<Mina>

Chaeyoung ha estado actuando raro como si ocultara algo, lleva una semana en lo mismo, sin querer acercarse mucho y demasiado pensativa para mi gusto, no he querido tocar el tema porque siento que a ella no le gustará.

La observo desde el umbral de la puerta y apoyo mi cabeza en éste, esta dibujando, el único pasatiempo que le he visto hacer y la verdad es que muy buena según lo poco que se de pinturas, garabatos raros, yo que se de eso, nada.

A mi me parecen lindos aunque bajo mi criterio de 'chica que le gusta la chica que hace la pintura' podrían ponerlo en duda.

Ejerzo presión en su hombro izquierdo con mis dedos y la hago voltear. "¿Quieres hablar o te dejo haciendo lo que estás haciendo?". Pregunto mientras señalo la hoja con pequeños trazos en ella.

"Me parece una excelente idea eso de hablar". Mira la silla que esta frente a ella y me dispongo a sentarme. "Hace poco me comentaste que cerca de tu casa vive una señora Kim...".

"Si...". Digo no muy convencida.

"¿Me podrías decir su nombre?, tal vez la conozca y necesito tener una charla con su hija sobre diversos temas del pasado que ahora no me dejan dormir". Dice tranquila y serena lo que me da pie a seguir con la conversación.

"No se si te caiga bien Jisoo". Su rostro se oscurece y la pequeña sonrisa que tenía en los labios desaparece. "Ella es la hija de los Kim".

"¿Podrías darme su dirección?".

"Claro". Se la mando por mensaje. "Pero ahora solo quiero hacer una cosa contigo". Me acerco y depósito un pequeño beso en sus labios.

"Uno más". Pide con los ojos cerrados, dejo otro y luego otro. "Uno más". Pongo los ojos en blanco y dejo otro.

"Ya".

"Uno más largo". Paso mi dedo pulgar por sus abultados labios y niego.

"Quiero que me digas que harás en la casa de los Kim y te daré los besos que quieras".

"¿Recuerdas cuando me dijiste en la casa de Nayeon y Jeongyeon que harías todo lo que yo dijera por un día completo?". Interroga y yo asiento. "Bueno, eso harás, mañana te contaré que ocurrió".

"¿Por qué mañana y no hoy?". Tengo curiosad de qué hará allá si se supone que no conoce a nadie".

"Porque eso es lo que quiero, decirlo mañana y eso es lo que sucederá". Su tono severo hace que tiemble un poco y sus ojos se cierran por la sonrisa que se forma en sus labios.

"No pasara nada malo ¿cierto?". La preocupación me invade y lamento haberle dicho cual era la localización exacta de aquella chica que me cae tan mal.

"Nada de que lamentarnos". Impulsa su cuerpo y une nuestros labios en un beso que borra todo lo que estaba pensando.

Mis manos suben a su rostro y la acerco más a mi, muerde mi labio inferior con insistencia insitandome a meter mi lengua en su boca y chupar su labio inferior. "Tengo que irme". Murmura sin aliento sobre mis labios.

"Vete antes de que me arrepienta de haberte dicho en donde estaba la perra esa". Digo sin rodeos y escucho su risa nasal.

"Nos vemos corazón". Se despide pero no se aparta de mi cuerpo lo que hace que vuelva a besarla para ver si decide quedarse.

Nunca le dije que fue mi primer beso porque me daba vergüenza y ahora que perdí la cuenta de cuantas veces nos hemos besado como para decirle algo tan insignificante como eso decido callarme antes de hablar las estupideces que siempre salen de mi boca.

Camina forzadamente hasta la puerta y la abre. "Espérame". Es lo único que dice antes de pasar por la puerta y desparecer.

Si esto fuera una de las historias que leo me sentiría bastante frustrada por la situación, porque sabría exactamente lo que pasa por su cabeza y por la mía, además de tener un adelanto de lo que en realidad sucederá, pero esto no es una historia.

Es algo que de verdad está sucediendo y tengo mido que le pase algo malo, sobre todo por la forma en como se despidió, me estoy creando un drama en la cabeza del cual no quiere ser protagonista pero ya es muy tarde, Chaeyoung cruzo la puerta y no hay vuelta atrás, no puedo jalarla porque debe estar bastante lejos porque por la forma en como salió se notaba que estaba apresurada.

O decidida hacer algo a lo que soy completamente ajena, paso mis manos por mi cabello y decido caminar hacia la habitación, no me queda más nada que esperar a su regreso como ella me lo dijo.

Al entrar a la habitación veo sus zapatos color negro que tanto me gustan y su suéter favorito está en su lado e la cama, me acerco a este y me recuesto.

Como mi madre decía.

"Si tienes que esperar al amor de tu vida una, dos, tres veces en la vida no importa porque sabes que siempre vendrá hacia ti incluso si las circunstancias lo impiden".

Y...

"Eres una Myoui y las Myoui somos fuertes, capaces y logramos llevar a cabo cualquier cosa que parezca imposible".

Esto para mí es imposible, quedarme quieta a esperar algo, la incertidumbre no me dejaba razonar, me levanto de la cama y me coloco el suéter. "Ella estará bien solo fue a hablar con una amiga". Intento auto convencerme cuando se que eso no funciona en lo más mínimo.

"Tun tun".

El sonido de una llamada me saca de los pensamientos raros que tenia, veo la pantalla y es un numero desconocido. "¿Hola?".

"Hola Mina". Sonrío en grande.

"¡Momo!. Joder no sabes lo mucho que nos asustaste". Pensé que nunca volvería a saber de ella y ahora la estoy escuchando me  parece impresionante.

"Quería saludar, ya sabes que me fui sin más". Su tono se apaga un poco. "Dentro de poco estaré de cuenta para decirte un par de cosas que quiero decirte y decirles en general".

"Me parece perfecto". Quiero sonar menos entusiasmada pero es imposible no estarlo. "¡Cuando vengas te prepararé la ensalada que tanto te gusta¡". Exclamo.

"Mina...".

"Dime Momoring".

"Te quiero". Me congelo y mi vista se va a la puerta al escuchar un sonido seco afuera. "No sabes las ganas que tengo de verte".

"Lo mismo digo, y también te quiero". Corto la llamada y am salir me encuentro a Chaeyoung tirada en el suelo. "¡Chaeyoung!".