5) Vieja Amiga
Durante toda la noche, Wings camino con un rumbo claro, encontrar un nuevo lugar donde vivir. Ahora poseían un traje negro, completamente negro, camisa, pantalón y unos zapatos café oscuros. Pero eso no les daba ninguna seguridad más que sus armas, eran persistentes y tenían una fuerza incomparable, se les complicó encontrar un buen lugar, ya que se hizo público toda la recompensa que pedían por su paradero.
Pero afortunadamente llegaron a un lugar esperado.
—La vieja casa—suspiró Paul—, aquí están todos nuestros amigos. Jimmy, el otro Denny, Henry y los demás Wings.
—Espera un momento—Linda lo detuvo con precaución—. La gente daría lo que fuera con tal de entregarnos y poseer la inigualable recompensa ¿Qué te hace creer que ellos no harán lo mismo?
—Eso es tonto cariño, creo que serían bastante estúpidos, puesto que ellos también son Wings, deben resguardarnos, digo, yo soy el líder.
—Ejemm—tosió.
—Bueno, los líderes.
—Es lo que yo digo—dijo Denny Laine—. Serían incapaces de entregarnos a la policía, de seguro deben de estar esperándonos.
—Vamos, me estoy muriendo de hambre.
Entraron normalmente por la puerta principal, contemplaron como todos se encontraban en una pequeña fiesta, disfrutando, pero al parecer, su presencia les arruinó el momento, puesto que los miraron sin expresividad, tanto así que hasta la música fue silenciada.
Hasta el fondo se encontraban los hermanos Jimmy y Henry McCullogh, acompañados de Denny Seiwell, (si, al parecer a todos les gustaba el sobre nombre de Denny) y Joe English, principales colaboradores de Wings.
—Oh vaya, miren quienes han vuelto—dijo Jimmy, sonando entre lo amable y lo hipócrita—, Linda, Paul, Brian, bienvenidos de nuevo ¡Pueden pasar!
Ellos caminaron con toda la seguridad del mundo, teniendo que ignorar las terribles y pesadas miradas que los otros miembros, amigos y colaboradores les lanzaban, llegaron con sus amigos. Paul no planeaba saludarlos como si fueran viejos amigos, él sólo quería un resguardo.
—Realmente son envidiables—explicó Joe—. Nadie jamás había podido escapar de ese reclusorio.
—Nunca dudes de nuestra capacidad—dijo Linda superior.
—No lo hacemos para nada, pero—Henry McCullogh hizo una sonrisa particular—. ¿Es mucha la recompensa que ofrecen por los tres, no?
—Creo que son 30 mil por ellos y 50 mil por la cabeza de Macca ¡Literal!—dijo Jimmy, riéndose inevitablemente.
—No se atrevan—susurró Denny Laine.
—Lo sentimos...—cuando menos se lo esperaron, ya estaban completamente rodeados—. Lo que pasa es que ya no son parte de Wings.
— ¡Yo soy el líder de Wings!—exclamó Paul haciendo valor su autoridad.
—Lo lamento—dijo Denny Seiwell—. Pero el nuevo líder de Wings, viene caminando.
Todos voltearon al fondo, una figura bastante particular hizo acto de presencia, era un hombre elegante, usaba unos pantalones vaqueros, con ropa destellante, llena de joyas y otros artículos que brillaban, usaba unos lentes negros, también portaba guantes blancos, su cabello era negro rizado y estaba amarrado en una coleta, su sonrisa hacía que todo el mundo temblara, exacto él era...
—N-no puede ser...—Paul tragó en seco—. ¡Es Michael Jackson!
—El mismo—río tiernamente—, es un gusto volver a verlos, queridos compañeros.
— ¿Qué carajos pretendes?—preguntó Linda furiosa, cuando observó que los demás Wings sostenían una larga cuerda.
—Oh, solamente quiero que Asher me de lo que quiero y yo le doy lo que pide—su voz sonaba tan suave y delicada.
—Jackson por favor—dijo Denny Laine, nuestros tres protagonistas se unieron mutuamente, porque iban a amarrarlos—. No digas tonterías, eres igual o más de buscado que nosotros.
—No digo tonteras querido Hines—frotó su mano sobre la cabeza de Denny—, es claro yo no los entregaré a Asher, ira mi hermana Janet. Piénselo queridos, es por el bien de Wings, obtenemos dinero para hacer más negocios sucios ¡Todos salimos ganando!
— ¡Excepto nosotros!—exclamó Paul furioso.
—Lo siento querido Macca—Michael se acercó sigilosamente a él—. Pero ya no tienen otra alternativa, si pudieran deshacerse de nosotros, no es algo notorio, de todas formas todos los presentes en esta sala, quieren matarlos. ¿Qué pueden hacer?
Paul parecía estar rendido, pero no por mucho tiempo, Linda si tenía su cabeza hacía el suelo, esperando el destino de ver como los asesinaban o metían presos de nuevo, Denny parecía estar conformista, pero afortunadamente escondieron bien las armas. McCartney no se iba a dar por vencido, ni siquiera si lo asesinaban en ese momento.
—Nunca hagas esa pregunta—dijo con una voz rasposa—. Porque... ¡NO SABES QUE SOMOS CAPACES DE HACER!
Y cuando menos se lo esperaba Jackson, Paul le dio un fuerte puñetazo que lo hizo caerse en hilera con otros mafiosos, Linda también hizo lo mismo con los hermanos McCullogh, golpeándolos fuertemente a cada uno, Denny agarro la cuerda que sostenía Joe y enredo las manos de sus rivales de una manera terrible. Linda y él combatían a casi todos los Wings, Paul iba por el principal objetivo; asesinar a Jackson, este combatía bastante bien, daba unos pasillos de baile que iban para atrás y unos golpes más, Paul no le perdía el paso.
Todos quedaron atónitos al ver que sólo dos miembros podían contra todos. Henry logró tirar a Linda y está se arrastraba por un arma que encontró, disparándole en la mano haciendo que la soltara. Denny seguía combatiendo a los demás y esquivando las balas que le lanzaban. Paul seguía golpeando a Michael, está vez él se sostuvo de un candelabro que se cayó sobre Jackson dejándolo inconsciente porque ese objeto y el mismo Paul cayeron sobre su cabeza.
Afortunadamente, no eran todas las personas de la sala, pero en cuanto vieron que estaban siendo vencidos, de inmediato fueron a rodearlos. Paul tomó dos metralletas y disparó rápidamente sin mirar a quien, lo cual, espantó a los desarmados. Pero no era momento para seguir peleando ya que después entraron más miembros armados, así que sin dudarlo ni un momento, Linda tomó un gancho y se deslizó por un tendedero de ropa que se había caído , esto fue imitado por Denny y Paul, así logrando que los tres se desplazaran en el suelo del pueblo.
Joe English logró salir de la bolita de cuerpos que estaban amontonados y tomó su arma, por la ventana, buscó con la mirada en donde estaban las tres presas, cuando los observó, ellos ya iban corriendo unidireccionalmente.
El lugar era más remoto de Londres, era una ciudad más campesina y menos adinerada, por lo tanto, las personas los vieron con sorpresa, eran pobres pero en ese momento todos conocían y se grabaron el rostro de McCartney, por lo tanto uno de ellos gritó:
— ¡Ahí está el cabeza de lobo!—señaló—. ¡Vamos por él!
Y ¿Qué es peor que tener a 10 narcotraficantes detrás de ti? Tener a miles de personas con sus escobas, hachas, mechas de fuego, y todo lo que se encontraban, todos iban por esa recompensa.
Nuestros protagonistas corrían sin mirar atrás, lo hacían tan rápido, sentían toda la horda de personas corretearlos, esto hizo que Paul tuviera más sentimientos encontrados, tenía la adrenalina de los primeros años de la Beatlemania, cerraba los ojos y se imaginaba que no era gente furiosa que lo querían matar, sino adorables y adolescentes señoritas que querían darle besos y dulces, también que a su lado no estaban Denny y Linda, sino sus 3 amigos de siempre, sonreía ante este recuerdo, pero tuvo que regresar a la realidad súbitamente.
Dos automóviles se pusieron de acuerdo para cerrarles el paso, así que los tres tuvieron que saltar ambos coches para esquivarlos, seguían corriendo y conforme avanzaban la gente se sumaba más y más.
Unos cuantos lograron atrapar a Denny, pero no estaban armados, así que Paul tomó sus dos armas y nuevamente disparo a los aires y a las personas que no los permitían avanzar, uno por uno los asesinaba. Linda también estaba rodeada, pero era tarea sencilla para ella, tomó un palo de escoba para combatir a todos, alguien casi se lo quitaba, pero uso su increíble fuerza para hacer el palo de madera hacía arriba ¿El resultado? Hizo que el tipo no solo tuviera un golpe en sus testículos, sino que fue tan fuerte que salió volando y uno a uno combatió a todos sin miedo.
Las personas comenzaban a irse asustadísimos por los disparos de Paul, así que Denny y ella no perdieron la oportunidad y siguieron corriendo, McCartney los siguió después. Linda sacó de una camioneta último modelo a una pobre mujer y los tres entraron, logrando esquivar a casi todos, atropellándolos sin temor y a su paso. Paul era quien conducía.
—Eso fue divertido—dijo Linda, convencida de que todo sería fácil.
—Debemos irnos de aquí ¡YA!—Paul aceleró rápidamente.
Seguía por las pequeñas calles de ese pueblo, no perdonando a niños, adultos o perros, si alguien se interponía los atropellaba por igual, llegaron relativamente lejos y las personas seguían persiguiéndolos. Dos patrullas y tres carros normales los perseguían sin césar, llegaron a la estación del ferrocarril, si Wings se detenían para permitir el paso , la ventaja para los otros coches sería mucho mayor, no podían perder más tiempo así que segundos antes de que pasara la enorme locomotora pudieron pasar, salvándose por un pelo.
Regresaron a la civilización, pero era porque no sabían dónde más conducir, la gasolina estaba llena algo increíblemente ventajoso, salieron por la avenida donde todos los coches chocaron al ver a una camioneta salir sin esperar, iban a ir a la derecha, pero fue su sorpresa cuando de ese lado encontraron un montón de patrullas, eran de ese condado por lo tanto el equipo Asher no se encontraba, si seguían ese camino estaban fritos, pero del lado central ¿Qué había? Exacto, estaba el metro, su línea reciente era férrea, estaba detenida, impidiendo el paso de Wings, iban a chocar si se paraban, pero los atraparían si iban por otros caminos, ese centro era la única escapatoria.
— ¡PAUL, PAUL!—gritó Linda histérica—. ¡Esquiva el maldito andén!
—No puedo, no hay tiempo ¡O los coches o las patrullas nos lincharán! Tengo que atravesarlos.
Entonces aceleró, el andén seguía ahí detenido, las personas sentadas a lado de la ventana observaron con miedo y otras con sorpresa, en cuanto vieron la enorme camioneta conducida por Paul McCartney algunos huyeron, pero otras desgraciadamente estaban dormidas, no sintieron el impacto. Las pocas personas que lograron quedarse no se movieron rápidamente, porque en cuanto miraron al vidrio, una enorme camioneta ya estaba pasando la ventana, ¡Un automóvil logró pasar por en medio de un andén del metro! Y no sólo eso, no se detenía, sino que Paul seguía pisando el acelerador como loco, así que no sólo lo traspasaron, sino que también pudieron salir sin problema alguno.
Una vez ya fuera del andén, siguió conduciendo y no miraron el terrible daño que habían hecho. Paul perdió el control durante unos instantes y chocó contra la pared de vidrios de un local comercial, retrocedió, iba por el carril izquierdo y conducía del lado contrario, Linda estaba aterrada, Denny casi vomitaba, chocaron contra otros coches, pero salieron ilesos y victoriosos.
Una vez terminado "el momento de acción" conduciendo por el lado correcto, Paul dijo:
—Conozco por estos lados, aquí sin duda podremos encontrar asilo.
Eran pasadas las 7:00 pm, afortunadamente, ni la policía o el pueblo los seguía. Debían agradecer a semejante automóvil que resulto ser mucho más fuerte de lo que se imaginaron. Paul siguió conduciendo a unos lugares conocidos, se detuvo frente a una casita pequeña, hogareña, sin jardín y muy disimulada, aislada de las demás residencias.
—Listo, bajen—dijo y apagó el motor.
— ¿Es seguro?—preguntó Linda desconfiada.
—Claro que lo es, aquí vive una amiga.
Bajaron del automóvil y Paul fue el primero en tocar la puerta. No preguntaron quién era, simplemente abrió la puerta.
La dueña de la casa era una chica de dos coletas, bastante inocente, vestida de una manera normal, una falda, camisa larga y unas botas blancas, se impresionó en cuanto vio quienes tocaban:
—Hola Freda—sonrío.
—Paul...—dijo ella temerosa.
—Oye—entraron sin permiso—, todos nos están siguiendo ¿Podemos quedarnos en tu casa hasta que nuestra venganza sea cometida?
—No me sorprende—casi no se escuchaba—, eres un fuera de la ley. No te quiero aquí,
— ¿Disculpa? Pero Freda—Paul intentó seducirla—, eras mi amiga ¿No? Secretaria de los Beatles, siempre estabas ahí para nosotros.
—Yo soy amiga del Beatle Paul McCartney—dijo firmemente—, no del narcotraficante, mafioso, asesino y desleal que estoy viendo ahora.
—Oh vamos, seguimos siendo amigos.
— ¡Vete!—gritó fuertemente—. ¡Váyanse, maldita sea!
Paul reaccionó violentamente ante está dicha, así que tomó su pistola y apuntó justo directamente en la frente de Freda.
—A ver, déjame replantearte la pregunta ¿Nos podemos quedar aquí, o te asesino y convierto está en NUESTRA CASA?
Ella estaba desesperada, totalmente temerosa, no podía emular ni una sola palabra, solamente miraba aquella arma sobre su frente. Pero dejo de apuntarle cuando Linda hizo que Paul la bajara.
—Por Dios, quieres que nos de asilo y ¿La amenazas? Ya basta Paul—se paró en frente—. Escucha ¿Freda? Por favor, necesitamos asilo, acabamos de atravesar todo el metro que cruza de este pueblo a Londres, en serio requerimos de una casa donde no nos linchen, si Paul vino contigo directamente fue porque te tiene confianza y...
Linda no pudo terminar su discurso porque Freda le dio una fuerte bofetada, así que actúo al instante, sacó su pistola y ahora ella le apunto en medio de sus ojos. La pobre Freda casi se muere de un infarto.
—Lo haría en la nariz pero es que la tienes bonita, así que despídete de tu vida ¡Ahora!
—NO—está vez fue Denny e hizo que Linda bajara sus manos—, dejémosla tranquila, esto es demasiado para ella.
— ¡Pero Denny! La casa y la ubicación son perfectas.
—Lo sé, pero ella no quiere nada... lástima, no quiero matarla yo.
—De acuerdo—dijo Freda con timidez—, pueden quedarse en mi casa.
—Gracias—sonrío Paul sinceramente.
Freda los dejó pasar como si no tuviera otra alternativa, cerró la puerta procurando que nadie viese que unos proscritos habían entrado a su casa. Paul se sentía feliz y seguro por haberla encontrado, sabía que no había razón por desconfiar de su vieja amiga.
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