× Miedos ×

Bakugō empujó al heterocromatico y corrió por sus pasos tratando de volver con las demás personas las cuales no encontraba.

Todoroki lejos de molestarse comenzó a impacientarse pues Bakugō se movía de un lado al otro y era difícil seguirlo entre tantos espejos y puertas que dejaba abiertas.

– ¡Bakugō! – Lo tomo de los hombros y lo obligó a mirarle. — Tenemos que mantener la calma e ir despacio.

Se sintió estúpido por pedirle a Bakugō mantener la calma pues era algo imposible, a pesar de que ambos se habían abierto más con sus sentimientos por culpa de Midoriya y otras situaciones era imposible que Bakugō dejará su orgullo de lado.

– ¡Tenemos que salir de aquí! Debe de haber un jodido imbécil haciéndonos una jodida broma. – Siguió caminando sin mirar por donde pisaba y cayó por unas escaleras.

Shōto bajo de inmediato para ayudar a su compañero quien se quejaba en el suelo pero en lugar de ayudarlo miro a donde iban las escaleras.

Lo normal sería a un sótano pero no había absolutamente nada, nomás una pared donde Bakugō se volvió a estrellar al caer.

Shōto cayó en cuenta que estaban no solo perdidos sino atrapados en un laberinto lleno de espejos, puertas, habitaciones y más.

Bakugō quien seguía sentado en el suelo miro hacia arriba encontrándose con la desagradable entrepierna del mayor estaba apunto de gritar con sus mejillas rojas pero se quedó callado cuando se escucharon pasos de arriba.

Todoroki y Bakugō se miraron asustados y sorprendidos.

Escucha Bakugō, recuerda que tenemos que estar calmados y permanecer jun Empezó a hablar pero rápidamente el rubio paso por su lado y subió las escaleras en busca de las personas.

– ¡Bakugō! ¡No podemos separarnos! – Lo volvió a seguir, ambos buscaron en las habitaciones cercanas pero no había absolutamente nadie.

Hey bastardo...¿Tú también escuchaste pasos? – Bakugō retrocedió hasta chocar con el pecho del mayor y este inconscientemente lo tomo de la cintura. – ¿¡Q-Que pasa!? – Se sobresalto el rubio y le dió un codazo a su compañero.

Todoroki soltó un quejido pero no se alejó por miedo, prefería seguir siendo golpeado y molestado por Bakugō que perderse solo en aquella mansión.

Ambos aunque no lo admitieran comenzaban a tener miedo.

Los escuché... Ahora tu escúchame a mi, debemos permanecer juntos. – Hizó énfasis en la última palabra y Bakugō respondió con una mueca y asintiendo.

O podríamos volar la casa.

– La mayoría es madera podríamos morir aplastados o quemados sin mencionar que es un sitio turístico. – Miraron alrededor poniendo por fin atención al estilo de la mansión. Era terrorífico.

Esto es una jodida mierda. – Murmuró el rubio y empezó a caminar seguido del mayor, juntos comenzaron a abrir puertas y ventanas para orientarse, había algunas trampas y espejos cosa que los ponía muy nerviosos.

Bakugō chocaba con la espalda del mayor cada que retrocedía por asustarse al ver su reflejo en un espejo pues le salían de sorpresa, de milagro no dejaba escapar grandes explosiones.

Ma-Mantente alejado bastardo. – Tembló el rubio adelantándose unos cuantos pasos, Shōto rodó los ojos y mantuvo su distancia.

Eso hasta que Bakugō paso por una puerta y al momento de querer pasar junto con el choco con una fuerza invisible que le prohibió el paso.

Eso sorprendió al mayor quien ignoro el dolor en su cara y entró en pánico al ver que Bakugō se alejaba y no era escuchado por más que golpeaba lo que ahora parecía un vidrioque le prohibía el paso.

– ¡Ba-Bakugō! – Miro a los lados buscando otra entrada a aquella habitación antes de que el rubio entrará por otra puerta. – ¡Heey!

»¿Debería usar mi Quirk Pensó el heterocromatico asustado. »No, no puedo « Saco su celular y prendió su lámpara cosa que llamó la atención del rubio.

Bakugō retrocedió de inmediato para ir con su compañero, ambos se miraron asustados golpeando la pared invisible que los dividía, por más que gritaran no se escuchaban cosa que desesperaba a Bakugō quien incluso saco pequeñas explosiones.

Después de minutos de intentarlo no pudieron volver a juntarse y ninguno de los dos era suficientemente valiente para seguir caminando solo.

Al igual que en el recorrido que habían tenido en el bosque ambos entraron en pánico incluso sintieron algo peor pues sabían que aquello no era ninguna broma.

Todoroki recargo su frente en aquella ventana agotado mientras Bakugō cayó de rodillas al suelo, comenzó a maldecir y gruñir mientras mostraba los dientes.

Shōto tuvo la idea de usar su celular para escribir en el y poder comunicarse con el rubio.

» ¿Crees que sea bueno separarnos y buscar otra salida? « Escribió el mayor para luego mostrárselo al rubio quien también saco su celular para escribir rápidamente.

» Debes querer morir si piensas ir por esta jodida casa solo, si ese es el caso yo te mato « Mostró el rubio furioso.

» Entiendo, me quedaré a tu lado. « Y se sentó en el suelo para estar a la altura de Bakugō quien en lugar de escribir comenzó a gritar molesto por aquello.

– ¡No necesito de tu maldita compañía, puedo salir de esta mierda por mi propia cuenta es solo que no quiero volver por ti para no perder mi tiempo! – Gritaba pero en realidad Todoroki no podía escucharlo, solo podía ver el ceño fruncido de sus compañero y sus labios moverse.

Seguramente está diciendo que no me necesitas. – Se rió el mayor hasta que miro una ventana detrás de Bakugō y se sorprendió.

Se levantó de inmediato cosa que alarmó a Bakugō quien miro hacia atrás asustado.

Debe ser una maldita broma. – Murmuró el heterocromatico al ver que estaba atardeciendo. – ¿Por qué nadie viene a buscarnos?

Miro su celular y se dió cuenta que no tenía señal cosa que lo inquieto aún más.

Retrocedió unos cuantos pasos, su plan era correr con toda su fuerza hasta aquella pared invisible y lograr pasar junto con su compañero y vaya que lo hizo.

Al momento de que iba a golpear la pared está había desaparecido haciendo que chocará con Bakugō y cayera sobre el.

– ¿¡Qué mierda te pasa!? – Aulló adolorido el rubio. – ¡Quítate de encima!

Shōto soltó un quejido y vio al rubio bajo el, ambos se miraron serios y se separaron sonrojados. Más bien Todoroki se quitó de encima y Bakugō desvió la mirada ambos sonrojados.

El mayor le ofreció la mano para ayudarlo a levantarse cosa que irrito al rubio, rechazó la ayuda y se puso de pie por su cuenta.

– ¿Qué mierda fue eso? – Pregunto Bakugō refiriéndose a la anterior pared que los dividía.

Shōto en lugar de responder a su pregunta se acercó a él y recargo su frente en el hombro del oji rubi donde soltó un suspiro de al parecer alivio.

No hay que volver a separarnos. – Murmuró y Bakugō lejos de gritar solo se tenso ante la cercanía de su compañero.

Así que eres un cobarde. – Se burló el rubio tratando de volver a la normalidad en ambiente entre ambos.

Todoroki se separó y volvieron a mirarse.

Es normal que tenga miedo en estas situaciones. – Admitió el heterocromatico y Bakugō se estremeció.

Ambos se quedaron en silencio hasta que escucharon una puerta cerrarse fuertemente provocando que el rubio se pegará al mayor y lo abrazara.

E-Esto no se contará. – Dijo el rubio mientras se aferraba a la camisa del mayor y este negaba igualmente aterrado.

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