༺ Capítulo LXX ༻


A lo largo de la fría noche, en lo que enfriaba su cabeza luego de la discusión que había tenido con su esposo, Min Yoongi llegó a la conclusión de que algo ocurrió durante el día que hizo pensar a su doncel todas aquellas estupideces de las cuales le acusó.

En el momento, el guerrero no había visto aquello, furioso de que su esposo no solo no creyera en él, sino que dudara de su palabra e insultara su honor y su amor por su clan. Tan enojado como se sintió por la repentina desconfianza de su pareja, no pensó en ello y decidió retirarse para no agrandar el asunto.

Fue gracias a todo ese tiempo que se tomó, que llegó a aquella conclusión.

Y aunque quisiera culpar a SeHun o el imbécil del clan Hwang, Min-hyuk, no podía hacerlo cuando ya había comprobado que no se encontraron con Jimin durante todo ese día.

Ocupado con su nuevo cargo, SeHun apenas tenía tiempo para comer sus comidas. Y con su barco ya prácticamente terminado y tres guerreros siguiéndolo a todos lados, Min-hyuk ni siquiera había podido darse unas vueltas por el pueblo.

Así que, la única persona que podría haber molestado a su esposo ese tiempo que no se vieron, solo se trataba de una, el estúpido doncel que Jimin mencionó más de una vez y que hasta donde sabía, le estuvo buscando por todo el pueblo, pero aun así, nunca llegaron a encontrarse realmente.

Y hasta donde sabía, ese tipo era el mismo que incluso estuvo molestando en la casa de su abuelo, dándose vueltas por fuera de la casa, pero nunca llegando a entrar.

No sabía qué es lo que le había dicho a Jimin para que le hiciera dudar y desconfiar de él de tal forma, pero debió de haber sido algo lo suficientemente creíble como para que su doncel creyera en este.

Lastimosamente para ese tipo, Yoongi no estaba dispuesto a dejar que arruinara su matrimonio luego de todo lo que había trabajado para ganarse aquella oportunidad con Jimin, simplemente no iba a permitir que nadie los separara.

Tan pronto como contempló su casa, Yoongi apresuró su paso y observó a Jackson hablando con Hoseok fuera de esta. Al percatarse de su presencia, ambos dejaron de hablar y le observaron.

—¿Qué sucede? —cuestionó.

—Nada —contestó rápidamente el joven esclavo.

Demasiado rápido para el gusto del guerrero.

—¿Jimin ya está despierto?

Ambos contrarios se observaron, provocando que la espalda de Yoongi se tensara, al igual que el resto de sus músculos.

—¿Qué sucedió? —cuestiono con un tono frío que estremeció a ambos contrarios.

—Bueno...

—Él salió —anunció Hoseok.

—¿Dónde?

—No dijo.

—¿Dónde?

El joven esclavo se removió inquieto, y al ver aquello, el otro guerrero dio un paso al frente.

—No me dijo realmente a donde iba, pero por el camino que tomó, supongo que fue hacia la casa del señor Gook-Hwang —explicó Hoseok finalmente.

"¿No quiere verme?" quiso preguntar Yoongi, pero al saber la respuesta, presionó con fuerza sus labios y forzó un suspiro.

—¿Por qué no fuiste tú con él? —cuestionó hacia Jackson.

—Cuando llegué ya no estaba, señor.

Yoongi asintió, rígido.

—El día anterior... ¿Con quién se encontró mi esposo? —cuestionó.

—Fue a la casa del jefe del clan, pero al no estar su pareja ahí, nos fuimos a la del señor Gook-Hwang y estuvo ahí hasta que el sol se comenzó a esconder, entonces volvimos aquí —resumió Jackson.

—¿No se encontraron con nadie más? ¿Estás seguro?

—Bueno... Tiempo después de que llegáramos, de la casa salió un hombre con una capa azul, pero no estoy seguro de en qué momento entró —contó Jackson.

—Yo solo salí un momento a buscar cosas para la cena y no había nadie, pero cuando volví, lo noté extraño —explicó Hoseok.

—Ve a buscar a ese tipo y llévalo a la casa de mi abuelo, quiero aclarar todo este asunto lo antes posible —ordenó hacia el guerrero—. Es uno de los donceles que se quedó por el clan Hwang, estoy seguro de que irá fácilmente contigo si le dices que lo busco.

Asintiendo, Jackson se retiró rápidamente.

—¿Puedo ir con usted? —pidió Hoseok—. Jimin... No se veía muy bien luego de su discusión —explicó nervioso.

Sin emitir palabra alguna, Yoongi asintió y se dirigió hacia la casa de su abuelo con un caminar rápido que dejaba atrás a momentos al joven esclavo, pero este sin decir nada, se esforzó por mantenerle el ritmo.

Una vez llegaron a la casa de su abuelo, Yoongi se extrañó de lo vacía que la percibió.

—¿Por qué no hay personas? —preguntó al verle.

—Si preguntas por Taehyung y Jungkook, los dos salieron para ver los últimos detalles de su boda y mande con ellos unos sirvientes para que ayuden con eso y un par de esclavos para que estén atentos a ese doncel —explicó su abuelo—. Ambos han esperado mucho este momento como para retrasarlo solo porque el chico se enferme al emocionarse demasiado —resopló.

—¿Y Jimin? ¿Fue con ello? —cuestionó.

Pero Gook-Hwang en vez de responderle, observó fijamente a su nieto y luego trasladó su mirada hacia el joven esclavo, quien torció sus labios y evitó su mirada.

—¿Qué ocurrió? —cuestionó.

—No pregunté eso.

—Y yo no responderé hasta que me respondas tú a mí. ¿Qué ocurrió con Jimin? —cuestionó, firme.

Yoongi tensó su mandíbula y luego gruñó ante la penetrante mirada de su abuelo.

—No lo sé —espetó un tanto irritado.

—¿Cómo no lo vas a saber? —cuestionó el abuelo Min, observándole cómo si fuera un idiota—. Es por ese tipo que seguía dándose vueltas, ¿no? Escuché a varios esclavos comentando que se estaban encontrando a escondidas.

—¡Eso es mentira! —exclamó—. El tipo me buscó, pero nunca nos llegamos a encontrar realmente —gruñó—. Y se lo dije a Jimin, nosotros hablamos al respecto y todo estaba bien.

—¿Entonces?

Pasando una mano por su cabello, Yoongi negó frustrado.

—No lo sé. Para el momento en que llegué a casa ayer, ya era más tarde de lo normal porque estaba viendo los últimos detalles con ChanYeol sobre su salida. Jimin me estaba esperando y me acusó de haberlo engañado y mentido —contó—. Le juré por mi honor de guerrero y por mi clan que no lo había hecho, pero aun así no me creyó y me acusó de mentiroso. No quise seguir discutiendo y empeorar todo, así que me fui.

El abuelo Min juntó sus cejas.

—Jimin no es la clase de doncel que se dejaría llevar por esos tontos rumores.

—Lo sé, por eso no entiendo nada.

—Pero, qué fue exactamente lo que te dijo.

—Que le estuve mintiendo todo este tiempo y en realidad tenía un amante. Que mi honor y palabra no valía nada —recordó Yoongi.

—Que tenía un hijo —añadió Hoseok con tono bajo, logrando que ambos hombres le observaran—. Ambos estaban gritando y no estaba durmiendo, fue imposible no escuchar —explicó con sus labios torcidos.

—¿De dónde carajos sacó que yo tenía un hijo? —cuestionó Yoongi—. Le dije que nunca me acosté con alguna mujer o un doncel, que no quería tener hijos fuera de mi matrimonio, que el único que tendría mi descendencia sería mi esposo y nadie más. Y esa era una decisión que tome mucho antes de conocerlo gracias a los bastardos que dejó regado mi padre por todo el clan —gruñó.

—¿Y estás seguro de que nunca tuviste sexo con algún doncel por error? —cuestionó su abuelo—. Porque eso explicaría por qué alguien cómo nuestro Jimin dudó incluso de tu honor como guerrero —indicó.

Yoongi le observó molesto.

—Por supuesto que nunca me acosté con ningún doncel —espetó irritado—. Hice mi promesa junto a Namjoon luego de que esos tipos quisieran atacarnos por la espalda por ser los únicos reconocidos, no quería que mis hijos pasaran por algo así ni mucho menos que mi esposo enfrentara esa clase de situación —gruñó.

Su abuelo le observó molesto.

—No me gruñas ni me alces la voz, que solo estoy intentando ayudar aquí —le regañó.

Yoongi gruñó y tomó profundas respiraciones.

—Lo lamento. Solo me jode todo esto. Me he esforzado mucho por tener esta oportunidad con mi doncel, para ganarme su confianza, como para que otros intenten intervenir —expresó un poco más calmado.

—Solo hay que hablar las cosas, algo cómo lo de ustedes no se puede arruinar simplemente por otros —aseguró su abuelo.

El guerrero asintió tenso y observó a su abuelo.

—¿Me dejas hablar con Jimin ahora?

—No. Primero arreglaremos esta situación y luego hablarás con tu chico —planeó el hombre mayor—. No me mires así, no lograrás nada hablando con Jimin en este instante cuando sigues sin conocer y solucionar el problema principal. Seguirán discutiendo por lo mismo y sin pruebas para demostrarle que no le has engañado, él seguirá creyendo que eres tú quien lo está engañando.

Sin poder defenderse ante las palabras de su abuelo, Yoongi asintió no muy feliz.

—He mandado a Jackson a buscar a ese doncel que ha estado dándose vueltas por el clan como si estuviera en su propia casa, ya quiero terminar con esto y echar de nuestras tierras a toda esa gente que apareció simplemente a causar problemas —gruñó.

Asintiendo, Gook-Hwang corrió una silla cerca del fuego y tomó asiento.

—Tú, ve a preparar algo caliente para calentar los cuerpos —ordenó hacia el joven esclavo.

Asintiendo, Hoseok se retiró rápidamente, dejando a ambos hombres a solas en la extensa sala.

—Jimin no está aquí, ¿cierto? —preguntó Yoongi repentinamente.

—Está en el bosque, pero considerando que está enojado contigo, dudo que quiera aparecer pronto.

—Es peligroso que esté en el bosque —gruñó Yoongi, observándole molesto—. Últimamente hemos estado enviando hombres para cazar y así prepararnos para la semana fría, sabes cómo son los dragones con sus tierras.

—A estas alturas, ya debiste de haberte dado cuenta que el bosque se tranquiliza cada vez que Jimin está ahí, ¿por qué crees eso? —cuestionó y le observó.

Yoongi juntó sus cejas. Abriendo su boca, su respuesta quedó olvidada tan pronto como escuchó el golpeteo en la puerta. Sin dudarlo, el guerrero se alejó y fue a abrirla, recibiendo a Jackson con otra figura encapuchada con esa estúpida capa azul.

—Llévalo ante el abuelo.

Cerrando la puerta tras dar su orden, Yoongi fue al lado de este y observó con absoluta molestia al causante de todos sus problemas.

—¿Quién eres y qué mierda le dijiste a mi esposo? —cuestionó con un gruñido molesto.

El tipo le observó y sacudió su cabeza para quitarse la capucha de su capa sin la ayuda de sus manos, revelando su pequeño rostro.

—¿Realmente no me reconoces? ¿A pesar de todo el tiempo que pasamos juntos? —preguntó con una expresión triste.

Y por más que Yoongi observó aquel rostro, su cerebro simplemente no pudo reconocerlo.

—No digas estupideces, yo nunca me acosté contigo. Ni siquiera sé quién carajos eres —espetó.

—Ay, eso sí duele un poco. Pasamos tantos momentos maravillosos juntos —suspiro.

Irritado ante el descarado doncel que tenía la osadía de mentir en su rostro, Yoongi sacó su espada en un rápido movimiento y apuntó directamente al cuello del hombre, presionando la punta de la hoja en esa piel.

—Será mejor que hables con la verdad, porque tu vida corre riesgo. —amenazó con un tono frío.

—Señor Yoongi... —pronunció Jackson un tanto nervioso—. Debería de bajar la espada.

Yoongi colocó su furiosa mirada en el otro guerrero.

—¿Por qué?

—Debido a que vas a asustar a nuestro bebé —expresó el doncel.

Y antes de que Yoongi pudiera amenazarle otra vez, Byung-chul movió uno de sus brazos para abrir su capa, revelando un pequeño bulto durmiendo contra su pecho entre sus brazos.

Ante la repentina luz golpeando su rostro, el pequeño arrugó su nariz y talló sus ojitos con su puño antes de abrirlos, revelando aquel tono verde característicos de los Min.

—Baba —pronunció el pequeño, observando hacia el doncel con una dulce sonrisa de encías.

La cual era una jodida copia de Yoongi, en cada maldito sentido.

—Bueno, ¿no se ha puesto esto interesante? —cuestionó el abuelo Min con tranquilidad.

—No es mío. —soltó Yoongi con rechazo absoluto y bajó su espada por el bien del pequeño.

—¿Cómo puedes decir eso cuando es tu viva copia? —cuestionó el doncel, besando con dulzura la mejilla del pequeño—. Incluso ese tipo que está en la que pronto será nuestra casa lo reconoció —indicó con una sonrisa malvada.

La mandíbula de Yoongi se tensó dolorosamente tras escuchar aquello, finalmente comprendiendo por qué su esposo había dudado tanto de él.

—Esa nunca será tu casa. Tú y yo nunca estaremos juntos. Y ese niño no es mío. —declaró.

—Como guerrero deberías de cumplir con tus responsabilidades, y nosotros nos volvimos en una en el instante en que me acosté contigo y nació este pequeño —argumentó.

—Yo jodidamente nunca me acosté contigo —espetó irritado—. No sé de dónde has sacado ese niño, pero no es mío.

—¿Cómo puedes seguir diciendo eso cuando es igual a ti? Incluso este guerrero lo reconoció como tu hijo —chilló el doncel, señalando a Jackson.

—Lo digo porque nunca me acosté contigo, ni siquiera sabía quién carajos eras hasta ahora que te presentaste con ese niño diciendo estupideces —expresó con desagrado.

—¿Realmente olvidaste nuestra noche juntos? —exclamó Byung-chul con dolor—. Estuvimos toda la noche en la cama.

—No me acuesto con donceles. Sí, hubo un par de veces que me acosté con una de esas personas con las que viajabas y no era un doncel o tú. —declaró—. Y tampoco me acosté con alguien estando fuera del clan Min, estaba demasiado concentrado en sobrevivir como para pensar en sexo, al igual que mis hombres —gruñó.

—Bien, mentí sobre ello —aceptó—. Pero solo porque quería que ese tipo se fuera por su cuenta, y no es como si hubiera mentido del todo, ya que una vez estemos juntos, lo haremos todos los días, solo tienes que recordar nuestro apasionado encuentro —sonrió.

—Nosotros. No. Nos acostamos.

—Lo hicimos, tal vez no recuerdes mucho porque ese día habías bebido, pero luego de un par de besos, no dudaste en llevarme a tu habitación y follarme toda la maldita noche.

La frente de Yoongi se arrugó ante esas palabras.

—Imposible. Solo una vez he bebido hasta llegar a ese estado y definitivamente no fue ese día —espetó.

—Pero lo hiciste. Estaban de fiesta organizada por el antiguo jefe del clan tras su regreso exitoso luego de conquistar otra tierra. Estabas molesto con ese otro doncel porque le brindaba atención a tu primo y no a ti, bebimos juntos y lo hicimos. ¿O acaso no recuerdas haber despertado desnudo conmigo en tu cama?

Las cejas de Yoongi se juntaron profundamente con ello, intentando recordar. Ciertamente, recordaba aquella fiesta y el comportamiento de Taehyung, quién se olvidó de su existencia tan pronto como se encontró con Jungkook. Recordaba haber bebido molesto, pero... Su mente no lograba recordar más allá de eso.

—Piensa. Los dos desnudos. Tu cama. Mis cadenas rebotando mientras me follabas sin piedad. Mi ropa olvidada en tu habitación.

Yoongi lo observó pensando en sus palabras. Aunque no lograba recordar a Byung-chul, el recuerdo de haber despertado solo en su cama, desnudo, con ropa desconocida y su cama hecha un desastre estaba ahí en su mente.

—Lo recordaste —sonrió el doncel.

—No... —negó—. Desperté solo en esa cama, tú no estabas conmigo.

—Por supuesto que ya no estaba, mi gente me fue a buscar para partir otra vez, y como sabía que no estarías particularmente feliz de verme ahí, me fui —explicó—. Pero luego me di cuenta de que estaba esperando y decidí que tenía que volver, no es sano para nuestro bebé estar lejos de su padre y mucho menos viajar de tierras en tierras con todos esos peligros —expresó abrazando a su pequeño.

Yoongi negó en silencio, negándose a creer en ello.

—No te creo.

—Tengo a tu hijo, es tu viva copia, ¿qué otra prueba quieres? —exclamó Byung-chul, molesto.

—La marca.

La tranquila respuesta de Gook-Hwang hizo que todos le observaran.

—¿Qué quieres decir? —preguntó el doncel.

—Nada nos dice que simplemente estás inventando todo esto y en uno de tus viajes, te conseguiste a un hombre con la misma apariencia que tiene Yoongi para hacerlo pasar por su hijo —expresó tranquilo.

—Es igual a su nieto y tienen los mismos ojos que ustedes —indicó Byung-chul—. ¿Cómo se supone que iba a conseguir a alguien así?

—Fuera de estas tierras existen muchas personas que no hemos conocidos, no podemos simplemente asumir que nos dices la verdad solo porque el niño se parece a Yoongi cuando era pequeño —argumentó—. La marca con la que nace cada miembro directo del clan Min, es diferente. Solo nosotros, los fundadores de este clan, lo poseemos. Y es una marca que ha surgido de generación en generación, por lo que, si el niño es realmente hijo de Yoongi, debería de tenerla también.

—Eso es cierto —apoyó Yoongi, sintiendo como su cuerpo se relajaba—. Muéstranos la marca del niño.

—No voy a quitarle su ropa con este frío —rechazo Byung-chul.

—El fuego está encendido —indicó el abuelo Min—. Muestra la marca, o te condenaremos por haber mentido.

—Yo no miento —gruñó el doncel.

Observando resentido a ambos contrarios, Byung-chul se agachó y colocó en pie a su hijo. Con movimientos odiosamente lentos, cómo si intentara ganar tiempo, comenzó a quitarle prenda por prenda.

—Ganar tiempo no te servirá de nada —espetó Yoongi—. Te castigaré por haberle mentido a mi esposo —amenazó.

El doncel mantuvo sus ojos fijos en su hijo, cuando finalmente alzó la mirada, una gran sonrisa estaba en su rostro.

—Aquí está su marca —declaró, dando vuelta a su hijo para mostrar la marca de nacimiento cerca de su cadera.

La misma marca que ha tenido cada descendiente de los Min.

La misma que poseía Yoongi, así como Namjoon y Gook-Hwang.

Yoongi cruzó una mirada con su abuelo, quién de pronto, había perdido parte de su serenidad, como si tampoco hubiera esperado aquella marca.

Y justo detrás de él, cerca de la puerta, estaba Jimin, presenciando aquel momento. Aquellos fríos ojos plateados que le observaron fue un duro golpe para Yoongi, que le quitó completamente la respiración ante todas las emociones reflejadas en ellos.

—¿Ahora me creen? —expresó Byung-chul, sonriente—. Como tal, quiero que Min Yoongi asuma la responsabilidad por mí y mi hijo y se divorcie de su esposo, quien no tienen a su hijo aún, y nos tome a nosotros como su familia —demandó—. Quiero que mi pequeño tenga el lugar que le corresponde, junto a sus dos padres.

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