¿Alguna vez, te has puesto a pensar?, que además de los humanos, existen otros seres extraordinarios. Seres capaces de realizar milagros y otros capaces de causar destrucción.
Esta, es mi historia...

Mi nombre es Jin, soy un ángel...un ángel guardián. Mi trabajo es proteger a los niños humanos, aparte de eso, soy el guardián de la entrada al paraíso, que también es mi mundo. Un mundo donde la tristeza y la desgracia no existen, para ser más específico, no tienen lugar aquí.

Todos los días, llegan nuevas almas al paraíso, son bien recibidas por nosotros. Al ingresar, sus memorias ya no están con ellos, podrían estar hablando con un amigo o familiar de cuando estaban vivos y no se darían cuenta. Además de esto, se le otorga a cada uno, un nuevo nombre ya que cuando llegan aquí, tampoco recuerdan sus nombres humanos.

Todo era hermoso, las calles de oro, frutos y plantas que jamas estuvieron a la vista de ningún humano, solo existían en el paraíso.

Yo era uno de los ángeles más respetados, era por eso que estaba a cargo de la entrada.

Una noche, le pedí a Belcán que cuidara la entrada, él acepto. Estaba paseando por las calles de los humanos, para asegurarme que los demonios estén en su lugar.

Hasta que llamó mi atención, una casa que se incendiaba, en ese momento extiendo mis alas y me dirigí al lugar, tal vez alguien necesitaba mi ayuda.

Cuando llego veo a una pequeña niña, al parecer de cinco años, llorando en una habitación abrazando a sus padres que ya estaban muertos. Debía salvarla, solo era una pequeña, no dejaría que muriera.

Me dirijo hacia ella, la tomo en mis brazos, pidiéndole que no llorara. Ella se calmó y me regalo una tierna sonrisa, la rescate de las llamas.

No sabia donde dejarla, sus padres habían muerto, se notaba que no era de este continente, ya que tenia los ojos grandes, dudé que tenga familiares aquí.

Pensé un momento, mientras la niña se quedaba dormida en mis brazos. Hasta que decidí dejarla en un edificio para niños sin padres.

Llegue al lugar, la acosté en en suelo,toque el timbre. Una señora habría la puerta y con un gesto de amabilidad, la sostuvo en sus brazos para llevársela a una habitación.

Mi trabajo había terminado, debía regresar lo antes posible. Regresé y noté que ocurría algo. Sin darme cuenta, otros dos ángeles me arrestaron.

Yo: ¡por qué hacen esto!, ¡qué ocurre!

XXX: ¡has cometido un grave error, al abandonar tu puesto y traicionarnos!

Yo: ¿de qué están hablando?, ¡no lo hice, Belcán me estaba remplazando!

XXX: ¡un ángel no debe mentir!

Yo: ¡no miento!, ¡es la verdad!

XXX: ¡basta¡, Belcán ya no es uno de nosotros

Yo: ¿de qué hablas?

XXX: él nos traicionó, lo atrapamos intentando destruir la entrada, junto con unos demonios y dijo ¡que tú eres su cómplice!

Yo: ¡eso no es verdad!

XXX: ¡no hables, TRAIDOR!. Por el poder que Dios me concedió, ¡te destierro del paraíso como uno de los ángeles caídos!

En ese momento, mis alas se tornaron negras, mi ropa se volvió oscura y lo peor de todo, es que comencé a caer del cielo hacia a la tierra. Estuve cayendo como si fuera una roca prendida fuego, en ese momento me dormí.

Después de un tiempo desperté, al parecer estaba en un bosque, ese lugar era oscuro y misterioso. Tenia que encontrar la manera de regresar, nada de lo que había ocurrido era mi culpa, ¡no merecía esto!.

Estuve vagando por la tierra durante 11 años, sin rumbo alguno. Un día, le pedí otra oportunidad a Dios y él me escucho. Me envió a un ángel que antes era mi amigo, su nombre es Tae. Él se dirigió hacia mi.

Tae: nuestro señor escucho tu pedido. Dijo sonriendo

Yo: muchas gracias, y ahora ¿qué pasará?

Tae: él te dará otra oportunidad. Pero para lograr volver, tendrás que empezar de cero

Yo: ¿de cero?, y ¿como es eso?

Tae: te convertidas en humano

Yo: ¿un humano?

Tae: sí, tendrás que aprender a comportarte como uno de ellos, lo más importante, tendrás que encontrar a alguien que te ame como eres. Si no cumples esta misión no volverás, seras transformado en un demonio. Para esto, solo tienes un plazo de dos años.

Yo: ¡dos años, para adaptarme y enamorar a una humana!

Tae: si amigo, pero no te preocupes, yo seré tu ángel guardián, siempre estaré contigo en esta misión.

En ese momento, Tae desaparece, al igual que mis alas oscuras...

Aquí es cuando comienza la verdadera historia...