𝕮𝖆𝖎𝖉𝖆 I
Dolor... esto era lo único que seokjin sentía dentro de el, no tenia miedo, estaba seguro de eso, en realidad no le aterraba la idea de lo que le sucedería después. Tan solo le dolía estar consciente de lo que perdería.
Hay muchos tipos de dolor, esta el físico, el superficial, el mental etc...
Pero hay uno en especial, uno mas doloroso que el resto. El de ruptura.
Sabia que en cuanto el lo hiciera, en cuanto el se rebelara aquel "crack" aparecería. Mas no le dolía el hecho de este mismo, si no, que quien se rompería no seria el... O no, claro que no seria el.
Quien se rompería en realidad seria aquel castaño de ojos pequeños, ese mismo que le brindo su ayuda para armarse a si mismo, aquel que le había hecho sentir completo por mucho, mucho tiempo.
Era una realidad. El "nosotros" dolía, dolía como una apuñalada directo al corazon, una apuñalada tan profunda como para hacer sangrar al mismo, pero a la vez tan superficial como para no morir al instante. Una apuñalada lenta y dolorosa que al final llevaba a lo mismo...
¿Si pudieras escoger, cual elegirías?, ¿ser un muerto en vida o vivir aunque te lleve a la muerte?
quizás lo que mas le lastimaría a ambos seria pedirse perdón, vaya que era de las cosas que peor hacían. Por el simple hecho de que nunca lo hacían.
Namjoon nunca le pidió disculpas a jin y el dulce jin tampoco lo hizo con namjoon. Ambos esperaban en silencio a que las cosas se arreglaran... Aunque en aquel instante en donde después de las peleas se miraban a los ojos, todo el paraíso podía observar las disculpas mas sinceras; sin embargo mas silenciosas de la tierra.
La caída estaba cerca, solo que no sabían contra que se estrellarían.
-¡Namjoon!, ¡por favor detente, solo escúchame ¿quieres?!- le llamaba a gritos mientras lo seguía intentando alcanzarlo.
-¡No!- el castaño detuvo su paso, sin voltear aun. No quería hacerlo ya que si daba la vuelta el pelinegro se daría cuenta de lo mucho que llevaba llorando, y no quería mostrarse débil... no otra vez.
-Namjoon... solo déjame explicarte- suplico Jin con un jadeo mientras baja la velocidad de sus pasos acercándose mas al contrario- por favor, por favor.
-No quiero escucharte seokjin. Todo lo que dices son mentiras, mentiras, mentiras- había empezado a golpearse la cabeza inconscientemente- no deberías de mentir, mentir es malo seokjin, es un pecado, un pecado. ¿ACASO NO LO ENTIENDES?- Volteo repentinamente para encontrarse con el mayor enfrente suyo.
-Namu, por favor respira, intentemos hablarlo ¿okey?- aconsejo intentando acercarse para tomar la mano de el ángel frente suya sin embargo este retrocedió rápidamente.
-No me digas así...- susurro débilmente mirando al suelo, tener enfrente a la razón de su dolor y de sus mejores momentos no le ayudaba mucho.
-¿Que?- respondió el pelinegro sin entender que es lo que había dicho el castaño.
-No me vuelvas a decir así seokjin, no vuelvas a llamarme nunca mas de esa forma. No, no quiero que tus sucios labios pronuncien el apodo por el que mama me llamaba, no mas.- volvió a soltar pequeñas lagrimas sin percatarse.
-nam arreglémoslo ¿si?- volvió a intentar tomarlo del brazo pero esta vez el contrario se hecho a correr- ¡NAMJOON!- lo persiguió haciendo de todo para alcanzarlo.
En cuanto se acerco lo suficiente, se abalanzo sobre el abrazándolo bruscamente ocasionando que ambos cayeran al suelo. El castaño forcejeo intentando soltarse de su agarre, pero cada que se movía el pelinegro tan solo endurecía su agarre un poco mas.
Después de algunos minutos namjoon dejo de pelear contra el mayor y se quedo quieto dándose por vencido y terminando de llorar.
"Si no puedes contra el problema únete a el". Jin recordó aquellas palabras y en vez de intentar calmar al contrario el dejo que el dolor los consumiera a ambos...
Y ahí en el suelo del paraíso ambos ángeles se abrazaron, abrazaron las heridas del otro, tomaron con cariño el dolor que tenían dentro.
Solo querían un poco de amor sin embargo el dolor les dio un abrazo. Jin le abrazo con toda la fuerza que podía, mientras que mentalmente se lamentaba por herir al castaño de tal manera. No era bueno con las disculpas pero esta vez jin lo intento. Esta vez jin golpeo primero...
-Perdón...- el castaño detuvo sus sollozos y volteo a mirarlo, aun si creer que aquellas palabras salieron de los mismos labios que lo habían lastimado con tanta facilidad, de aquella boca que le había mentido por tanto tiempo, ahora eran los mismos que por primera vez se disculpaban.
-¿Qu-e?- pregunto un dudoso namjoon mirando directo a los ojos del contrario- ¿Qué dijiste?- volvió a insistir.
-Que lo siento, de verdad lo siento namjoon, fui un maldito egoísta... soy un hipócrita, to-odo esto lo hacia por ambos y tan solo me dedique a lastimarte...- jin dejo que aquel sentimiento de dolor saliera por sus ojos en forma de lluvia- perdón namjoon, perdóname- la lluvia se volvió tormenta y rayos salían por su boca, namjoon lo abrazo y este dejo que su calor lo tomara.
Intento guardar aquel momento muy en el fondo de la casa de recuerdos que ambos habían construido, intento guardar el sentimiento que le produjo aquel abrazo. Guardo aquella calidez en su corazon y dejo que las heridas se cerraran entre los brazos del castaño.
-Te perdono seokjin... si embargo no lo olvidare, el dolor no se ira con un simple perdón... aunque quizás sea mas soportable de sobrellevar-menciono mientras acariciaba con delicadeza las hebras de cabello negras de este.
Si el final del mundo estuviera cerca mi dulce seokjin... SI tan solo hubiera 5 segundos mas de aire ¿acaso hubieras huido y escondido o te hubieras quedado a mi lado?... Lastima que la respuesta la se desde hace tiempo.
-Solo pido que me recuerdes de la misma forma en la que yo lo hare...- conecto su mirada con a del que le proporcionaba mimos. Y noto que a pesar de todo en su mirada aun estaba aquella llama, aquella que los entrelazaba infinitamente.
- ¿Como?, dime de que forma me recordaras tu y yo intentare hacerlo de la misma forma- Prometió Namjoon dedicándole una pequeña y tímida sonrisa.
-Con cariño... como aquella sensación de seguridad, como un hogar...-tan solo prométeme un lugar en tu casa de recuerdos- pensó al terminar de hablar.
-Oh- la mirada del castaño decayó drásticamente al escuchar a su ángel- sabes que no te recordare de esa forma, no puedo recordarte como seguridad por que lo único que hiciste fue ponerme en riesgo... ni como un hogar, por que me abandonaras...
El pelinegro volvió a dejar caer una pequeña lagrima mientras le sonreía al ángel de alas blancas frente suyo. Este aguardaba a la distancia mirando sus ojos por ultima vez, el también intento llevarse un ultimo recuerdo de el... aquella mirada que en otras circunstancias le hubiera hecho sentir mariposas en el estomago... esa misma que ahora solo le hacia doler el corazon.
Intento llevarse aquel momento y guardarlo en algún rincon de sus recuerdos, aunque seria una mentira. Todos sus recuerdos le pertenecían a aquel ángel que estaba apunto de caer y llevárselo a el cuando tocara tierra firme.
Jin se lanzo a el tomándolo por la nuca, escaneando lentamente su rostro de inicio a final deteniéndose un par de segundos en sus labios para finalmente volver a sus ojos. El castaño tembló débilmente ante su tacto sin embargo se dejo caer en aquel deseo que a pesar de todo seguía y seguiría ahí.
-Entonces recuérdame como lo que soy namjoon-shi- dio una pequeña pausa, alejándose de su rostro para acercar sus delgados labios a la oreja del castaño. Aquella accion erizo los pequeños bellos de la nuca del menor, y este se sintió diminuto ante el ángel frente suya...- Como un pecador- susurro seokjin volviendo lentamente su rostro al centro acercándose mas a la boca que tenia tachada por prohibida desde hace mucho.
Jin extendió sus alas, y ahí en cunclillas frente al entero paraíso, decidió dar su ultimo golpe, decidió dar el golpe mas fuerte que jamás pensó dar.
Algunos ángeles habían llegado a la escena donde las nubes se habían juntado y pintado de un color gris, de repente el cielo se había llenado de rayos silenciosos y un fuerte viento golpeaba con fuerza todo lo que se encontraba.
Jimin y yoongi llegaron también con el resto de los ángeles. Taehyung y jungkook presenciaban también aquel acto de vigor. Y por un par de minutos aquellos 6 ángeles se sintieron invencibles. Se sintieron denudados.
-Que mejor forma de recordar a un pecador que con su mayor pecado ¿no?- cuestiono seokjin sobre los labios de namjoon, aun sin llegar a tocarse pero demasiado cerca como para sentir la calidez que adornaba cada una de sus bocas.
sin pensarlo mas, seokjin se dejo caer... llevándose aquellos dulces labios consigo. Sus labios se tocaron sin pena alguna, el deseo apareció entre sus lenguas mientras que el riesgo se deslizaba entre sus cavidades.
El diluvio empezó, aquellas nubes se volvieron negras y las gotas de agua resbalan por sus rostros sin lograr que estos se separaban. Los truenos se hicieron presentes gritándoles pecadores en cada uno de sus estruendos.
La caída se sentía tan cálida que por un momento ambos pensaron en que estaría bien caer eternamente...oh, si el infierno se sentía como aquel beso ambos estaban dispuestos a quedarse ahí.
La falta de aire los obligo a separarse. Seokjin esperaba alguna reprenda quizá una abofeteada o a la linda soledad darle un abrazo, pero tan solo aprecio a su pequeño castaño reír a carcajadas mientras se levantaba y saltaba bajo la tormenta.
Jin no intento analizar a fondo la situación y se levanto siguiéndole, ambos bailaron debajo del apocalipsis, ambos se dejaron llevar mientras que todos los ángeles los miraban con admiración, pintada de miedo.
Los 4 ángeles que aguardaban en la distancia se unieron al pecado y debajo de la tormenta ellos también se dejaron caer. Jimin tomo la mano de yoongi sin pena alguna y lo atrajo a el abrazándolo sin miedo a ser juzgado, Yoongi tan solo se dejo llevar.
Mientras que taehyung y jungkook reían a cargadas con la mano entrelazada dando vueltas en circulo gritándose lo mucho que se querían. Gritándose lo mucho que habían callado todo este tiempo.
El arcángel Jung aguardaba en la primera fila sonriendo con orgullo, aquellos ángeles eran valientes. Y a cada uno de ellos los había visto crecer y convertirse en lo que eran ahora ¿Pecadores? no. Revolucionarios, honestos, bríos, fuertes y sobre todo se habían convertido en los ángeles mas sinceros del paraíso.
Jung tomo la iniciativa y empezó a aplaudir lenta pero continuamente, el resto de ángeles dudo por un segundo pero inconscientemente le siguieron. Uno tras uno se unieron hasta que los aplausos fueron mas fuertes que el ruido de los truenos.
El cielo se empezó a pintar lentamente de un color rubí, y parecía que llamas salían del resto de las nubes, sin embargo nadie sintió temor, nadie tembló debajo de aquel cielo que indicaba que le gran castigo estaba cerca. Y aquellos 6 ángeles no se detuvieron ni se arrepintieron un poco.
- Te castigaran jin- rompió el silencio mientras que dejaba que el pelinegro le tomara de la cintura- ¿lo sabes no?
Jin se distancio un poco buscando la mirada contraria.
-¿Me castigaran por querer a quien me enseño lo que era el cariño?- rio irónicamente dándole una vuelta de pelicula a namjoon, recostando a este en su brazo mientras que lo inclinaba lentamente en el aire para volver a mirarlo directo a los ojos- me complace informarte que podre estar bien con eso- continuo sin apartar la mirada de aquellos ojos que lo incitaban a seguir pecando- correré el riesgo pequeño. Aunque es triste el saber que tu no harás lo mismo.- concluyo regresando a namjoon a su posición inicial aun sin soltarle de la cintura.
-Lo siento por ser un cobarde- se disculpo sinceramente este.
-No importa, nos complementamos ¿no lo crees?...
-¡Todos los hacemos!- grito un feliz jungkook que se acercaba con taehyung de la mano trayendo detrás de ellos a Jimin y yoongi que caminaban con dificultad ya que se negaban a dejar de abrazarse.
Namjoon no pudo evitar reír al ver a todos sus amigos siendo tan felices como nunca creyeron que podrían. Yoongi tomo la iniciativa y sin dejar de abrazar a Jimin extendió su otro brazo para indicarle al resto que le dieran un abrazo.
Todos se abrazaron entre ellos, cerrando los ojos quizás imaginándose un final distinto, sin embargo salieron de su trance al sentir un par de brazos mas unirse a ellos.
Todos miraron sorprendidos al arcángel Jung que sonreía junto con ellos con la cara empapada y un brillo de orgullo en sus ojos. Todos los ángeles lo miraron con aprecio a sabiendas de que el pagaría las consecuencias mas caro. Sabían que el estaba arriesgando mas.
Por unos minutos los 7 permanecieron ahí, manteniendo aquel momento por una eternidad tomando la calma que les quedaría antes de la tempestad que les amenazaba con noquear. Lastima que la tempestad llego un poco antes... lastima que su golpe seria mas fuerte.
Pt 1/2
Se vienen cosas tristes así que preparen pañuelo y playlist depresiva jjj
Lxs qm <3
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