CAPÍTULO VIII


-Está visto que nunca seré suficiente para ti- con su soñadora voz claramente resentida entonces, mortificándome, me compartió

­-Michael que dices- traté en algo de arreglar las cosas volviendo a acercarme a él para apoyarme en su espalda a modo de abrazo –...Tú sabes que te adoro... si no lo hiciese, no me hubiese atrevido a atravesar sola todo el país sólo para venir a verte. Lo hice por lo mucho que me importas, porque quiero que estés bien- intenté explicarme buscando tranquilizar el ambiente, al tiempo que intentaba encontrarle nombre a ese extraño sentimiento que tenía por él siempre presente en mi corazón para el que no me alcanzaban las palabras. No obstante, sentí a Michael tensarse bajo mi tacto, volviéndose esquivo.

-Claro, me quieres pero no en la misma forma que a tu tenista, "saco de músculos"- argumentó envuelto en los celos y aunque encontré su reproche muy tierno y gracioso, me hizo recapacitar también sobre lo que si me cuestionaba era cierto. Si al final lo que tenía con André no era más que una fuerte atracción o amor real... Le faltaba algo a nuestra relación y estaba consciente de ello, pero sólo a esas alturas recapacité en que era corazón...

-No tienes idea de lo difícil que es para mí estar justo ahora junto a la chica más bella del mundo y no poder tocarle ni un solo cabello- Michael me reclamó además sacándome de mis cavilaciones al hacerme partícipe de su pesar, por lo que conmovida quise acotar mi punto de vista respecto a él también, para tratar de volver a hacerle sentir mejor.

­-Ah sí, pues se supone que yo debo ser la mujer más afortunada del planeta en estos momentos... y también la más tonta por no saber aprovecharlo- agregué con humor, con ganas de bromear, y allí sí abrazándolo de lleno sin importarme cuál sería su reacción. Más Michael enfocado en su sentir consideró que era ese el momento adecuado para interrogarme.

-¿Lo amas?-

Su pregunta me tomó tan desprevenida que me quedé durante unos instantes callada pero el verle que medio se volteaba esperando una respuesta, me hizo formular lo primero que se me vino a la mente

-La verdad es que no estoy segura de estar por completo enamorada todavía, pero supongo que se trata de algún tipo de amor-

-Ja! ¿Amor, dices? Ni siquiera lo conoces lo suficiente- Michael no perdió tiempo y se me burló, rebatiendo mi argumento. Estando después de todo en lo cierto.

-Lo sé, pero sí hay una atracción intensa y no puedo negarla, me gusta mucho- confesé –Y tú también me gustas y lo sabes, sólo que lo que hay entre nosotros es diferente... Estás consciente de que lo hemos intentado y no ha funcionado... pero aun así te tengo un cariño especial. Algo que no puedo definir. Es en definitiva otro tipo de amor- pude notar el semblante confundido de Michael al atender mi confusa explicación, sin embargo pareciendo llegar a una resolución dentro de sí mismo, se terminó de voltear para encararme

-¡Bésame!- me ordenó de súbito dejándome helada –Hazlo y descubre bien que es lo que sientes-

-¡Qué!- con incredulidad tuve que exclamar

-¡Bésame y comprueba tus sentimientos!- él insistió con seriedad, como si aquello fuese lo más sencillo del mundo... Quizá lo era para él pero no para mí que lo consideraba a esas alturas toda una tentación peligrosa...

-Mike ya vas a empezar- reclamé

-¡Cobarde!- me increpó. Entonces sin saber cómo defenderme me valí de un cojín y le propiné un almohadazo.

-¡Hey!- exclamó de inmediato volviendo a sonreír como niño bueno y aquello me alegró, sin importarme el entender que para ese rato ya se le había pasado el malhumor y estaba dispuesto a jugar, por supuesto preparándose para responderme. No tardó en hacerlo y como yo no iba a quedarme sin hacer nada, contrataqué cuando llegó mi turno, formándose así entre los dos una épica guerra de almohadas.

-¡Voy a hacer que te arrepientas de esto!- me alertó Michael, parándose primero entusiasmado encima de la cama, y yo siguiendo su comportamiento infantil que siempre que estaba con él se me contagiaba, me le uní brincando y sin darle tregua como en una pelea de esos gladiadores americanos de la televisión.

Creyó que me iba a ganar y se burló de mí muchas veces, incluso hasta tuvo tiempo para realizar algunos de sus pasos de baile, más yo con ahínco y sin importarme que todo el ambiente se volviese de pronto irreal por el montón de plumas volando por el aire, conseguí de algún modo derribarlo y por lo menos aceptó su derrota, con lo que en una actitud teatral (ahora estoy segura) aparentando darse por vencido, se dejó caer sobre la alfombra. Más cuando me le acerqué para festejar mi victoria supo derrumbarme, atrapándome repentinamente y dejándome debajo de él.

-¡Oye no se vale!- protesté, pero no se movió ni un milímetro de encima de mí

-Ahora reconoce que me quieres- sosteniéndome firmemente de las brazos contra el suelo me exigió, y está demás citar el asombro que me causó el darme cuenta que ya no estaba jugando. Algo que su mirada intensa me comprobó.

-Qué dices...- quise argumentar pero entonces me besó.

Empezó como un roce igual de dulce que él, que no tardó en transformarse en un sensual contacto, terminando por morder mi labio superior buscando volverme loca. Queriendo que más tarde no pudiese sacármelo de la cabeza y lográndolo. Siendo consciente de sus habilidades para besar y vanagloriándose de ello.

Sus cálidos labios, volviendo a solazarse con los míos después de mucho tiempo encendieron el calor en mi cuerpo y éste no tardó en comenzar a correrme por las venas. Fue un momento corto pero emocionante y bello, que me hizo sentir de nuevo en casa... al reconocer su forma de besar, al poder sentir de nuevo su regocijo y fogosidad.

-Eres más mía de lo que piensas- me susurró así, consciente de haber conseguido su objetivo de dejarme sin aliento. Como un hecho más que una opinión y dejándome también sin palabras.

­-Iré a tomar una ducha- anunció levantándose acto seguido, mientras yo aturdida y sintiéndome algo burlada, me incorporé enseguida y abandoné la habitación, necesitando aclarar mis pensamientos.

-----------------------------------------------------------------

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top