4) Plastic Ono Band

No había nada mejor para alguien que estar sentado en tu sillón de lujo, en tu mansión llena de joyas, sentirte la reina del mundo y tener todo lo que quieras sin disposición ni contras. Pues algo así sentía Yoko Ono mientras tomaba de su Martini, como una verdadera reina, ignorando su posición de contrafuga. Y ¿lo mejor de todo? Ella tenía las riendas de todo, de los negocios, del cartel, de su matrimonio, del dinero, nada se hacía sin que ella lo hubiera ordenado y nadie se atrevía a desobedecerla.

Ni siquiera John Lennon.

—Aquí está la botana que pediste—dijo mientras cargaba unos cacahuates en su plato.

—Déjalos ahí y siéntate—prendió la televisión.

— ¿Qué programa es?—cuestionó John sirviéndose una copa de whiskey.

—Hoy es el gran final de "When you're Stranger"—dijo Yoko emocionada—. Así que será mejor que no hagas ruido.

Ambos esperaban impacientes por que su programa empezara, pero estaban separados, Yoko tenía una silla especial que ella misma había ordenado y John se sentó en sillón, duro, seco y sin chiste. Antes de que comenzara dicho programa, hicieron un "anuncio" importante.

—Interrumpimos este especial para dar una noticia—dijo el presentador de noticias—. Oficialmente han escapado "Wings" la banda de mafiosos más peligrosa del país, a cargo de Paul McCartney, Linda McCartney y Brian Hines, la policía londinense ofrece hasta 50 millones de libras por dar información o algo relevante que ayude a dar con su paradero. Si los encuentra no ceda ni nada, llamé de inmediato a la policía porque son extremadamente peligrosos, aquí vemos las fotografías de los tres para que los tenga bien identificados. Cualquier información comunicarse con la guardia especial dirigida a manos de Jane Asher. Regresamos con la programación normal.

En cuanto escucho esa noticia, Yoko abrió la boca con sorpresa, apagó la televisión, se sentía tan emocionada que su corazón iba a salir por completo.

— ¿Escuchaste eso? Asher pagará a quien sea y si ya hicimos el trato una vez ¡Podremos hacerlo ahora!

—Ese plan suena excelente Yoko—John se limpió las gafas—, pero no contabas con un punto en contra.

— ¿Cuál?—frunció el ceño.

—No tenemos ni la más mínima idea de donde estén Wings.

—Pero lo sabremos—chasqueó sus dedos—, lo traicionaste una vez, no dudo que no lo hagas una segunda.

—Yo no lo traicioné—dijo impotente.

—Ay—Yoko hizo una pequeña sonrisa—, por el amor de Dios, gracias a ti la policía londinense pudo atraparlos, en 1981 ¿lo recuerdas? Ay cariño, sigues siendo tan inocente.

—Yo no sabía que la policía me seguía...

—El punto es—dijo Yoko tan déspota—, los vamos a capturar, como sea. Pero no podremos hacerlo solos, hace 4 años tuvimos suerte porque Asher ya tenía a Linda y Brian, pero ahora somos nosotros dos contra ellos tres y es evidente que no podremos solamente nosotros.

—Es cierto—sonrió sarcástico—, entonces eso quiere decir que no nos vamos a meter para nada. Siempre he considerado injusto que a ellos los hubieran encerrado y a nosotros no, somos igual de culpables, somos delincuentes también.

—Por supuesto que no—encendió un cigarro—. Nosotros no hemos asesinado a nadie, solamente somos unos amigables vendedores de heroína en la zona metropolitana de Londres y parte de Francia, nada grave, querido.

—Eso no nos libra de la culpa, ya no aguanto esto Yoko—John dijo, como si tuviera que librarse de un sentimiento de sensibilidad—. No entraré a este juego ¿Comprendes? ¡No lo haré!

—No pedí tu opinión ni mucho menos te pregunté—reaccionó molesta—, te estoy diciendo y ordenando que vamos a capturar a Wings, quieras o no, o eso signifique darle a fin a tu vida de una vez por todas—lo amenazó con una pistola—, así que no tienes de donde elegir.

—Me das asco—John con su mano, aventó la pistola de su mujer—, pero de acuerdo, tienes razón, por desgracia cuando estoy contigo no tengo muchas alternativas, así que está bien. Capturaremos a Wings de nuevo.

—Velo como una nueva venganza y verdadera. Lo que quiere Asher es...—jugó con el control remoto— capturar a Linda y Hines pero... para Paul quiere que le entreguemos su cabeza, así que podrás vengarte por él, ya sabes—mordió una manzana—, porque él asesinó a tu "bella familia" —río sin escrúpulos.

—Deja de recordarme eso—se levantó del sofá y se dirigió a las escaleras.

—Mañana tendremos a un invitado especial, así que será mejor que te comportes.

—Como ordene jefa—dijo para ignorar sus peticiones.

John subió bastante molesto a su habitación, a pesar de que Yoko fuese su esposa los dos habían concordado de que no querían dormir juntos, por lo tanto su cuarto era el único lugar donde podían escapar mutuamente de la realidad. Su pieza era oscura, gris, triste e insignificante, no solía abrir las cortinas ni hacer tiradero, se acostó en su cama boca abajo, abrazando a ese viejo panda de peluche que siempre había poseído y que originalmente sería para su hijo Julian.

Aquel pequeño que nunca pudo nacer, porque murió en vientre de su madre.

Porque los dos abandonaron a John.

Todavía podía recordar ese momento, cuando llegó a su mansión en Kenwood la fatídica noche del 3 de febrero de 1969, se le hizo extraño ver el automóvil de su amigo Paul estacionado y cuando llegó a su cuarto observó cómo...

Su esposa y su mejor amigo estaban teniendo relaciones sexuales.

En ese momento, John reaccionó impresionado, como cualquier esposo en semejante posición, al principio no reconoció quien era el sujeto que se encontraba en su cama, violando la santidad de su matrimonio, pero en cuanto se dio cuenta de que era Paul, al instante, quería matarlo. McCartney para evitar un conflicto que lo involucrara a él y en un ataque de desesperación máxima, decidió dispararle a Cynthia, quien también se levantaba de su cama.

Y así, aprovechando que John estaba más concentrado por el estado de su esposa, escapó por la ventana, escabulléndose por el enorme y sombrío bosque.

Aun lloraba de ver la escena de su esposa, cayendo al suelo interminablemente, hicieron todo lo posible para salvarla, pero fue absurdo. Y lo peor fue lo que continuó, se casó con Yoko y está al primer instante tiró todas las cosas de Cynthia, rompió fotografías y tuvo una manera bastante bizarra de hacer que John la olvidara, por medio de una hipnosis, eso supuestamente funcionó, pero lo que no sabía es que su esposo recordaba a Cyn como si fuera la primera vez.

—Así que—pensó nuestro Lennon—Sí yo tuviera alguna razón por la cual encarcelar a Paul, sería más que nada por el asesinato de mi esposa.

Pero no fue rencoroso, porque reconoció que también tuvo bastantes errores, como no ser capaz de cuidar, resguardar y proveer por su esposa. Así que cuando se reunió de nuevo con McCartney en 1974 quedaron en buenos términos.

Cuando la situación de Wings empeoró y eran buscados por la Interpol, John fue el único que, no sólo les brindó escondite y refugio, también les dio apoyo verdadero. Pero era cierto, Jane Asher y Maureen Cox encasillaron a Linda y Brian Hines, John fue a ayudar a Paul, pero no tuvo en cuenta que la policía lo estaba siguiendo, por órdenes de Yoko. Así que cuando fue a su escondite, atraparon a McCartney de inmediato.

Todavía puede escuchar sus palabras.

"— ¿Por qué me traicionaste John?—sollozó al momento en que lo arrestaron—. Es por lo de Cynthia ¿verdad?

—No...—fue sujetado por otro guardia, que impedía su movimiento—. ¡No fue mi culpa! Yo... yo no sabía esto, perdóname por favor... Paul...

—No, eres tú él que...—se retorcía de dolor—Debes perdonarme, arruiné tu vida ¡Lo siento tanto!"

Y como una escena de película, John estiró su brazo, en espera de que Paul pudiera sujetarse de él, pero cuando eso iba a pasar, la guardia londinense jaló con más fuerza a McCartney, dándole toques, arrestándolo por completo y llevándoselo a su destino marcado.

A la Plastic Ono Band no le hicieron nada y se hicieron de la vista gorda con ellos, pero eso no lo dejaba de sentir culpable y por ende, peor.

Y por el momento, solo tenía una fotografía de él, con su gran amigo Paul, a quien siempre lo apreció a pesar de sus vidas hubiesen tomado un pésimo rumbo.

—Te prometo que está vez saldremos los dos juntos de esto...—susurraba a su fotografía, mientras se recostaba en un profundo sueño.

(...)

Al día siguiente, mientras John desayunaba, no podía ver lo que sus ojos contemplaban.

Esa nariz tan peculiar, esos ojos azules tan potentes, su peinado tan atípico y esa estatura tan encantadora... era Ringo Starr, su ex compañero de banda, al que siempre había extrañado.

Tuvo que contener sus ganas de ir corriendo con él y darle un abrazo, porque estaba consciente de que a Ringo ya no le importaban esas cosas. Él ahora era un estafador muy popular, nunca entró al negocio de distribución de drogas, pero se debe suponer que está haciendo tampoco es lo más correcto posible.

—Johnny—entró Yoko con otra mujer, una linda chica con apariencia de muñeca de aparador, tenía el cabello largo y castaño. Su piel era ligeramente morena, era bastante hermosa—. Te presento a bah...—río elocuente—. Estoy segura de que ya lo conoces, pero ella es Barbara Bach, su esposa.

—Es un gusto—saludó algo triste.

—Ringo nos ayudará a capturar a Paul, bueno nuestro objetivo principal son los tres pero Asher nos dará todo si le entregamos la cabeza de McCartney.

—Espera un momento, Yoko—se detuvo Ringo—. ¿Es literal eso? ¿Le vamos a cortar la cabeza?

—Por supuesto que sí—cerró los ojos felizmente—. Imagínate, ahorita Asher está parloteando que Quiere la cabeza de Paul y que este se ha convertido en un cabeza de lobo Pero cuando entremos por su ventana con lo que desea ¿No te gustaría ver su cara? Por Dios, dice que lo odia, pero muy en el fondo ella sigue amando a McCartney. Le daremos justamente lo que quiere.

—Esa idea me gusta—Barbara sonrió entre dientes.

—Wings quiere pelea y eso obtendrá—dijo Ono nuevamente—. Pero no podemos solamente tú y yo caramelito—se refirió a John—. Por eso, Ringo también se embarcará a esta pelea. Barbara será la que nos ayude en la salud, cuando tengamos alguna emergencia médica. Este juego es de tres y vamos a ser sólo tres.

—Es cierto—suspiró John decaído—. Pero ¿No hayas fallas en tu plan, cierto?

—No, ninguno en absoluto.

—Ahora dime Yoko—la puso en jaqué—. ¿Crees que nosotros podamos cortarle la cabeza a Paul y salir ilesos de todo esto?

—Por supuesto que sí, ahora deja de ser un marica.

Ringo y Barbara desayunaron, John no se atrevía a formar conversación con ellos, debido a los problemas anteriormente planteados. Pero no contaba que otra mujer haría acto de presencia.

— ¿Otra visita?—frunció el ceño.

—Sí John, queridos amigos les presento a ¡Pattie Boyd!

La señorita Boyd lucía hermosa, tenía una bella cara angelical, unos ojos zarcos tan destellantes y azules, parecían gemas, un cabello envidiable y un cuerpo exquisito. Era una especie de mujer perfecta.

—Luce inocente ¿verdad?—dijo al ver como su marido la miraba con la boca abierta— Bueno Pattie ¿Por qué no nos dices de lo que eres capaz?

Ella dio una media vuelta y sacó una pistola de su falda, le apuntó a John con perspicacia.

—Será mejor que dejes de ser mis senos—dijo feroz—. Y yo soy espía especializada, nada se me escapa vivo. Trabajo como guardaespaldas y he llevado a los mafiosos más peligrosos a la completa ruina.

—Le pedí a ella que trabajara con nosotros—explicó Yoko—, ya que ella tiene todo para hacer lo que quiera, con su cuerpo tan fenomenal nadie se da cuenta de que es alguien sumamente poderosa y le he dicho que obtendrá su parte si nos ayuda a capturar a McCartney.

—Pensé que los únicos que combatiríamos a Wings seríamos Ringo, tú y yo—señalo John.

—Señor Lennon—río empedernida—, se equivoca. Yo nunca trabajo en equipo, yo haré mi propio trabajo ah...—suspiró—Jamás me había fijado semejante objetivo. Wings es otro nivel. Pero si me apego a lo que ustedes dicen, los cuatro podremos capturarlo.

—Me encanta ese trabajo en equipo que tienes a disposición—Yoko le dio una palmada en la espalda—Y si Pattie, lo que quiero que hagas es que destruyas a Wings, emocionalmente hablando. Que conquistes a Paul y lo separes de Linda, que los dividas antes de que la policía lo haga, y más que nada nos tengas en constante información sobre todo lo que ellos hacen.

— ¿Sólo eso? Purff—bufó alivianada—. De acuerdo, pero no le cortaré la cabeza a Paul.

—Descuida, ese es un trabajo que me corresponde solamente a mí, entonces ¿te unes con nosotros?

—Por supuesto que sí Yoko—chocaron las palmas—. Cuenten conmigo para todo lo que ustedes pidan.

Y así los tres nuevos miembros de dicha banda celebraron, planificando y dando nuevas ideas sobre cómo capturar a Wings.

Pero hay algo que Pattie no dijo, un secreto bien resguardado, porque definitivamente si era una espía hecha y derecha, nadie diría sus verdaderas intenciones tan fácilmente. Lo tomaba todo tan sencillo pero ¿Cuál sería su consecuencia por formar parte de la Plastic Ono Band?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top