━━0: how to be a wise queen


━━━PREFACIO━━━

Como ser una reina sabia


Sus pasos se habían deslizado con suavidad sobre el follaje bajo los árboles, tratando de ocultarse para lo que vendría después, ignoró las llamadas que las criadas gritaban desesperadas en un intento de encontrarla y dejó que el viento la deslizara sobre las flores con espinas y pinchos. No pudo evitar lastimarse mientras avanzaba, pero era ese tipo de dolor temporal al que uno se acostumbraba. El tipo de dolor que no te dejaba marcada, no de por vida.

—Oh, padre, si no me hubiese ausentado por tanto tiempo... —Su murmuro fue consumido bajo el rugir del viento otoñal—. ¿Cómo puedo entrar y tomar tu lugar sobre el trono?

Su voz se aflojó ligeramente al decir aquello, su labio inferior tembló. Una lágrima se deslizó bajo su ojo izquierdo hasta que avanzó lo suficiente sobre el área verde como para poder ocultarse debajo de los arbustos y los árboles. Sus piernas flanquearon débilmente hasta deslizarse sobre el suelo. Sorbió su nariz y no se molestó en levantarse siquiera, se quedó ahí, pensando en su padre.

—No somos diferentes a los demás y lo sabes —Recordó las palabras de su padre seis meses atrás mientras ambos caminaban sobre los corredores—. Tener una corona en la cabeza no te convierte en mejor persona, aquellas son las acciones que te determinan como persona, son los caminos que escoges perseguir y los que decides perdonar... Claro, no siempre será fácil, algunas veces estarás entre la espada y la pared tratando de complacer a todos o complacer tus necesidades, pero todo depende de la persona que quieres ser.

Branden aquel día había tenido una sonrisa triste en el rostro, era la primera vez que Sigrid lo había visto así, era la primera vez que Sigrid conocía su real faceta cuando no estaba rodeada de los demás hombres de la Corte. Sus vestimentas aquel día Sigrid las recordaba con perfección, su padre había portado una capa tinta con detalles negros sobre el emblema de su casa y Sigrid llevaba aquel día un vestido con los mismos colores.

—¿Cómo sé quién es la persona que quiero ser?

—No lo sabes, Sigrid, no hasta que te toca tomar una decisión. —Algunas lágrimas continuaron brotando sobre sus ojos tras escuchar aquello, escuchó voces lejanas, pero su vista nublada le impedía ver más allá desde las hojas verdosas de los arbustos—. Como tu próximo deber, siempre habrá cuatro pilares fundamentales que deberás recordar. Y es importante que sepas el balance de ellos, mucho de uno podría causar la inestabilidad sobre ti y sobre el reino.

» Praesidium: Un rey siempre debe tomar las elecciones correctas para proteger a su pueblo, algunas batallas no pueden ser ganadas. —Sigrid sabía a que se refería con aquellas palabras, sabía porque su padre no había hecho nada cuando asesinaron a su hermana—. Determinatio: Algunas decisiones serán difíciles, deberás escoger la que consideres correcta y jamás cuestionar si lo que escogiste fue lo correcto, porque lo fue...

—¡Alteza Real, no puede seguir aquí! —Sigrid se giró rápido tras escuchar a Felipe y limpió las lágrimas que sin darse cuenta caían sobre cataratas debajo de sus ojos ámbar—. Sir Brynjar la ha estado buscando.

El hombre que anteriormente había trabajado al servicio de su padre se acercó para ayudarla a incorporarse y la guió nuevamente a través del sendero para que caminase de regreso al castillo, a lo lejos vio con ojos borrosos la silueta de Said aproximarse con rapidez hasta ella y su semblante llenó de preocupación.

—Sigrid... —murmuró él, no sin antes girarse a Felipe para agradecerle por sus servicios y encaminarse junto a ella ahora—. Ya casi es tiempo, vamos.

Todo se pondrá mejor.

No, no lo haría. Nada estaba bien, nada lo estaría, pero aun así, Sigrid siguió a Said sin poner mucha resistencia, no podía huir, no lo haría. No los complacería.

El tercer pilar es libra: Todo debe tener un balance, Sigrid —Dejó que los pensamientos nublaran su mente una vez más, recordando aquel día nuevamente—. Hay una delgada línea que nos divide de la luz y la oscuridad. Demasiado de uno puede consumir todo, es nuestra obligación que el equilibrio entre la línea de la maldad y la bondad permanezca intacto. Incluso sí eligiéramos la bondad sobre la maldad, la luz sobre la oscuridad... Las cosas no funcionan así, la naturaleza pide un balance. Tu deber como futura reina es asegurarte de que el equilibrio permanezca intacto, no te pido que dejes morir a las personas, que no trates de defender lo que es justo, solo te voy a pedir una cosa: Sigue adelante —Los ojos grises de su padre aquel día la veían con sinceridad—. Habrá situaciones en las que pensarás que todo se saldrá de control, pero no lo hará. No importa lo que pase, sigue adelante, ¿lo prometes?

Pero no podía, ¿cómo podía seguir adelante después de aquello? Había visto su cuerpo, cubierto sobre una sábana blanca, con la corona descansando sobre su pecho... Después de aquello y aunque muchos habían tratado de evitarlo, había corrido hasta él en un intento de reanimarlo en vano, había tirado la corona lejos y había retirado la sábana de su cuerpo inmóvil, lleno de heridas. Y le había hablado, le había pedido que regresara a ella, que la perdonara, que no las dejase. Había sido demasiado tarde. Y a los demás les había costado apartarla del cuerpo de su padre, se había aferrado a él con fuerzas pidiéndole que permaneciera por siempre, que no la dejara, no ahora.

El cuarto y último eres tú. —había continuado su padre, deteniéndose para mirarla sabiamente—. Somos dueños de nuestro propio destino, sabemos que eventualmente las decisiones que tomemos tendrán consecuencias, pero también sabremos lo que vale la pena. Es tu humanidad y tu bondad la que te hará ser una de las reinas más fuertes, Sigrid, confío en ello con mi vida.

—Pero papá... —Hasta aquel punto, Sigrid no habría reflexionado en el peso de sus palabras.

Ah, ah —Bastón la había detenido con una mano—. Con gusto daría mi vida si eso te permitiera alcanzar tu camino. No son nuestras decisiones las que determinan la clase de persona que somos, son nuestros motivos detrás de ellos, porque no somos diferentes a ninguna otra persona que tenemos a nuestro alrededor, en Kain, en Fair, en Berk... O en cualquier otro pueblo, somos por encima de todo personas.

» Personas con sueños, con propósitos, con metas por cumplir —Cuando llegaron al castillo, Said la dejó junto a sus damas de compañía que la guiaron hasta sus aposentos para ayudarla a vestir—. No somos mejores que nadie, no importan nuestras creencias, nuestras culturas, religiones: Todos somos iguales, somos el polvo de estrellas que desciende desde el cielo y toca nuestros corazones. Un título no determina la persona que eres, lo son tus acciones. Y nosotros estamos aquí para ayudar a guiar a otros a través de un camino perdido, somos la voz de los que no tienen, somos la paz en medio de una guerra, somos la luz en un núcleo de oscuridad y Sigrid, somos los reyes que se impulsan a través de un camino de sabiduría.

Cuando llegaron a la habitación, Sigrid vio el vestido de color negro con brillos plateados colocado sobre el dosel de su cama con cuidado. Su poca fuerza le impedía decirle a sus damas que ella podría sola, más no la dejaron y la comenzaron a ayudar para que se aseara.

—Porque ese es el principal camino para convertirte en reina: Que tus fortalezas no sean de la ambición obtenida al recibir más, al tener más títulos, al sentirte imparable —Tiempo más tarde, Sigrid avanzaba con pasos decididos hasta el vestíbulo principal, ignorando el latir de su corazón y las lágrimas que amenazaban por deslizarse bajo sus mejillas—. Sé sabia, por encima de todas las cosas, recuérdalo y todo saldrá bien.

» Estoy orgulloso de ti.

Cuando Sigrid se puso de pie con la corona sobre su cabeza, una nueva persona surgió. Ese era su destino, era lo que su padre había querido y mantendría su promesa. Sigrid saldría adelante, no importaba qué.

—Yo, Sigrid Synnøve, prometo dar mi libertad a cambio de la seguridad de mi pueblo. Prometo ser la luz en la oscuridad. La bondad en el terror. Seré la guía de los perdidos y el consuelo de los muertos —habló luego de los vítores para festejar a la nueva Reina, con su otra mano acarició su brazalete y bajó un poco la mirada para ver el emblema del lobo sobre este—. Si es necesario, con gusto daré mi vida para luchar por lo que es justo y lo que es válido. Soy el constante amanecer en los días oscuros.

» Hoy me asciendo, desde la luz de las estrellas para ser la reina que guiará a su pueblo hasta las puertas celestiales, donde atravesarán el palacio de estrellas y seguirán la luz eterna.

Al fin lo había dicho, había pronunciado el juramento de los reyes, la promesa de los Whiterkler. Un suspiro escapó de sus labios y miró a la multitud, hasta que sus ojos se encontraron con unos esmeraldas que la miraban desde la entrada del vestíbulo y su corazón dio un vuelco.

Cuando Hipo se aproximó hasta ella para ofrecer sus servicios luego de que la ceremonia terminase, solo dijo una cosa.

—No vengo a quitarte tu trono, vengo a ponerte en él —Hipo hincó la rodilla acaparando la atención de la multitud al ver al vikingo, Jefe de Berk, ofrecer sus servicios al Reino de Kain—. Mi Reina.




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top