Capítulo 16.

I was lying
     to myself

══════⊹⊱🜲⊰⊹══════

  Cuando la limusina llegó a la preparatoria, solo bastaron unos minutos para que Jay la estacionara en uno de los jardines traseros y el grupo bajara del mismo con sus pertenencias, comenzando a caminar por los jardines en silencio.

El chico de cabello largo iba primero, junto a Lonnie, siendo seguida por Carlos quien cargaba a su mascota en sus brazos y Evie. Finalmente, tras ellos iban Audrey, Mal y Ben; pero la ojiverde arrastraba los pies, estando cruzada de brazos y viendo hacia el suelo. 

—Regresaré estas al gimnasio. —Dijo la hija de Mulán, quien sostenía el carcaj de espadas con su brazo.

—Gracias. —Mencionó el capitán de R.O.A.R.

—Te veré después. —Habló la AK a modo de saludo antes de cambiar de dirección para irse hacia la escuela, justo cuando Jane se aproximó al grupo.

— ¡Ben! ¡Ahí estás! ¡El Cotillón es esta noche! —Lo llamó la pequeña hada, haciéndole un gesto con la mano para que se acercara—. Ven aquí. —Pidió, entonces el castaño se aproximó a ella.

—Mira, este es el vitral que has hecho para Mal. ¿No es hermoso? ¡Ella va a amarlo! —Mencionó la hija del Hada Madrina con emoción, enseñándole el resultado final en su tablet, luego levantó la mirada para observar a su mejor amiga—. Y también necesito tu ayuda, ¡no puedo creer que ambas estemos en el Comité de Decoración pero me has dejado organizando todo yo sola!

—Lo siento, Jane. —Se disculpó Audrey, haciendo una mueca y acercándose a ellos—. He estado algo ocupada, pero no fue mi intención dejarte todo el trabajo a ti, eso no fue justo. —Añadió, haciendo una mueca.

  El rey se aproximó a su ex novia, colocando una mano en su espalda baja.

— ¿Quieres cancelarlo? —Dudó el chico Bestia, captando la atención de la ojiverde, quien finalmente lo miró.

—Uhm, ¿saben qué? Puedo volver más tarde… —Intervino la pequeña hada, quien odiaba interrumpir momentos.

—No, no, no. —Se opuso el castaño, viendo atentamente a la chica de la Isla, quien no le dio una respuesta. Se giró hacia las AKs, viendo de reojo la tablet, sin saber qué hacer, mientras la chica de cabello morado volvía a ver hacia el suelo—. No, no, no. Mal está bien. Uhm…

—Ella no necesita esa presión ahora mismo. —Habló la princesa de Auroria, viendo como el descendiente de Bella y Bestia se llevaba la mano hacia el puente de la nariz antes de volver a aproximarse a la contraria, sin tocarla esta vez.

Al igual que Jane, la castaño/rubia conocía la sorpresa que el rey estaba preparando para la VK, pero ahora creía que aquel "adorable gesto" solo empeoraría lo que quedaba de la relación entre ambos.

—Has lo que sea que necesites hacer. —Le dijo el rey, entonces la ojiverde lo miró a los ojos por unos instantes.

—Buen chico. —Murmuró Audrey, llevando su zurda hacia la oreja del joven para rascarle detrás de la misma—. Okay, ahora vamos a terminar los asuntos del Cotillón, pero… Amor, te veré más tarde para ayudarte a entregar los pedidos. —Le dijo, buscando con la mirada a su novia y arrojándole un beso que la princesa malvada atrapó en el aire, antes de llevarse al joven monarca y a su mejor amiga.

  Evie tomó del brazo a la descendiente de Maléfica y se aproximó a la misma.

—Tenemos que hablar. —Murmuró la diseñadora, entrelazando sus brazos y comenzando a caminar junto a ella.

—Sí. —Concordó la contraria, mientras que los chicos las veían irse.

—No. —Se opuso Carlos, haciéndolas detenerse y girarse para verlos mientras se soltaban las manos.

— ¿No? —Repitió la hija de Regina, confundida.

—Ustedes siempre están escabulléndose, susurrando sus charlas de chicas o lo que sea… —Empezó a hablar el pecoso, quien luego vio al descendiente de Jafar antes de volver a mirarlas— …Y Jay y yo estamos cansados de eso.

—Yo no. —Replicó el chico de cabello largo, elevando sus cejas y alzando su mano por unos instantes mientras lo observaba a él, después a sus amigas y finalmente al menor de los VKs; movió sus manos y desviando la mirada hacia el suelo.

—Somos su familia también. —Les recordó De Vil, la chica de cabello azul bajó la mirada por unos segundos antes de volver a verlo—. Hemos pasado por muchas cosas… juntos… y no vamos a detener eso ahora, ¿okay? —Añadió.

La hija de Maléfica simplemente asintió con la cabeza, entonces el pecoso vio a su compañero de habitación y a ellas.

—Todos, siéntense. —Ordenó él, tomando la iniciativa y apoyando su trasero en el césped, dejó una mano sobre el mismo y vio a su mejor amigo—. Vamos.

  Los tres imitaron su acción, Mal dejó su mochila en el suelo, Dude gimió.

—Sí, tú también. —Agregó su dueño, mientras veía como el grupo se acomodaba—. Uhm, no sé cómo empezar una charla de chicas. —Confesó, viendo a los demás.

— ¿Qué onda? —Sugirió el ex ladrón, haciendo reír a la princesa malvada.

—Uhm… bueno… —Comenzó a hablar la ojiverde, quien suspiró y se tomó unos instantes para encontrar las palabras correctas para expresarse—…Soy un desastre… Soy un completo desastre. —Sollozó, bajando la mirada. Su mejor amiga colocó una mano en su hombro.

—Quiero decir… hace seis meses, yo estaba…, ya saben; robándole dulces a los bebés y ahora… todos quieren que sea esta Dama de la Corte y no tengo idea de cómo puedo seguir manteniendo el acto. —Confesó la descendiente de Maléfica entre sollozos.

—Entonces no lo hagas. —Respondió simplemente el chico de cabello blanco y negro.

— ¿Ven? Esto se acabó. —Dijo Jay, quien apoyó sus manos en el césped con la intención de levantarse.

—Tal vez no. —Replicó la dueña de Evie's 4 Hearts, logrando que el VK se quedara en su lugar, tomó la mano de su compañera de habitación y miró a los muchachos—. Siempre vamos a ser los chicos de la Isla.

La diseñadora estableció contacto visual con su mejor amiga.

—Intenté olvidarlo, realmente lo intenté, pero… —Prosiguió la chica de cabello azul, girando la cabeza para ver a los VKs— …esas son nuestras raíces.

  Carlos y Jay se mantuvieron callados, prestándole atención.

—Y todos hicimos lo que tuvimos que hacer para sobrevivir. —Dijo la diseñadora, luego Mal y Evie volvieron a verse—. Eso nos hizo quienes somos. Y nosotros jamás vamos a ser como cualquiera de aquí. —Añadió, notando que la ojiverde había vuelto a bajar la mirada.

—Y eso está bien. —Insistió la princesa malvada, mirándola con una sonrisa alentadora para luego volver a ver a los chicos—. Eso está bien.

—Y no podemos fingirlo. —Comentó Carlos.

—No. —Le dio la razón la chica de cabello azul, negando con la cabeza.

—Sí, quiero decir, especialmente no sin mi libro de hechizos. —Exclamó la descendiente de Maléfica, quien suspiró.

—Mal, si Ben no ama a la verdadera tú, entonces él no es el indicado. —Dijo el menor de los VKs.

—Me gusta eso. —Murmuró Evie.

—No lo es. —Replicó la ojiverde, frustrada—. Uma es la indicada, me dio una oportunidad y la arruiné… Todo lo que ella quería era que la ayudara a liberar a la Isla… y no pude. —Se lamentó.

—No fue tu culpa, la situación se salió de nuestro control. —La consoló Jay.

—Aún así… tal vez todavía puedas encontrar una forma de lograrlo. —Sugirió el pecoso.

—No tienes que comprometerte con él, jamás te pediríamos que des ese gran paso, mucho menos si ya no lo amas… pero si te conviertes en Dama de la Corte; ¿eso no te daría más voz para hacer un cambio en la Isla? —Dudó la princesa malvada.

—Tal vez… —Mencionó la otra VK, arrugando la nariz.

—Es una decisión muy importante, no tienes que tomarla en este preciso momento… —Añadió el hijo de Jafar, sin querer presionarla más, los demás asintieron.

—Voy a hacerle unos cambios a tu vestido… —Dijo la diseñadora, haciendo una pausa— …Y si quieres, solo si quieres, estará esperando por ti; ¿okay?

La ojiverde asintió levemente con la cabeza y entonces la chica de cabello azul la rodeó con un brazo, colocando su otra mano sobre su hombro.

—Lamento alejarlos cuando sé que lo único que quieren hacer es ayudarme a sobrellevar esto. —Susurró Mal, sin atreverse a verlos a los ojos—. Ustedes son la familia a la que jamás querré decepcionar, sentía que lo haría si les decía que la presión estaba destrozándome, no quería arruinar su felicidad. —Prosiguió.

—Sé que no quieres decepcionarnos… Y lamento que no hayamos podido ver lo mucho que sufrías… pero somos una familia. —Habló Jay en voz baja, acercándose a ellas para unirse al abrazo, sabía que lo necesitaban. —No seremos completamente felices si cualquiera de nosotros está sufriendo, M. Nos importas, y siempre vamos a estar aquí para ti.

—Las familias pelean, se dicen cosas feas… pero si están dispuestas a hablar para solucionar las cosas, eso es lo que importa. —Murmuró Carlos, dejando a su mascota en el suelo para acercarse al trío y rodearlos con sus brazos—. Ustedes son la única familia que siempre voy a querer tener cerca. La única que siempre me cuida, me quiere, me entiende. —Les dijo.

—Los amo, chicos. —Habló la descendiente de Regina—. Nos cuidamos mutuamente, siempre. No hay que dejar de hacerlo ahora.

—Yo también los amo… —Dijo la ojiverde, quien dejó que todos la abrazaran y luego se apartó un poco para estirar su puño hacia adelante—. No hay fuerza del mal que logre ganar…

—Si cuatro corazones se ponen juntos a luchar… —Contestaron los demás, imitando su acción e intercambiando sonrisas, luego la princesa malvada hizo un gesto con el mentón para indicarles que debían irse; así que ella se levantó junto con Carlos, Dude y Jay.

  Comenzaron a caminar, pero el último se detuvo al ver que su otra mejor amiga seguía sentada en el césped. Vio a los demás por un momento antes de volver a tomar asiento frente a ella, quien lo miró.

—Si decides venir al Cotillón esta noche… y Ben sigue siendo lo suficientemente idiota como para no entender que tú no quieres esta vida… y no puedes soportar otro día sin Uma… yo mismo te llevaré de regreso a la Isla mañana. —Le hizo saber el capitán de R.O.A.R, vio como la chica de cabello morado asintió con la cabeza y le sonrió, él imitó el gesto— ¿Okay? —Le dijo, colocando una mano en su hombro e incorporándose, dejó un beso en su frente y se marchó junto a los demás.

De repente, la lagartija salió de la mochila de la VK y se fue de allí, dejándola completamente sola.

If only I knew what my heart was telling me… —Tarareó la ojiverde, quien aún intentaba decidir qué era lo mejor para ella— …Don't know what I'm feeling, is this just a dream?

Ah-oh, yeah… Siguió cantando la descendiente de Maléfica, sin saber qué hacer.

If only I could read the signs in front of me… —Murmuró la chica de la Isla, tratando de aclarar su cabeza— …I could find the way to who I'm meant to be…ah-oh, if only, if only…

⊱🜲⊰

  Carlos y Dude caminaban por el jardín, ya estando solos.

—La charla de chicas fue un éxito. —Le dijo su mascota.

—Sí. —Concordó el VK, riendo un poco—. Excepto cuando se trata de preguntarle a Jane si quiere salir conmigo, ahí es cuando soy totalmente una gallina.

—Voy a parafrasear a uno de los chicos más valientes que conozco—. Habló el cachorro, los dos se detuvieron y el animal tomó asiento en el suelo delante de él mientras aclaraba su garganta y el pecoso se agachaba para quedar a su altura—. Si ella no ama al verdadero tú, entonces no es la indicada para ti. —Repitió, su dueño estiró la mano para acariciarle el mentón.

—Realmente eres el mejor amigo del hombre. —Dijo el hijo de Cruella, quien lo adoraba, luego le acarició la cabeza varias veces—. Andando, vamos.

El dúo se incorporó para dirigirse hacia la habitación de los chicos, ya que debía cambiarse para la práctica de R.O.A.R.

⊱🜲⊰

— ¡Prepárense, chicos! —Ordenó Jay, entrando al gimnasio y aplaudiendo hasta colocarse en el centro, mientras su equipo terminaba de estirarse—. Bien, ¿ustedes saben que vengo de la Isla, no es así? Las cosas son raras allí. —Empezó a hablar y rio un poco, su compañero de habitación asintió con la cabeza.

—No, pero hay una cosa en la que la Isla supera a Auradon: si tú eres fuerte, te queremos en nuestro equipo, seas chica o chico. —Afirmó el chico de cabello largo.

— ¿Qué? —Dudó el príncipe de Charmingtown, quien se acercó a él y colocó una mano en su hombro—. Hey, Jay, nosotros…. No rompemos las reglas aquí en Auradon; eso es en la Isla…

  El descendiente de Jafar sacó el reglamento del bolsillo de su pantalón y lo abrió mientras el rubio dejaba de tocarlo.

—El equipo deberá estar compuesto por un capitán y ocho hombres. —Leyó el ex ladrón en voz alta, sonriendo victorioso al haber encontrado una solución que sentía que era la correcta—. Entonces, uh… denle la bienvenida a la nueva capitana del equipo. —Añadió, dándose la vuelta junto a Chad para ver como Lonnie ingresaba al gimnasio.

— ¡Wow! ¿¡Qué!? —Gritó el hijo de Cenicienta, mientras retrocedía. La recién llegada se le rio en la cara una vez que llegó junto al VK, quien le colocó su silbato.

—Gracias. —Dijo la joven guerrera, luego él comenzó a aplaudir y los demás (excepto el príncipe) se le unieron. Jay hizo una reverencia, el resto del equipo lo imitó, excepto el rubio. Lonnie lo miró, expectante.

—Bien. —Accedió el joven, resignado, quien se dignó a hacer una reverencia ante ella.

La muchacha hizo sonar su silbato.

—Denme diez. —Ordenó la descendiente de Mulán, saliendo del círculo—. Vamos, chicos.

  Todos se tiraron al suelo y la AK se posicionó a un lado del primo de Dizzy, pisando su espalda con el pie, mientras los otros jóvenes contaban cada ejercicio que hacían.

—Vamos, Chad. —Lo alentó la chica, con un tono burlón, mientras examinaba a los demás—. Qué buena forma, Jay. —Lo señaló, divertida.

Cuando terminaron de contar, dejó de pisar al príncipe y se hizo a un lado para hacer sonar su silbato nuevamente.

—La práctica terminó. —Anunció ella, caminando hacia el centro mientras los chicos se incorporaban—. ¡Salgan de aquí, vayan a prepararse para el Cotillón!

  El hijo de Jafar acomodó su gorro y le dio una palmada en el pecho a Carlos cuando lo vio pasar corriendo a su lado junto a los demás, entonces se levantó, dándose la vuelta para irse.

— ¡Hey, Jay! —Lo llamó la joven guerrera, haciéndolo detenerse y girarse hacia ella.

— ¿Si? —Dudó el VK, aproximándose a su capitana, quien le sonreía—. Espera hasta que le cuente a mi mamá. —Dijo con ilusión.

El chico de cabello largo sonrió.

—Salgamos de aquí. —Le aconsejó él, dándole un suave golpe en el hombro, los dos rieron antes de salir trotando del gimnasio, juntos.

⊱🜲⊰

  En Evie's 4 Hearts, Evie y Audrey estaban terminando de arreglar el vestido para Mal. La diseñadora le había pedido a su novia que se lo probara mientras ella le daba los últimos retoques.

—Me gusta mucho más que el primero, aunque pienso que sigue siendo demasiado Auradiano, pero bueno. —Dijo la princesa de Auroria, quien estaba encima de la tarima mientras la chica de cabello azul acomodaba la falda—. Pero modificarlo fue una muy buena decisión.

—Solo quiero que M se sienta cómoda usándolo. —Admitió la princesa malvada, mordió su labio inferior con nerviosismo, había hecho lo mejor que había podido y la opinión de las personas que le importaban era realmente valiosa para ella; sobre todo después de lo que habían pasado en la Isla—. Ella no está feliz por haber tenido que volver en contra de su voluntad, solo quiero que tenga una noche grandiosa… En el caso de que sea la última que pase aquí. —Murmuró, algo triste.

—Lo estará, al menos ahora podrá respirar. —Le garantizó la castaño/rubia, inclinándose un poco para tomar el mentón de su pareja con delicadeza, estableciendo contacto visual con ella por primera vez desde que habían comenzado a arreglar el vestido—. Lo sé, no la culpo si me odia más ahora por sacarla de la Isla. Y en el caso de que regrese, sabemos que será más feliz allí.

—Espero que sí. —Confesó la descendiente de Regina, mirándola y dedicándole una sonrisa triste—. Después de todo lo que has hecho por ella, no debería odiarte por tratar de salvarla. Tus intenciones fueron buenas. Yo lo veo. Y sé que ella lo hará, tarde o temprano. Sí… Su felicidad es todo lo que importa, sobre todo porque M ha sacrificado la suya durante seis meses solo para que los demás podamos disfrutar de nuestra vida de cuento de hadas. —Exclamó, dejando la falda y acomodándole la capa amarilla que estaba enganchada a sus hombreras azules.

—No debería, pero ¿quién sabe? Tú me diste una segunda oportunidad, tal vez ella sea capaz de hacer lo mismo… algún día, muy; muy lejano… —Exclamó la hija de Aurora, encogiéndose de hombros.

—Hablando de eso… Yo fui lo suficientemente afortunada de tener oportunidades y... —Cambió de tema Evie, caminando hacia el bolso que había llevado a la Isla y abriéndolo para sacar las piezas de joyería que le había dado Dizzy, mientras Audrey bajaba de la tarima y se colocaba tras ella; abrazándola por detrás— …Ahora también necesito darle una oportunidad a alguien más.

—Claramente lo harás porque tú corazón es enorme, y esa es una de las razones por las que me enamoré de ti. —Murmuró la contraria, tomándola de la cintura para hacerla girarse, tomó sus manos—. Y, sé que los últimos días han sido una locura y a pesar de eso nos las hemos arreglado para estar juntas, me gustaría haber tenido el tiempo suficiente para organizar algo más apropiado para pedirte esto; pero el tiempo corre y no quiero perder ni un segundo más… Evie Mills, ¿me harías el honor de ser mi cita para el Cotillón Real? —Cuestionó con ternura.

— ¿Qué es más apropiado que tenerte conmigo, parada frente a mí, usando uno de mis vestidos y mirándome con todo el amor del mundo? —Inquirió la VK, entrelazando sus dedos—. Claro que quiero ir contigo, sería un honor para mí asistir con la más bella del reino.

Audrey la besó dulcemente, siendo correspondida al instante, mientras el pie de Evie se levantaba un poco.

  El beso duró unos minutos, hasta que ambas tuvieron que separarse por la falta de aire, la chica de la Isla aprovechó para guiarla hacia el espejo de cuerpo completo.

— ¿Qué opinas, cariño? —Dudó la última, tomándola por los hombros y observando sus reflejos.

—Me veo… —Empezó a hablar la contraria, viéndolas a ambas a través del espejo. —Me veo…

—Dilo… —La alentó su novia, entusiasmada.

—Como la Dama de la Corte que estabas destinada a ser. —Contestó Mal, entonces las princesas se giraron, encontrándose con la ojiverde recargada sobre el marco de la puerta. —Lo siento, ¿las interrumpí en un mal momento? Tardé en regresar porque mamá se escapó de la caja y tuve que perseguirla… —Añadió, entrando a la habitación y dejando su mochila en su cama.

—No, no. —Se apresuró a contestar la hija de Aurora, negando con la cabeza rápidamente—. Evie me pidió que me lo probara para terminar de arreglarlo, no creas que…

—No tienes que darme ninguna explicación, además los colores de Auradon te favorecen más a ti. —Replicó la descendiente de Maléfica, sentándose en su cama para comenzar a sacar sus pertenencias de la mochila—. Espero no haber llegado muy tarde, lo siento, E. No me mates. —Pidió, mirándola de reojo.

—No lo hiciste, pero es el día del Cotillón y debo hacer más de trescientas entregas antes del baile… —Dijo la diseñadora, haciendo una mueca mientras ayudaba a su novia a quitarse la capa delicadamente.

—Lo entiendo. No te preocupes. —Afirmó la recién llegada, usando su magia para quitarle el vestido a Audrey, reemplazando el mismo con el que yacía en la cama de Evie; el cual se había quitado previamente cuando su novia le pidió ayuda. La princesa de Auroria le sonrió en agradecimiento. —Vayan, no hay tiempo que perder.

—Eres la mejor. —Mencionó la chica de cabello azul, tomando uno de los percheros en el que tenía la mitad de sus pedidos mientras que la castaño/rubia sostenía el otro y se dirigía hacia la puerta para abrirla—. ¡Hagamos esto! —Dijo con entusiasmo, abandonando la habitación con su mercancía y siendo seguida por la otra joven, Mal fue tras ellas para cerrar la puerta.

Se giró, dirigiéndose hacia la cama y metiendo la mano en el interior de la mochila para sacar la pequeña cajita con agujeros en la que había metido a la Emperatriz del Mal, caminó con la misma hacia el terrario; lo abrió y metió a su madre adentro antes de volver a cerrarlo.

—Lo siento, pero si yo no puedo quedarme en la Isla, tú tampoco… Y tú fuiste la que me dijo que el futuro de todo el mundo libre depende de mí; así que estoy tratando de no volver a fallar. —Le dijo la VK, negando con la cabeza. —Y sé que te he decepcionado, viví con esa culpa por mucho tiempo, pero ya no quiero seguir haciéndolo. Las decisiones que tome de ahora en adelante son mías, son mis errores, mis aprendizajes. No vas a seguir influyendo en ellas. Quiero hacer lo que yo crea que es correcto, no lo que los demás esperan que haga, quiero vivir mi vida de la manera en la que yo quiera.

  Dos golpes en la puerta interrumpieron su monólogo con Maléfica, quien se fue a sentar en su sillón, mientras que su descendiente atravesó el cuarto para abrir; encontrándose con el rey de Auradon.

—Solo vengo a ver si quieres cancelar el Cotillón… —Habló el castaño, con las manos en el bolsillo de su pantalón. Lucia más relajado con su ropa casual, sin embargo en sus ojos había una preocupación genuina por la VK.

—No… —Dijo la chica de cabello morado, quien suspiró hondo. Le debía mucho a Ben y lo sabía, por lo tanto se hizo a un lado—. ¿Quieres pasar…?

—Sí, me gustaría, gracias. —Accedió el chico Bestia, ingresando al cuarto mientras la ojiverde cerraba la puerta y caminaba hacia su cama para sentarse en ella—. Mal, de verdad lamento no haber podido ver cuánto estabas sufriendo por estar conmigo, debí haber sido más comprensivo con respecto a todo; jamás quise presionarte para que te convirtieras en… todo lo que no eres. —Empezó, caminando delante de la joven.

—Debí habértelo dicho desde que comencé a sentirme fuera de lugar, sin embargo mentí para no decepcionarte hasta que acabé decepcionándome a mí misma. Yo debí haber sido sincera desde el principio, ¿está bien? Lo siento. Jamás quise ponerte en peligro… Y tampoco quiero que cambies por mí. —Exclamó la VK, haciendo una mueca—. Y te oculté mi pasado con Uma, eso tampoco es justo para ti, ni para mí; ni para ella.

—Los dos debimos haber sido más honestos. Yo jamás encontré un buen momento para explicarte que el Cotillón es parte del proceso que inicia con un compromiso… y eso no fue justo. No quiero que te sientas obligada a estar conmigo. —Dijo Ben, deteniéndose para sentarse en la cama, aunque manteniendo una distancia prudente entre ambos para no incomodarla—. Ese pasado sigue estando presente, lo vi claramente en la Isla, pero tenía miedo de que salieras perjudicada. —Añadió con sinceridad.

—Todavía no es tarde para que lo seamos. Tú estabas ocupado intentando ser un buen rey, tratando de que todo funcionara. Has hecho mucho por mí, por mis amigos, jamás podré agradecerte lo suficiente por eso. Nuestra relación me ha hecho feliz por un tiempo, pero… ya no puedo seguir así. Lo siento. Mis sentimientos por ella son mucho más fuertes. —Comentó la dueña de la habitación—. Lo entiendo, Ben. Te preocupas por todos, eso te hace un buen líder.

—Lo sé, pero la presión que sentía sobre mí no fue motivo para reaccionar de la manera en la que lo hice cuando discutimos. Y quiero seguir haciendo cosas por ti, por tus amigos, por los demás VKs. Respeto tu decisión, solo quiero lo mejor para ti, y si ella te da la felicidad que yo te quité… no voy a seguir interponiéndome. —Prometió el castaño, entonces la miró—. Uma también se preocupa por todos, eso la hace una buena líder. Y también se preocupa por ti. Puedo verlo claramente. —Añadió.

—Ya no cometeremos esos errores otra vez. Necesitamos encontrar la manera de ayudar a la Isla, y si bien no estoy lista para establecer ningún tipo de compromiso contigo, creo que podemos hacerlo más rápido si estamos juntos. Yo también quiero lo mejor para ti. Gracias por entender. —Dijo Mal, sintiéndose un poco más aliviada—. Tienes razón. Uma es una excelente líder. Si alguna vez la vuelvo a ver… Intentaré arreglar lo que arruiné con ella. No será fácil, pero valdrá la pena.

—Me parece una buena decisión. Y concuerdo, podríamos comenzar a pensar en eso luego del Cotillón. Aprecio eso. Siempre voy a entenderte, aunque me cueste. —Masculló el rey, sonriéndole de lado—. Claro que lo es. Y de verdad espero que puedas arreglar todo con ella. Si lo haces, no la dejes ir. Tendrá suerte de tenerte. —Añadió.

La villana lo rodeó con sus brazos, gesto que el contrario le correspondió lentamente, algo sorprendido. Pero ambos se sentían más tranquilos luego de haber tenido esa conversación. Ahora sabían lo que los dos necesitaban.

  Cuando se apartaron, el rey se levantó, acomodando su camisa.

—Debo irme ya, pero te veré esta noche, Mal. —Comentó Ben, la chica de cabello morado asintió con una pequeña sonrisa y lo vio abandonar la habitación, cerrando la puerta luego de salir al pasillo.

⊱🜲⊰

La pequeña hada estaba caminando por los jardines de Auradon Prep mientras hablaba por teléfono, luciendo su uniforme de porrista.

—Mh, ajá. —Dijo la joven, concentrada en la conversación, mientras llevaba su tablet bajo el brazo—. Solo lleva la varita. 

— ¡Jane, Jane, Jane! —La llamó el pecoso, corriendo hacia ella y deteniéndola, tocando sus brazos para evitar caerse—. Hey, hey… Uh…—Añadió, nervioso, dejando de tocarla. 

  Ella simplemente rio al verlo así.

— ¿Irías al Cotillón conmigo? —Preguntó el VK.

—Sí, seguro. Iremos todos en un carruaje a las seis. —Contestó la hija del Hada Madrina, para luego volver a hablar por su celular, dejando de verlo—. No, no, no. Los cubre lápices están en la cabaña.

—No… Yo… Quiero decir… —Replicó el contrario, los menores permanecieron viéndose a los ojos durante unos instantes—. Conmigo. —Insistió. 

—Sí, entonces nos veremos en mi cuarto. —Accedió la joven, sonriendo, luego movió la cabeza—. No, no, no. Entonces cuando estás en el bote, yendo hacia la izquierda. Sí, sí, derecho. No, no a la derecha, a la izquierda.

El chico de cabello blanco y negro vio como ella movía su cuerpo mientras hablaba, estando algo estresada, por lo tanto el chico giró para ver a su mascota que estaba a unos metros y luego volvió a mirarla.

—Uh… Esto va a ser difícil. —Mencionó el muchacho, entonces puso su mano sobre la que la chica estaba usando para sostener su celular—. Jane… —La llamó, tomando su muñeca con delicadeza para sacarle el objeto del oído, la contraria lo vio sin entender. 

— ¿Serías… mi cita… para el Cotillón? —Le repitió el pecoso, la AK pestañeó varias veces—. Y… si no me odias absolutamente para el final del mismo… Uhm… ¿Considerarías… Tal vez… Ser más que amigos? 

  La pequeña hada sonrió al escuchar esa propuesta. 

—Tal vez… —Masculló el joven. 

— ¿Como… novio y novia que pueden tomarse de las manos en vez de golpearse mutuamente todo el tiempo y podemos mandarnos mensajes y puedo decirte lo increíble que eres? Porque, Carlos, tú eres realmente increíble y yo… yo soy la chica más afortunada del mundo… Eres tan bueno y tan tierno. —Le dijo Jane, hablando rápidamente debido a los nervios, haciendo reír al VK.

— ¡Yo también! —Exclamó el hijo de Cruella, gesticulando con sus brazos. Ella comenzó a dar saltitos en su lugar, él se señaló a sí mismo—. ¡Soy la chica más afortunada!

—Quiero decir, chico. —Se corrigió el chico de la Isla—. Solo un chico… muy suertudo… —Añadió. 

La porrista lo rodeó con sus brazos, aquella muestra de afecto logró tomar por sorpresa al pecoso, quien solo tardó unos segundos en reaccionar y corresponderle; sintiéndose completamente seguro con ella.

—Jane, ¿puedes escucharme? —Los interrumpió la voz en el teléfono.

—Oh. —Masculló la pequeña hada, separándose.

— ¿Hola? —Insistió la persona con la que la menor estaba hablando. 

—Lo siento. —Se disculpó la descendiente del Hada Madrina—. Te veré más tarde. 

—Sí. —Accedió Carlos, viéndola volver a acercarse el celular a su oído y rodearlo, se giró para verla marcharse mientras el cachorro se aproximaba a él. Bajó la cabeza para verlo. 

—Buen chico. —Lo felicitó el animal, haciendo reír a su dueño, quien se agachó para acariciar su cabeza y luego volvió a enderezarse.  

—Vamos, Dude, andando. —Mencionó el VK, entonces sonrió, moviendo sus brazos con entusiasmo—. ¡Sí! —Exclamó con alegría mientras se giraba para ir hacia la residencia.

⊱🜲⊰

  Chad sacó la corona de la impresora 3D que había hecho luego de meterse en el cuarto de los chicos, dejando la puerta abierta, le dio un beso antes de acercarse al espejo. 

 Él ya estaba listo, completamente vestido con su traje y su capa para el Cotillón. Se colocó la corona y luego la acomodó en su cabeza, entonces rio.

—Oh, ¿qué es eso? ¿Por qué no, Audrey? Aún no he elegido a mi reina todavía. —Le dijo a su reflejo, se dio la vuelta, teniendo una mano en su cadera. Necesitaba sonar más convincente, así que volvió a observar al espejo—. ¿Por qué no, Audrey? —Insistió.

—Porque te usó, jamás le interesaste y su novia es mi mejor amiga. —Dijo Carlos, quien acababa de llegar y se detuvo en la puerta al verlo—. Chad, este es mi cuarto, Chad. Tienes que dejar de hacer esto. 

— ¡Pero ella se vería mucho mejor conmigo en lugar de perder el tiempo con Evie! —Protestó el hijo de Cenicienta, frustrado.

  El VK bufó, entrando a su habitación y tomándolo de las solapas de su traje, lo empujó contra la mesa. 

— ¡No vuelvas a insinuar eso jamás! —Le advirtió el chico de la Isla, ya harto. —No te quiere, jamás lo hará, ya supérala. Y déjalas en paz, porque si te veo molestándolas en el Cotillón te voy a tirar del barco. —Añadió, serio. 

— ¡Pero tengo un reino entero que ofrecerle, además de una corona! —Lo interrumpió el rubio, haciendo berrinches como un niño chiquito—. No puedes atentar contra mi vida en Auradon.

— ¡Es obvio que Audrey no quiere tu reino de mierda, ni a ti! Y tú corona es de plástico, ¡estúpido! —Replicó el pecoso, negó con la cabeza—. Oh, claro que puedo, lo haré si te sigues metiendo con mis amistades así que ten cuidado. Piensa bien lo que vas a hacer esta noche. —Le hizo saber, alzando una ceja. 

— ¡Mi reino y mi corona valen más que todo lo que esa princesa malvada podrá soñar con tener alguna vez! —Le recriminó el príncipe. —Estás arrugando el traje. 

— ¡Evie vale mucho más que todo lo que tienes! Y estás muriéndote de celos porque ellas se tienen la una a la otra y tú no tienes a nadie porque usas a todo el mundo. —Mencionó Carlos, dándole un golpe en la mandíbula antes de quitarle lo que tenía en la cabeza, el rubio se llevó una mano hacia donde había sido golpeado, pero no pudo reaccionar—. Mi impresora, mi corona. —Dijo para posteriormente sacarlo del cuarto a empujones y cerrar la puerta en su cara. 

—Idiota homofóbico. —Exclamó el pecoso, negando con la cabeza. 

══════⊹⊱🜲⊰⊹══════

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