Capitulo 12
El dolor y la esperanza se entrelazaban en la sala del hospital mientras Donald permanecía al lado de Rochi. El zumbido constante de las máquinas y el suave murmullo de las enfermeras creaban un telón de fondo inquietante mientras él se aferraba a cada segundo a su lado. Cuando finalmente les informaron que Rochi estaba estable, aunque aún débil, Donald sintió una mezcla de alivio y desesperanza. Aunque la noticia era alentadora, sabía que el camino hacia la recuperación sería largo y arduo.
Donald no se apartó ni un momento del lado de Rochi. Pasaba el tiempo entre momentos de vigilia y breves períodos de sueño, siempre con un ojo abierto. Si descansaba, lo hacía en el sofá a un lado de la cama de Rochi o sobre su pecho, cuidando de no moverla ni un centímetro. Cada vez que debía ir al baño o comer, lo hacía con la puerta abierta y una mirada constante hacia ella. Sus baños eran rápidos y siempre en la sala de hospital, y la comida era un acto obligatorio supervisado por su hermana Samantha y sus amigos.
El cansancio se reflejaba en su rostro, pero el amor por Rochi mantenía su espíritu encendido. La comida que le traían era apenas un trámite; no podía encontrar el gusto en ella cuando su mente y corazón estaban completamente enfocados en Rochi. A pesar de las insistencias de Mac, Melodie y Samantha para que descansara, Donald se negaba a separarse de Rochi. "Piénsalo de esta manera", le decía Danny mientras lo acompañaba. "Si Lindsay estuviera en tu lugar, no dudaría en hacer lo mismo por ella. Tu amor por Rochi es algo que todos entendemos y respetamos."
Las palabras de Danny resonaron con Donald, pero no cambiaron su decisión. Las noches se volvían largas, llenas de susurros y promesas. Mientras dormía en el sofá, Donald se mantenía al borde del sueño, esperando escuchar el primer signo de recuperación de Rochi. A menudo le hablaba suavemente, contándole sobre su amor y los recuerdos que compartían. "Recuerdo el primer día que te vi en el laboratorio", le decía con voz temblorosa. "Era imposible no notar lo especial que eras, incluso sabiendo que eras la hija de mi jefe. Desde ese momento, no pude apartar mis pensamientos de ti. Fue amor a primera vista, y aunque intenté resistirme, el deseo y el amor que siento por ti son insuperables."
Mac, Melodie y Samantha insistieron varias veces para que Donald se tomara un descanso. "Necesitas cuidar de ti mismo también", decía Melodie con preocupación. "Estamos aquí para apoyarte, y sabemos cuánto amas a Rochi. Pero si te desgastas, no podrás estar allí cuando más te necesite."
Donald, sin embargo, se mantenía firme en su decisión. Aunque aceptaba tomar un café o almorzar a su lado, su lugar principal siempre estaba al lado de Rochi. "No puedo separarme de ella", decía con firmeza. "Ella ha hecho todo por mí, y yo tengo que estar aquí para ella, sin importar lo que pase."
Mientras el grupo de amigos y compañeros de trabajo se preparaba para visitar a Rochi en su habitación, el ambiente en el hospital estaba cargado de emoción y esperanza. Cada uno de ellos se había reunido para ofrecer su apoyo incondicional a Donald y a Rochi, sabiendo que su presencia era una fuente importante de consuelo en estos momentos críticos. Cada paso que daban hacia la habitación estaba impregnado de la determinación de mostrarles que no estaban solos.
Sid, con su habitual calma y autoridad, fue el primero en acercarse a la cama de Rochi. Su mirada se suavizó al ver a la joven inmóvil en la cama, y se inclinó un poco para hablarle con cariño. "Rochi", comenzó con voz afectuosa, "quiero que sepas que te considero como una hija. Siempre he admirado tu inteligencia y la pasión con la que te enfrentas a la vida. Eres una persona realmente especial, y tu presencia ilumina el día de todos nosotros. Donald te ama con todo su ser, y eso es algo que valoro profundamente. Tu valentía y fortaleza son inspiradoras, y todos estamos aquí para ti, esperando verte despertar."
Stella, con su energía y calidez, se acercó después de Sid. Su mirada estaba llena de ternura mientras observaba a Rochi. "Querida Rochi", dijo Stella con voz suave, "quiero decirte que eres hermosa tanto por dentro como por fuera. Siempre he visto en ti una persona excepcional, y el amor que Donald tiene por ti es algo que admiro profundamente. Como si fueras mi propia hija, me duele verte en esta situación. La conexión que compartes con él es un testimonio del amor verdadero, y el amor de tu padre por ti es igualmente conmovedor. Te rodea una red de amor y apoyo que esperamos te ayude a encontrar la fuerza para volver a nosotros."
Lindsay, con su empatía y cariño, se unió a la serie de mensajes de apoyo. "Rochi", dijo Lindsay, con una mano en el hombro de Donald, "tu amistad ha sido una luz en nuestras vidas. Eres una amiga increíble, y he tenido el privilegio de conocerte en tu mejor momento. La forma en que Donald te mira, el amor que siente por ti, es algo que todos nosotros entendemos y valoramos. Estás en nuestros pensamientos y corazones, y queremos verte recuperar tu fuerza y regresar a la vida que mereces."
Danny se acercó con una expresión de seriedad y apoyo. "Rochi", dijo Danny, "todos nosotros hemos visto cómo iluminas las vidas de quienes te rodean. Tu bondad y tu espíritu son algo que todos admiramos. La manera en que Donald se dedica a ti muestra el amor incondicional que ambos comparten, y eso nos toca profundamente. Estamos aquí para ti, y haremos todo lo posible para ayudarte a superar este desafío. No estás sola en esto."
Melodie, con un abrazo cariñoso a Donald antes de hablar, expresó sus sentimientos con sinceridad. "Rochi", dijo con emoción, "quiero que sepas que te amo muchisimo hija mía. La forma en que Donald te ama y la admiración que tengo por ti como persona es algo que siempre recordaré. Eres una gran amiga y una persona maravillosa. Todos nosotros estamos aquí, ofreciéndote nuestro amor y apoyo mientras luchas para volver a estar con nosotros."
Lizzy, con el apoyo constante de Ryan a su lado, se acercó a Rochi con una mirada de ternura y solidaridad. "Rochi", comenzó Lizzy, "sé que estás luchando en este momento difícil. Quiero que sepas que tu amistad ha sido muy especial para mí, y el amor que Donald siente por ti es algo que todos apreciamos profundamente. Estás en nuestras oraciones, y estamos aquí para ti, esperando el momento en que puedas abrir los ojos y volver a la vida que todos queremos para ti."
Ryan, mostrando su comprensión y empatía, se unió al grupo de apoyo. "Rochi", dijo Ryan, "entender lo que Donald está pasando es algo que conozco de cerca. Estuve en una situación similar con Lizzy, y sé cuánto duele ver a alguien a quien amas en una posición tan vulnerable. Quiero que sepas que estamos aquí para ti, y te apoyamos en cada paso del camino. Tu fortaleza y tu amor son algo que valoramos y esperamos verte despertar pronto."
Candela, con una mirada de ternura y esperanza, se acercó después de Ryan. "Querida Rochi", dijo Candela, "no te conozco tanto como otros, pero lo que he visto en ti es suficiente para admirarte. Eres una persona increíble, y el amor que Donald tiene por ti habla de lo maravillosa que eres. Estamos aquí para ofrecerte nuestro apoyo y amor, esperando verte recuperar tu salud y volver a estar con nosotros."
Nick, con su característica empatía, se dirigió a Rochi con un mensaje lleno de esperanza. "Rochi", comenzó Nick, "sé que estás atravesando un momento difícil, pero quiero que sepas que tienes un grupo de amigos y seres queridos que te apoyan completamente. La forma en que Donald te ama es algo que todos valoramos, y estamos aquí para ti, esperando verte volver a estar bien. Eres una persona especial para todos nosotros, y tu bienestar es nuestra principal preocupación."
Horatio, con su autoridad y compasión, se acercó a Mac, ofreciendo su apoyo directo. "Mac", dijo Horatio con un tono serio pero reconfortante, "sé lo que estás pasando porque estuve en una situación similar con Lizzy. Quiero que sepas que estoy aquí para ti, y que no tienes que enfrentar esto solo. Todos nosotros, desde el equipo de Nueva York hasta los que han venido de otras ciudades, estamos aquí para ofrecerte nuestro apoyo y solidaridad. La fortaleza que estás mostrando es admirable, y espero que encuentres la paz y la fortaleza que necesitas en medio de esta tormenta."
Gil Grissom, con su experiencia y comprensión, se dirigió a Mac con un mensaje sincero. "Mac", dijo Gil con seriedad, "estamos aquí porque nos importa, porque Rochi ha sido una parte importante de nuestras vidas y queremos apoyarte en este momento difícil. La forma en que amas a Rochi es algo que todos valoramos profundamente. Estamos aquí para ti, y haremos todo lo posible para ayudarte a superar este desafío."
Cada uno de ellos, desde los miembros del CSI Nueva York hasta los de Miami y Las Vegas, ofreció su apoyo sincero. Los mensajes de amor y esperanza se entrelazaban en la sala del hospital, creando un ambiente de solidaridad y fortaleza. El dolor y la preocupación estaban presentes, pero también lo estaba el amor inquebrantable que rodeaba a Rochi y a Donald. En cada visita, en cada palabra de aliento, se reflejaba la profunda conexión que existía entre ellos y la esperanza compartida de que Rochi despertara pronto para continuar su vida llena de amor y alegría.
Cuando Rochi comenzó a despertar, la primera sensación que la envolvió fue el cálido y reconfortante abrazo de Donald, que no había soltado su mano ni un instante durante todo su tiempo inconsciente. La mano de Donald, suave pero firme, apretaba la de Rochi con una ternura que parecía transmitir todo el amor y la dedicación que él sentía por ella. Sus ojos se abrieron lentamente, y al principio, todo le parecía borroso, pero el toque familiar de la mano de Donald le proporcionó una oleada de consuelo.
Donald, con el corazón en un torbellino de emociones, miraba a Rochi con lágrimas en los ojos. La felicidad de verla despertar y la preocupación por lo que había pasado se entrelazaban en su expresión. La sonrisa que apareció en el rostro de Rochi cuando sus ojos finalmente se enfocaron fue suficiente para hacer que la tristeza de Donald se desvaneciera un poco. No pudo contenerse y, con un amor desbordante, comenzó a cubrir su rostro con una lluvia de besos, cada uno cargado de un profundo afecto y alivio.
Rochi, aún aturdida pero sintiendo el calor y la seguridad del abrazo de Donald, trató de enfocar su mente y comprender la situación. Sus labios se movieron en un susurro de confusión mientras sus ojos buscaban desesperadamente respuestas.
—¿Qué pasó? —preguntó, su voz débil y temblorosa, mientras intentaba recordar los eventos que la habían llevado a este momento.
Donald, sintiendo su angustia, apretó su mano con más firmeza y le respondió con una mezcla de ternura y determinación:
—Te explico todo, Rochi. Hubo un incidente, pero lo más importante es que estás aquí, conmigo. Te he vigilado sin descanso. Tú papá vendrá pronto, está haciendo todo lo posible para resolver esto. No me he movido de tu lado ni un momento.
Las palabras de Donald eran un bálsamo para el corazón de Rochi. Aunque aún se sentía débil, el alivio de escuchar que Donald estaba a su lado y que su padre pronto estaría allí le proporcionó una paz momentánea. Sin embargo, la preocupación por su padre y por el estado de las cosas seguía pesando en su mente.
—¿Dónde está mi papá? —preguntó Rochi, su voz apenas un susurro, pero cargada de ansiedad—. ¿Está bien?
Donald, con lágrimas que ya no podía contener, la abrazó más fuerte y le dijo con firmeza:
—Él está trabajando para resolver todo esto. Se lo debe a ti. Está haciendo todo lo que puede para encontrar a quienes te hicieron daño. No te preocupes, él estará aquí pronto. Estoy aquí contigo, y nunca me voy a mover de tu lado. Eres la luz de mi vida, y no quiero que sientas que estás sola.
A medida que Donald hablaba, Rochi sintió una profunda gratitud. Aunque su mente seguía procesando el dolor y la confusión, el amor y el consuelo de Donald eran un ancla firme en medio de la tormenta emocional que estaba experimentando.
Stella, que también estaba en la sala, observaba la escena con una mezcla de ternura y preocupación. Sentía un cariño casi maternal por Rochi, viéndola como una joven llena de promesas y amor. La conexión entre Donald y Rochi le recordaba a la devoción que ella misma había visto en el amor entre Mac y su hija. Stella se acercó y, con una calidez genuina, le dijo a Rochi:
—Querida Rochi, me alegra tanto verte despertar. Eres una joven maravillosa, tanto por dentro como por fuera. El amor que ves aquí, entre Donald y tú, es un ejemplo para todos nosotros. La forma en que te cuida y la devoción que tiene por ti son realmente admirables. Y tu papá, bueno, él está dando todo lo que tiene para asegurarse de que esto se resuelva. No estás sola. Todos estamos aquí para apoyarte.
Stella le dio un abrazo tierno y reconfortante a Rochi antes de salir apresuradamente para buscar al doctor. La urgencia en su paso reflejaba su preocupación y su deseo de asegurar que Rochi recibiera la mejor atención posible.
Mientras Stella se alejaba, Rochi volvió a centrarse en Donald. Sus pensamientos seguían girando en torno al incidente que la había dejado inconsciente. La última imagen que recordaba antes de perder el conocimiento era la de Donald, su mano extendida hacia ella, su rostro lleno de preocupación. El sentimiento de alivio al despertarse y encontrarlo a su lado era indescriptible.
—Donald —dijo Rochi, con los ojos llenos de lágrimas—. Me alegra tanto verte. No sabía si iba a despertar.
Donald le sonrió a través de sus propias lágrimas y la abrazó con una ternura que reflejaba todo el amor que sentía por ella.
—Siempre estaré aquí contigo, Rochi. Nunca dudes de eso. Eres la razón de mi existencia y el amor de mi vida. No hay nada que desee más que verte feliz y sana. Prometo que haremos todo lo posible para superar esto juntos.
En ese momento, el amor y el apoyo entre ellos parecían llenar la habitación, proporcionando un refugio de calidez en medio de la adversidad.
Mientras tanto, Mac, que no estaba presente en el hospital debido a su enfoque en capturar a los responsables del ataque, estaba completamente absorbido en su misión. Sabía que tenía que hacer justicia por Rochi, así que estaba trabajando incansablemente para atrapar a los culpables. Su ausencia era un recordatorio constante de la batalla que estaba librando por su hija, una batalla que estaba decididamente enfocada en asegurar que los responsables enfrentaran las consecuencias de sus actos.
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