✧~Capítulo 3~✧
~"Duro trabajo"~
A paso prisa llegó a su apartamento tomada de la mano de aquel pequeño, después de haber ido por él, y mirando el reloj de la pared se dijo mentalmente: "6:40 p.m., perfecto".
Dejando todo de lado se encamino hasta su baño para poder darse una ducha rápida antes de las 8:00 p.m., si salía mas tarde de esa hora las cosas podrían ponerse "difíciles" para ella.
peinando se velozmente, colocándose con una ropa no tan vistosa, arreglando su simple cara con algo de maquillaje, y comiendo con prisa, tomó su bolso con sus llaves, poniéndose su gabardina color beige oscuro, su sombrero Charleston negro que tenia un bonito tocado con una rosa echa con la cinta de color negro también.
No le gustaba vestir tan formal pero debía aparentar, eran sus mejores prendas, las cuales su tío obligó a llevarlas consigo cuando intento dejar la gran mayoría del guardarropas que tenia antes, no lo extrañaba tanto, lo que si odiaba utilizar tanto sin o con uniforme eran los zapatos de tacón alto.
El pequeño solo comió entusiasmado la gran hamburguesa que no acostumbraba a comer con una buena ración de papas y un pedazo de una deliciosa tarta de manzana, justo después de comer cayó rendido y ella lo alisto para dormir en la alcoba que compartían los dos.
Echando un último vistazo a su apartamento con las luces apagadas dio un suspiro cansado pero alegre de saber que él estaría a salvo mientras dormía y cerró la puerta con llave para que nadie pudiera entrar ,ya no salió por aquellas ruidosas escaleras, podría tropezar por el tipo de zapatos que llevaba.
Ya estaba oscuro y las farolas de la calle se estaban encendiendo, ya eran aproximadamente las 7:36 p.m., tendría que caminar rápido para llegar a tiempo.
por suerte ya era el horario en que las personas con trabajos comunes salían rumbo a sus hogares así que las calles no estaban tan solas, pero también se adentraba la profunda noche, cuya era cómplice para los que apenas salían a trabajar a hacer sus actividades ilícitas.
Era obvio que con caminar no llegaría a tiempo, eso le tomaría unos 30 minutos, tiempo con el cual no contaba.
Llegó a la pequeña parada de siempre con el farol que a veces fallaba por falta de un adecuado mantenimiento.
estaba algo fría la noche diferente a como se había despertado la ciudad, por suerte traía su gabardina la cual no permitía que el frío penetrara su delicada y friolenta piel algo tostada.
lo bueno, los tranvía en la ciudad tenían un horario tarde así que no tendría problema con el transporte para volver.
tomando el que se aproximo miraba por la ventana sin pensar en algo realmente, su vida no tenia nada de interesante más allá de ser huérfana y de aquellos que cuidaba, empezaba a sonar demasiado tentadora la idea del postre de la esposa del señor Gordon en su cabeza, al final y tal vez terminaba yendo.
llegando a su parada bajó y entró por la parte de empleados reconociendo la de inmediato quien cuidaba la puerta saludando la.
La habitación de empleados no era muy grande pero tenía lo suficiente, en donde en su Locker, se cambió por el uniforme que debía de portar.
las puertas del casino estaban por abrir en unos 50-30 minutos aproximadamente, tiempo en el cual se repartirán tareas y verían la lista de quienes ya habían reservados mesas de juego con anterioridad para un mayor cuidado y trato que las de otras mesas casuales, los horarios de entretenimiento, cocina, licor, todo se coordina en ese tiempo antes de dar abierto al público.
-Muy bien muchachos hoy tendremos a un invitado importante, al parecer es alguno de los Don's de alguna de las tres familias mafiosas mas reconocidas en la ciudad, que viene a pasar el rato, así que quiero mayor cuidado con él y ¡Frisk!- dijo la mujer vieja con cara arrugada era una de las dueñas del local.
-¿Sí señora?- dijo acomodándose un poco el cabello con algunos de sus dedos.
-Quiero que seas una de las meseras a cargo de la zona sur donde va a estar nuestro querido Don, no queremos problemas ¿comprendes?, y arréglate mas no te pagamos para que tengas esa cara tan horrible-
-Si, señora- genial ahora tendría que lidiar con un par de idiotas y engreídos por tener dinero y hacer cosas malas, fumando, bebiendo, riendo en voz alta e irritante y posiblemente diciéndole cosas, pensó ignorando el comentario hiriente de su aspecto.
limpiando, de aquí para allá la noche transcurría normal desde que abrieron, los clientes llegaron, y se lleno rápido el lugar y el ambiente y el olor a cigarro y alcohol que siempre persistía empezó a notarse aún más (del cual no disfrutaba mucho), mujeres vestidas muy destapas, con accesorios extravagantes acompañando a tipos que las dejaban en segundo plano por querer apostar.
Frisk quien limpiaba en silencio una pequeña mesa vacía cercana al escenario, pudo ver cómo un grupo de hombres en trajes llegaban a la gran mesa reservada, genial llegaron los payasos que tendría que atender esta noche.
Entre ellos noto la presencia dominante de un hombre alto y gordo, vestido con una gabardina completamente costosa al igual que sus acompañantes, lo cual su cabeza hizo el ruido de saber o al menos reconocer quien era.
Aquel hombre no era otro que Jhosua Darby, un hombre al cual le encantaba apostar, las mujeres, el licor y por supuesto, el dinero fácil, formaba parte de las tres grandes familias de la mafia que operaban en la ciudad por parte humana, traficaba armas y licores extranjeros de alto rango, contaba ya con varios fantasmas a rastras y cualquier cosa que lo molestara lo eliminaría, o al menos eso se cuchicheaba entre las esposas chismosas de su vecindario, debían tener cuidado de que nada se fuera a tiros si lo pensaba bien, y ojala y todo fuera de su agrado.
las luces se apagaron, para que los reflectores se pusieran encima del telón rojo Vinotinto que se abrió y dejó contemplar a la chica favorita de todos: "Lucy", con los músicos detrás, empezando con una de sus canciones todo el ambiente cerca al escenario quedó callado para contemplar el show de la sensual mujer de cabello castaño excesivamente largo y labios demasiado gruesos, muy alejada a lo que era Frisk.
viendo a lo lejos pudo deslumbrar como una compañera ya le estaba tomando la orden un poco nerviosa a los mafiosos de la mesa, se reían y la mayoría solo quería ver el espectáculo y no parecían realmente interesados, algunos de ellos ya fumando.
esta se le acercó cuando terminó.
-Frisk esta es la orden de la mesa reservada número 4, son solo algunos tragos ya servidos y una botella de Ron por el momento, Es Don Darby, ten cuidado por favor- decía mirándola con una expresión nerviosa- al parecer no solo vinieron a pasar el rato... Hablaban de negocios.-
-Ya veo, esperemos que no se arme nada aquí por el momento-dijo tomando la pequeña libreta y dirigiéndose a la barra para que el barman le pusiera todo dentro de una charola para llevar, era algo lento y se ponía peor cuando tenía muchas cosas que servir.
Según rumores de cuando llegó, hace muchos años hubo un barman que tanto tiempo como bebidas eran excelentes, se trataba de un monstruos elemental, pero no recordaba el nombre, si tan solo siguiera aquí para que el problema de la demora no fuera un problema en sí.
Y por fin saliendo de todos los de la barra que querían un poco de su néctar embriagador, se dirigió decidida a la gran mesa de hombres que por muy raro aun no jugaban a ningún juego ni ninguno traía a alguna mujer entre ellos... o esperaban que alguna joven accediera a dar un servicio fuera de su trabajo normal o realmente no venían a solo pasar el rato.
-Buenas noches, bienvenidos al casino y bar hotel "La Reina De Corazones", aquí traigo su pedido y espero que estén pasando una linda noche - dijo con una sonrisa tranquila, si era capaz de poner una cara de póker total también podía con una expresión cálida.
los hombres la miraron mientras ella ponía frente a cada uno los pequeños vasos llenos de Whisky y la botella en la mesa, la única con un "algo diferente" era para el Don, un hombre gordo con una sonrisa amplia y al menos unos tres dientes de oro, y sus gordos dedos llenos de anillos, desagradable a la vista, pensó Frisk estando por fin cerca.
fue cuando un toque la desconcertó de un segundo para el otro, uno de los hombres cercano al Don le había tocado el trasero y con toda la intención del mundo, no le echaría el trago encima a él porque se vería toda la intención, era más lista que impulsiva, en vez con suma determinación poco tiempo después de eso casi al segundo, derramó el trago encima del Don y los que tenía en la bandeja encima de la mesa, en un acto impulsivo que podría costarle la vida.
obviamente todos se sobresaltaron ante lo repentino que fue y se echaron para atrás para no ser salpicados, y poniendo una expresión de suma vergüenza y pánico empezó a hablar.
-¡D-disculpe señor Darby! ¡yo no quería que sucediera esto! es que... uno de sus empleados me sorprendió... m-mucho con su mano- se reía internamente de ver como la expresión con el ceño fruncido del Don se suavizaba ante ella y la empezaba a mirar divertido y con confianza - les traigo de inmediato más tragos-
Bien, su jugada de siempre le sirvió de nuevo, el tener una imagen sumisa y torpe era algo tierno a la vista de varios hombres, y sobre todo a los mafiosos, que los hacía sentir superiores, ¡y el detalle de hasta saber con quien trataba! Era una estrategia que no fallaba, nada mas fascinaba a esta clase de hombres que una mujer que dejara ver un aspecto temeroso y dulce con esos ojos de cachorro, y Frisk lo sabía bien.
-No te preocupes Bombón yo entiendo que algunos zopencos -dijo mirando atrás de ella, pudo sentir cómo el hombre delgado que la toco se tensiona por ello- no puedan mantener las manos quietas, una disculpa de mi parte linda- decía mirándola "amable" y tomando su mano que se veía realmente pequeña entre la de él gorda, se la llevó a su boca para darle un beso a esta - mientras, hermosa, puedes irte tranquila, pídele a una de tus compañeras que venga a limpiar esto y atendernos, asegúrate de que sea la más sencilla entre ustedes y que no sea tan linda como tu, para que idiotas no les de por ser unos atrevidos - aun sosteniendo sus mano empezó con su pulgar a acariciarla mirándola de arriba abajo de manera sugerente.
-Si señor, muchas gracias - dijo liberando su mano y con una falsa sonrisa.
este saco de uno de los bolsillos de su saco que tenía al lado un fajo de billetes y le dio unos cuantos a ella por las molestias, ella solo sonrió y se marchó con la charola bajo su brazo y dándole la espalda para dar razones a la cara amargada.
empezó con la manga de su uniforme a frotar la mano que aquel tipo había besado y acariciado sintiéndose totalmente asqueada a pesar de que tuviera guantes, si que había recibido dinero hoy.
-John ¿eres estúpido o qué? A las damas no les gustan ese tipo de comportamientos, se un caballero ¿si? tonto, no te reprimo mas por dejarnos mal por ser mi mejor subordinado - escucho decir al hombre gordo detrás de ella, solo sonrió complacida al menos pudo hacer que lo regañaran.
dejando la charola en su lugar subió hacia el estudio donde una puerta con pomo dorado estaba cerrada, tocando escucho un "pase" y entrando vio al otro lado del escritorio a la esposa del difunto dueño y accionista del casino fumando en una pipa Charleston.
-¿Ahora que quieres niña?- preguntó con todas sus arrugas y expresión irritada.
-Son los de la mesa cuatro señora, el Don Darby me pidió que le dejara la mesa a alguien más después de que uno de los otros en la mesa me tocara indebidamente, y me dejo esto- dijo poniendo la mitad de lo que verdaderamente le habían dado, a manera de soborno.
la anciana le dio una mirada al conjunto de billetes en su mesa de madera y después a ella seria y crédula para soltar vapor de su boca.
-Bien, dile a Michelle entonces y toma su puesto, ¡ah! y necesito que le digas a Lucy para su siguiente acto, si no está disponible le puedes decir a la chica nueva que puede ir ella "canario"-
-Sí señora- se retiró cerrando la puerta y arreglando un poco la falda de su uniforme volviendo a la parte casino para dirigirse a la parte trasera de todo, mejor dicho la parte de "solo empleados" y viendo la puerta de color rojo, el camerino con una placa dorada con el nombre Lucy grabado.
desde que dio vuelta en la esquina, empezó a escuchar sonidos raros detrás de la puerta, así que con una cara incómoda ya se imaginaba que estaba ocurriendo al otro lado, y con todo el cansancio tocó a la puerta y los ruidos más susurros apresurados cesaron.
-Oh eres tú... ¿Qué se te ofrece?- dijo seria apoyada en el marco de la puerta después de un par de minutos de espera, la mujer con la ropa corrida, pelo desalineado, labial corrido y una cara sudorosa y un tono jadeante era la que se le presentó, no me pregunto el por qué.
-La jefa dice, que te prepares para tu próximo show y-
-¡ahgg! dile a esa vieja que estoy ocupada, y no me molestes más- dijo interrumpiendo.
-Oye, sabes, si quieres te nos puedes unir- dijo un hombre sentado en una silla dentro del camerino de igual aspecto a ella y con marcas de labial en varias zonas de su cara como cuello, era uno de los músicos que había estado tocando y con una sonrisa picara.
-Ni se te ocurra cariño hoy eres todo mío~- dijo mirando hacia él con un tono "sensual" - además ella es una aburrida, si vieras las caras que le pone a cualquier hombre que siquiera la mira- mencionó con cierto tono burlón -Bueno ya te di mi razón, ahora vete-
y le cerró la puerta en la cara, simplemente suspiro, cuando una risa traviesa se escuchó dentro del camerino, y se apresuró a irse rápido para no tener que escuchar algo tan incómodo. se decía mentalmente que si no seguiría trabajando al menos se largara para hacer sus "cosas" en otra maldita parte.
Camino hasta detrás del escenario donde se encontró con una chica arácnida, una monstruo que la miro con sus cinco ojos y una sonrisa burlona, contextura delgada, pelo azabache peinado al estilo pin up, labios rojos y unos encantadores y morados ojos traviesos junto a sus dos colmillos que de seguro gritaban advertencia y que no era alguien de fácil tratar.
-Hola... eres la nueva ¿cierto?-pregunto la castaña sin subir a la plataforma.
-si...Muffet Spiders, un gusto- dijo con un poco de ego pero aun así amable extendiendo le uno de sus seis brazos y está tomándolo con total gusto.
-El gusto es para mi señorita Muffet, soy Frisk Clover, camarera, nada mas vengo a decirle que nuestra otra cantante está...ocupada, así que podrá hacer su debut hoy - dijo totalmente sonriente sorprendiendo a la multi ojos por su amabilidad, era raro ver personas tan amables que no fuera una fachada repugnante.
despidiéndose de ella la castaña se fue.
por fin llegando donde su compañera que estaba limpiando las bandejas que llegaban; hablo con ella, y cambió su puesto con ella sin problema.
Hola, Hola!
¡Son tantas dudas! pero no se preocupen que se irán resolviendo conforme vayan los capítulos, gracias por leer.
espero y les haya gustado :3
palabras: 2625
fecha:11/04/2022
Fecha de publicación: 19/01/23
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