#O12

Los días siguientes a nuestro encuentro en mi hogar, fueron demasiado monótonos para mí.
Era ya casi una semana que no lo veía, ni siquiera parecía que viviera alguien allí.

Llegué a pensar que estaba molesto conmigo, aunque platicando con Ray sobre el asunto, concluimos que era demasiado absurdo.

¡Vamos! No podría enojarse sólo porque no hubo tiempo para que se corriera y haya tenido que irse con el pene erecto.

Estaba recostado en mi cama, mirando hacia la ventana, y sí, tenía la esperanza de verlo.
No era que sintiera algo específico por él. Yo no pensaba en él de esa manera, sabía que era mayor que yo y definitivamente me agradaba la idea de no sentir siquiera afecto.

Ese hombre lo único que me hacía sentir era deseo, lujuria y unas tremendas ganas de que me follara como sólo él sabía hacerlo.

Luego de varios minutos, una camioneta se detuvo frente a su casa, y de ella salieron varios hombres con traje. Me acerqué más y entonces logré ver que de esa misma camioneta, los hombres abrieron la puerta, dándole paso a una mujer con un vestido rojo que delineaba su cuerpo.

Me mordí el labio cuando noté cómo Frank les abría la puerta y todos se adentraban a su hogar, rodeando a la mujer y tocándola por todas partes.

No pasó mucho tiempo, cuando me di cuenta que Frank ya estaba frente a mí, mirándome por la ventana de su habitación.

Ven a mi casa, necesito tenerte de nuevo, Gerard. Daddy necesita tocar a su bebé ;)

Me escribió en un papel, y yo, no perdí tiempo y cuando menos lo esperaba, ya estaba frente a la puerta, tocando con insistencia...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top