Alina y May despidieron a Peter en el aeropuerto cuando partió con su clase en el viaje. Cuando él se fue, Alina y May se dirigieron a casa, y cuando Alina entró en su apartamento, sintió que no estaba sola. Alcanzando el arma que guardaba en un jarrón junto a la puerta, dejó caer las llaves en el plato para que el intruso supiera que ella estaba allí, antes de que se deslizara por el apartamento.

—Sé que estás ahí —dijo Alina, mirando con cautela hacia la sala de estar.

Un hombre estaba de espaldas a ella y dijo—: Lo sé. ¿Por qué no bajas el arma y hablamos como personas civilizadas?

Alina bajó el arma y se burló—. Las personas civilizadas no irrumpen en los apartamentos de otras personas.

—Lo hacen si dicha persona está evitando mis llamadas —dijo Nick Fury, dirigiéndose a Alina.

Ella levantó las cejas—. ¿Es de extrañar? No eres exactamente amistoso.

—Entonces, ¿dónde está tu novio? —preguntó Fury.

—En un viaje escolar —respondió Alina—. ¿Qué estás haciendo aquí?

—Necesito tu ayuda —dijo Fury.

—No ayudo a los intrusos.

—Stark dijo que eras una de las mejores —dijo Fury—. Trabajé con Natasha Romanoff durante años, así que debes estar a su nivel para que Stark incluso haya considerado mantenerte cerca. Iron Widow. ¿Así es como te están llamando? Un nombre bastante fuerte.

—Ve al grano —dijo Alina.

—Mi punto es que hace una semana, una criatura conocida como Elemental atacó un pequeño pueblo en México —dijo Fury—. Fue destruido por un hombre con el que ahora estamos en contacto, pero hay más de ellos.

—¿Entonces por qué no dejas que él se ocupe de eso? —preguntó Alina.

—Porque no es tan simple —respondió Fury—. Él no puede hacerlo solo.

—Entonces llama a alguien más —respondió Alina—. Ya no estoy en el negocio de ser un superhéroe.

—Mira, lo entiendo —dijo Fury—. Stark está muerto y es difícil para ti lidiar con eso, pero vio algo en ti. Sabía que tenías el potencial para ser una gran heroína algún día.

—Sí, bueno, lamento haberlo decepcionado —respondió Alina.

Fury suspiró—. ¿De verdad vas a pararte ahí y rechazarme?

—Oh, lo siento, ¿quieres que me siente?

Fury se inclinó hacia adelante en su asiento—. Solía saberlo todo. Tenía ojos por todas partes, oídos por todas partes, pero luego desaparezco y vuelvo cinco años después y no sé nada. Todo lo que sé es que eres todo lo que queda del legado de Stark, y ese traje que usas es nuestra mayor esperanza para derrotar a estos Elementales antes de que destruyan el mundo.

Alina enarcó las cejas—. Te lo dije, no quiero.

—¿Así que vas a dejar que el mundo se acabe? —preguntó Fury.

—Ya no hago eso —dijo Alina—. Sólo quiero estar cerca del suelo.

—Eso es mentira —dijo Fury—. Fuiste al espacio. Stark y tú sobrevivieron a eso.

—Sí, ¡y el resto de ellos no! —espetó Alina.

—Stark también mencionó que sería difícil persuadirte —dijo Fury—. Y no me gusta la gente a la que no puedo persuadir.

—No es mi problema —dijo Alina.

—Odio decírtelo, pero este Elemental aparecerá en Venecia —dijo Fury—. ¿Tus amigos no están en Venecia?

Alina se volvió hacia Fury—. Esto es extorsión.

—Esto es parte del trabajo —dijo Fury—. ¿Estás dentro o no?

Alina apretó los dientes—. Supongo que estoy dentro.

—¿Era tan difícil?

—

Alina no podía permitir que nada les pasara a sus amigos, así que fue con Fury y conoció a Maria Hill y a una docena de ex agentes de S.H.I.E.L.D. Entre ellos estaba el hombre que detuvo al Elemental. Su nombre era Quentin Beck, y Alina automáticamente empezó a desconfiar de él. No estaba segura de por qué, pero tenía un presentimiento extraño sobre él cuando le estrechó la mano.

—Hola, mi nombre es Quentin Beck.

—Alina Orlova —respondió ella secamente—. Vi lo que hiciste en México. Muy impresionante —se volvió hacia una pantalla—. Entonces, ¿qué son estas cosas?

—Estas cosas son seres muy poderosos —dijo Fury—. Se alimentan de los elementos. El Sr. Beck ya ha destruido los Elementales de Tierra y Viento, pero los dos restantes son los más fuertes.

—Es verdad —dijo Beck—. El Elemental de Fuego es el que destruyó mi planeta.

—Espera, ¿tu planeta? —preguntó Alina—. ¿De dónde eres exactamente?

—Oh, soy de la Tierra —dijo Beck—. Simplemente no esta Tierra.

Los ojos de Alina se agrandaron—. Entonces, ¿hay un multiverso? Eso cambia por completo la forma en que vemos el teorema del multiverso y la teoría de cuerdas y —ella llamó la atención de Fury—, lo siento, me detendré.

—No te disculpes —dijo Beck.

—Entonces, ¿dónde aparecerá el próximo Elemental? —preguntó Alina—. ¿Venecia?

Beck asintió—. Parecen estar siguiendo la misma trayectoria que en mi Tierra, así que sí, Venecia es su próxima parada.

Alina suspiró—. Y yo que no iba a irme de vacaciones.

—No consideraría esto como unas vacaciones —dijo Beck—. Estas criaturas son peligrosas.

Alina enarcó las cejas—. Por suerte para ti, yo también. ¿Me puedo ir a casa ahora?

—Sí —dijo Fury—. Nos reuniremos mañana a las siete.

—¿De la mañana? —preguntó Alina.

—Sí —respondió Fury—. ¿Es un problema?

—No, para nada —murmuró Alina—. Bueno, me voy a ir.

Se despidió del equipo y salió del edificio. Cuando estaba en la calle, sacó su teléfono y marcó el número de Peter. Ella escuchó el timbre del teléfono, deseando que él contestara, pero todo lo que obtuvo fue su contestador automático.

Dando una última mirada al edificio que acababa de dejar, Alina suspiró.