⻝ ┇ ❝treinta y cuatro.

En el momento en que pisaron el hospital, KyungSoo no podía saber quién estaba más histérico: si él, o ChanYeol.

Aunque no fue muy difícil decidirlo, no cuando ChanYeol lo empujó a través de la recepción en la silla de ruedas, gritando como desquiciado. Hasta KyungSoo sintió ganas de golpearlo ante esos chillidos desquiciados.

― ¡Necesito un doctor, un maldito doctor! ― Gritaba ChanYeol ―. ¡Mi novio está a punto de parir a mis cachorros!

KyungSoo cubrió su rostro con ambas manos por la vergüenza cuando las personas se voltearon a verlo. Para su fortuna, en ese momento llegó una enfermera, una híbrida de elefante, que poco más empujó a ChanYeol a un lado y agarró la silla de ruedas de KyungSoo para tirar de él. Fue un poco gracioso de ver, pero el omega no pudo reírse como correspondía debido a una nueva contracción que tuvo.

ChanYeol no tardó en seguirlos, mirando con mala cara a la enfermera, que dejó a KyungSoo en una habitación reservada para los omegas en trabajo de parto. Él era el tercero de ese día, lo que no era una sorpresa, y para su fortuna, la doctora Bae ya estaba allí revisando a otra paciente.

― T-Tengo miedo. ― Barboteó KyungSoo, tratando de controlar sus respiraciones para no ponerse histérico como había estado ChanYeol.
El alfa le agarró la mano, dándole un suave apretón.

― Estaré contigo en todo momento ― Le aseguró el mayor ―, no voy a dejarte por nada del mundo.

― ¿Y si me pasa algo? ― KyungSoo empezó a hiperventilar ―. ¡¿Y si muero en mitad del parto, ChanYeol?!

― ¡No digas esas tonterías! ― Se escandalizó ChanYeol.

― ¡¿Y si los bebés me rasgan desde adentro para salir, como en esa película?!

― ¡No seas idiota, KyungSoo!

KyungSoo se puso a llorar ante el grito de ChanYeol y el alfa enseguida extendió feromonas protectoras para calmarlo un poco. Vale, no estuvo bien haberle gritado de esa forma, ¡pero es que realmente le agarró desprevenido que dijera esa tontería!

― Agradecería que no griten tanto ― Dijo la doctora Bae, llegando con una expresión de regaño ―, están asustando al resto de pacientes.

― Perdón. ― Se disculparon los dos, amedrentados.

Joohyun comenzó a revisar los signos vitales de KyungSoo junto con su estado en general, y fue a comprobar la dilatación.

― Estás dilatando rápido ― Dijo Joohyun ―, por lo tanto, ¿quieres un parto natural?

― ¡No, son cinco bebés! ― Se espantó KyungSoo ―. No podría... ¡Me moriría empujando tanto! Por favor, doctora...

― Entonces ordenaré que preparen el quirófano lo antes posible para que te podamos operar. ― Dijo la mujer ―. No debes preocuparte o estresarte, ¿está bien? ¿Trajeron todo lo necesario? ― ChanYeol asintió, levantando el bolso que había llevado en todo momento ―. Mientras esperan, pueden anidar. Lo importante es que te calmes a pesar de las contracciones. Volveré a buscarte cuando tengamos todo listo para ingresarte a pabellón y una enfermera procederá a ponerte una sonda y una vía.

El omega asintió con la cabeza e hizo un mohín ante el nuevo dolor, pero para su fortuna, ChanYeol en ese momento estaba sacando del bolso algunas prendas de ropas, las que usaba KyungSoo cuando hacía sus nidos, junto con el cobertor de la cama.

Mientras hacía eso, una enfermera apareció y procedió con la fase preparatoria del parto, para el que todavía faltaba. Una vez terminó, ChanYeol decidió envolverlo en las telas de nido con cuidado.

― Me dará calor ― Barboteó KyungSoo, sin embargo, el aroma de ChanYeol lo llenó casi de golpe, y sólo eso fue necesario para relajar un poco los músculos de su cuerpo ―, alfa...

― Eso, así, así ― Animó ChanYeol, suspirando con alivio cuando KyungSoo también soltó feromonas de calma ―, un nido es lo que necesitabas ahora, ¿eh?

― Pe-pero dejaré todo sucio... ― Farfulló el omega.

― No importa, esto se lava ― ChanYeol se quitó los zapatos y, a pesar de que la cama no fuera demasiado grande, se subió también y abrazó a KyungSoo ―, ahora mi omega y mis cachorritos me necesitan.

KyungSoo soltó una carcajada y, sorprendentemente el dolor pareció disminuir un poco con la nueva contracción.

― Dime cosas lindas. ― Pidió KyungSoo.

― Tú eres algo lindo. ― Contestó ChanYeol.

― Nooooo ― KyungSoo bostezó ―. Como... como...

― Mmm... ― ChanYeol le besó la mejilla ―, pues... Sé que siempre te lo digo, Soosie, pero te amo. Realmente te amo. Eres lo más importante que tengo en mi vida... Y no sé qué haría sin ti. Nunca se lo he dicho a BaekHyun, pero en verdad le estoy agradecido por haber propuesto esa cita de tres para que nos conociéramos.

El omega volvió a reírse por lo que dijo, gimiendo por la siguiente contracción que tuvo. ChanYeol sólo extendió más feromonas.

― Yo te tenía mucho miedo al inicio. ― Dijo KyungSoo, recordando ese año ―. Le tenía miedo a todo el mundo, en realidad.

― Y mírate ahora ― Dijo el alfa, orgulloso ―, cargando cinco bebés, a punto de darlos a luz... Eres el omega más valiente que conozco. ― Un beso en los labios ahora ―. En el momento en que te vi por primera vez, sólo podía pensar... "Vaya, que chico más lindo es".

― Bromeas.

― Claro que no. ― ChanYeol le habló con ese tono ronco que hacía a su omega retorcerse y emocionarse ―. Soosie... Sé que a veces todavía te cuesta aceptarlo, pero para mí, nunca has sido una persona desagradable o fea por tu peso. ― KyungSoo sorbió por su nariz, sensible de pronto ante esas palabras ―. Desde que te vi, para mí siempre fuiste hermoso. Siempre has sido hermoso, en todas tus formas... Ya sea como ardillita, o como humano... Incluso cuando subes de peso en el invierno, o luego lo bajas en verano, siempre, eres lo más hermoso que mis ojos han visto.

KyungSoo se puso a llorar con esas palabras, sintiendo su corazón tan apretado y lleno de amor por lo que le había dicho.

Si bien ChanYeol le decía muchas cosas lindas, esa era por muy lejos, la más conmovedora que había escuchado en mucho tiempo. El saber que fue capaz de gustarle a ChanYeol desde el inicio y jamás le juzgó por su peso.

― Te amo. ― Barboteó KyungSoo, sollozando en el hombro de ChanYeol mientras se llenaba de sus feromonas ―. Fuiste... fuiste la primera persona por verme como... como soy... Eres mi alfa, mi novio y la persona que más amo en el mundo, Channie.

― ¿Y a nuestros cachorros? ― Preguntó ChanYeol, besándole la frente.

― Por supuesto que sí. ― Afirmó el menor ―. Me has hecho el omega más feliz del universo entero, ¡porque tengo al mejor alfa de la vida!

ChanYeol sonrió con más fuerza ante sus palabras, sólo extendiendo más y más feromonas a su alrededor para tranquilizar a su chico, lo que fue una fortuna, pues la doctora estaba demorando más de lo esperado.

Pasó cerca de una hora cuando volvió y KyungSoo estaba entrando en un nuevo ataque de histeria por el dolor.

― ¡Nunca más me pondrás la mano encima! ― Le estaba diciendo KyungSoo a ChanYeol ―. ¡No más hijos, ¿te ha quedado claro?!

― Cariño...

― ¡Esta camada es suficiente!

― Señor Park, señor Do ― Dijo Joohyun cuando apareció, viéndose impaciente ―, estamos listos para la cesárea, pero como siga con esos gritos, se la haremos sin anestesia.

KyungSoo pegó un nuevo grito de espanto que no lo relajó, sólo lo alteró más.

― ¡Dile algo, ChanYeol! ― Exclamó, agarrando al alfa de la playera y sacudiéndolo ―. ¡Está... está siendo mala conmigo!

― Por favor, no sea mala con Soosie... ― Tartamudeó ChanYeol, con las mejillas coloradas y expresión tímida.

Si no hubiera estado tan adolorido, KyungSoo se habría estirado a darle un manotazo por la indignación.

Para su fortuna, Joohyun se compadeció de ellos y procedió a pedirle ayuda para poder inyectarle la anestesia epidural, explicándoles que tardaría cerca de media hora más en hacer efecto completo. Eso frustró al omega, que estalló en nuevo llanto al sentir el dolor.

― Ya, bebé, bebé... ― Suspiró ChanYeol, un poco cansado, volviendo a envolverlo en el cobertor con intención de calmarlo.

― Te harás una vasectomía. ― Farfulló el menor, limpiando sus lágrimas.

― ¿Y si empiezo a usar condón? ― Sugirió.

― No ― Siseó KyungSoo ―, ¡no me dejarás sin tu semen!

En ese momento iba entrando una nueva paciente a la salita de espera, que se persignó al escucharlo decir esa frase. ChanYeol no sabía dónde ocultarse por la vergüenza.

La media hora pasó más rápido de lo esperado. Pronto, estaban empujando a un KyungSoo que ya no tenía dolor en el cuerpo, pero se encontraba muy nervioso.

ChanYeol iba detrás de él, también muy nervioso, aunque tuvieron que separarse unos breves minutos en los que el alfa se cubría con una bata de plástico, una redecilla y unos cubre zapatos desechables.

Cuando entró a la sala de cirugía, ya habían extendido una sábana para que ambos padres no miraran la operación en sí.

― ¿Estás un poco mejor? ― Le murmuró, agarrándole la mano.

― No siento mucho ― Tartamudeó KyungSoo, evidentemente ansioso ―, pero... pero supongo que estoy bien...

― Es un proceso relativamente rápido, KyungSoo ― Dijo Joohyun al otro lado ―, no tardaremos más de hora y media aquí, no debes preocuparte. Los bebés estarán aquí en unos minutos, aunque tardaremos más en quitarte la placenta, la sutura...

― Y es muy seguro ― Aseguró ChanYeol ―, ya lo verás, cariño, pronto esto acabará y estaremos en casa con nuestros cachorritos. Nuestros...

Fue como si ChanYeol sufriera un golpe de realidad en ese momento.

Es decir, él había pensado mucho sobre eso, sobre que pronto sería una familia más grande con KyungSoo, que pronto recibirían a sus cinco bebés. Sin embargo, ahora ya era algo innegable, inevitable, ¿no? En menos de una hora sus cachorritos estarían con ellos.

― Soosie ― Barboteó, desconcertado ―, seremos padres.

KyungSoo lo miró, parpadeando, y su expresión cambió a una de completa incredulidad.

― Por supuesto que sí ― El omega le dio un apretón a su mano ―, ChanYeol, ¿qué estupidez estás diciendo?

― ¡Que seremos padres! ― Gritó con emoción ―. ¡Vamos a tener cachorros!

― ¡¿Acaso te has olvidado de los últimos meses?! ¡Eres un...!

No pudo terminar la frase como tal, pues en ese momento ChanYeol se inclinó a darle un beso en la boca.

El omega se atragantó un poco con su saliva, lo que fue un poco asqueroso, pero no pudo menos que seguirle el beso al notar la cantidad de feromonas de felicidad a su alrededor. Incluso sus orejitas se crisparon.

― Eres un idiota. ― Barboteó KyungSoo, aturdido, cuando se alejó.

― Un idiota loco por ti ― Afirmó ChanYeol ―, seremos papás, bebé. Esto... ― Una risa ahogada y KyungSoo notó los ojos llorosos del alfa ―. Perdón, cariño, es que... es que nunca pensé que alguna vez sería papá, y ahora me estás dando este regalo...

KyungSoo no pudo menos que sentir su corazón cálido ante esas palabras y emitió una suave risa también, liberando sus propias feromonas de amor.

― Tonto ― Murmuró KyungSoo, oyendo los ronroneos bajos de ChanYeol cuando el alfa comenzó a frotar su cabeza contra la mejilla del omega ―, eres un tontito...

― Este tontito es tu novio. ― Contestó ChanYeol.

― Sí, mi novio ― KyungSoo suspiró ―, nunca te cambiaría por nada del mundo.

ChanYeol le estaba dando otro beso en la boca, más dulce y tierno, cuando escucharon el primer llanto de un bebé. El alfa se enderezó, con el corazón acelerado y la emoción en su rostro.

― Un niño, como dijimos ― Habló Joohyun, entregándole el pequeño a una enfermera ―, lo van a limpiar y se los darán, no deben ponerse ansiosos.

Pero ChanYeol sentía que no podía esperar.

Las ganas de ver a su cachorrito eran más grande y cuando, dos minutos después una enfermera apareció, casi le arrebató al bebé de los brazos. Nuevas ganas de llorar lo inundaron al notar las pequeñas orejitas de pantera en su rostro.

― Oh, bebé ― Susurró ―, eres precioso...

Se acercó a KyungSoo, que parecía también muy desesperado por tomarlo en brazos. El pequeño estaba sollozando, aunque se calmó cuando el omega lo agarró, observándolo con fascinación. En ese momento escucharon el segundo llanto.

― Es hermoso ― Farfulló KyungSoo ―. Hola, pequeñito...

En menos de veinte minutos estaban todos los bebés acomodados en el brazo de KyungSoo: una panterita y cuatro ardillitas.

Ambos padres no dejaban de mirar de uno a otro bebé, fascinados y con la emoción pintando sus facciones, y los pequeños ya estaban durmiendo, cómodos entre las mantas y las feromonas de mamá.

― Son muy pequeñitos ― Sollozó KyungSoo, acariciándoles con cuidado las orejitas ―, siento que... que los puedo romper si los muevo, ChanYeol...

― No lo harás ― ChanYeol tampoco podía desviar su vista a otra parte ―, míralos, nuestros cachorritos...

― ¿Cómo los vamos a llamar? ― Preguntó KyungSoo.

― Bueno... ― El alfa tomó en brazos a la panterita, cariñoso ―. Dijimos que este pequeño sería Yeonjun, ¿no es así? El mayor de los cinco y resulta ser la pantera... ― Una risita ―. Va a proteger mucho a sus hermanitos pequeños, así como yo te protejo a ti.

― El segundo mayor... ― KyungSoo apuntó a una de las ardillitas, que tenía orejitas de color café oscuro, como él ―, es Soobin. Y el del medio... ― Ahora señaló a uno de orejitas café claras ―, es Beomgyu.

― Los dos menores... ― ChanYeol se inclinó contra uno, de orejitas de ardilla pero de color negras ―, este es Taehyun. Y el más pequeño de los cinco ― Le acarició la barbilla al último, con sus orejitas de un gris oscuro ―, es Kai.

― Jungkai ― Dijo KyungSoo.

― Sólo Kai. ― ChanYeol bufó y el omega lo miró con mala cara, aunque ChanYeol no cambió de opinión.

Una vez le suturaron y verificaron que todo estuviera bien, le avisaron que lo iban a mover a una habitación para que descansara con los cachorros.

Sugirieron que una enfermera llevara a los bebés, pero KyungSoo se negó enseguida, casi gruñendo en señal de advertencia. Sabiendo que eso era normal en los omegas madres, no insistieron más con el tema y se apresuraron a trasladarlos para que KyungSoo pudiera descansar.

― No quiero que duerman lejos de mí ― Dijo el omega una vez quedaron a solas. Habían dejado una cuna al lado de la cama para los cachorros ―, ¿y si les pasa algo? ¿Si me necesitan, Channie?

― Me quedaré yo contigo. ― Señaló ChanYeol ―. Tienes que descansar, amor.

Le costó convencerlo, sin embargo, luego de unos minutos logró que acomodaran a los pequeños en la cuna. KyungSoo los observó un largo momento.

― Lo hiciste bien, mi lindo omega valiente ― Le dijo ChanYeol, ayudándolo a recostarse en la cama ―, lo hiciste más que bien, bebé.

― ¿Estás feliz? ― KyungSoo se vio un poco triste de pronto ―. Sólo te di una pantera, yo quería...

― No digas eso ― ChanYeol le sonrió con cariño ―, me has dado cinco preciosos cachorros. No importa si uno es pantera, o ninguno lo es, o lo son todos. Son nuestros bebés y los amo por eso, te lo juro. Además...

ChanYeol hizo una pausa dramática. KyungSoo lo observó, expectante.

>> Las ardillas son deliciosas, ahora tengo carne fresca...

El omega agarró una almohada y se la lanzó, con clara expresión de indignación. ChanYeol soltó una carcajada antes de inclinarse para besarlo en la boca, ignorando los empujones enfadados de KyungSoo.

― Era una broma, te lo juro. ― Se rio ChanYeol al alejarse.

― Tu verdadero objetivo siempre fue devorarme. ― Masculló el omega.

― ¿Devorarte? Claro que sí. ― ChanYeol le dio un nuevo beso ―. Un carnívoro como yo necesita de una pequeña ardilla salvaje que lo tenga feliz.

KyungSoo no pudo evitarlo y también soltó unas risas, sólo pensando en lo feliz que era ahora con un alfa que lo amaba, a pesar de todo; ahora, si tuviera que definir su vida, diría que era afortunada y excepcional.

Al parecer, ser un híbrido de ardilla no estaba tan mal.

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