La Boda de Santi
Las flores decorando el salón cayendo desde el techo, aquellos arcos de flores por todo el lugar, el sutil color azul por todos lados, estaba a un par de horas de iniciar mi vida de casado.
—De verdad me harás irme a dormir a mi casa —gruñi al dejar a Invierno en su casa.
—Así es la tradición, los novios no se ven hasta el altar —sonrió él abrazándome.
—Somos dos hombres a punto de casarse dudo que aplique con nosotros —le recordé.
—Quieres probar a la suerte y terminar como Nike —amenazó serio.
—Te veré en el altar —acepté besándole.
—Te amo —aseguró.
—Yo más —confirme— te veré mañana.
—No huyas por favor —susurró riendo entrando a su casa.
—Ni tu —suspiré.
Subí la montaña para llegar a casa ahí estaba mamá decidiendo aún que ponerse.
—Mamá con el que quieras te verás bien —dije abrazándole.
—Gracias mi amor pero nos estamos poniendo de acuerdo —dijo hablando con la mamá de Invierno por videollamada.
—Ambas se verán hermosas —asegure viéndola por l pantalla.
—Ya sé los dije pero van por su cuarto vestido —agregó Charms del otro lado de la llamada.
Después de una hora se decidieron por el mismo vestido que ya tenían desde hace una semana.
Mamá me sirvió algo para cenar con esa sonrisa que no se aguantaba.
—Tus tíos llegan mañana por la mañana —contó emocionada— vieras que tan feliz estaba tu tía cuando les dije.
—Soy el primero en casarme no es por nada —señalé — ¿Qué hay de la abuela?
Mi mamá sonrió para tomar mi mano y negar ligeramente.
—Ella no vendrá cariño —dijo lo que no quería escuchar.
Suspiré para negar, mi abuela era una parte fundamental para mi, una de las personas que más quería en este mundo pero en cuanto se entero y llamo para preguntar por la "afortunada" le hablé del "afortunado" desde ese momento me dijo que ya no tenía una abuela... parte de mi aún deseaba que recapacitara... lo deseaba.
Mamá se levantó para abrazarme con fuerza.
—Está bien cariño, sé que era importante para ti pero aún nos tienes a nosotros y a toda tu otra familia que te ama y respeta tu decisión —besó mi mejilla.
Asentí para abrazarla, papá llegó para mirarnos.
—Y te preguntas porque salió gay el niño —se burló— te dije que no lo abrazarás y ahí están las consecuencias.
—Papá no soy Gay...
—Si, si Poli algo está bien —suspiró— ven tengo que hablar contigo.
Asentí, mamá le amenazó con la mirada a nada de prepararle el sofá.
Llegamos a su oficina en la casa, un lugar al que iba muy poco.
—Vamos siéntate —pidió.
—Me puedo sentar en tu silla —miré en la que solía jugar cuando pequeño.
—No mientras siga vivo —gruñó.
Me senté frente a él, no dijimos nada por unos minutos.
—Como sabes es tradición que te pase a ti el anillo de bodas para tu pareja —sacó el tema.
Asentí, mamá tenía dos anillos el simbólico que se pasaba de hijo a hijo y el otro que le dió papá.
Yo había conseguido uno bonito para Invierno.
—Apesar de los rasgos un poco delicados de Winter...
—Papá —interrumpí no me gustaba por donde iba.
—No puede usar el anillo de tu madre claramente —explicó lo que ya sabía.
Asentí, claramente ese anillo nunca estuvo en mis planes tenerlo y aunque era algo importante para él siempre lo vi como perdido.
—No puede usar ese claramente, así que lo mande a modificar para él —dijo serio sacando el anillo para dármelo.
Lo tomé para mirarlo impactado.
—Es el...
—Si, es el mismo, usaron los mimos diamantes y el armazón se fundió para la talla y hacer un diseño más masculino —contestó con media sonrisa— es una tradición que quiero que continúe y un día estos anillos pertenecerán a tus hijos.
—Yo no sé si quiera...
—Me darás nietos Santiago, muchos no es pregunta —amenazó.
Sonreí para seguir mirando el anillo, el metal era diferente pero los cristales eran los mismos ahora en el contorno del aro.
—Gracias papá —dije de corazón.
—Estoy muy orgulloso de ti Santiago —confesó, esperaba verlo retorcerse pero no, lo decía en serio.
Me tendió la mano como solía hacer, la estreche para luego abrazarlo, papá me abrazó como rara vez hacía.
Mi padre siempre fue un hombre muy duro, en especial conmigo y aunque siempre lo hizo por mi bien sus métodos de crianza solo lograron que fuera demasiado retraído con mis sentimientos.
Cosa que me prometí que no pasaría si llegaba a tener un hijo.
—Tranquilo ya no me puedes hacerme más gay —me burlé.
—Espero no sea reto —sonrió.
Negué divertido, me fui a mi habitación para tirarme en mi cama, mi gemela llegó para acostarse a mi lado.
—Tonto —sonrió.
—Tonta —respondí.
—Vaya, es la última vez que me acostaré a tu lado —soltó con un dejo de tristeza.
—Si empiezas a llorar te pegaré —sentencie.
Ella me abrazó que era peor.
—Me alegro por ti Santi —susurró besando mi mejilla.
—Lo sé —asentí besando su frente.
—Gracias a Dios te conseguiste a Invierno, me preocupaba que te quedaras soltero y te mudarás a mi sótano —confesó riendo.
—Buen plan, si algo pasa guarda mi sótano —pedí.
—No tonto —besó mi frente— vas a ser muy feliz.
Me recargué en mi hermana para tratar de dormir, y lo hice no tenía miedo, mucho menos nervios, era lo que quería.
Desperté con mi hermana a mi lado, cosas de gemelos.
—Arriba mi niño que tenemos un gran día —insistió— anda mi niña que todavía hace falta peinarte.
Mi hermana bufó para levantarse y jalar mi pelo que ahora estaba corto.
—Tonto —sonrió.
Jale el suyo para sonreír.
—Tonta —completé.
Me levanté para darme una larga ducha, mirar mi habitación una última vez pues al volver de la luna de miel esta ya no sería mi casa, tendríamos la nuestra pues era el regalo de mi padre.
Mi familia que empezaba a llegar de México ya llenaba toda la casa, de un lado por el otro felicitándome.
Mis mejillas lo sufrieron por mis tías pero me alegraba verlas.
—Mírate, el señor no me voy a casar nunca —se burló mi primo.
—Era pequeño y estupido —le recordé.
—Ahora solo estupido —atacó riendo.
Le abracé feliz, nos pusimos al día hasta que mamá nos corrió a todos para ir al lugar.
Llegamos al salón de eventos que era enorme y es que mamá consiguió la tarjeta de papá y con eso no escatimó "Tienes dos hijos Sebastian no seas codo" Yup mamá nunca escatimó en ninguno de nuestros cumpleaños mucho menos en la boda.
Al llegar ya estaba ahí Charms, con su traje gris y cabello bien peinado.
—Pero mírate —alague— que elegante señor Charms.
Charmsito sonrió para abrazarme fuerte.
—Me alegro que por fin seamos familia —sonrió.
—Siempre lo fuimos Charms —revolví su cabello— eres mi hermanito y yo soy...
—Tu hermano favorito —completo, truco que amaba pues hacía molestar a Invierno.
Entre a una de las habitaciones para vestirme, la puerta se abrió de golpe y ahí estaba él, mi idiota favorito.
—El mejor padrino llegó —anunció divertido.
—No sabía que Bal había llegado —me burlé riendo.
Lu me miró molesto para llegar y besar mi mejilla, ahora ya habíamos conseguido que dejara de besarnos en los labios... por lo menos antes de la boda.
—Gracias por escogerme —confesó feliz.
—Bueno dado a que nuestro grupo original de cinco solo quedamos dos me parece que no tenía muchas opciones —le recordé divertido.
Lu gruñó para pegarme.
—Obvio que siempre fuiste tú imbecil, eres mi mejor amigo y me alegro que estes aquí —asegure.
Mi Lu me abrazó fuerte.
—No me hagas llora, prometí no llorar —murmuro.
—Lloraras —asegure.
—Obviamente —dijo sin soltarme.
Cuando conseguí por fin safarme me ayudó a terminar con la corbata, porque si Lu de pequeño lo obligaban a llevar corbata y era súper mono.
Me miré en el espejo, los trajes eran color beige con la corbata color azul claro muy elegantes y resaltaban mi bello trasero, mi mamá llegó tiempo después.
—¿Listo mi amor? —preguntó mamá, con aquel vestido plata con brillos.
—Amm no —negué nervioso.
Mamá sonrió para besar mi mejilla y tomar mis manos.
—Respira de acuerdo —me calmó— estás por vivir uno de los mejores días de tu vida, por unirte con la persona que amas y hacer tu vida con él.
—Mamá no ayudas...
—Se aman Santiago y es lo que siempre quise para ti —interrumpió— así que mi niño, es hora.
Respire profundo para asentir.
Yo sería el primero en entrar porque en palabras de Invierno, "me vale es mi boda y yo seré el centro de atención" y por mi estaba bien.
Mi padrino principal era Louis, mi hermana era algo así comí una Dama y mi último padrino era Bal, los de Invierno fueron sus hermanos y hermana.
Y claro el niño de las flores fue Liam y verle con su traje azul fue encantador, dominando el pasillo aventando los pétalos como solo un Menéndez podía.
Entre con mamá de la mano, con cada paso que daba sentía que me iba a desmayar, mis pies temblaban pero lo logré, mamá me dejó en el altar para besar mi mejilla.
—Te amo mi niño —sonrió al borde de las lágrimas.
—Gracias mamá —asentí.
Ella besó mi frente para irse a sentar junto con mi padre, me giré para ver a mi padrinos, ahí estaba Lu sonriendo con sus ojitos rojos, mi gemela sonriéndome y el pequeño Bal con una sonrisa.
La música de los violines se hizo presente, no era una boda religiosa pero si civil y con el ruido de la música y todos poniéndose de pie las puertas se abrieron.
Y ahí estaba él, con un traje color beige con azul, con la sonrisa más bella del mundo y mirándome con sus bellos ojitos azules.
Y era ahí con cada paso que daba hasta mi que podía recordar como iniciamos, un mal entendido, una guerra interna, bromas y risas hasta el día que por fin pudimos ser Winter y Santiago, aquel primer beso, nuestra primera pelea, cuando me fui y volví, cuando luché por él y nuestro amor se concretó en este momento con una lágrima al ver al amor de mi vida frente a mi.
Su madre lo entregó para besar su frente y luego la mía y ahí frente a mi era todo lo que necesitaba.
Quien oficiaba la boda seguramente dijo un lindo discurso al que no presté atención.
—Santiago Dagda aceptas a Winter Jones como tú legítimo esposo —dijo por fin.
—Al carajo que acepto —sonreí, Invierno negó divertido.
—Y tú Winter Jones aceptas a Santiago Dagda como tú legítimo esposo —le preguntó.
—Obviamente aceptó —firmó contrato con el mismísimo diablo.
—Bien si hay alguien que impida esta boda que hable ahora o calle para siempre —exclamó.
Lu le cerró la boca a Bal quien solo puso los ojos en blanco.
—Por la ley que me otorga el estado los declaró esposos, pueden besarse —concretó nuestro acto.
No hizo falta más pues me lancé a él en un beso apasionado.
El bullicio se hizo en toda la sala, entre aplausos, gritos y si, más de una lágrima.
Salimos con los pétalos azules, las personas empezaron a juntarse para felicitarnos.
—Nene —dijo Invierno abrazando al enano.
El chico le abrazó para jalarme y unirnos en un abrazo, seguía igual de chiquito.
—Lo cumpliste —afirmó patito orgulloso.
—Lo hice —dije feliz.
—¿Qué hiciste? —preguntó Inviernito.
Patito suspiró para mirarle y explicarle.
—El día que me fui le hice prometer que te haría muy feliz, y que un día yo sería el padrino de la boda —explicó.
—Segundo padrino patito, segundo padrino —llegó Lu sonriendo.
Ambos se abrazaron claro Lu robándole un beso, Lu ya había chillado lo que no era noticia y es que se necesita amigos así, que lloren por tus logros.
—Estoy tan Feliz —asintió Lu tomándo mi cabeza en sus manos.
—No, ya soy hombre casado no me puedes besar —sentencie.
Lu nos miró triste a nada de hacer corto circuito.
—Está bien, un último —aceptó Invierno.
Lu nos besó a ambos, pero claro era Lu y sabíamos que lo volvería hacer.
—Chicos les presentó a mi novio Piere —sonrió Bal.
Un metro noventa tal vez, bien dotado, con unos ojos azules.... Joder era lindo y no lo podía negar.
—Hola, Winter Jones —se me adelantó.
Le pegué ante sus sucias intenciones, el chico era muy amable pero aquella sonrisa que tenía Bal me decían que era el indicado para él.
—Pero bueno seguirán planeando la orgía o iniciamos la fiesta —alboroto Raven con Liam en brazos.
—¡Fiesta! —exclamó el bebé feliz.
—Diosa, bebé Liam claro que si —sonrió Invierno mirándome.
Y ahí, trece años después legalmente podía decir que estábamos juntos lo que sabía sería para siempre.
Y se nos casan nuestros nenes, hay ya me puse sentimental. 🤧🤧🤧
Creo que no se esperaban que Bal fuera uno de los padrinos pero quien más que patito.🐥
Dos familias unidas por fin, y apenas vamos iniciando.😭🤧
¿Lu dejar los besos? Nunca.🥰
Y qué tal el Novio de Bal, no saldrá mucho pero una orgía no suena mal. 🌚
Y podemos decir que por este capítulos no odiamos tanto al papá de Santi, pero a la abuela de Santi si 🤬
Nos vemos la siguiente semana 🙌🏻
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