22) Privacidad

Paul McCartney se quedó congelado y no pudo decir absolutamente nada, las palabras de Heather eran serias, ella buscaba respuestas a esa pregunta. Paul no pudo decir nada, porque en ese momento... entró Linda súper indignada y enojada.

— ¿QUÉ?, ¿Cómo que no te has divorciado de Jane Asher?

—Linda... Lin...—titubeó nervioso.

—Mamá... Linda...—Heather volteó— Déjenos hablar a solas.

—Nada de solas—Linda empujó a Heather hasta la salida— James Paul McCartney... ¡Explícame que es eso de que no te has divorciado de Jane Asher!

—Espere... ¡Espere!

Linda sacó a Heather de la habitación, cerró la puerta con fuerza y vio a Paul, estaba furiosa, molesta, y demás adjetivos. Parecía una auténtica fiera. Paul se alejó hasta la ventana, Heather quería escuchar su conversación, pero prefirió ir por ayuda si es que las cosas se ponían feas.

—Dime Paul... ¿Cómo es eso de que no te has divorciado de Asher?, ¡Se supone que por eso nos casamos en el Caribe en el 71!

—Eh... es un error, Heather se equivoca—dijo pretextos— ¡Yo me divorcié de Jane desde antes de ir contigo! Es más... nuestro matrimonio no fue legal.

— ¿Me crees idiota, Paul? —preguntó con el ceño fruncido— ¿Cómo puedo rectificar que lo que dices es cierto?

—Lo es, ¡Lo es! Yo me divorcié de Jane hace mucho... ¡PERO MUCHO TIEMPO!

—Nunca me quisiste enseñar el acta del divorcio...

—Se lo quedo ella.

—Cuando nos capturaron la primera vez, ella habló contigo... ¡En privado!

—Linda... Lin'—Paul se acercó e intentó tranquilizarla— Mi adorada Linda, es obvio que Jane mintió, está loca... me divorcié de ella y es algo que no puede aceptar.

— ¡Heather estuvo con ella tanto tiempo!, ¿Cómo te explicas que te haya preguntado eso?

—Jane mintió, le mintió a ella y quién sabe a cuántas personas más—se justificó Paul—, en serio... sabe muy bien que estuvimos frente a un abogado y firmamos el divorcio... ¡Por eso me casé contigo!

Linda no era una de esas mujeres que creía falsamente, o que dejaba pasar las cosas sin más o sin una explicación verídica. Ella sabía que había una forma en que las personas hablaban sinceramente y no podían mentir, y esa era... cuando estaban al borde de la muerte.

Así que, Linda estaba dispuesta a todo con tal de conseguir la verdad.

Ella miró a Paul con detenimiento, él estaba sin precaución, pero cuando menos lo esperó... ¡Linda se abalanzó contra él y lo tiró sobre la cama! Ella estaba encima de él, así que sostuvo sus manos y tomó una almohada, quería asfixiarlo.

—Dime... ¡Dime de una maldita vez!, ¿Te divorciaste de Asher SÍ O NO?

—Lin... Linda...—Paul intentaba hablar, pero era imposible.

Paul era muy débil, no era muy bueno para pelear. Pero Linda tenía una fuerza bruta que siempre utilizaba sin ningún problema. Ella se montó sobre él, tenía sus rodillas sobre su estómago.

—DIME—gritaba— ¡DIME LA MALDITA VERDAD!

Heather fue con Denny Laine, a quién le dijo de manera muy confidencial:

—Señor Hines, pido su ayuda, las cosas entre Linda y Paul podrían ponerse feas.

— ¿Por qué piensas eso?

—Suba y lo comprobará.

Ellos fueron directamente hasta la habitación en donde estaban Linda y Paul, pero no tuvieron que hacer grandes deducciones para saber que había una pelea muy fuerte. Denny abrió la puerta sin pensarlo, Heather se horrorizó al ver como Linda quería asesinar a Paul.

—Linda, ¡Por Dios! —logró detenerla.

Paul se deslizó lentamente hasta el suelo y parecía realmente un cadáver. Heather se aterró bastante y corrió a su auxilio, lo hizo respirar, Linda estaba imparable, Denny la cargaba y ella pataleaba sin parar.

—Dime, ¡Dime, maldita sea!, ¿Te divorciaste de Asher?

— ¡QUÉ SÍ! —vociferó Paul con un tono elevado de voz.

McCartney se levantó muy indignado, Heather se alejó un poco de ellos.

— ¡Le mintió a Heather! Jane está obsesionada, vive aferrada aun imposible.

—Será mejor que digas la verdad... porque si no...

—Claro que sí—dijo Paul totalmente harto— ¡Y te lo voy a demostrar!

Paul salió muy enfadado de la habitación, y por consiguiente, también de la casa de Freda Kelly. Linda se tuvo que calmar, Heather tenía mucho miedo, y pensaba que ella podría hacerle algún daño. Pero no, Linda sonrió carismáticamente, se arregló el cabello, y dijo:

—Eh... así nos llevamos, cariñitos y nada más.

Ella salió y Denny le siguió. Heather se quedó con un verdadero mal sabor de boca por todo eso, sintió como un escalofrío recorría todo su cuerpo sin parar. Un dolor en su garganta se quedó en ella, y tenía unas tremendas ganas de llorar. De pronto, recordó algo que la hizo estremecer.

Eso había pasado en la navidad de hace un año. Betty –a la que siempre consideró su madre- Peter –papá- y su tía Jane Asher estaban en la cena de navidad. Eran solamente ellos cuatro, su abuela Margaret no había podido asistir.

—Bueno—recuerda muy bien las palabras de Jane—, somos pocos. Pero no importa, la verdadera familia no tiene que ser muy larga o extensa. Sabes Peter, siempre podrás contar conmigo... y tú, Victoria—tomó su mano—, eres más que una sobrina, te considero como una hija para mí... una verdadera hija.

—Gracias, tía Jane.

— ¿Has reconsiderado la propuesta de ir a trabajar a la Scotland Yard?

—Oh... Janie—interrumpió Peter—, de verdad, no creo que sea bueno u oportuno que Victoria vaya contigo.

—El sueldo es bueno, y tendría toda la protección. Nada malo podrá pasar.

—Definitivamente, iré—asintió con una sonrisa.

"La verdadera familia." Pensaba Heather y se recargó en la pared. "La verdadera familia... mamá Betty... padre Peter... ¿En qué demonios estaba pensando? Tía Jane... Lee... Maureen, Pete... ¿Por qué los cambié por estos? Ellos no pueden ser mis padres... ¡No pueden! Dios mío... ¿Qué he hecho?"

(...)

La noche se hizo presente, había un viento que pasaba por todos lados con gran furia y en breves ráfagas. Paul iba disfrazado, tenía un abrigo gigante, un sobrero, y lentes. Todo del mismo color: oscuro, negro como la noche... y su alma.

Vio las iluminadas calles londinenses, ya eran aproximadamente las 10 de la noche. Sintió el silbido del viento sobre sus oídos, no había casi gente. Pero fijó bien y en claro su objetivo, la residencia que tanto había buscado.

La casa de Jane Asher.

Estaba justo frente a ella, la luz del cuarto principal estaba encendida. Así que sabía lo que significaba. No esperó más tiempo para entrar a esa residencia, necesitaba hablar con Jane justamente en ese momento.

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