༺ Capítulo XI ༻
—No deberías de seguir aquí —pronunció Taehyung con un suspiro, observando al gran guerrero sentado al lado de su cama.
—¿Dónde más se supone que debería de estar entonces? —preguntó Yoongi, observándole con una pequeña sonrisa de labios.
—El hombre con el que estabas en los establos, era un doncel, ¿cierto? —expresó y tosió un poco—. ¿Él es tu prometido? —preguntó.
—Sí —asintio no muy feliz.
—Oh, no... —se lamentó el doncel de cabello castaño, tapando su rostro con sus manos.
—¿Qué sucede? ¿Te duele algo? —exclamó con preocupación.
—No es eso —se quejó y le observó a través de sus dedos—. Tu pareja me debe de estar odiando ahora, ¡le dejaste solo por mi culpa! —exclamó con tono culpable.
—Está bien, Jimin vio que no estabas en tu mejor momento, no te odiará —calmó.
—No lo entiendes —se quejó—. Te fuiste conmigo en vez de quedarte con él, tomaste a otro doncel entre tus brazos y lo dejaste. Yo no me sentiría muy bien si viera a Jungkook hacer lo mismo —explicó culpable y horriblemente avergonzado.
Al escuchar el nombre de su primo, Yoongi apenas pudo contener la mueca entre sus labios.
—¿Te molestaría ver a Jungkook sosteniendo a otro doncel entre sus brazos? —preguntó.
—¡Por supuesto que sí! —exclamó Taehyung sin siquiera dudarlo, observándole directamente—. Él es mi prometido, tú también te sentirás así si alguien más tomara a tu pareja entre sus brazos —indicó.
—Creo que olvidas la parte en la que a ambos nos están obligando a casarnos —le recordó Yoongi—. Ninguno de los dos lo quiere realmente, y Jimin no es mi pareja, solo mi prometido —aclaró.
—Pero... —pronunció bajando su mirada a su regazo, donde sus dedos jugaban con las mantas—. Lo mío con Kookie también fue decidido por otros y aun así nos enamoramos —le recordó con un bonito sonrojo.
Y esta vez, Yoongi no pudo evitar resoplar.
—¿Enamorar? ¿En qué momento si pasa más tiempo en el mar que aquí contigo? —le recordó algo irritado.
—Pero antes no fue así, él venía y hablábamos todos los días —expresó con una pequeña sonrisa dulce—. Ahora sólo tiene mucho trabajo porque tu padre siempre lo manda a expediciones —le defendió.
Y Yoongi tuvo que morderse la lengua para no decirle que el mismo Jungkook se ofrecía a ir a algunas de esas expediciones, solo para no pasar tiempo con él.
—Alguien busca, debe de ser tu prometido —expresó el doncel cuando la puerta fue golpeada—. Déjale entrar, necesito disculparme con él —pidió.
—Tú no necesitas disculparte por nada, yo soy quien lo dejó —respondió levantándose.
Solo que, cuando abrió la puerta, quien estaba del otro lado no era su supuesto prometido, sino que su abuelo.
Y por la expresión en el rostro de este, no se encontraba precisamente muy feliz en ese momento.
—¿Qué estás esperando que no te corres? —pronunció con un tono frío que revelaba cuan molesto estaba.
Con una mueca, Yoongi se apartó, permitiéndole a su abuelo entrar en la habitación de Taehyung.
—Señor Min —expresó el doncel al verlo.
—Chico —pronunció deteniéndose a los pies de la cama, recargando sus dos manos sobre el bastón—. ¿Cómo estás? Escuché que no la estabas pasando bien —expresó.
—Oh, estoy mejor ahora —aseguró e inmediatamente tapó su boca para cubrir su tos ligera—. Fue mi culpa, pensé que podría caminar un poco antes de que Yoongi llegara a acompañarme y... —negó con un suspiro—. Lamento las molestias.
—No eres ninguna molestia —aseguró el guerrero inmediatamente.
—Tiene razón, no eres una molestia —apoyo el abuelo Min—. Pero para ello debes de salir acompañado, ya sea con un sirviente o un esclavo, Yoongi no puede estar siempre corriendo por ti dejando de lado sus deberes —reprochó.
—Lo siento —murmuró Taehyung, bajando la cabeza culpable.
—No es su culpa, yo soy quien decidió hacer aquello —defendió Yoongi.
—Exacto —anunció Gook-Hwan, observando a su nieto con reprobación—. Porque no puedes decidir bien tus prioridades, es que Taehyung también ha salido regañado —expresó severo—. Los dos son los que tienen la culpa aquí, Taehyung sabe que no debe de salir solo de la casa y tú que no debes dejar todo abandonado por socorrerlo a él solo por su terquedad —reprobó mirando a ambos.
—Lo siento... —repitió el doncel, sin mirar a nadie—. Solo causo problemas.
—Entonces habla cuando quieras algo, así no molestarás a nadie —expresó y luego observó a Yoongi—. No me mires así, no porque sea un doncel, no recibirá una reprimenda como tú o cualquiera.
—Está enfermo —le recordó Yoongi, molesto.
—Está bien —aseguró Taehyung, interrumpiendo—. El señor Min tiene razón —expresó y cubrió su boca para toser—. Mi enfermedad no es nada nuevo, tengo un cuerpo débil y sé que no debo de salir solo, tendré más cuidado para la próxima —pronunció y sonrió débilmente.
—Eso espero, no quiero que enfermes más por una terquedad sin sentido —indicó el abuelo Min—. Jungkook deberá de estar volviendo pronto, estarás triste si te quedas encerrado en casa y no sales a recibirlo como todos —comentó, logrando que una felicidad radiante iluminará todo el rostro del doncel.
—¿Kookie ya va a volver? —exclamó con alegría.
—Sí, así que cuídate para que no estés en cama como siempre —indicó y se dio media vuelta para retirarse de la habitación—. No te quedes ahí parado, sígueme —ordenó cuando se percató de que su nieto se quedaba en el interior.
—No puedo dejar a Taehyung solo —expresó Yoongi, observando algo irritado la absoluta felicidad que rodeaba al doncel con la mención de su primo.
—Estaré bien —aseguró el doncel, feliz.
—Y no estará solo —pronunció Gook-Hwan cuando una esclava entró para hacerle compañía a Taehyung.
—¿Dónde está Hara? Ella es la que siempre le acompaña —le recordó Yoongi, saliendo de la habitación siguiendo a su abuelo.
—Hara está siendo castigada por su comportamiento —respondió.
—¿Su comportamiento? ¿Qué fue lo que hizo? —preguntó con sorpresa.
—Si hubieras estado en la mesa durante el desayuno, tal vez estarías al tanto de ello —respondió mordaz, logrando que no preguntara más al respecto.
—¿Por qué le dijiste a Tae que Jungkook estará volviendo? —preguntó molesto, siguiéndolo fuera de la casa.
—Porque es la verdad, tu primo estará volviendo pronto —respondió tranquilo.
—Los dos sabemos que no es así —resopló cruzando sus brazos—. Jungkook siempre dice eso, le surge algo y lo retrasa por más tiempo —le recordó.
—Eso era cuando tu padre estaba al frente, ahora no puede dar más órdenes, por lo que tu primo estará aquí —aseguró y entonces le observó—. ¿Dónde está tu prometido? —cuestionó.
—¿Por qué tengo que saber dónde está él? —resopló.
—Porque pronto será tu esposo y te ordené que le dieras un recorrido por las tierras del clan Min, pero en cambio te he tenido que buscar en la habitación del prometido de tu primo —expresó observándole con reprobación—. Lo preguntaré otra vez, ¿dónde está Jimin?
—Lo dejé solo en los establos para llevar a Taehyung a su habitación —respondió finalmente, sin atreverse a mirarle.
—¿Hace cuánto?
—No lo sé.
—¿Hace cuánto?
Soltando un suspiro frustrado, Yoongi pasó una mano por su cabello sintiendo algo de culpa.
—Realmente no lo sé, supongo que hace tiempo —respondió finalmente—. Taehyung apareció y le dio un ataque de tos, no podía simplemente dejarle solo mientras iba por allí con Jimin mostrándole el lugar —se excusó.
—Podrías haber dejado a Taehyung con alguien más y luego ir con tu prometido —indicó duramente.
—No lo pensé —reconoció ligeramente irritado y culpable.
—Por supuesto que no, en tu tonta cabeza solo estaba quedarte con el hombre que no te quiere y que se casará con tu primo en vez de ir con el doncel que se convertirá en tu esposo pronto —chasqueó su lengua—. No pensé que fueras tan idiota —se lamentó negando.
—Bueno, perdón por preferir quedarme con el chico que he conocido por cuatro años en vez de ir con uno que llegó de la noche a la mañana —espetó frustrado.
—Debes de comenzar a abrir los ojos, Yoongi, no es bueno para nadie que sigas así —indicó observándole con aquellos ojos verdes intensos.
—No caeré enamorado de la noche a la mañana por un chico que conozco solo de un día —resopló.
—Pero si tampoco le das la oportunidad cuándo se supone que sucederá —argumento y Yoongi guardó silencio sin poder responder a ello—. Eso pensé —suspiró, volviendo la vista al frente—. Ya he ordenado que preparen una casa para ustedes dos, vivirán juntos tan pronto como la boda se lleve a cabo —anunció deteniéndose finalmente cuando llegó a su destino.
Queriendo quejarse al respecto, Yoongi guardó silencio y frunció el ceño tras escuchar la voz de su padre en el interior de la casa de su hermano.
Compartiendo una mirada con su abuelo, se adelantó y entró para encontrar a Te-Woong burlándose cruelmente de Namjoon por el simple hecho de que aún no tenía un hijo, diciendo cosas bastante desagradables al respecto.
Pero a diferencia de su padre, Namjoon mantenía la compostura, con una parada firme mientras observaba a su padre como si no fuera nada más que basura que no sabía qué hacer con su tiempo, sin verse afectado por sus palabras, lo cual por supuesto que irritaban al contrario.
—Yo ya lo habría golpeado —gruñó Yoongi.
—Hazlo —ordenó su abuelo y Yoongi no tardó ni un segundo en ir y darle un buen golpe en su mandíbula a su propio padre que lo mando directo al suelo.
—Pero... ¿¡Qué crees que le haces al jefe del clan Min!? —exclamó su padre, levantándose del suelo mientras acunaba su mandíbula con una mano.
—Tenía pensado hacer esto más silencioso, pero ya no te soporto —expresó Gook-Hwan y observó a Namjoon, quien asintió comprendiendo.
Entonces, sin decir una palabra, Namjoon tomó a su padre de un brazo y Yoongi automáticamente fue hacia el otro, entre los dos, simplemente lo arrastraron fuera de la casa, ignorando sus gritos indignados y furiosos.
—¡¿Pero qué creen que le están haciendo al jefe del clan?! —exclamó cuando finalmente sus dos hijos lo soltaron, empujándolo hacia el suelo en el proceso.
—Ahí está la cosa, hemos decidido que ya no serás el jefe del clan Min —anunció el abuelo Min, con un tono duro y alto, lo suficiente como para que las personas se comenzaran a reunir a su alrededor.
—¡Ustedes no son quienes para decidir y una mierda! —espeto Te-Woong, levantándose del suelo.
—La sangre de los Min corre por nuestras venas, tenemos todo el derecho de decir sobre la persona que liderará y cuidará de todas estas personas, un trabajo que has demostrado más de una vez que es demasiado grande para ti —exclamó el abuelo Min—. Estamos al tanto de tus movimientos egoístas, de como has dejado de lado tu lealtad y juramento de cuidar a tu gente por tu codicia y como rompiste la única regla que los Min han tenido por generaciones, entraste al bosque prohibido y molestaste a aquellos que no debía de ser molestado —expresó con desprecio, logrando que una fría mirada llena de desagrado se posara sobre Te-Woong.
—¡Estás diciendo mentiras! ¡Nunca hice tal cosa! —exclamó observando a su alrededor, pero todos le observaban fríamente.
—Ya hemos decidido que Namjoon será el próximo jefe, de todas formas, estos últimos meses él ha sido el que se ha estado encargando de tu trabajo mientras te esforzabas en fornicar con tu esposa, beber hasta perder la conciencia y romper las reglas —anunció Gook-Hwan y observó a su nieto mayor.
—Con esto, mi primera orden como nuevo jefe del clan Min es que quedas desterrado de nuestras tierras por romper la regla más sagrada junto a tu esposa, quien estando enterada de esto, en vez de alertarnos, se convirtió en tu cómplice —anunció Namjoon observando a su alrededor—. Ordeno que preparen un barco con la suficiente agua y comida para sobrevivir dos semanas, que es lo que se tarda en llegar a la tierra más cercana que no nos pertenece —ordenó y observó a Yoongi—. Y si lo ven merodeando cerca de nuestras tierras, tú y tus hombres tienen permiso para matarlos a ambos —declaró.
—Sí, jefe Min —asintió Yoongi, bajando hacia una rodilla con su cabeza agacha para declarar su lealtad a su nuevo jefe.
Y con ello, inmediatamente todos a su alrededor imitaron aquello.
—Corran la voz, no quiero a nadie ayudando a Min Te-Woong junto a su esposa o serán desterrados como ellos —anunció Namjoon, observando a su alrededor.
Con ello, los guerreros que habían estado cerca, inmediatamente se acercaron y capturaron a Te-Woong, quien gritaba como un loco.
—Busquen a mi madre en nuestra casa, ninguno de los dos se puede llevar nada más que lo que dije —ordenó Namjoon y Yoongi asintió transmitiendo su orden a sus guerreros, quien inmediatamente se dispersaron.
—Creo que ya no es necesario que vayas a buscar a Jimin —expresó su abuelo, llamando su atención.
Curioso, Yoongi observó en la dirección en que Gook-Hwan observaba y la sorpresa le bañó al encontrar a Jimin montando su caballo como si nada.
A la misma bestia salvaje que no permita que otros animales ni personas se le acercaran a menos que fuera él.
Con su cabello en una coleta alta moviéndose al ritmo del suave trote de Storm, Jimin se veían... Bien, montando su gran bestia mientras sonreía abiertamente de lo que sea que estuviera hablando con... SeHun.
Cuando sus ojos se encontraron con aquellos plateados tan brillantes como el reflejo de la luna, Yoongi sintió algo raro moverse en su estómago, hasta que el doncel le ignoró para seguir conversando con su amigo mientras se alejaban.
—¿A dónde vas? —cuestionó su abuelo, logrando que Yoongi se detuviera.
Frunciendo el ceño al percatarse de que sus pies se habían movido sin darse cuenta, observó al hombre mayor.
—Dijiste que querías que fuera por mi prometido —le recordó.
—Fue cuando pensé que estaba solo en los establos esperándote como un idiota, pero obviamente en este momento se la está pasando bien —expresó con una sonrisa ladina—. Déjalo tranquilo, te dije que le dieras un recorrido y le dejaste a otro tu trabajo, ahora termina con el tema de tu padre, no quiero que se retrase más —ordenó.
Observando la dirección por la cual Jimin se alejaba,Yoongi asintió no muy feliz y se alejó en la sentido contrario.
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