Francie la miraba detenidamente, no podía darse el lujo de permitir que Jane le estuviera mintiendo. Sabía que ella era capaz de las cosas más ilógicas e imponentes.

—No... ¿De verdad?

—Porque mentiría, puedes ir con ella para rectificar.

—Sí, eso haré—dictó con su ego roto—, más te vale que no mientas, porque si no...

— ¡Ya te dije que no miento! —gritó.

—Bien... iré a comprobarlo, pero... ¿Por qué con su hermanastra? Digo... eres un colmo, juzgabas al señor Harrison de que podía tener nexos con Wings, ¡Y haces lo mismo!, Ruth es su familiar, ¡Intolerante esto!

—Pero Ruth odia a su hermanastro, lo detesta desde que fue un narcotraficante desquiciado—explicó Jane, perdiendo la paciencia.

—Bien, iremos a confirmarlo ahora mismo—dijo Francie con superioridad.

—Bien... ¿Cuándo saldré de aquí?

—Oh, en unos momentos... en unos momentos—soltó una sonrisilla terrible.

Al parecer, se habían burlado cruelmente de Jane Asher, pues había llegado el anochecer y todavía seguía en la misma celda. En realidad, todo era un plan de Francie Schwartz para vengarse de ella, pretendía dejarla ahí hasta el amanecer antes de retirar la orden para mantenerla encerrada. Era para darle un buen escarmiento, y más que nada, para poder desquitarse de ella por todas las humillaciones pasadas.

No había duda, las cuestiones personales dominaban mucho más que el sentimiento de justicia que debía ser cumplido.

Jane estaba furiosa, jamás había sentido tanto odio recorrer por sus venas, era algo que no soportaba. Todo se le había venido encima, pero aquello era culpa de su necedad, por querer hacer todo a su mandato y orden. Así que ahí estaban las consecuencias, nada que no se mereciera.

Y el colmo de todo eso, fue que debía soportar la presencia de John Lennon.

—Miren nada más, el cazador resulto cazado...—dijo John al verla en ese lugar.

— ¿Qué quieres, Lennon? ¡Vete! No estoy de humor para tus tonterías.

—Para que lo sepas, Ringo, Paul y yo sí estábamos en casa de George.

— ¡Lo sabía!

—Pero eso fue bueno, nos hemos puesto de acuerdo. Grábate esto, Jane, la dupla Lennon-McCartney ha vuelto.

— ¿QUÉ? —Jane se alteró muchísimo.

—Yo lo sé, sé perfectamente cómo me has utilizado para lograr tus fines malvados, ¡Pero no más! La vez de Los Empresarios... ¡Te descubrí! Vaya que lo hice, de todos modos... ¿Querías hacerme lo mismo?, ¡Me volviste a tomar el pelo! —gritó muy enojado y hasta le pegó a los barrotes— Así que esto ya no es una guerra contra Paul, ¡Esto es contra ti! Solamente me utilizaste para tus fines malvados, eso siempre hacen las locas psicópatas como tú... ¡Utilizar a los demás para sus propios planes y desdichas!

Jane se quedó estupefacta, pero ya había perdido toda capacidad para procesar, digerir o mostrar sentimientos. Así que sonrió de mejilla a mejilla, mostrando todos sus dientes y empezó a reírse compulsivamente.

—Ja, JA, JA, JA, JA—no paraba, hasta se tocaba el diafragma— ¡Es cierto! Bueno, vale, es verdad. Te lo estoy admitiendo, ¡Es cierto! Todo es verdad, te utilicé esa vez, así como capturamos a Paul hace una década atrás. Pero nunca pensé que fueras a ser tan listo como para darte cuenta una segunda vez. Digo, eres el perro faldero de Yoko, ¡No eres nada inteligente!

John miró con odio como Jane se reía en sus propias narices, así que apretó sus puños fuertemente, eso era señal de que no iba a dejar las cosas así. No soportaba que lo insultaran, y mucho menos que se burlaran de él.

—Está bien... mereces saber que me uniré con los Wings, ¡Seré el cuarto Wing! Me aliaré con ellos, pero no sólo por los hijos de Linda, ¡También para destruirte! La vez que me reuní con Paul, dijimos que íbamos a volver a trabajar juntos. ¡Y sí! Eso mismo haremos, te destruiremos entre los dos, uniremos fuerzas para hacerlo, ¡Ya lo verás! Ya no tengo ninguna rivalidad con él, estamos en alianza, una mejor y más fuerte.

Jane retrocedió un poco, su sonrisa caía lentamente, pero no dejaba de sentir un par de tics sobre sus hombros.

—Esto ya no es por justicia Jane, esto ya no es porque sabes que Paul hizo cosas muy malas, ¡No! Estás loca, enferma por el poder, ¡Esto es una pelea para perjudicar a Linda porque está con Paul!

Jane debía reconocer que esa era la principal razón, pero no quería hacerlo. Suspiró muy abatida, y admitió lo que tanto le dolía hacer.

—John, escucha... esto no es por celos. Te juro que si Paul me hubiera dado una buena razón o algo coherente al decirme del porqué terminó nuestra relación, yo no haría esto, ¡Te juro que no! Pero tienes que saber la verdad, ¿Recuerdas cuando todos buscamos a Paul hace mucho tiempo porque lo habían secuestrado?, ¡Entérate! Fue Linda quien lo hizo, y después de eso... él se volvió más frío y triste conmigo, ¡Me dejó! Sólo quiero saber... ¿Por qué lo hizo? ¡Eso es todo! Y más que nada, quiero y necesito saber, que le hizo Linda cuando lo secuestró.

—Que idiotez—John rodó los ojos—, en dado caso... te lo respondo yo. ¿No es obvio? Linda es el complemento de Paul, debes de aceptar lo que pasó, ¡Mira nada más todo lo que pasas por culpa de los imposibles! Mira en donde quedaste por tu egolatría y excesiva confianza, ¡Vas a arruinar tu vida! Paul ama mucho más a Linda, más de lo que pudo haber hecho contigo algún día.

Jane debía aceptarlo, una parte de ella decía que ya era momento de acabar con la locura y seguir adelante por su vida, cumplir sus deberes y responsabilidades. Olvidar completamente a Paul McCartney, eso debía hacer. Pero de pronto, recordó ese momento en que él llegó a su casa, que le dijo esas palabras de amor. Sabía que él la seguía amando, y ella lo rescataría de su propio infierno personal.

—Mira Lennon, tú no sabes nada. Paul es un océano al que voy a descubrir totalmente, ¡No es cierto! Paul no ama a Linda.

— ¡Es su esposa!

— ¡No lo es! Y, ¿Sabes qué? Largo, ¡Lárgate! Ya no necesito escuchar tus mismas mierdas, ¡Las mierdas que repite todo el mundo!

—Muy bien... sigue aferrada con lo que no es. Al final, tú serás la más perjudicada—John se alejó discretamente—, solamente, te voy a decir... por separado, nos atrapaste. Pero juntos, juntos podemos ser peores.

Fue lo único que dijo y se dirigió del otro lado. ¡Sabía que debió actuar más rápidamente para detener a Lennon!, ¡Nunca pensó que haría una alianza con Paul! Eso arruinaba significativamente todos sus planes y nuevas ideas, Jane debía ser mucho más inteligente, olvidar sus impulsos y pensar con frialdad de nuevo, pero no sabía, no sabía cómo hacerlo.

Minutos después, Francie Schwartz entraba nuevamente a esa celda.

—Muy bien, acaba de venir Lennon para decir que está en unión con Paul... ¿Y tú?, eres una inútil—dijo Jane sin rodeos.

—Claro que no, prueba de ello... sigues aquí.

—Me dijiste que me liberarían en la noche, ¡Sácame ya! —exclamó fastidiada.

—No, es más, vine para burlarme un poco de ti. Digo, ¡Tú lo hacías diario! Es justo hacerlo yo está vez.

—Eres una verdadera estúpida, ¡Deja a lado tus idioteces!, ¡Haz por primera vez bien tu trabajo!

—Eso es lo que debes de hacer tú, querida Jane—le dio una bofetada.

Jane no soportaba que nadie le pusiera un dedo encima, y mucho menos ella. Así que se la devolvió, y no sólo eso, empezó a sacudirla violentamente con sus hombros, la aventó con todas sus fuerzas.

Y la cabeza de Francie se golpeó justamente con la base del catre, se escuchó un severo ruido que asustó a Jane.

— ¿Francie?

Pero ella no reaccionaba, era obvio saberlo, pues tenía sus ojos abiertos y su cara parecía un espectro. No había duda, ese golpe había resultado terrible para Francie, pues la mató al instante.