XA'LII

Un golpe seco cayó a mis espaldas, pero demasiado lejos por lo que me obligué a mirar hacia atrás, y entonces, choqué con algo y caí encima suyo. Al mismo tiempo, eso, o más bien alguien se quejó.

—Que manera de decir que me da gusto verte —abrí tan grandes mis ojos al darme cuenta de que había chocado, aplastado y golpeado a Neteyam. Menos mal que es más alto que yo y no le di en la cara.
—Neteyam, lo siento —de inmediato me aparte de él.
—Tranquila, solo me sacaste el aire —lo dijo en tono de burla— me alegro de verte.
—¿Qué haces aquí?
—¿Qué no es obvio? Buscándote. Todo el clan te buscó ayer y hoy también.

¿Todo el clan? O quiso decir solo ellos.

—Pero... Nadie conoce el bosque.
—Lo sé, pero soy un Omaticaya ¿recuerdas? Se cómo piensa el bosque.
—Claro, señor de la selva —recordé por qué huía despavoridamente y me puse de pie— tenemos que irnos.
—¿Cuál es la prisa? —un potente rugido se escuchó y los dos miramos en dicha dirección.
—Eso.

Las vibraciones en el suelo se hicieron más fuertes que hasta Neteyam las sintió y de inmediato se puso de pie, me tomó de la mano y comenzamos a correr.
Al ser más pequeña de él, en estatura, daba más pasos por lo que siempre tenía ventaja sobre los altos dejándolos atrás.
Ahora yo era la que llevaba a Neteyam de la mano obligándolo a ir más rápido.
Noté que ya estábamos más cerca del risco que antes, y ya me sentía lanzándome para caer sobre las palmeras, pero mi campo de visión se vio interrumpido por un Thanator que se paró frente a nosotros.

—Carajo —dijo Neteyam cayendo por frenar.
—No te muevas.
—Debemos de correr, hay que regresar.
—No, Neteyam no te muevas.
—Xa'lii, es un Thanator —practicamente me suplicó que lo escuchara.
—Se lo que es, por eso te digo que no te muevas. Hay otro justo detrás de nosotros —ambos miramos hacia atrás viendo como la otra criatura se acercaba a gran velocidad hacia los dos.
—Estamos acabados.
—Cuando te diga tres, te agacharás y rodaras hacia un lado ¿entendiste?
—¿Hacia qué lado?
—Es igual, solo hazlo.
—Ok.
—¡Tres! —ambos nos agachamos, pues el Thanator frente a nosotros saltó y se le echó encima al que venía a espaldas nuestras, Neteyam rodó hacia la izquierda y yo hacia la derecha. Avancé a gatas alejándome de aquellas dos bestias, pero conforme luchaban cuerpo a cuerpo se acercaban a mí.
—¡Xa'lii!
—¡No puedo ir! —me puse de pie tratando de correr, pero cada vez que intentaba huir, alguno tiraba un zarpazo y me regresaba. Es como si no quisieran dejarme ir.
—¡Vamos, Xa'lii!
—¡Vete de aquí! —me moví hacia un lado cuando ambos giraron casi aplastandome.
—¡No voy a dejarte cuando ya te encontré!

Me subí a un árbol para no morir al quedarme ahí parada y me moví por la rama intentando no caer.
Salté tomando una liana y me deslicé hacia abajo cayendo cerca de Neteyam.

—¡Cuidado! —giré demasiado tarde cuando el Thanator se lanzó encima mío.
Cerré mis ojos esperando mi muerte, pero está tardaba demasiado en llegar.
Al abrirlos lentamente, me exalté al tener demasiado cerca de mi rostro los dientes del Thanator, que casi podía sentir que me arrancaría las pestañas. Gruñía en mi rostro, pero no hacía nada más.

Eywa, si este va a ser mi fin, hazlo rápido.

Una roca golpeó la cabeza del Thanator y este enseguida volteó a ver a Neteyam, y olvidándose de mi, comenzó a caminar hacia él.

¿Este será el momento?
No estaba lista la vez anterior cuando me encontré por primera vez al Thanator, pero ¿es ahora que tengo que hacerlo?
Se supone que tengo que hacer un ritual o algo así.
Mi decisión salvará o matará a Neteyam, y no quiero que alguien más muera por mi culpa ni quiero que su familia sufra.

Me puse de pie rápidamente y me acerqué por detrás al Thanator, el cual estaba a nada de arrojarse encima del chico. Tomé el arco de Neteyam, el cuál estaba en el suelo y me impulsé en un tronco para saltar y caí sobre su espalda.
Este comenzó a moverse desesperadamente tratando de quitarme de encima, pero conforme lo hacía yo me aferraba más a él, coloqué el arco en su cuello, para utilizarlo como ancla, pero debido a sus movimientos bruscos se partió a la mitad provocando que casi perdiera el equilibrio.
Mi vientre chocaba contra su lomo en cada salto que daba, pero no iba a soltarme de él.
Con una de mis manos tomé su vínculo, pero cada vez que intentaba unirnos, se me soltaba y volvía a aferrarme de él.
Por un momento tropezó, por lo que aproveché para tomar mi trenza y acercarla a su vínculo, pero al sentirme tan cerca de él, tiró su cabeza hacia atrás, dándome en la cara. Por poco perdí el equilibrio, de nuevo, pero volví a aferrarme, y en un rápido movimiento, me solté de ambas manos y formé el vínculo.

El Thanator soltó un potente rugido mientras yo gemí por la impresión, y entonces, escuché una voz profunda y calmada.

—Tranquilo. Respira —le dije y nuestras respiraciones se sincronizaron.
—Xa'lii —volteé a ver a Neteyam el cuál estaba entre asombrado y asustado por lo que acababa de hacer.
—Estoy bien.
—¿Estás segura? —asentí y lentamente bajé del lomo del Thanator.
—Neteyam ¿podrías dejarnos unos minutos?
—¿Qué?
—Por favor —la miraba de Neteyam mostraba duda, supongo que no quiere dejarme sola con el animal que casi intentaba matarnos.
—Te esperaré en el risco —asentí y comenzó a caminar hacia allá.

"Mi nombre es Tsatem y soy tu protector espiritual".

Dijo la voz.
—Yo soy Xa'lii.
"Lo sé, Eywa me lo dijo".
—Así que Eywa te eligió para mí.
"Así es. Tus ancestros también tuvieron está lucha contra mis ancestros para poder vincularnos".
—¿Así debía ser nuestra unión?
"Aún no estabas lista para hacerlo, pero si no te protegía, mi hermano te iba a matar".
—¿Él era tu hermano?
"Al ser de la misma especie todos somos hermanos, así como tú con tu clan".

Supongo que debió ser bonito convivir con na'vi iguales a mí.

—¿Y que hace exactamente un protector espiritual? Mi madre me habló de eso.
"Nuestro trabajo es ayudarte. Al estar vinculados, tienes acceso a mi mente así como yo a la tuya. Tus emociones, pensamientos y sentimientos ahora son míos también, y cuando me necesites, ahí estaré"

Osea, ¿qué si pienso en comer tu lo sabrás?
"No de esa forma. Es más hacia las emociones de tu corazón. Eywa tiene acceso a tu estructura neuronal, mientras que yo tengo acceso a tu parte espiritual".
—¿Y cómo sabré yo cuando me necesites?
"Sólo lo sabrás. Así como sólo sabré cuando me necesitas. De hecho, siento que te duele el corazón ¿tienes una pena?

Tengo muchas.

"Aunque no me digas, de todos modos lo sabre".
—Es solo la preocupación de quedarme sola. Siempre lo he estado y se cómo se siente, por eso tengo miedo.
"Veo que tienes problemas en tu familia".
—Mis padres adoptivos me demostraron que no era hija suya al tratar mejor a sus verdaderos hijos. Siempre fue trabajo y obligaciones. Rara vez jugaban conmigo o rara vez Ronal acariciaba mi cabeza.
"¿Les guardas rencor por eso?".
—No. Ellos me salvaron la vida y me dieron una segunda oportunidad, entonces no se que es guardar rencor.
"Tienes un corazón tan puro y noble, Xa'lii. La soledad a veces es buena, pero en pequeñas cantidades. Y si tienes miedo a quedarte sola y perder a tu familia, sólo habla".
—Pero ellos no quieren escucharme.
"¿Cómo lo sabes? ¿Has intentado hablar de tus emociones?".
—No. Me da miedo decirles lo que siento y que vayan a reírse de mi.
"Quién te ama no te hace sufrir, te ayuda, te construye. Habla con tu familia y diles lo que sientes. Abreles tu corazón pero también escucha lo que tienen que decir".
¿Y si todo sale mal?
"Ahí estaré para ti, para lo que necesites".
—¿Que serías capaz de hacer?
"Lo que tú me pidas".

Eywa ¿esto es lo que tanto esperaba hace mucho?
¿Por eso es que en varias ocasiones él intentó matarme?
Gran Madre, tardaste mucho en hacerme ver qué no estaba sola.

—¿Hay que hacer otra cosa durante el ritual?
"Tu clan celebraba la primera caza en uno de mis hermanos, pero dado el caso, lo único que queda es agradecerle a Eywa por esto".

Los Metkayina comen pescado ¿cómo me vería llegando con un Yerik si nadie lo comerá?
Agradecí a Eywa y deshice el vínculo con Tsatem, me puse de pie y me despedí de el.
Caminé hacia el risco dónde noté la espalda ancha de Neteyam, y cuando me escuchó me sonrió.

—¿Todo salió bien? —asentí— tendrás que contarme todo después.
—Por supuesto que sí.
—Vamos, te llevaré abajo —el ikran de Neteyam agitó sus alas y, por primera vez, tuve uno tan de cerca.
—Son más grandes de lo que pensé.
—Tranquila, Kankan es inofensivo.
—¿Su nombre es Kankan?
—No te burles —Neteyam intentó hacerse el molesto, pero no le salió.
—En realidad me gusta el nombre —le sonreí.
—Bajemos, estarán ansiosos por saber que te encontré —el subió al lomo de Kankan y extendió su mano hacia mi— sólo bajaremos, te prometo que no te pasará nada.
—Bien —tomé su mano y el me jaló hacia él, me senté en la parte de atrás del ikran y sentí bajo mis piernas su fuerte respiración.
—Sujétate bien —asentí y me agarré de los hombros de Neteyam. El ikran comenzó a volar y luego a caer, y por primera vez, de nuevo, sentí que tenía miedo de bajar.

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