ser".

Sus sentimientos se verían expuestos por otras personas, ya no se sentía muy segura, sus manos fueron a su rostro y limpió algunas lágrimas que salieron al recordar su pasado.

"¿Podrías decirnos cómo te fue?". Subió un poco la mirada y sonrió.

"Deberían intentarlo...definitivamente". Soltó sin tapujos. "Es una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida, conocí a una chica que me enseñó a amar y ser amado, en todo su esplendor". Sus ojos llenos de lágrimas por la frustración, se sentía muy mal y lo peor era ver a esa chica sentada frente a ella, en una silla que parecía que la estaba matando. "Ella es maravillosa, no hay nadie como ella, pero nuestros caminos no iban en el mismo curso, la respuesta a la pregunta sería, me fue bien". Jihyo le pasó un pañuelo y ella lo apartó. "Bien porque la conocí, bien porque la amé y porque supe como era todo este rollo del amor".

"¿Tienes algo para decirles a las personas que ven esto?".

"Abran sus corazones al amor, este tipo de experimentos nos ayuda a adaptarnos a nuevos terrenos, si es que no sabes que es el amor o tienes una idea de ello". Desvio la mirada y pudo conectarla un milisegundo con Chaeyoung. "Abran sus corazones y amen...sin importar que".

"¿Algún consejo?".

"No lo echen a perder". Murmuró viendo fijamente a la cámara queriendo ser fuerte aún con las corrientes que pasaban por su cuerpo, sus manos heladas, tanto o más que cuando vio partir a la chica que amó. "No es un consejo como tal...".Todos rieron. "Pero es algo que quería decir".

"Habían muchos fanáticos del Michaeng, nombre que le pusieron a su shipp". Asintió.

"Ya lo sabía". Cortó a Jihyo con una mirada apenada le avisó que podía seguir.

"Todos les mandan su apoyo". Miró la lente, se había quedado sin palabras. "Califica del uno al diez el experimento".

"Ocho y medio". Dijo con rapidez, asombrando a las personas.

"Dime algo bueno y algo malo de tu compañera". Pidió en un susurro que no se escucho con mucha claridad.

"Algo bueno sería...para mi la forma en como trata a los demás, incluso si es perjudicial para ella, es admirable". Respondió lo primero. "Y algo malo...". Su respiración se había ido, no tenía ni idea que debía contestar, se quedó quieta, con las manos en su regazo hasta que recordó algo y sonrió, los recuerdos eran lo único que se había quedado pero bien que los disfrutaba. "Por favor si son sus amigos o algún familiar...No dejen que lave la ropa". Todos estallaron en risas incluso Chaeyoung. "Como pueden ver éste suéter...es rosado pastel". Lo señalo. "El era blanco". Otras risas. "Y me encanta como quedó".

La coreana asintió viéndola a los ojos, claro que lo amaba ella se lo dijo tantas veces.

"¿Cambiarias algo?".

"El no a ver llenado las expectativas". Contestó y sus ojos bajaron sin querer, el suelo parecía más interesante que ver a las  personas que parecían tristes.

"Una canción para lo que sientes ahora".

"Youngblood".

Chaeyoung la miró, con un dolor punzante en su pecho, tantas veces que dijeron que ese tipo de canciones nunca serían para ellas.

"¿Volverías a entrar?".

"No". La menor sonrío solo un poco. "Porque encontré lo que quería". Sus manos subieron a su cuello y las paso por éste le dolía más de la cuenta. "Y ahora tengo lo que quiero".

"Una palabra para describir todo".

"Excepcional". Las palabras ya no salían de su corazón.

"Algunas personas preguntan sobre...". Jihyo no quería decirlo, miró a los productores y las demás personas, incluso a Chaeyoung que desvió la mirada sin importarle que diría. "La relación que tienes con Chaeyoung".

"No somos nada". Su voz algo débil y a la final quebrada le dio a entender a Jihyo que debían hacer una pausa.

Las decisiones la llevaron a esto.

Sonrió viendo a la chica que la buscó en aquella empresa que ya no significaba más que dolor. "Hola ¿que tal estas?". Preguntó y la menor le dio un beso, ése era el indicativo de que no quería hablar del tema.

Apoyó su cabeza en la ventanilla y cerró los ojos, el dolor que sentía en su pecho no se compraba con el dolor que le ocasionaba estar con una persona que no amaba, pero así era su vida y tenía que adaptarse ella.

Más que una venganza era una obligación, no iba a herir a alguien que le brindó su apoyo desde que Chaeyoung decidió irse de su vida.

Aunque fue la misma persona que le quitó del camino al amor de su vida ya no tenía de otra más que confiar y esperar a que ese amor que sentía por Momo crecía lo suficiente para igualar a la de la menor.

"¿Te sientes bien?". Miró de reojo a la chica de flequillo y ésta tragó en seco.

"¿Como demonios quieres que me sienta bien si la vi?". Preguntó sin importar el sentimiento o lo que ocasionó en Momo, eso se fue directo a su corazón y lo rompió un poco más.

Ella tenía la creencia de que si aguantaba lo  suficiente Mina podría llegar a sentir algo fuerte por ella, así que esperaría el tiempo que fuera necesario para tenerla.

"No lo sé". Detuvo el auto y la miró a los ojos, sosteniendo su rostro entre sus manos, Mina las sintió frías, no tuvo esa sensación en su corazón de tranquilidad, en cambio su pecho dolió como el infierno.

"Entonces no la nombres". Murmuró y besó a Momo, quería sentir algo, necesitaba hacerlo, sus ojos se llenaron de lágrimas y Momo tampoco sintió nada.