✧~Capítulo 2~✧
~Otro día~
salió de ese edificio de ladrillo simple, las escaleras de incendios rechinan por lo oxidadas que están, los primeros rayos del sol le pegaron en la cara a la joven después de asegurarse de darle una última vista al pequeño que aún dormía en su cama cómodamente.
Vestida con su vestido azul hasta por debajo de las rodillas sin forma realmente, uno clásico, su vestido preferido en su pequeño guardarropas, y sus zapatillas estilo tacón corrido de plataforma baja de color negro que contaba ya con varios años y su típico corte estilo Bob corto.
Salía temprano por temas de ir a comprar su desayuno, no era la mejor zona y a veces tenía que lidiar con vándalos o borrachos que le decían cosas a la castaña, pero era fuerte e independiente y siempre tenía una respuesta ingeniosa para sacarse esos "problemas" fácilmente.
después de todo ya estaba acostumbrada ... más de lo que le gustaría.
su tío se negó demasiadas veces a que se independizara y más después de aquello.
Más allá de una conducta de "no podrás valerte por ti misma sin un hombre" era por el temor de lo ingenua que llegaba ser la chica respecto algunas cosas y mas al tener que cuidar de otra persona.
Él, al ser un policía veía las atrocidades en primera fila, creando una sobreprotección en la única familia que le quedaba.
En cuanto a ella... bueno él siempre le advirtió de no dejarse sobrepasar por "caballeros con poco valor moral" y dándole una pequeña guía de cómo manejar dichas situaciones,(además de sus experiencias) es que ella se pudo por fin liberar, aunque aun así no se sentía tranquilo yendo la a visitar al menos una vez cada dos semanas.
La mañana irradiaba tranquilidad sorpresivamente, las tiendas apenas estaban abriendo, la chica iba con su paso tranquilo pero rápido para no demorarse, llegando así a su panadería y cafetería de preferencia personal, "El buen trigo", un nombre que le causaba gracia a la joven sin saber por qué.
entrando al establecimiento fue recibida con una gran sonrisa por el hombre detrás del mostrador exhibiendo los manjares que él mismo había preparado.
-¡oh! ¡La señorita Frisk! es una sorpresa verla tan temprano, pensé que dormiría más por su trabajo en la noche, se ve cansada - la saludo casual sacando una gran bandeja con panes calientes del horno con un provocativo color dorado.
-Buenos días señor Gordon, la verdad quería comenzar más temprano el día de hoy, El señor Charles me pidió el favor de cuidar la vieja cafetería ya que su nieta no estará ... Otra vez- saludo entrando más al local mirando y oliendo el delicioso olor de todo, Su trabajo no era fácil, al ser nocturno le quitaba horas de sueño y de vez en cuando, en las tardes ayudaba al establecimiento de un pobre anciano con una nieta desastrosa la cual cuando podía se encargaba de algunas cosas.
-Esa niña si que no tiene remedio, ¿lo de siempre?- reprocho con una voz cansada para después mirarla y preguntar con una sonrisa, la castaña solo asintió divertida por su cambio de humor tan repentino- imagínate que fuera mas como tu, me impresiona que el señor Charles aún tenga fuerzas para al menos regañarla, si fuera como tu, sabría comportarse como toda una dama, aunque creo que concuerdo en algo con tu tío, te hace falta un hombre nena, así dejas de esforzarte tanto inútilmente y te dedicarías a tener una vida más normal y amena con el pequeño ¿no crees?.- hablo tranquilo mirándola mientras ponía unos pequeños panes calientes aún en una bolsa de papel.
la verdad era que el señor Gordon en cuanto conoció a Frisk se encariño con ella viéndola como si fuera otra hija más de su familia para él, incluso volverse cercano con el tutor de la joven.
-Usted ya sabe que no estoy interesada en eso y ni tengo tampoco tiempo para esas cosas- mencionó con un aire cansada pero sin bajar su positivismo, siempre ellos le insistían en eso, sobre todo su intenso tío, pero claro el prospecto de hombre que quería para ella primero tenía que pasar por ciertos "filtros".
-Es una pena, pero es bueno en cierto modo, quizás así estas mas tranquila- termino acercándole la bolsa y ella el dinero, agradeciendo en el proceso - ¿iras a ver a ese amigo tuyo monstruo florista? -
-¿A Flowey? si, tal vez vaya a saludarlo si tengo tiempo-
-Es un buen muchacho por lo que he oído a pesar de ser un monstruo y aparecer tan de repente-
Flowey, era un chico monstruo, uno de especie de monstruo jefe para ser específicos, una raza rara de ver por esos lares. Apareció de la noche a la mañana con una floristería a su nombre y un alias además de una extraña marca en su cara, nadie conocía el nombre verdadero de aquel chico, pero en cuanto apareció, Frisk interesada en el colorido local se volvió su amiga desde hace ya varios años poco tiempo después en que ella se mudo al vecindario.
le gustaba el ambiente en el que vivía, a pesar de la discriminación, su zona estaba tan poblada tanto de humanos como de monstruos y no había realmente problemas, más allá de la inseguridad que no permitía que los niños salieran a jugar con total libertad por los mafiosos que casi nunca se paseaban por la zona.
-Señorita Frisk, mi mujer este fin de semana preparara un rico postre, si quiere puede venir a comer un poco con nosotros y los niños, adoran su presencia, así que estaría mas que encantado en que vinieran - dijo el hombre a manera de despido antes de que la joven saliera por la puerta del local.
-Suena maravilloso, lo pensare, muchas gracias - dijo alzando la voz y saliendo con una sonrisa
Se desvió un poco a dirección de su casa, encaminado se al local de su amigo, y a lo lejos vio el establecimiento de color verde con un gran ventanal que dejaba ver toda la variedad de flores que tenia el joven a su cuidado.
acercándose, entró en él y la invadió el revoltijo de aromas que se mezclaban desde las peonías, los lirios y con un toque de rosa... y eso era...¿lavanda?, algo fresco y aromático para comenzar una buena mañana.
y aquel chico de pelaje blanco mucho más alto que ella se le dibujó una sonrisa en el rostro al verla.
-¡Frisky! buenos días, ¿Qué me traes ahí?- preguntó divertido acercándose a la castaña con un aire de burla señalando la bolsa que traía en manos.
-¡JA! ya quisieras que te trajera algo, es mi desayuno Flowey, buenos días- dijo riendo un poco.
-¡Oye eso fue cruel! lo se, lo se, solo te estaba molestando, no te quitaré de tu preciosa comida, glotona-mencionó también riendo mientras que la contraria ponía una cara de sorpresa y ofendida pero demasiada exagerada y demasiada graciosa.
-¿Disculpa? señor me comí una canasta de pan yo solo en un solo día- seguía con la expresión la cual causó una carcajada en el chico- igual no importa toma uno si quieres- dijo abriendo con cuidado la bolsa y sacando un panecillo que se veía demasiado suave más una forma casi esférica.
-Awww no hacía falta tonta, pero en verdad gracias- dijo quitándose unos guantes amplios de color naranja de jardinería para tomar el panecillo- ¿No me acompañas a comer? cierto, ¿Cómo está él?- mencionó después de morderlo.
-Bien, pero prefiero desayunar en mi casa y no hablar con la boca llena tonto, y si, se quedo durmiendo- menciono con aires de burla, así era como se trataban, se decían pequeñas retas como si fuera una partida de pingpong entre profesionales.
-De acuerdo, tu ganas comeré solo, ¿pero qué haces aquí tan temprano?-
-Me levanté temprano para poder ayudar al señor Charles nada más, así que pase por el desayuno y quise venir a saludarte-
-Oh me imagino que su nieta no estará desde temprano si ese es el caso, bueno no importa mucho, pero creo que deberías descansar más, sabes que a esos ricos del casino no les gustara verte con una cara de muerta viviente- si, ese era su trabajo, camarera y auxiliar de juegos en un reconocido casino de la ciudad, se imaginaran lo desacuerdo que está su tío con el trabajo, no era que se enorgulleciera de aquello pero pagaban bien y era su mayor fuente de ingresos actualmente.
-Lo se, pero no me imagino dejando tanto tiempo solo al señor Charles, de todas maneras parece que Cristin se está relacionando con un sicario o algo así - decía con tranquilidad restando importancia a lo que decía mientras volvía a cerrar la bolsa .
el monstruo jefe paró en seco con sus palabras mirándola con una mirada algo sombría y preocupada.
-¿Es broma verdad?- dijo mirándola aun con mitad de panecillo en sus manos.
-Ojala, pero ella misma me lo contó el otro día, que era un "buen hombre" con buen dinero y eso-
él se le acercó preocupado tomándola por los hombros mirándola directamente con sus ojos de color verde lima.
-Frisk si eso termina siendo verdad, quiero que te alejes lo más posible de ella y su abuelo, sería peligroso para ti, ¿Qué pasa si por rendir cuentas alguien llega a hacerle daño a su abuelo y de paso a ti por estar ahí? - se veía preocupado, Frisk comprendía que por ser un monstruo a él le había tocado crecer en un ambiente violento y lleno de delincuencia en primera instancia por los problemas actuales socioeconómicos de su raza más la situación actual del país, sumándole el hecho de su repentina aparición y el hecho de su nombre se lo confirmaban de que era una manera de haber escapado de una posible vida criminal- ¿me prometes que si sospechas que algo así está ocurriendo te alejaras y te pondrás a salvo? no quiero que pagues por las estupideces de una idiota- decía algo molesto - me preocupo mucho por ti ¿lo sabías tonta?-
El pensamiento del chico era que de las pocas personas buenas que quedaban no quería que se perdieran más.
-L-lo prometo...- su repentino cambio de humor la desconcertó mucho, y no le gustaba la idea de dejar a merced de cualquiera al pobre señor que no podía ya ni dar un buen cambio de dinero, pero en eso tenía razón él, sería víctima por ser una espectadora no deseada y no era alguien de meterse en problemas.
-Bien, creo que se te hace tarde para poder desayunar, así que espero y no te metas en problemas tonta, no quiero tener que volver a protegerte de un perro - decía ahora con mejor ánimo recordando aquella anécdota.
-¡Oye! ese perro me rasgó uno de mis vestidos esa vez- decía divertida pero igual haciendo un tierno puchero.- Entonces nos vemos Flowey, hasta luego y no vayas a comerte tus flores, "tonto"- dijo saliendo del establecimiento remarcando lo ultimo causando otra risa por parte del chico que la despedía con la mirada hasta que ya no se vio mas su cabello castaño.
su expresión cambió a una seria y fría en cuestión de unos pocos segundos, la verdad es que eso lo preocupó un poco, si la chica no se alejaba como él ya la conocía, él mismo se encargaría de que no ocurriera cualquier percance por su propia cuenta.
pensaba aquello mirando dentro de la parte baja del mostrador de su local, tomando entre sus manos el machete de jardinería que tenía escondido mientras miraba su filo con una expresión como si no tuviera alma o sentimientos consigo.
~✦~
La tarde para la joven pasó tranquila después de asegurarse de dejar al niño con alguien de confianza, las personas ordenaban su comida y bebidas y ningún rastro de la joven de pelo mostaza con ojos oscuros llamada Cristin, pero no importo, y ya terminando la jornada, el anciano con su bastón se acercó alegre a la chica.
-Listo señor Charles, ya la cafetería está lista y puede cerrarla con total tranquilidad ¿necesita algo más?- dijo dejando una escoba vieja a un costado.
-Oh pequeña, no te preocupes ya puedo con lo siguiente yo solo- decía sonriéndole
-De acuerdo, entonces me despido por hoy señor, hoy tengo que ir al casino más temprano - decía quitándose y colgando el delantal que utilizaba cuando iba- Muy buenas tardes - tomando su pequeño bolso se disponía a irse, si no, no llegaría a cambiarse, arreglarse y dejar todo listo como la cena.
-Frisk espera, tengo algo para ti- mencionó el señor caminando hacia ella a paso lento- mira es un regalo por tu ayuda, disculpa que no pueda darte mas- tenia en su mano una bolsa de papel algo grande dejándoselo en sus manos.
Era comida fresca del establecimiento, caliente y lista para comer, dada la situación era una gran ayuda como una perdida para el hombre mayor.
-¿Qué?, ¡señor no puedo aceptar esto, se ve que es demasiada comida!, esto podría ayudarle mucho a su negocio y- decía nerviosa mirando el paquete e intentando devolverlo, el solo negó con la mano y cabeza.
-No linda, tenlo, quiero dártelo, se que es muy difícil para ti conseguir tu sustento para ti y el pequeño Simón, se suponía que era para Cristin, pero, ella no volverá hoy al parecer, así que, tu lo necesitas mas que yo, se que no es mucha cosa, pero espero y ayude en la cena de hoy, por favor recibelo- dijo el anciano con aires de suplica y mirándola fijamente con sus ojos cansados y llenos de arrugas.
frisk realmente quedó conmovida por el detalle mirando aquel paquete con el nombre del lugar impreso en el, pero por mas que necesitara la comida, no podría quitarle ganancias a un pobre anciano y a Cristin, Denis Charles era un hombre muy compasivo, y siempre hablo muy bien de aquellas personas que se esforzaban día a día y conseguían el pan de manera honrada, y aunque su nieta se haya descarrilado, Frisk en su interior sentía que realmente no merecía tanta amabilidad.
pero luego se encontró con la mirada del hombre y su sonrisa apacible, era un acto tan puro que Frisk realmente no sabía que hacer o decir, ella no quería recibirlo, pero su tío la había educado muy bien como para rechazarlo y si la viera ahora estaría apretando su hombro para que aceptara tal presente.
-Además pienso que podrías comer muy bien esta noche, aunque no puedes mostrarlo mucho por esos delincuentes, esas personas son capaces de robar lo que sea- dijo lo último con un deje de molestia, ella solo lo miro con ternura.
-¡Muchas gracias!- dijo guardándolo y dándole un abrazo al mayor como agradecimiento este le correspondió gustoso el dulce acto.
-Bueno es hora de que te vayas, ya sabes como se ponen las cosas a esta hora, ten cuidado pequeña Bob-
ella solo se rio y se despidió finalmente del buen señor
Un nuevo capítulo.
¿De qué huyo Flowey?
¿Se comerá sus flores?
¿Quién es el pequeño Simón del que tanto hablan?
Todo y mas próximamente.
Palabras: 2597.
fecha de escritura: 11/04/2022
fecha de publicación: 19/01/23
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