Pre-Apocalipsis

Un confundido pelopincho rubio ceniza con su uniforme mal arreglado de la academia de héroes UA caminaba en los alrededores de su ciudad, girando a ver cada centímetro de su entorno, el cielo se encontraba completamente ennegrecido, sin señales de estrellas, ni la luna, sólo el cielo y el color sombrío que le acompañaba...

Más allá de ello, la propia calle no le resultaba nada común, varias luces de letreros, farolas e incluso vehículos se encontraban todas encendidas haciéndole claro ver hacía dónde iba, más también algo extraño pues en interiores de tiendas y vehículos no había señales de alguíen... Parecía que toda la ciudad se hubiese quedado totalmente desierta.

-(¿Que demonios le pasa a esta maldita ciudad?)- Se preguntó aquél ojo rubí mientras continuaba sin rumbo esperando encontrar a alguíen.

Pasados unos minutos de caminata sin rastro alguno de otro ser humano Bakugou se había comenzado a extrañar mucho más de todo esto, literalmente no había ni un sólo ruido en las calles, más que el mero paso de sus pies sobre el suelo.

-(Es enserio ¿Que puta mierda es esto? ¿Todo Japón se fue de sabático o de que me perdí?)- Siguió pensando mientras continuaba avanzando y revisando cada pequeña esquina en busca de alguíen más.

Cómo si Dios le hubiese leído su despiadada mente, concentrando la vista frente a él consiguió divisar una silueta oscurecida y parada sin moverse frente a él.

Entre cómo pudo percibirla con sus ojos, alcanzó a notar cómo aquella misteriosa y ennegrecida silueta parecía mostrar una postura de respeto por sus brazos que parecían estar juntos, su cabeza baja y sus manos pegadas una a la otra...

-"¿...Ángel?"- Comenzó a acercarse a esa figura con suma calma y a paso lento, si era la chica que pensaba que era, lo último que quería era darle algún susto y más en el desierto entorno.

Más al acortar más la distancia entre ambos, aquella silueta decidió no esconder nada más.

Una pequeña luz se reveló en las palmas de la figura que ahora se separaban, si bien no era nada muy impresionante, la situación se volvió muy diferente cuándo esa pequeña luz se expandió de considerable manera formandose una bola de fuego, cuya luz dejó en total exposición a su creador.

-"¿Todoroki?"- Preguntó Bakugou en una mezcla de sorpresa con fastidio en un tono más agraviado y ronco, pero algo le resultaba extraño en ese Todoroki, sus ojos no eran normales, sólo mostraban un brillante color rojo que los recubiría por completo.

Y le hubiera gustado que sus dudas fueran respondidas, de no ser porque todas fueron apartadas por una nueva pregunta que se hizo luego de esquivar el proyectil incandescente de chico pelirrojo y albino.

-"¿¡Porque me atacas!?"- Gritó enfurecido.

Repentinamente el joven Todoroki desplegó una inmensa llamarada en crecimiento constante de su cuerpo, obligando al rubio a tener que retroceder... O más bien a huir cuándo empezó a ser perseguido por el muchacho bicolor.

-"¿¡Que mierda te pasa bastardo de las mitades!?"- Gritó mientras dejaba de correr para usar sus explosiones para propulsarse en dirección contraria al chico y alejarse lo más que pudiese de el insoportable calor.

Constantes proyectiles fogosos eran lanzados al oji rubí mientras éste trataba de escapar con todas sus fuerzas del chico de dos quirks quién lo iba cazando deslizandose con su hielo.

Surgiendole una idea intentó volar en vertical para llegar a la cima de un edificio, mientras el chico de pelo bicolor le perseguía creando un gran pilar de hielo sobre sus pies para seguirle el paso.

-"¿¡A que carajos viene todo esto!? ¿¡Te auto freíste el cerebro o algo así copia barata de Zuko!?"- Le gritaba furico mientras lo veía de reojo detrás de él mientras era perseguido.

La única respuesta que pudo conseguir una gigantesca rafaga de fuego, que afortunadamente había conseguido evadir a pocos metros llegando al techo del edificio que subía, contemplando desde algo de distancia la gran ola de fuego que por los pelos no lo carbonizó.

Mientras se daba un momento para recuperar el aliento, un fuerte estruendo le sacó de su cabeza, haciéndole ver para atrás contemplando a Sato Rikido destruir una pared.

-"¿¡Que mierda!? ¿¡Ahora tú!?"- Preguntó molesto yendo en dirección opuesta al musculoso furioso detrás de él.

El poderoso Sato con ojos iguales a los de Todoroki dio un gran salto para caer delante del rubio ceniza listo para evitar que escapara.

En aquello mismo no resultó muy suertudo cuándo el chico explosivo le saltó por encima y le piso la cabeza escapandose, saltando del edificio.

-"¿Que les pasa? ¿Acaso fueron tan idiotas para dejar que algún quirk de control mental los utilicen?"- Preguntó Katsuki mientras caía en picada hacia el suelo, para luego volver a utilizar las explosiones de sus manos para volar por el aire, viendo de paso cómo se había salvado por los pelos de ser aplastado por Sugar-Man en el suelo.

Mientras volaba de nuevo por las calles barajaba otras posibilidades en su cabeza.

-"O... ¿¡Es acaso otra de tus estúpidas y ridículas bromas Ilusiones!?"- Gritó iracundo con sus ojos en blanco a las calles.

Mientras continuaba en su vuelo sintió una leve quemadura en su brazo derecho, al revisarlo notó cómo más quemaduras se hacían presentes pues su fuente caía del cielo, revisando arriba de él se pudo encontrar a Ashido Mina la cuál soltaba bastante de su mortal ácido en forma de lluvia mientras volaba en lo alto de los edificios.

El cómo lograba esto también era de admirar, mientras ella volaba haciendo piruetas con gracia en el aire soltando su ácido, su amigo Sero se columpiaba por los edificios atrapandola y lanzandola por los aires ambos muy bien coordinados.

Estando ya con la piel quemada y bastante impresionado, el cabeza de piña en descuento descendió y consiguió refugio de la lluvia acida en un callejón, perdiendo a sus amigos.

-(Definitivamente esto no huele a ilusiones)- Pensó mientras sentía el ardor del ácido en su piel que no calmaba.

Repentinamente volvió a ser sacado de sus pensamientos cuándo detrás de la pared en la que se había recostado sobresalieron dos brazos, uno de aspecto metálico y otro de aspecto rocoso.

Exaltado por ello se separó rápidamente de esa pared mientras veía un gran pedazo de la misma caía a pedazos revelando a un pelirrojo y a un peliplateado con furia en sus rostros.

-"¿Kirishima?"- Preguntó ahora más confundido.

Los hermanos cabeza dura no tardaron en saltarle encima al rubio para darle ambos un golpe que acabó atravesando la pared cuándo el oji rubí consiguió hacerse a un lado por los pelos evitando que sus cesos quedaran regados en el muro y el piso, y dejando a ambos clavados en la pared no dudó en salir de nueva cuenta a la calle para volar con sus explosiones.

Ya en las calles de nuevo las quemaduras de ácido en su piel le seguían quemando cómo el infierno, pero prefería centrar más su atención en seguir moviéndose.

Hasta que pudo ver cómo las luces de las farolas, vehículos y tiendas a su al rededor comenzaron a reventar repentinamente dejando las calles oscuras mientras pasaba.

-(¿¡Eh!?)-

Detrás del rubio ceniza otro poderoso rubio le pisaba los talones deslizandose sobre los cables eléctricos.

-"¿¡Cabeza de cable!?"- Gritó cada vez más molesto e irritado tratando de evitar ser freído por su amigo de cerebro cuándo éste empezó a lanzarle varías ráfagas de alto voltaje.

Gracias a la oscuridad nueva en las calles, entre las mismas se hicieron notar dos enormes y brillantes ojos rojos que avanzaban dejando un rastro de destrucción, figura del poderoso Dark Shadow se hizo presente a la derecha del rubio ceniza

-"¿¡Que mierda!? ¿¡Tokoyami!?"- Dijo más alarmado esquivando por centímetros a la colosal monstruosidad oscura.

Viendo a lo lejos un terreno abierto Katsuki decidió volar rápido allá evadiendo cómo podía las rafagas eléctricas y golpes de sus compañeros.

Llegando finalmente a un terreno abierto y natural el jóven explosivo dejó de volar y cayó al suelo, decidiendo a recostarse sobre un árbol para darle un descanso a sus adoloridos brazos.

-(¿Que mierda está pasando? O el maldito karma existe... O todos se habrán vuelto completamente locos?)-

Mientras se daba el tiempo de pensar y relajar sus brazos, sintió cómo gotas de algo le cayeron en su espinoza y dura cabeza.

Cuándo miró arriba notó una enorme y peluda figura sobre el árbol, la cuál lo hizo retirarse rápido del mismo cuándo un enorme y bestial Jurota Shishida cayó sobre él, soltando un fuerte rugido.

-"¡¡Aaaaaaaggh!!"- Gritó ya muy molesto y frustrado el rubio comenzando a correr por el bosque para huir de Shishida, ahora sin sus explosiones por el latente dolor en sus brazos -"¡No. Puede. Ser. Ver. Dad!"-.

Echando la vista atrás algunas veces veía al enorme Jurota persiguiendolo gruñendo con sus filosas fauses abiertas y listas para devorarlo.

Mientras trataba de ver al horizonte para no chocar con los árboles notó un curioso tronco dividido en dos que dejaban un pequeño espacio entre ambos una idea surgió en su cabeza.

Corriendo directamente hacía dicho árbol, detrás de él Shishida se encontraba muy cerca, cuándo el rubio dio un salto pasando exitosamente por el espacio de los troncos, mientras la peluda bestia quedaba con su cabeza atrapada en el hueco gruñendo y rugiendo.

Mientras tanto el oji rubí con el salto dado y la velocidad a la que corría vio de repente una bajada que daba a un pequeño río en la que terminó cayendo.

Y sin embargo cuándo estuvo a punto de darse un frío chapuzón, una gigantesca mano surgió de repente del río, mano en la que terminó aterrizando y viendo cómo lo elevaba.

Asomando la vista abajo vió una titanica y frondosa cabellera verde emergiendo del suelo, quedándo con sus ojos fijos en el colosal Izuku Midoriya que lo había atrapado.

-"No es posible"- Se palmeó la cara irritado -"De todos los que podían aparecer para matarme..."-.

-"Katsuki... ¡Katsuki!"- Habló en un muy grave tono de voz el peli verde al pelo pincho mientras los demás que habían estado persiguiendo y cazando al jóven Bakugou se reunían en el suelo.

-"¿¡Que carajos quieres de mi!?"- Le gritó el rubio ceniza muy enfadado y harto al enorme peli verde.

Ante la exigencia el gigantesco Deku sólo frunció el ceño con enojo para luego dar vuelta su mano haciendo caer al rubio al suelo dónde los demás estaban reunidos.

-"¡¡¡Aaaaaaaah!!!"- Gritó alarmado Bakugou mientras caía en picada hacia los demás.

-"¡...Papas fritas y chocolate!"- Dijeron todos en conjunto.

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De repente Bakugou sintió el fuerte dolor del impacto contra el suelo.

Abriendo con fuerza los ojos, un rubio ceniza de 28 se levantó del suelo para ver de nuevo a la cama de la que recién había caído, viendo ahí a una Ibara Shiozaki de 27, embarazada de 2 meses, cruzada de brazos y que lo miraba haciendo un puchero.

-"Angel... ¿Que demonios?"- Murmuró el rubio somnoliento y fastidiado quitándose el sueño de la cara con una mano.

La angelical mujer reafirmó sus brazos cruzados -"Quiero papas fritas y chocolate ¡Me muero de hambre!"- Dijo levantando la cabeza mostrando la firmeza en sus palabras.

El oji rubí desvió la vista al despertador digital en su mesita de noche, misma mesita en la que procedió a estrellar su frente.

-"Son las malditas cuatro y media de la mañana Ángel..."- Volvió a murmurar con fastidio.

Hasta que fue sacado del sentimiento de molestia a uno de sorpresa y dolor cuándo su cara fue golpeada por el cabello de su esposa.

-"¿Que dijimos sobre maldecir frente al bebé?"- Habló en un sombrío tono mientras sus enredaderas se movían de forma atemorizante.

-"No me dejarás cerrar los ojos hasta que comas eso ¿verdad?"- Preguntó el rubio desde el suelo.

La expresión de la peli verde pasó a una de alegría -"¡Realmente amo que me conozcas amor!"- Mencionó muy repentinamente feliz.

Estación de servicio - 04:40 a.m

Un fastidiado rubio caminaba por la pequeña tienda buscando la bolsa de papas fritas favoritas de su esposa.

Hasta que sintió cómo alguíen más chocaba con él.

-"¡Oye que mierda! ¡¡Vuelve a meterte en mi puto camino y te mato!!"- Levantó la voz sumamente molesto y con los ojos irritados.

-"¡Waaah! Disculpeme, veré más por dónde..."- Respondió rápidamente la otra persona pero bajando el tono al final.

Ambos apesar del cansancio se reconocieron rápidamente.

-"¿De... Izuku?"-

-"¿Kacchan?"-

-"¿Que coño haces aquí a esta hora?"- Preguntó algo extrañado el rubio al peli verde.

El pecoso de 28 levantó un pote de helado de menta, vainilla y fresa, sobre el que había también una bolsa de pan -"Ochako...'- Respondió algo cansado.

El oji rubí levanto su caja de barras de chocolate -"Angel..."- Contestó fastidiado, a lo que e oji esmeralda río ligeramente.

Dos minutos después ambos salieron de la estación con sus boletos a sus cómodas camas.

-"Por cierto Kacchan..."- Llamó el peli verde a su amigo -"Ya te dije que no hace falta que hagas imposibles, puedes llamarme Deku"-.

-"Y yo te lo dije, para mi no existen imposibles"- Gruñó Bakugou enojado subiendo a su auto al igual que Midoriya.

Ya de nuevo en su hogar, al abrir la puerta no le sorprendió para nada ver a su esposa despierta en la sala de estar, sino que se sorprendió de encontrarla jugando un videojuego en su consola... En especial el juego que probaba.

-"¡Happy birthday! ¡NOW MAKE A WISH!"-

-"¡Too easy!"-

-"Agh, come on..."-

"¡Sick Skills!"

El rubio se acercó lentamente a su chica -"Oye... Ángel..."- Llamó su atención.

La mujer rápidamente puso pausa y se levantó del sofá al ver las golosinas en manos de su esposo, quitándoselas de golpe -"¡Ay por fin! Tengo tanta hambre"- Dijo feliz y ansiosa abriendo la bolsa de papas.

El pelopincho la veía comer con algo de preocupación en su rostro -"¿Estás segura que eso no matará al bebé?"- Preguntó muy desconfiado.

-"Katsuki ya te lo había dicho..."- Le contestó la angelical heroína a su marido mientras se dirigió a la cocina seguida por el rubio -"Estos gustos son normales en mujeres embarazadas, todas los tienen"- Le recordó al oji rubí mientras abría la nevera y sacaba una botella de ketchup.

Con la botella fuera, la peli verde unas papas fritas sobre una barra de chocolate, a las que luego derramó el ketchup encima -"Pero puedes probarlo si te hace sentir más tranquilo, di ah~"- Dijo en un tono un poco coqueto mientras acercaba lo que acababa de crear a la boca del rubio.

A lo que el héroe explosivo alejó su rostro asqueado -"Provecho Ángel"- Le devolvió esa cosa a su mujer.

La oji verde sonrió algo divertida -"Eso imaginé"- Comió su rara mezcla feliz.

Y cuándo iba a disfrutar de un segundo vocado la repentina necesidad de vomitar la invadió, tirando por ahí su comida, para ir corriendo al baño, siendo perseguida por el rubio.

Luego de lo que no fueron más que unos cinco segundos de arcadas y vómitos cortos, para la chica con la asquerosa sensación, el amargo sabor en su boca y su nariz y la insoportable picazón en su garganta.

Mientras Bakugou sólo se limitaba a frotarle suavemente la espalda, abrió los ojos extrañado al escuchar unos sollozos -"¿Oh?"- Miró a su esposa.

Shiozaki se giró a verlo con su rostro lagrimeando -"Katsuki... Te amo mucho..."- Dijo temblorosa -"Sé que no eres alguíen de paciencia y sensibilidad... Y aún así sigues aquí conmigo..."- Siguió llorando más.

Y justo cuándo el rubio creyó haberse acostumbrado a esos cambios de humor hace un mes.

-"¡Te amo mucho!"- La angelical y delicada heroína se le lanzó encima al rubio abrazándolo.

-"¡Ayayay! ¡Demonios Ángel!"- Se sobó adolorido la nuca cuándo se chocó contra el suelo.

Y rápidamente se olvidó de ese dolor cuándo sintió el suave cuerpo de su mujer acurrucarse sobre él.

-"¿Oye que? No ¡Ángel espera, quitate!"- Intentó apartarla alarmado.

-"Te amo~... Te amo mucho~..."- No mejoró en nada las cosas que empezara acaricia el abdomen del rubio y a respirarle lentamente en el cuello.

-(Estos van a ser los peores nueve meses de la vida)- Pensó sonrojado y fastidiado tratando de quitarse a su esposa de encima para volver a su cama.

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