༺ Capítulo LXIV ༻


—¿Cuánto más tiempo piensan seguir aquí? —cuestionó Yoongi, cruzando sus brazos en lo que observaba no muy felizmente a ChanYeol.

—Los daños en nuestro barco eran más severos de lo que esperábamos —pronunció con una mueca—. Si todo va bien, el día en que fijaron como la boda de Taehyung y Jungkook, nosotros estaríamos partiendo —aseguró, observándole directamente.

—¿Cómo sé que no intentarás algo sucio hasta ese día o ese mismo día? —preguntó directo.

—No me gusta Taehyung —anunció el contrario.

—No te tiene que gustar para que arruines su día —argumentó—. Dijiste que esto fue una decisión entre el jefe del clan Kim y tu padre —le recordó.

—Puede ser, pero mi padre es un hombre inteligente y sabrá que no nos conviene hacer tratos con alguien que juega sucio, prometiendo un hijo que ya se lo ha prometido a otra persona —indicó y luego observo hacia el frente, vigilando como sus hombres trabajaban volviendo a construir su barco en medio del agua, lo más cercano a la costa que pudieron empujarlo—. Y me gustó el hermano de tu esposo —reveló.

—Baekhyun es del clan Park —indicó.

—Eso me dijo —asintió—. Volviendo a casa, le diré a mi padre sobre él, tal vez sea mejor que los del clan Kim —bufó.

—No lo creo, Park SiWon es un viejo zorro astuto, por lo que tendría cuidado con él si quieres tomar a su pequeño tesoro —advirtió.

—Lo tendré en mente, pero sé que lo quiero a él y lo obtendré —anunció decidido.

Observando la absoluta decisión en el hombre frente a él, Yoongi asintió relajándose un poco internamente, ya que era obvio que ChanYeol realmente no tenía más asuntos con ellos ni sentía resentimiento alguno porque su supuesto prometido estuviera comprometido con alguien más.

—Solo ten un ojo sobre tu hermano, no me importa que se divierta con algunas putas o esclavos del placer, pero no se lo dejaré pasar si se atreve a molestar a mi esposo —advirtió.

La mirada de ChanYeol buscó a su hermano y sus labios se movieron en una mueca al no verlo donde le había ordenado permanecer.

—Intentaré controlarlo, pero si comete algún error, solo pido que no muera en el proceso —pidió—. Puede ser un problema, pero sigue siendo hijo de mi padre y es alguien... Que no perdona cuando derraman la sangre de los suyos —explicó.

—No perdono a nadie, y si él se mete con mi esposo solo obtendrá una lenta muerte dolorosa sin importarme las consecuencias —declaró, bajando sus brazos—. Es una regla no meterse con la pareja de otro guerrero, y no me importa ir a la guerra con tal de dejar claro lo que sucede si se meten con mi doncel —expresó.

—Se lo recordaré —asintió ChanYeol.

Sin más asuntos que atender con los miembros del clan Hwang, Yoongi se dio media vuelta y se retiró del lugar.

Cuando subió al pueblo, se encontró con la molesta sonrisa con aire superior de Min-Hyuk, lo cual le irritó.

No sabía qué era lo que estaba planeando ese hombre, pero era obvio que algo había en su mente y no iba a permitir que cometiera nada.

Tendría que ordenarle a SeHun que mantuviera un mejor ojo sobre ese estúpido, ni siquiera le sorprendería si descubriera que ese idiota era quien estuviera retrasando su partida.

Dirigiéndose a la casa de su hermano, lo encontró hablando con un par de hombres frente a la puerta.

—¿Qué sucede? —preguntó cuando quedaron solo los dos.

Namjoon le observó y suspiró antes de señalar el interior de su casa, indicando que entraran.

—Como ya entramos en temporada de invierno, querían saber si pronto organizaría una caza para reunir comida para las semanas frías.

—Verdad que ya estamos en esa época —asintió Yoongi, siguiéndole al interior de la casa.

—Sé que es algo que debemos de hacer, pero con lo que hizo nuestro padre molestando a los dragones y el abuelo ha comentado que el bosque se siente intranquilo ante los forasteros que tenemos en nuestras tierras. No sé si estos se queden tranquilos si un gran grupo de humanos entra en el bosque, así no crucemos el límite —explicó.

—Si no reaccionaron antes que los atacaron directamente, ¿tal vez no lo hagan ahora?

—Precisamente porque no reaccionaron antes es que temo que lo puedan hacer ahora. El abuelo dice que es debido a que las bestias están durmiendo, pero una vez se despiertan no hay forma de detenerlo.

—Pero nuestro estúpido padre quería lastimar a esas criaturas, ¿qué fue lo que intentaba atrapar si estos estaban ocultos durmiendo? —cuestionó Yoongi.

—A los más jóvenes —anunció Gook-Hwan, apareciendo por una puerta—. Mientras los grandes duermen, son los más jóvenes los que cuidan la tierra y de los suyos, ¿qué crees que pasará cuando estas grandes bestias despierten y vean que sus hijos han sido lastimados? —cuestionó, golpeando suavemente su bastón en el suelo.

—Guerra —anunciaron ambos hermanos.

—En algún momento de igual forma tendrán que despertar, ¿no? ¿Qué haremos entonces? —cuestionó Yoongi.

—¿Cuántos años crees que llevan durmiendo? —preguntó su abuelo con una sonrisa ladina muy similar a la de él—. Más de treinta años, y prefiero que siga así, porque cuando despiertan, no solo los humanos sufren, catástrofes naturales vienen con ellos producto de su enojo —reveló.

—Organizaré pequeños grupos de tres para que comiencen a cazar cada dos y cuatro días para reunir la comida —decidió Namjoon—. Tres no es un número grande ni amenazante, y si comenzamos pronto tendremos suficiente para cuando las semanas frías comiencen —planeó.

—Es un buen plan —asintió Yoongi—. ¿Cómo está SeokJin? Escuché que no la estaba pasando muy bien.

—Está mejor, al menos sus náuseas se han detenido —sonrió Namjoon—. Espero que pronto llegue Jimin con esas hierbas que dijo —expresó, llamando inmediatamente la atención de su hermano.

—¿Dónde está mi esposo? —cuestionó, observando directamente a su hermano.

—Fue al bosque a conseguir unas plantas que ayudarían a mi pareja con sus síntomas —explicó y cruzó sus brazos—. No, no lo mandé solo —anunció antes de que siquiera Yoongi lanzara la acusación.

—Entonces, ¿con quién fue? —cuestionó frunciendo el ceño.

—Jackson.

—No, lo mandé con SeHun, Jackson estaba ocupado —anunció el abuelo Min, llamando la atención de los dos hermanos—. Se fueron su buen tiempo, por lo que imagino que ya deben de estar volviendo —expresó.

Pero aun así, esa información no fue para nada del agrado de Yoongi, considerando la forma en que su amistad había cambiado con el otro guerrero.

—Había otros hombres además de Jackson que podían acompañar a mi esposo al bosque, ¿por qué mandarlo con él? —cuestionó Yoongi.

—A mí no me mires, por algo dije que fuera con Jackson —se excusó Namjoon alzando sus manos.

—El chico sigue siendo un guerrero, y hasta donde tenía entendido, tu amigo —argumentó su abuelo.

—Que sea mi amigo no significa que no pueda sentir interés por mi doncel —gruñó—. Y no finjas no saber, porque tú mismo me has advertido indirectamente de él.

—Considerando que has estado mostrando orgullosamente las marcas que deja tu esposo en tu cuerpo durante cada entrenamiento, dudo mucho que haga una estupidez sobre Jimin —indicó Gook-Hwan—. Ya han demostrado que su matrimonio es real y muy diferente a cómo comenzaron. Ese chico también necesita conocer su lugar y tu doncel se lo demostrará.

Yoongi juntó sus cejas, comprendiendo lo que intentaba hacer su abuelo, pero aun así... No estaba muy a gusto con la idea.

—¿Cómo te fue en tus vueltas? —preguntó Namjoon.

—Todo se ve bien de momento, estuve revisando el avance del barco y ChanYeol dijo que para el día de la boda estaría listo y según vi, también lo creo —informó.

—¿No crees que solo estén retrasando su partida para arruinar la boda de Jungkook y tomar a Taehyung? —cuestionó su hermano con rostro pensativo.

—No —respondió enseguida—. Hablé con él, y ChanYeol parece más interesado en volver a sus tierras y convencer a su padre de que sería buena idea juntarse con el clan Park para conseguir a Baekhyun, que seguir aquí insistiendo por un doncel del cual no se siente atraído.

—Vaya, así que si logró llamar su atención —sonrió Namjoon.

—Es el otro chico el problema —anunció el abuelo Min—. Lo he visto darse unas vueltas por el pueblo fingiendo buscar materiales para su barco, no me gusta.

—Es porque sigue buscando oportunidades para molestar a mi esposo —aclaró Yoongi en un gruñido.

—Será mejor que Jimin no esté solo cuando salga —ordenó su abuelo—. Ese tipo no me agrada.

—Ni a mí —anunció Namjoon—. Tal vez sería buena idea pedirle a un guerrero que lo acompañe cada vez que salga.

—Lo dices como si fuera muy fácil de convencer a mi doncel —resopló Yoongi.

Ambos contrarios rieron, sabiendo perfectamente que Jimin se opondría.

—Estoy seguro de que tienes tus formas de convencerlo —indicó el abuelo—. Por cierto, quiero que tengan un ojo también en esos tipos que viajaron con los mercaderes. Hay un chico que sigue dando vueltas por alrededor de mi casa y no me agrada.

—¿Los mercaderes no se habían ido ya? —preguntó Namjoon y observó a su hermano.

—Jungkook era quien estaba viendo ese tema —indicó Yoongi.

Cuando la puerta fue abierta, Yoongi inmediatamente giró para observar en aquella dirección y sintió algo de molestia al no ver a su esposo entrar.

¿Cuánto tiempo se podría tardar en ir al bosque, recoger algunas plantas y volver?

—Justo a quien deseaba ver —anuncio Namjoon—. ¿Qué sucede con los mercaderes? ¿Ya se fueron?

Cerrando la puerta, Jungkook se acercó a ellos.

—No, dijeron que se irían mañana porque ya se le acabaron los insumos, pero había algunos de esos tipos que viajaron con ellos que decidieron quedarse con los miembros del clan Hwang, son solo tres y se irán después con ellos —explicó Jungkook—. ¿Está Jimin aquí? Fui a su casa, pero el chico me dijo que vino a visitar a SeokJin.

—Salió al bosque a buscar unas plantas para SeokJin —respondió Yoongi—. ¿Para qué lo quieres?

—Quería ver si tenía más de esa extraña planta que le dio a Taehyung —expresó con un suspiro—. Se le han acabado y no quiero que esté sin ellas cuando ya comenzamos la temporada de invierno. Cuando la nieve cae y comienza el frío, siempre es más difícil para él —dijo preocupado.

—No sé si tenga en la casa, son varios los que aparecen en la casa buscando su conocimiento —recordó Yoongi.

—Es el único sanador que hay en este pueblo, el otro viene y va —pronunció el abuelo Min—. Y se ganó el respeto de todos cuando te salvó la vida —añadió.

—Genial, tendré que tomar mi turno ahora cada vez que quiera hablar con él —resopló Jungkook.

—Es bueno ser el jefe del clan, tiene su prioridad —sonrió Namjoon, entretenido.

—Idiota —bufó su primo, riendo.

—Tal vez pueda ir a buscarlo y decirle sobre Tae —comentó Yoongi.

—Tú solo quieres una excusa para verlo porque no te agrada la idea de que esté con otro en el bosque —aclaró entretenido.

—No es otro, es SeHun —espetó Yoongi, alejándose de todas formas para ir a buscar a su esposo.

Saliendo de la casa, el guerrero se detuvo cuando contempló a su pareja volver con SeHun, y no le gustó para nada aquella extraña tensión que parecía estar rodeando a ambos.

¿A caso había ocurrido algo?

Cuando esos ojos plateados le observaron, los hombros de Jimin parecieron perder algo de rigidez, y esa fue suficiente señal para Yoongi, quien fue a su encuentro.

Deteniéndose frente a su doncel, ni siquiera le dio tiempo para hablar, tan pronto como esos gruesos labios dulces se separaron, Yoongi los juntó con los suyos y le besó.

Pero como su propósito era demostrar a quien le pertenecía el hermoso hombre, por supuesto que no fue un simple roce, el guerrero alzó una mano para capturar un costado de su rostro y empujó su lengua en esa dulce boca, siendo recibido con un suave suspiro. Fue como si Jimin prácticamente se derritiera contra él y le correspondió dulcemente con entusiasmo.

Cuando finalmente le dejó, se mantuvo rozando sus labios, observando directamente esos hermosos ojos.

—¿Todo bien?

—Todo mejor ahora —respondió Jimin con una leve sonrisa—. Debo de volver con Jin rápido... —pronunció.

—Vamos, estaba hablando con Namjoon antes de que llegaras —expresó alejándose y observando a su amigo—. Gracias por acompañar a mi esposo —anunció acercándose para tomar de sus brazos un pequeño montón de plantas.

—No fue un problema —respondió SeHun, observándole.

—Puedes volver a vigilar a Min-Hyuk. En este momento se encontraba cerca de las putas, sabes a donde debes de ir, ¿no?

—Sí, conozco el camino tan bien como tú —respondió con cierta hostilidad y luego simplemente se retiró.

—¿Debo de tomarme eso como que visitas ese lugar con frecuencia? —preguntó Jimin a su lado.

—Como un lugar que dejé de visitar luego de casarme contigo —corrigió Yoongi—. Mucho antes, de hecho, podía conseguir a alguien en mi cama si quería, pero no era mi prioridad.

—Por supuesto que no —resopló su doncel.

—¿Esos son celos? —preguntó Yoongi observándole con una sonrisa.

—Quisieras —respondió dirigiéndose a la casa, evitándolo.

Adelantándose, Yoongi se interpuso en su camino y se inclinó para besarle suavemente.

—Si sirve de algo, ninguno de los cuerpos con los que pasé la noche significaron algo para mí, ni tampoco se sintió tan bien como tú —pronunció y restregó suavemente sus narices juntas—. Y serás el único que me tendrá por el resto de nuestras vidas, al único doncel al cual le perteneceré —juró.

Los labios del doncel se estiraron.

—¿Aunque no tenga mucha experiencia a diferencia de otros?

—Cariño, lo que no tienes en experiencia lo llenas con pasión y seguridad. Enciendes todo mi cuerpo con solo una mirada —respondió y se acercó a su oído—. Además, saber que soy el único hombre que ha estado y estará en tu cuerpo, me calienta más de lo que crees.

—Eres un bastardo —pronunció Jimin con una sonrisa que fue besada.

—Entremos, Namjoon ya debe de estarse poniendo nervioso otra vez —indicó corriéndose y abriendo la puerta para su pareja—. ¿No ocurrió nada con SeHun? ¿No te molestó?

Observándolo, Jimin soltó un suspiro.

—Me besó a la fuerza —reveló pasando por su lado e internándose en la casa.

—¿Qué hizo qué? —exclamó, siguiéndolo.

—Las plantas con flores lilas que tiene Yoongi solo ponlas en la habitación, cuando se sequen lo las arrojes y dámelas para utilizarlas —indicó Jimin observando a Namjoon—. De las otras, solo coge un puñado y hiérvelas a fuego lento.

—Gracias —pronunció su cuñado, abrazándole cortamente para luego quitarle las plantas a Yoongi y desaparecer de ahí.

—Jimin —pronunció Yoongi, tomando los hombros de su esposo para que este le observara—. ¿Qué fue lo que hizo SeHun?

—Te lo dije porque no se sentía bien guardarlo como si yo hubiera hecho algo mal, él lo hizo por su cuenta —refunfuñó.

—No te estoy culpando, quiero saberlo a detalle para ir a darle una lección por tocar a mi esposo —explicó en un gruñido.

—Oh —pronunció, calmándose—. Está bien, ya le di su merecido y le dejé las cosas claras —le sonrió.

—Iré a matarlo —espetó.

—Está bien, déjalo —pidió el doncel, abrazándole—. Mientras lo mantengas alejado de mí, todo bien.

—No volverá a estar diez pies cerca de ti —decidió Yoongi, rodeándole con sus brazos e ignorando la divertida mirada de su abuelo y primo.

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