Recuerdo lo sorprendente de la noticia, lo repentino, la preocupación que me causó, tanto que a pesar de encontrarme en una época ocupada de mi vida con respecto a mis estudios, empezando un nuevo semestre y a mitad de mi carrera de Literatura; decidí hacer un alto para correr al lado de él.

Mi novio por supuesto se opuso, renuente a escuchar mis explicaciones sobre mi necesidad de ir a percatarme con mis propios ojos del estado de salud de mi mejor amigo luego de que éste cayera en una intoxicación de calmantes.

-¡Por el amor de dios Brooke!, si él tiene un montón de enfermeros a la orden, ¡Es Michael Jackson! ¿Me intentas decir que planeas cruzar el país para cuidarlo?- en algún momento André no soportó más y me protestó, aunque me hice de oídos sordos – ¡Piensa en tu futuro!, ¿es que acaso vas a abandonar la carrera a estas alturas?- se tomó además la molestia de recordarme.

-Será sólo temporal, no me quedaré muchos días- aclaré a pesar de que a esas alturas debido a mi preocupación en el fondo no me sentía segura de nada -Lo siento André, pero él es como de mi familia y si me amas de verdad deberías entenderlo- me ocupé así mismo por milésima vez de repetirle con la esperanza de que de algún modo me comprendiera, tal como yo lo hacía durante nuestra largas separaciones por su exitosa carrera deportiva, más fue en vano y la verdad es que yo no tenía ánimos para discutir teniendo toda mi mente concentrada en Michael.

-Lo único que entiendo es que a este paso voy a tener que soportar a "tu Michael" en medio de nosotros toda la vida- con decepción al final me reclamó, dándose por vencido, y a mí, ya enfadada, aun sabiendo los celos que por mi causa le tenía, no me importó.

-Puedes tomarlo como quieras- contesté terminando de arreglar mi maleta y cerrándola. Entonces escuché su advertencia

-Brooke Shields si cruzas por esa puerta está demás decir que lo nuestro habrá terminado- un último recurso que expuso al notar mi intención de salir del departamento que compartíamos cuando no tenía sus competencias tenísticas.

-Lo siento- sin embargo fue lo único que repetí antes de partir.

Michael y yo tenemos una conexión especial... Prueba de ello es que nuestra amistad durante muchos años fue más allá de esa simple palabra, aunque sin llegar tampoco a pasar los límites. No podría explicarlo, sólo sé que ambos nos considerábamos como almas gemelas pero en mejores amigos y que desde ya yo sabía que sería capaz de hacer cualquier cosa si de ayudarlo se trataba, así como sabía que él también lo haría por mí.

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Continuará...